Comarca de La Litera

Comarca de La Litera
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Comarca
Comarca
CapitalBinéfar
Subdivisiones14 municipios, 31 entidades
Superficie 
 • Total733 90 km²
Población 
 • Total18 293 hab.
 • Densidad24,93 hab/km²
Vista aérea de Tamarite de Litera.jpg
Vista aérea de Tamarite de Litera

Comarca de La Litera es una comarca aragonesa situada en el este de la provincia de Huesca. La capital administrativa es Binéfar y la histórico-cultural es Tamarite de Litera.


Situación geográfica

SITUACIÓN GEOGRÁFICA Y FORMACIÓN DE LA COMARCA La Litera (o Llitera) se encuentra situada en el límite suboriental de la provincia de Huesca. Abarca una superficie de 734 km.2 y linda al este con la provincia de Lérida de la que le separa como frontera natural el cauce del Río Noguera Ribagorzana; ya dentro de la provincia se ve limitada por la Comarca de La Ribagorza (norte), Comarca del Cinca Medio y Comarca del Somontano de Barbastro (oeste) y la Comarca del Bajo Cinca (sur). Excepto en su límite superior, dado por los últimos contrafuertes de las sierras exteriores pirenaicas, no cabe hablar de una delimitación basada en criterios estrictamente geográficos.

Esta formada por catorce municipios que incluyen 29 núcleos de población habitados: Albelda; Alcampell, Altorricón, Alins del Monte y Azanuy en el término de Azanuy-Alíns; Baells y Nachá, en el de Baells; Baldellou; Binéfar; Camporrells; Castillonroy y Santa Ana, en el de Castillonroy; Esplús, Las Pueblas, Santa María del Pilar, Torregrosa, Egasa, Mapsa, Moncasi y Rolzasa, en el de Esplús; Calasanz, Cuatrocorz, Gabasa y Peralta de la Sal, en el de Peralta De Calasanz; San Esteban de Litera; Algayón, Tamarite de Litera y La Melusa, en el de Tamarite de Litera; y Vencillón.

Se crea mediante la ley 25/2002 del 12 de noviembre, publicada en el BOA el 15 de noviembre del 2002. Sin embargo, no se constituye oficialmente hasta el 3 de enero del 2003, asumiendo sus respectivas responsabilidades el 1 de febrero del 2003. La capital administrativa es Binéfar, mientras que la capital histórico-cultural es Tamarite de Litera.

Historia

La Litera conforma una tierra de frontera en la que se han encontrado numerosos vestigios del pasado. A través de varios yacimientos en las terrazas fluviales situadas entre San Esteban y Tamarite de Litera, concretamente en la partida de Orriols, se han hallado un reducido número de útiles líticos que se han podido atribuirse a la época del Paleolítico inferior. Sin embargo, uno de los yacimientos más importantes de la región es la Cueva de los Moros de Gabasa. Se trata del lugar con restos óseos de poblaciones neandertales fósiles más antiguos de Aragón.

Del período Neolítico se han hallado restos cerámicos en la citada cueva de los Moros de Gabasa, pero también en otras cuevas como la del Barranco Alto de Menquillí, del Congosto de Camporrells y del Salgar de Baldellou. También de esta época se han hallado representaciones pictóricas y en relieve de arte esquemático. El conjunto más importante de las primeras lo encontramos en la Cueva Palomera en Baldellou.

Con la llegada de la Edad de Bronce se produce un aumento de la población en la comarca, y por tanto, la proliferación de núcleos de asentamiento entre los que se puede citar: Subau, Penyaroies, les Sentinelles, la Penella, Vallbona, Les Plantes, Pedreula, La Ortilla, el Pla o Regal de Pidola, entre otros.

El paso a la Edad Antigua se produce con los iberos, más concretamente con el pueblo de los ilergetes, cuyos primeros establecimientos en la comarca se han constatado para el siglo III a.C. Uno de los oppidum más antiguos es el de Olriols, cuyo asentamiento comienza ya en la Edad del Bronce, prosigue en la del Hierro y culmina en el período iberorromano.

Los ilergetes entraron enseguida en contacto con los romanos y la mezcla de las dos culturas produjo en la zona momentos de esplendor. Los materiales extraídos de yacimientos como los de La Vispesa en Tamarite o el de Los Castellassos en Albelda, claves para reconstruir la época iberorromana en Aragón.

Ya en la etapa imperial, con todo el territorio plenamente romanizado, no hay constancia de ninguna ciudad. Sin embargo sí son conocidas diversas villas nacidas al amparo de la vía que unía Ilerda con Caesaraugusta y de la extensa llanura agraria. La más importante de estas villas en la comarca es la de Mendiculeia, una mansio del Itinerario de Antonino Pío que los estudiosos la sitúan en el Monte Las Pueblas (Esplús).

Se vivió una transición tranquila en la Edad Media, con una escasa ocupación visigoda y musulmana, ya que no había ninguna ciudad importante, en un territorio rural integrado en la Cora de Lérida. Sin embargo son conocidas diversos puestos militares (hisn) como situados en caminos y cursos fluviales de interés estratégico como Albelda, Calasanz, Castillonroy, Montmegastre (Peralta de Calasanz) y Tamarite.

Este territorio permanecerá bajo la administración musulmana hasta los años centrales del siglo XI. Desde ese momento se iniciará una presión por parte del rey Ramiro I de Aragón y los condes urgeleses y de Barcelona, que finaliza con la conquista efectiva de Tamarite por Alfonso I el batallador en 1107. Sin embargo, tras la muerte de este monarca, el territorio será recuperado por los Almorávides, aunque durará poco tiempo en sus manos ya que retornará a integrarse al reino aragonés con el príncipe Ramón Berenguer IV antes de 1149.

La singularidad de La Litera como tierra fronteriza hizo que fuera disputada entre catalanes y aragoneses. La solución final fue tomada por Jaime II por la sentencia en que se fijaban las fronteras de los reinos de la Corona en 1300. Desde entonces la Litera iba a ser definitivamente aragonesa, pese a lo cual en algunos lugares se usaron los usatges de Barcelona en vez de los Fueros de Aragón.

La comarca vivió uno de los acontecimientos históricos más trascendentes de la Edad Moderna con la presencia de Felipe II en Binéfar, presidiendo las Cortes que habían sido iniciadas en Monzón. El siglo XVI había supuesto un importante crecimiento para la comarca literana pese al acoso de los bandoleros y los sucesos en el condado de La Ribagorza. Sin embargo, el XVII supondrá una grave crisis sobre todo por ser escenario la Guerra de Secesión catalana (1640-1652) y en los primeros años del siglo siguiente, de la Guerra de Sucesión en Aragón (1700-1715).

Los datos demográficos evidencian la crisis. En Tamarite, el portugués Lavaña nos proporciona una población de 350 fuegos en 1610, mientras que un siglo más tarde, en 1718, tras estas dos guerras, la población de Tamarite era de 261 vecinos. Cifras parecidas tenemos en San Esteban, que en 1610 tenía 150 fuegos, mientras que en 1718 contaba con 100, y Albelda, en el mismo tiempo, pasa de 100 a 88. Sin embargo también existen excepciones como las de Binéfar y Azanuy, poblaciones que crecen en este tiempo, aunque poco significativamente.

En los siglos siguientes predomina la paz y eso se deja notar en el crecimiento económico y demográfico. El ejemplo paradigmático se produce en Tamarite, que de 261 vecinos en 1718 pasa a 679 en el censo de Floridablanca de 1776.

Durante las décadas posteriores, la población de la comarca vive unos años de tranquilidad que no se ven afectados en demasía por los distintos conflictos bélicos (Guerra de la Independencia (1808-1814), Guerras Carlistas).

Lo más reseñable en la comarca en la Edad Contemporánea es la construcción del Canal de Aragón y Cataluña en 1906 por iniciativa de Joaquín Costa y Martínez. La puesta en funcionamiento del regadío en la zona iniciará una etapa de progreso en la comarca que dividirá a la sociedad de base agraria: una regeneracionista costista y otra ligada al caciquismo conservador. En este caldo de cultivo será propicio el surgimiento con fuerza del anarcosindicalismo que culminará con las colectividades agrarias tras el comienzo de la Guerra Civil.

Tras la abolición de la propiedad individual de la tierra se creó una Federación Comarcal con sede en Binéfar. Además de su carácter económico, esta organización también se preocupó por otros aspectos como el sanitario o el educativo y cultural.

Los problemas internos entre comunistas y anarquistas provocaron que los cenetistas fueran excluidos de los gobiernos de la II República y de la Generalitat, y que en verano de 1937 se disolviera el Consejo de Aragón y las colectividades. Poco después la Litera iba a ser conquistada por las tropas franquistas.

Clima

Climáticamente se caracteriza por sus temperaturas relativamente extremas, coexistiendo una fuerte concentración de la insolación y ausencia de brisa en verano, con fuertes heladas ligadas a la niebla en invierno. La temperatura media se sitúa en torno a los 14,2° C. y las precipitaciones en ningún caso rebasan los 500 mm. Así pues, podemos caracterizar la zona como semiárida, mesotérmica y sin exceso de agua durante el año. Comprende casi exactamente, los municipios que hasta 1960 constituían el partido judicial de Tamarite, incluidos actualmente en el de Barbastro, que se escalonan desde los casi 800 m. de alt. de Estopiñán del Castillo a los 260 m. de Altorricón, en el límite sur de la comarca. Su clima es mediterráneo continental, con temperaturas medias anuales entre los 12-14° y precipitaciones, muy irregulares, que oscilan entre los 400-500 mm. anuales, sólo superados en los puntos más altos de la comarca (Estopiñán, 590 mm.; Baells y Camporrells, 525). Los únicos cursos de agua que la cruzan son algunos barrancos, como los del Molino de Pubil o el de Requé, y el tramo superior del río Sosa.

Naturaleza

El territorio cuenta con una superficie de 733,90 km2, de la cual el 10,4% pertenece a los Yesos de Barbastro, espacio considerado Lugar de Importancia Comunitaria que tiene 76,57 km2. A pesar de su diversidad paisajística esta región no cuenta con ningún otro LIC ni ZEPA.

En cuanto a la vegetación, la comarca de la Litera presenta un fondo florístico mediterráneo que se caracteriza por la abundante presencia del carrascal y el pino de carrasco. Sin embargo, también podemos encontrar otro tipo de especies vegetales que varían según el hábitat. En las riberas de los ríos abunda el tamariz, arbusto muy abundante, así como grupos de olmos y álamo blanco. En zonas de pinar destaca el pino carrasco junto con el lentisco.

Por lo que respecta a la fauna podemos observar una rica diversidad que depende del hábitat del territorio. Desde invertebrados comunes como la mariposa maratón, la mariquita, la tarántula o el escarabajo cementerio hasta especies endogámicas descubiertas en la comarca como la fannia leucosticta y el pholiloxenus castilloi, nueva especie para la ciencia descubierta en Esplús en el año 2002.

En cuanto a los vertebrados, podemos encontrar más de 200 especies de aves como el azor o el gavilán; 30 tipos de mamíferos como la ardilla o el lirón; 15 reptiles diferentes como la víbora áspid o la lagartija colilarga; 12 especies de peces como la gambusia o la carpa; y por último 6 tipos de anfibios como la rana o el sapo.

Población

La comarca de la Litera cuenta con un total de 19.166 habitantes (INE 2008), de los cuales 10.015 son hombres y 9.151 mujeres. Cuenta con una superficie de 733,90 km2 lo que supone una superficie de 26,11 hab/km2. Se trata de la quinta comarca con mayor densidad de población de la comunidad aragonesa. Este territorio cuenta con una concentración de vecinos en la Litera Baja, mientras que la Alta presenta una escasez de población con municipios como Baells o Baldellou que no superan los 150 habitantes.

Esta desigualdad en el número de habitantes del propio territorio se debe a la construcción en 1906 del Canal de Aragón y Cataluña, que provocó una concentración de los habitantes en la Litera Baja, formada por municipios como Binéfar o Tamarite de Litera. La crisis agraria sufrida en los años 60 intensificó esta disparidad poblacional, cuando muchos vecinos decidieron emigrar fuera de la comarca o hacia municipios de la zona sur, donde las tierras de regadío eran más fértiles.

En cuanto a los datos demográficos objetivos, La Litera, como otras comarcas, también ha ido perdiendo población a lo largo de este siglo, pues contaba con 17.917 habitantes en el censo de 1900 que se incrementaron hasta los 21.940 de 1960 para, a partir de esta fecha, ir perdiendo recursos demográficos hasta los 18.546 del año 2000, cuando la demografía de este territorio tocó fondo. A partir de este momento la población comenzó a aumentar de una forma paulatina hasta los 19.166 del año 2008 (ver tabla evolución de la población).

Uno de los factores de este aumento de la población es la llegada de extranjeros a los diversos municipios de la comarca. De esta manera, hay un total de 2.164 extranjeros, cuyas nacionalidades más frecuentes son: Rumania con 593; Malí, 428; Gambia, 193; Senegal, 130; y Bulgaria con 127. La mayoría de estas personas acuden a la comarca en busca de trabajo en el sector agrario y ganadero o en las empresas de agroindustria.

Economía

Recursos energéticos:la minería viene caracterizada en la zona por la existencia de una amplia franja de sales potásicas que se extiende desde Barbastro a Tamarite. Encontramos canteras de arcilla y de yeso en Binéfar y Tamarite, respectivamente. A principios de los años 70 se realizó en Esplús un sondeo que alcanzó los 2.000 metros de profundidad para la captación de hidrocarburos, sin que el resultado llegara a ser positivo.

La red hidráulica está compuesta por el caudaloso río Noguera Ribagorzana y por el canal de Aragón y Cataluña, que atraviesa transversalmente la comarca. Asimismo se han construido dos importantes embalses en el cauce del citado río: el de Santa Ana y el del Embalse de Canelles. El primero, en Castillonroy, construido por la Empresa Nacional Hidroeléctrica del Ribagorzana (E.N.H.E.R.) con una capacidad de 237 Hm.3, cuya finalidad es la regulación del río y suministrar agua a los regadíos de Piñana y la zona ribereña, así como caudales al canal de Aragón y Cataluña; existe una concesión eléctrica a la mencionada empresa con una potencia de 42.800 CV. El embalse de Canelles, situado en Estopiñán, posee una capacidad de 678 Hm.3, lo que le coloca en el segundo lugar en cuanto a la capacidad de embalse de la región aragonesa, únicamente superado por el Embalse de Mequinenza en el Ebro.

La importancia de los recursos hidráulicos es considerable hasta el punto de que podemos catalogar a La Litera como una de las zonas de regadío más amplias de la provincia, que tiene su continuación hasta el Ebro por Lérida y el Bajo Cinca. Sólo el canal de Aragón y Cataluña supone la irrigación de 57.670 Ha. de terreno en la provincia de Huesca.

Agricultura: con la llegada del Canal de Aragón y Cataluña se produce un giro de 360 grados en la agricultura hasta ese momento tradicional. Con el agua se riegan los campos y se da de beber a los animales en régimen de ganadería intensiva, los forrajes y los frutales de regadío sustituyen a los cereales, olivos y almendros. Además, la mecanización y el regadío mejoran la productividad y los excedentes de mano de obra agrícola que permiten impulsar unas nuevas actividades en los otros sectores económicos.

Del total de la superficie cultivada un 43% es cultivo de secano, del cual un 62% son herbáceos (95% cereales grano, 3% cultivos forrajeros y un 2% cultivos industriales), un 24% barbecho y un 14% leñosos (54% olivar; viñedo 2%; frutales y frutales de fruto seco un 44%). Por lo que respecta al cultivo de regadío supone un 57%, del cual un 91% son herbáceos (cereales grano 54%, cultivos forrajeros 40% y cultivos industriales 6%) y un 9% son leñosos (viñedo 1%, olivar 9%, frutales de fruto seco 4% y frutales de fruto dulce un 86%).

El ganado porcino es uno de los motores económicos de la comarca. Archivo Periódico Aragón. Prensa Diaria Aragonesa SA. Sin embargo, uno de los sectores más destacado del territorio es la ganadería en torno a la cual se ha formada toda una red de abastecimiento de carne que incluso traspasa las fronteras. Esta producción está concentrada en el ganado bovino de cebo y el porcino de engorde. En 1999 La Litera se convierte en la segunda comarca de Aragón en producción porcina con 432 explotaciones, que suponen 347.980 cerdos.

En el año 2008 hay 1.485 personas dedicadas a este sector que están afiliadas a la Seguridad Social.

Industria:este sector cuenta con 183 empresas en 2008, de las cuales una buena parte pertenece al sector agroindustrial. Debido a la importancia que ha ido adquiriendo la agricultura y la ganadería se han creado toda una serie de empresas que se dedican a abastecer las necesidades de este sector. De esta manera, la mayoría de las fábricas se dedican a las transformaciones de primer grado como son la molienda en las numerosas fábricas de piensos, elaboración de aceites o clasificación y envasado de frutas. En este sentido, en este territorio se asienta Fribin, unas de las primeras empresas alimentarias en carne de ganado porcino y sus derivados, del mercado español.

En la actualidad existen cuatro polígonos industriales localizados en Albelda, Binéfar, Castillonroy y Tamarite de Litera. Entre las actividades industriales, destacan la metalurgia y la fabricación de productos metálicos y construcción de maquinaria, las industrias de la alimentación, bebidas y tabaco, la industria textil, de confección y calzado y les siguen a mayor distancia, la industria de la transformación del caucho y materias plásticas e industrias diversas como la madera y el corcho o la química. En el 2008 había 1.267 personas afiliadas en la seguridad social que pertenecían a este sector.

Servicios: con 924 empresas en este ámbito, se trata de uno de los sectores con mayor índice de crecimiento en los últimos años, tal y como se aprecia en los afiliados a la seguridad social del año 2008 un total de 3.022. La mayor actividad de este sector es el comercio. Los servicios sociales (colegios, ambulatorios…) están concentrados en las capitales de comarca, Binéfar y Tamarite de La Litera. Uno de los factores que provoca el crecimiento de esta actividad económica es el turismo. La región posee un patrimonio tanto natural como histórico digno de visitar. Por este motivo, la zona cuenta con dos hoteles de 198 plazas, así como cuatro casas de turismo rural.

Cultura, fiesta y tradiciones

La comarca de La Litera cuenta con toda una serie de celebraciones de carácter tradicional muy ligadas al calendario santoral. De esta manera, además de las fiestas propias de cada municipio que se suelen celebrar durante los meses de verano, la religiosa Semana Santa y el divertido Carnaval, existen toda una serie de eventos que ahondan un poco más en la historia de cada localidad.

Una de las fiestas invernales que más éxito ha tenido desde su implantación en el año 1989 es la Festa del Tossino de Albelda, organizada por la peña El Magré y declarada de Interés Turístico. Con la llegada de la primavera son comunes las romerías a las ermitas como la de San Quilis, ubicada en el término de Estopiñán donde diversos vecinos de los municipios de la Litera Alta sedan cita en una celebración campestre. Otro de los eventos más característicos es la Celebración del Corpus en Tamarite, donde la procesión discurre sobre un auténtico tapiz de flores ubicados en las calles y realizados por sus moradores, que han pasado toda la noche en vela para concluir el trabajo. El verano se asoma con la celebración de San Juan, cuando los municipios encienden hogueras por las calles. El 30 de julio Camporrells celebra su particular fiesta en honor de San Abdón y San Senén con la que han recuperado un tradicional ball dels totxets (baile de palos).

Lengua:su carácter fronterizo ha provocado una fusión de culturas y tradiciones. Un hecho que también ha afectado a la lengua. Algunos pueblos de la comarca de la Litera son bilingües y en ellos se habla una variedad dialectal del catalán. Las primeras noticias en torno a la configuración dialectal de este territorio vienen de la mano de Joaquín Costa en 1889.

Gastronomía

Las características propias de la comarca de La Litera condicionan los productos que llegan a las cocinas de estos municipios. Al ser tierra de secano los alimentos que más llegaban a las casas eran los cereales, el olivo y la vid. Sin embargo, con la inauguración en 1906 del Canal de Aragón y Cataluña este concepto cambió radicalmente y los productos de los frutales empezaron a formar parte del menú de sus habitantes.

Al igual que en otros factores la cocina también se ha visto afectado a lo largo del tiempo. En muy pocos hogares se salvaguardan los platos de antaño. Durante la época preindustrial el pan era uno de los ingredientes principales, aparte de acompañar las comidas con él se realizaban "les sopes escaldades" o "bullides" que suponían un gran alimento a los hombres que pasaban una larga jornada en el campo. Para los más pequeños "les farinetes" suponían el principal plato. El aceite cobra gran protagonismo en la elaboración de salsas como el "all i oli", realizada con aceite, ajo y huevo. De las legumbres y hortalizas los productos estrella era las judías y las patatas con las que se realizaba el "recapte" un guiso que variaba sus componentes en función del municipio donde se realizaba, al igual que la olla barreada. El cardo adquiere un gran protagonismo y muchas son las casas que en Semana Santa elaboraban el bacalao con cardo. También la borraja tiene un hueco en las cocinas con las que se realizaban unos ricos buñuelos. Con la llegada del verano el huerto se llenaba de tomates, pimientos y berenjenas con los que se realizaba un pisto, más conocido como sanfaina.

En cuanto a las carnes, aquellos vecinos que tenían corral, solían tener pollos, gallinas, para la producción de huevos, cerdos, el ganado lanar y el conejo. El pollo se guardaba para grandes acontecimientos y siempre se hacía guisado. La mayoría de los hogares realizaban en los meses de invierno la matanza del cerdo, del que se aprovechaba todo y con el que las despensas se proveían de productos para todo el año. El cordero también adquirió gran protagonismo con el ternasco, un plato tradicional aragonés pero más vinculado a la época moderna. Las lluvias traían un nuevo producto a la mesa, los caracolesa la llauna. Por lo que respecta a los pescados el bacalao y la sardina eran los más utilizados.

La mayoría de los postres se elaboraban en fechas señaladas como Semana Santa, Todos los Santos, Navidad o los Reyes. Así se podía disfrutar de deliciosos panillets, el tradicional roscón, turrones, coques, así como "las torradas de Santa Teresa" en Castillonroy o "les cagadetes de bou", los sequillos y la "tortada" de Tamarite. De más reciente creación son los altabines de Binéfar o el pastel de La Litera de Tamarite.

Lugares de Interés

Están declarados Bien de Interés Cultural en la categoría de monumento: la cruz de Albelda, el Palacio fortificado de los Desvalls en Baells, la Torre de Baldellou, el castillo de la Mora en Peralta de la Sal y la Iglesia de Santa María La Mayor en Tamarite de la Litera. Por lo que respecta a los BIC en la categoría de zona arqueológica destacan: el Barranco Alto de Manquillis II en Camporrells, la Cueva de San Ana en Castillonroy, el Castillo de los Gilabert en Albelda, los castillos de Santa Ana, de Calasanz, de Tamarite, de Alins, de Zurita y el castillo de Miravet en Camporrells; les Coves de Baldellou, Monderes en Castillonroy, el Barranco de la Figuera y la Peña de Misdia en Gabasa, y La Vispesa, en Tamarite. Las Salinas de Peralta de la Sal están consideradas Bien de Interés Cultural en la categoría de Conjunto Cultural de Interés Etnográfico. Además, también se pueden visitar el Ecomuseo de Aperos Agrícolas en Esplús y el Museo Etnológico de Alcampell.

Personajes

Fuentes