Centro de reproducción de entomófagos y entomopatógenos
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Centro de reproducción de entomófagos y entomopatógenos. Laboratorio que produce en cantidades comerciales agentes de control biológico para combatir el ataque de plagas y enfermedades en los cultivos. Se le conoce por su sigla “CREE”.
Sumario
Generalidades
Se entiende como control biológico el método agrícola de control de plagas (insectos, ácaros, malezas, enfermedades de las plantas, etc.) que usa depredadores, parásitos, herbívoros u otros medios naturales reproducidos artificialmente y liberados en los cultivos.
Control biológico en Cuba
En Cuba el control biológico es una práctica que contribuye a la protección medioambiental y al ahorro de divisas, reduciendo grandemente el empleo de productos químicos caros y contaminantes. Su práctica comenzó alrededor de 1930 con la reproducción y liberación en los cítricos del parasitoide Eretmocerus serius (avispita amarilla) para el control de la mosca prieta, y la Rodolia cardinalis (cotorrita) para la lucha contra la guagua acanalada. A partir de 1945 comenzó a utilizarse la mosca parasítica Lixophaga diatraeae, para el control del [[bórer de la caña. En 1995 se contaba con 50 centros reproductores de entomófagos en nuestro país. Las investigaciones con Trichogramma spp., parasitoide de huevos de lepidópteros, permitieron generalizar la producción y utilización de este efectivo entomófago, principalmente para la caña de azúcar, los pastos, la yuca, la col y otros cultivos.
En 1980 se estableció el Programa Nacional de Lucha Biológica en el Ministerio del Azúcar, y el Programa Nacional de Producción de Medios Biológicos en el Ministerio de la Agricultura. Ambos programas se implementaron mediante la creación de una red de laboratorios denominados Centros de Reproducción de Entomófagos y Entomopatógenos (CREE), y las Plantas de Bioplaguicidas. Actualmente se producen medios biológicos en 208 CREE y en 4 Plantas de Bioplaguicidas, cuyas producciones protegen con agentes biopesticidas o biocontroladores cerca de un millón de hectáreas de un amplio rango de cultivos, ahorrando millones de dólares en sustitución de bioplaguicidas sintéticos, habiéndose aplicado hasta el momento unas 2 500 toneladas de diversos agentes y productos.
Entomófagos
Se entiende como entomófago a un organismo que se alimenta de insectos (insectívoro). Algunos insectívoros parásitos tienden a debilitar más que a matar a sus huéspedes y dependen de estos durante toda su existencia, excepto durante cortos períodos cuando se dispersan. Aunque se emplean insectos parásitos, los más efectivos son los nematodos, que tienen una fase de crecimiento dentro del huésped, así como una etapa de desarrollo libre en el medio.
Entre los entomófagos más utilizados en Cuba están los Trichogrammas (pequeñas avispas que parasitan los huevos de varias especies de insectos y sus larvas consumen el embrión y otros contenidos del huevo parasitado), usados para el combate de plagas en pastos, hortalizas y tabaco y el Bacillus thuringiensis (una bacteria que habita en el suelo), y que se emplea contra los lepidópteros desfoliadores. También se emplea la hormiga leona (Pheidole megacephala), para el control biológico de otra hormiga dañina, el tetuán del boniato (Cylas formicarius). Más arriba nos hemos referido a otros insectos entomófagos de amplio uso en nuestro país.
Entomopatógenos
El término hongo entomopatógeno está restringido técnicamente a aquellos organismos que producen una patogénesis letal en insectos o arácnidos, pero no incluye a los que se desarrollan de forma natural como hospederos en insectos. Los hongos entomopatógenos, en especial la Bauveria bassiana, el Metarhisium anisopliae, los Trichoderma spp., y otros, se emplean contra plagas en casi todos los cultivos.
Características de los CREE
Estos laboratorios están creados en una parte importante de las cooperativas y empresas agrícolas cubanas. Por lo regular son instalaciones independientes, dotadas de autoclaves para la esterilización de la materia prima y productos, instrumentos de laboratorio para el control de la calidad, mezcladores, medios para la reproducción y control de los insectos y otros agentes, insumos químicos, etc.
El proceso de producción masiva comienza con la recepción y clasificación de la materia prima (sustancias para alimentar y desarrollar el hongo o insecto), el mantenimiento de los reproductores, la reproducción, desarrollo, conservación y liberación en el campo. Todos los procesos llevan las medidas de control de calidad establecidas en los procedimientos operacionales.
Fuentes
- Arcadio Ríos. Máquinas agrícolas, tracción animal e implementos manuales. Editorial Pueblo y Educación. La Habana, 2018.
- Arcadio Ríos. La ingeniería agrícola del productor cubano. Instituto de Investigaciones de Ingeniería Agrícola. La Habana, 2016.
