Carolina Matilde

Carolina Matilde
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NombreCarolina Matilde
Nacimiento11 de julio de 1751
Leicester House, Londres
Fallecimiento10 de mayo de 1775 (23 años)
CónyugeCristián VII de Dinamarca y Noruega
HijosFederico VI de Dinamarca, Luisa Augusta, Duquesa de Schleswig-Holstein-Sonderburg-Augustenburg

Carolina Matilde (Leicester House, Londres, Inglaterra; 11 de julio de 1751 - Celle, Baja Sajonia, Alemania; 10 de mayo de 1775). Pertenecía a la casa real de Hannover y era nieta del rey Jorge II de Gran Bretaña. Su madre, Augusta de Sajonia-Gotha, se había casado con Federico Luis, príncipe de Gales y heredero al trono británico. Pero ni Federico fue rey ni su hija llegaría nunca a conocerlo. Carolina, la última de los nueve hijos de la pareja, nació pocos meses después de su muerte.

Su vida

El destino de Carolina, como el del resto de sus hermanos se encontraba en las constantes alianzas matrimoniales entre la realeza europea. A ella le tocó como esposo a un rey con problemas mentales y demasiado aficionado a las fiestas, el sexo y el alcohol. Detalles que se le ocultaron a la entonces joven de quince años quien se casó por poderes el 1 de octubre de 1766 en el Palacio de Saint James. A su hermano, el rey Jorge III, no le importó entregarla a un nombre que tenía muy pocas posibilidades de hacerla feliz. La razón de estado estaba por encima de todo. A los pocos días, dejaba atrás su hogar, a los suyos, su juventud e inocencia para embarcarse rumbo a un destino que poco imaginaba iba a ser como el que se encontró.

Desde el primer momento, Carolina se dio cuenta de que Cristián VII de Dinamarca, su esposo desde el 8 de noviembre, era un hombre libertino, inestable y a quien no le importaba mostrar su indignidad por las calles y burdeles de Copenhague. Tampoco a la corte ni al pueblo parecieron importarles que el ya casado soberano, acudiera a su esposa únicamente para intentar concebir un heredero. Carolina Matilde sufrió la soledad de las frías paredes de los castillos y palacios daneses.

Hasta que su propio esposo le trajo la solución a sus anhelos. Aunque también su propia sentencia de muerte. El 28 de enero de 1768, la reina daba a luz al pequeño Federico. Satisfecho con sus responsabilidades conyugales, Cristián dejó sola a su esposa y se embarcó en un largo viaje por Europa que terminó casi un año después. A su regreso, no volvió solo. Junto a él venía un médico ilustrado alemán que se había ganado la confianza de Cristián y al que elevó al rango de ministro. Johann Friedrich Struensee no solo consiguió doblegar la inestabilidad mental del rey e iniciar reformas basadas en sus ideas ilustradas. La reina se convirtió pronto en una pequeña obsesión que fue recíproca. En poco tiempo se convertían en amantes. Aún a sabiendas de la gravedad de aquella situación, no pudieron evitar estar juntos siempre que podían, con las sombras de palacio como sus principales aliados. Hasta que un segundo embarazo de la reina puso a los amantes en una complicada situación.

Mientras el rey Cristián VII no escondía sus infidelidades, su esposa pagaría muy caro el adulterio

El 7 de julio de 1771 nacía Luisa Augusta y casi nadie creyó que era hija del rey. A pesar del empeño de ambos amantes por salvar las apariencias, en pocos meses terminaría su historia de amor. En enero de 1772, la reina Carolina Matilde y su amante eran detenidos. Nunca más volverían a verse. En la primavera de aquel mismo año, Johann Friedrich Struensee fue condenado a muerte y ejecutado sin que Carolina pudiera hacer nada por salvarlo. Desaparecido su amante, la reina buscó la manera de salir de su prisión pidiendo clemencia a su esposo y a su hermano el rey de Inglaterra. Nadie se apiadó de ella. Un mes después de la muerte de Struensee, Carolina Matilde se despedía de sus hijos y se marchaba para siempre de Dinamarca. Había salvado su vida pero había sido condenada al destierro en Alemania donde vivió solamente tres años más.


Destierro

La corte se traslada al Castillo de Frederiksborg el 19 de noviembre y finalmente regresa al Castillo de Christiansborg el 8 de enero de 1772. El primer baile oficial de máscaras del año se celebra, presidido por los soberanos, en el Teatro Real de Christiansborg el 16 de enero. Carolina Matilde y Struensee son arrestados en sus habitaciones en la mañana del 17 de enero. La reina es enviada al Castillo de Kronborg en espera de su juicio. Struensee y su colaborador, Enevold Brandt, son ejecutados el 28 de abril de 1772. Después de obtener una confesión de su culpa a viva fuerza, Carolina Matilde es repudiada por su marido y desterrada de Dinamarca, embarcándose el 28 de mayo en una fragata inglesa rumbo a Celle, en Alemania. No volvería a ver a sus hijos nunca más. Ella no perdió las esperanzas de volver a Dinamarca algún día y ver a su exmarido depuesto, pero su indiscreto comportamiento defraudó a su hermano el rey Jorge III, el cual estuvo renuente a dejarla volver a Inglaterra, lo que Carolina Matilde deseaba desesperadamente.


Fallecimiento

El 10 de mayo de 1775 fallecía a causa de la escarlatina en Celle, donde lloró la ausencia de sus hijos. Mientras tanto, su esposo continuó con su vida disoluta, con sus amantes y sus orgías, sin que nadie pensara nunca en censurar abiertamente su conducta. Jorge III no ayudó a su hermana a reencontrarse con sus hijos en vida. Tampoco respondió a su última voluntad de regresar a casa después de muerta negándose a que sus restos fueran enterrados en Inglaterra.

Fuentes