Castillo de Araya

Castillo de Araya
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Obra Arquitectónica  |  (Castillo)
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Fue la primera, más importante y costosa fortaleza de Venezuela
Descripción
Tipo:Castillo
Localización:Provincia de Araya, Estado Sucre, Bandera de la República Bolivariana de Venezuela Venezuela
Uso inicial:Defensa de la ciudad
Uso actual:Monumento nacional
Datos de su construcción
Inicio:1625
Demolición:1761

Castillo de Araya. Fue la primera, más importante y costosa fortaleza de Venezuela, construida con el objetivo de defender las Salinas de Araya de los piratas.

Ubicación

La Fortaleza de Santiago de León de Araya, mejor conocido como el Castillo de Araya, fue construido en 1625 y se encuentra ubicado en la población de Araya, en el estado Sucre, en Venezuela.

Historia

Las salinas de Araya fueron descubiertas dos años después del recorrido de Cristóbal Colón por las costas venezolanas, por Pedro Alonso Niño y Cristóbal Guerra al realizar expediciones de exploración y conquista en esta zona en febrero de 1500, más tarde Pedro Mártir de Anglería en 1515 y Fray Bartolomé de las Casas en 1552 dan reseñas a la corona española de la riqueza y calidad de la sal de estas salina.

El gobernador de Cumaná, ofrece como solución a la corona española, el envenenamiento de la salina y propone un plano donde para “echar la mar dentro”, es decir, anegar la salina para que de esta manera los invasores no tengan motivo para querer apoderarse de la salina.

El Rey de España, antes de aprobar la solución ofrecida por el gobernador, decide enviar al ingeniero militar Bautista Antonelli a Araya en 1604 quien junto a su sobrino Cristóbal de Rodas Antonelli, su hijo Juan Bautista Antonelli y el teniente Pedro Suárez Coronel se trasladan desde Sevilla hasta Cumaná, no solo para realizar los estudios del problema salinero, sino también un estudio sobre la región costera de Cumaná y el golfo de Cariaco.

Bautista Antonelli consideró al principio que la solución propuesta sería buena pero luego creyó conveniente que la corona podría explotar esta salina e ideó la creación de un castillo para proteger dicha salina.

Ya para el año 1605 la corona española resuelve enviar parte de la Armada Real del mar Océano hasta la Salina para acabar con la explotación ilegal y se desató entonces una de las batallas navales de gran importancia llamada “Batalla del Ancon de las Refriegas” contra los navíos holandeses en la cual fue herido Daniel de Mujerol quien fuese el hombre más temido en el ámbito del Caribe y el más poderoso manejador de la comercialización de la sal de Araya, el cual fue ahorcado de conjunto con gran parte de sus hombres.

Esta derrota paralizó por algún tiempo los intentos de los holandeses de ocupar la península pero en 1620 se produce una nueva ofensiva de los holandeses fallida también y el gobernador de Cumaná, Diego de Arroyo y Daza comunica al Rey de España la imperiosa necesidad de construir defensas en la provincia. En 1621 se producen dos nuevos ataques por parte de los holandeses que también fueron rechazados por las tropas españolas.

Por tal motivo, el 15 de enero de 1622 fue decretada en Madrid la construcción del castillo, lo que coincidió con el desembarco en Araya de varias urcas holandesas para cargar sal, seguidos de una flota de 27 navíos que procedieron a construir 2 fuertes e instalaciones para su extracción.

El 30 de noviembre de 1622, se produjo una de las batallas navales más importantes de América en el siglo XVII, cuando 43 navíos holandeses atacaron Araya con el objeto de interrumpir la construcción de la fortaleza y apoderarse de manera definitiva de la península, siendo rechazados finalmente el 13 de enero de 1623 por el gobernador Arroyo y muerto el comandante holandés.

Construcción

Castillo de Araya

El 15 de enero de 1622, la Junta de Guerra de Madrid decreta la construcción del Fuerte de Araya, dándose a conocer el primer plano del castillo, el cual se cree que fuera trazado por Cristóbal de Rodas Antonelli ya que el mismo no lleva firma alguna. Las obras del castillo se inician en enero de 1623 y en 1625 se culmina la construcción del primer baluarte de lo que se llamó Real Fuerza de Santiago de Arroyo de Araya, que además fue la primera y más importante fortaleza de las provincias de Venezuela.

Para 1631, Juan Bautista Antonelli regresa a España para informar sobre la marcha de la obra y requerir más dinero, pues como se había gastado demasiado la Junta de Guerra recomendó una reducción de los gastos, posiblemente por tal motivo se dejó a cargo de la construcción a Don Bartolomé Prenelete “cantero y asentador de la fuerza de Araya”. De su mano es el interesante plano de 1636, en el cual están eliminadas todas las piezas en el lado norte de la plaza de armas.

En este plano se encuentra una ampliación en el Baluarte de San Gaspar (B), que nunca llegó a realizarse. Lo que faltaba era la terminación del Baluarte de San Diego (D), donde iba la plataforma y la rampa de acceso, lo cual debió hacer Juan Bautista Antonelli antes de irse a Puerto Rico. También faltaban las piezas de alojamientos (H), El cuerpo de guardia (O) y la iglesia (G).

Finalmente la gran obra de arquitectura militar fue concluida con cuatro caras desiguales, denominadas baluartes que llevan como nombre San Diego, San Felipe, San Gaspar y San Baltazar, una cara mira hacia el puerto, otra a la entrada de la salina, otra hacia ésta y la cuarta de dimensiones más reducidas mirando a la tercera. Las dos primeras están bañadas por el mar, la tercera tiene al frente un pequeño arenal que media entre aquella y la salina.

En la construcción del castillo se utilizaron bloques de argamasa fabricado de los elementos de la propia región por lo que es común en ellos encontrar gran cantidad de restos de moluscos y otros organismos marinos de la zona. Esto ha sido objeto de abundantes

Al poco tiempo de construida la fortaleza, surgió cerca de la salina, Puerto Guamache, el cual facilitó el tráfico de provisiones y defensa del castillo; función que realizaría hasta 1648, cuando se hizo la paz con Holanda.

Durante la construcción del castillo y durante casi todo el proceso colonial, se consolidó en el lado sur del mismo una comunidad donde vivían los familiares de los soldados. Esta Comunidad de blancos eran quienes tenían el poder en la población y en muchas ocasiones coincidió que el Comandante de la Fortaleza era el gobernador de toda la región de la Provincia de Nueva Andalucía por la gran importancia estratégico militar que representaba el Castillo.

Deterioro

En 1684 un fuerte terremoto causó serios daños a su estructura y en 1725 un violento huracán inundó las salinas provocando nuevamente efectos devastadores en la construcción del castillo. La sucesión de olas que originó el huracán, penetraron tierra adentro transformaron la fisonomía del imprescindible “lago de sal” de tal modo que quedó convertido en un golfo de varios kilómetros de largo.

Destrucción

Ruinas del Castillo de Araya

La corona española, preocupada por el costo de mantenimiento de la fortaleza y el gasto de su funcionamiento, así como la imposibilidad de seguir explotando la salina, decidió su demolición en 1759, tarea que cumplió el gobernador de Cumaná José Diguja Villagómez en 1762 con la voladura parcialmente de la construcción que requirió el empleo de más de 1000 quintales de pólvora y sin embargo, no fue posible su total destrucción. Después de esto, los españoles abandonaron la península de Araya, poniendo fin a 129 años de funcionamiento militar del Castillo de Araya.

Visita de eminentes científicos

Dos eminentes científicos visitaron en el período colonial el castillo para estudiar el fenómeno de bioluminiscencia marina, que no es más que la producción de luz de ciertos organismos vivos. El sueco Pehr Löfling, primer científico en realizar descripciones de carácter científico propiamente de la fauna y flora venezolana que introduce el microscopio en el país en 1754 y el Barón Alejandro de Humboldt quien realizó una expedición en 1799 en las ruinas del castillo, estudiando este mismo fenómeno, además de realizar estudios, astronómicos, geográficos, geológicos, zoológicos y botánicos.

Monumento nacional

Playa de Araya

El 31 de octubre de 1960, el Castillo de Araya fue declarado monumento histórico nacional durante el gobierno del presidente Rómulo Betancourt según Gaceta Oficial No. 26395.

En la actualidad las ruinas del castillo constituyen un atractivo turístico. siendo visitado por los turistas que visitan la Península de Araya. A los pies de las ruinas del castillo se encuentra una de las más populares playas de Venezuela, sus habitantes la llaman Playa-Castillo, un litoral que luce blancas arenas y aguas cristalinas que lo hacen uno de los lugares más visitados por los turistas.

Fuentes