Deserta
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Deserta. Áreas de suelo movedizo o estabilizado, ni recubierto ni empapado de agua, y esporádicamente ocupado por una vegetación que no llega a formar un revestimiento continuo ni persistente, sino que permanece localizada en aquellos puntos en que las plantas, muy tolerantes o muy bien adaptadas, pueden disponer de condiciones mínimas suficientes para el desarrollo de su ciclo vital (clima desértico).
Siccideserta
Vegetación constituída por terófitos, geófitos o nanofanerófitos, especies halófilas, suculentas o sufruticosas, generalmente halófitos por concentración de las disoluciones de imbibición del suelo, gracias a la intensa evaporación; los órganos perennes suelen ser reducidos, con gran desarrollo de los tejidos mecánicos y coloración verde agrisada por el desarrollo de incrustaciones céreas o de sales, o por la existencia de tricomas. Los caracteres xerofílicos faltan, sin embargo, en las especies anuales y en las partes caducas de las plantas perennes. Matorrales intertropicales, estepas (lato sensu), predesiertos, desiertos de las zonas intertropicales y templadas (continentales)
Frigorideserta
Vegetación constituida preponderantemente por especies perennes herbáceas (caméfitos, hemicriptófitos), raras veces por fanerófitos de poca altura. Son frecuentes las formas con roseta basal, o en forma de pulvínulo o criadas a modo de espaldera. Tundras boreales y australes; vegetación hipsófila de plantas hecistotermas en las cadenas de montañas, en todas las latitudes.
Littorideserta
Vegetación influída directamente por modificaciones mecánicas y climáticas provocadas, en especial sobre el suelo, por la proximidad del mar, y constituida, sobre todos, por halófitos y plantas suculentas.
Mobilideserta
Vegetación establecida sobre suelos movedizos de diverso origen; terrenos erráticos (coluvial, aluvial, morrénico, eólico); y terreno movilizado artificialmente por el hombre (arvense, hortense, ruderal).
Petrideserta
Vegetación adaptada a un substrato rocoso compacto o groseramente pedregoso, y formada en gran parte, por talófitos epilíticos y endolíticos.
Fuentes
Giuseppe Gola, Giovanni Negri, Carlo Cappelletti. Tratado de Botánica. Edición Revolucionaria. La Habana. 1969.p:. 1160.
