Conejo arlequín

conejo arlequín
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Clasificación Científica
Reino:Animalia
Filo:Chordata
Clase:Mammalia
Orden:Lagomorpha
Familia:Lepóridos

Conejo arlequín. El origen del conejo arlequín se sitúa en Francia y, aunque no se sabe con exactitud el año de su aparición, se sospecha que fue durante la década de 1880. Esta raza de conejo surgió como resultado del cruce entre conejos salvajes y conejos holandeses semisalvajes. Ya en 1887 se realizó la primera exposición oficial de la raza en Francia, concretamente en París, popularizándose hasta llegar a Inglaterra y, en 1920, a Estados Unidos.

Como dato curioso referente a la historia del conejo arlequín, podemos decir que antes de la Primera Guerra Mundial se denominaba conejo japonés, pero su nombre cambió a conejo arlequín después de la Segunda Guerra Mundial.

Características del conejo arlequín

El conejo arlequín acostumbra a pesar entre 2,7 y 3,6 kg una vez alcanzada la edad adulta. Cabe destacar que los machos normalmente son más pequeños que las hembras. El cuerpo de estos conejos es compacto y más bien alargado, con patas de tamaño mediano, que presentan una desarrollada musculatura, lo que les confiere una gran potencia física. La cabeza es proporcionalmente más grande que el cuerpo, con unas orejas que se erigen hacia arriba y acaban en puntas redondeadas. El conejo arlequín tiene un pelaje corto, de gran brillo y sedosidad. Este pelo es lacio y recubre todo el cuerpo de forma pareja. Lo más característico de esta raza de conejo es el patrón de color, o más bien los patrones de colores y marcas en este pelaje, del que hablamos mejor a continuación.

Colores del conejo arlequín

Pese a la gran variedad que puede haber en los patrones, se distinguen dos tipos de pelaje en el conejo arlequín: • Urraca: de base blanca mezclada con azul, negro, chocolate o lila. Estas manchas son en forma de bandas, barras o una mezcla de ellas. • Japonés: con base naranja y combinaciones de chocolate, lila, azul o negro.

Carácter del conejo arlequín

Si por algo se hicieron populares los conejos arlequines, aparte de por su aspecto tan peculiar, es por su benévolo y colaborador carácter. Son unos conejitos muy simpáticos que derrochan cariño y pacifismo. Son extremadamente sensibles, de manera que se recomienda precaución ante su posible convivencia con otros animales como gatos o perros, pues se estresan fácilmente. En general, destaca su bondad y la facilidad para domesticarlo y vivir en el hogar. Se recomienda tenerlos en casa y garantizar que están acompañados la mayor parte del tiempo, puesto que no suelen tolerar muy bien la soledad. No llevan bien la vida con otros animales, pero necesitan el amor y la atención de su familia humana. Ahora bien, aunque estos conejos destaquen por tener un carácter amable y, en general, cariñoso, esto no quiere decir que no sean territoriales. Los conejos, generalmente, son animales muy territoriales, que tienden a marcar su territorio y a expresar actitudes y reacciones relacionadas con el celo a edades tempranas. En este sentido, los arlequines no quedan exentos,, por lo que dentro del carácter del conejo arlequín también encontramos estas características. Por ello, se aconseja su esterilización siguiendo los consejos del veterinario. Para saber cómo educar a un conejo, no te pierdas este otro artículo: "Cómo educar a un conejo".

Cuidados del conejo arlequín

Los cuidados del conejo arlequín no difieren de los cuidados generales que ha de recibir cualquier conejo doméstico. Por ejemplo, se recomienda un cepillado regular de su pelaje para eliminar polvo y suciedad, mientras que no se aconseja bañarlos, algo muy frecuente en estos animales. En el caso de la alimentación, destacamos que, como cualquier conejo, el conejo arlequín lleva una dieta exclusivamente herbívora, consumiendo solo alimentos de origen vegetal. En concreto, su alimentación ha de basarse en el consumo de heno, hortalizas y frutas frescas. Además, ha de tener siempre agua a su disposición para mantenerse correctamente hidratado. Por otra parte, el conejo arlequín ha de contar con un habitáculo apropiado. Si optamos por una jaula, esta ha de ser amplia, permitiendo la movilidad del animal. Esa jaula ha de contar con un lecho mullido, tener dentro acceso al bebedero y comedero y tener objetos o juguetes para roer. Esto último es muy importante, ya que los dientes de los conejos nunca dejan de crecer, y si no los desgastan apropiadamente sufrirán diversos trastornos bucodentales, que ocasionan mucho dolor. Dentro de los cuidados del conejo arlequín se encuentra, también, el hecho de poder disfrutar de libertad de movimiento. Por ello, una jaula grande no es suficiente, el animal necesita salir de ella para ejercitarse, jugar, correr y saltar. Así pues, siempre que sea posible y seguro, es aconsejable permitir que el conejo se mueva libremente por el hogar. Igualmente, habilitar una habitación solo para él está más que recomendado. Para más información, consulta este artículo: "Cómo cuidar a un conejo".

Salud del conejo arlequín

El conejo arlequín, como cualquier otro conejo doméstico, puede padecer una serie de enfermedades que le causen malestar y/o dolor. Una de ellas son las ya mencionadas alteraciones debidas al continuo crecimiento de sus dientes. Para evitar esto, hay que proporcionarle objetos, como cartón, juguetes…, que le permitan roer y así desgastar su dentadura. Si observamos que nuestro conejo deja de comer y se muestra retraído, puede deberse a un absceso dental o a una maloclusión, necesitando en ambos casos atención veterinaria especializada. Además de su dentadura, hemos de mantener en buenas condiciones y bajo supervisión sus ojos, uñas y orejas. Tendremos que limpiar regularmente sus orejas, realizar cortes de uñas y vigilar que sus ojos no estén enrojecidos, hinchados o llorosos. Si el conejo arlequín recibe todos los cuidados que necesita, su esperanza de vida oscila entre los 6 y los 8 años.

Fuentes