Desfase horario (malestar por viajes aéreo, jest lag)

Desfase horario (malestar por viajes aéreo, jest lag)
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Desfase horario (malestar por viajes aéreo, jest lag)

Todas las cosas vivas funcionan de acuerdo a un ritmo circadiano, un reloj natural que determina cuando deben ocurrir las variadas funciones corporales y el deseo de comer, dormir y despertar. La fatiga transmeridianal, llamada comúnmente desfase horario causado por viaje aéreo (en inglés, jet lag), es un malestar moderno causado por pasar demasiado rápidamente a través de demasiadas zonas de tiempo, sin permitir que el reloj biológico natural del organismo se adapte adecuadamente. Es más fácil aceptar un adelanto que un atraso de hora debido a que, como se ha visto en estudios clínicos, el “día interno” humano realmente dura 25 horas, no 24. Los viajes de norte a sur generalmente ocasionan solo un cansancio normal. Pero perturbar los patrones de sueño y vigilia, acortando el día en viajes hacia el este, o alargándolo al viajar hacia el oeste más de dos zonas de tiempo, con frecuencia produce agotamiento, agudeza disminuida, desorientación, irritabilidad, perdida de apetito, sueño durante el día, desvelo durante la noche y tal vez constipación o diarrea. Las medidas preventivas y los remedios para el desfase pueden ayudar a volver a ajustar el reloj biológico para reducir significativamente el típico periodo de ajuste de un día por cada zona de tiempo que se ha cruzado. Programas completos para combatir el desfase, como los desarrollados por Charles F. Ehret y Judith J. Wutman, incorporan ejercicios, exposición a la luz, descanso y sueño, junto con alimentos y bebidas, en un horario preciso determinado por la dirección y duración de cada vuelo. El individualizar las estrategias básicas contra el desfase podría ser igualmente eficaz.

Dieta

Pese a que algunos individuos pueden prevenir el desfase horario evitando todo alimento el día de viaje y bebiendo sólo agua y jugos de verduras y frutas, las “dietas de desfase” (jetting diets) se basan en el consumo de proteínas, cuando es hora de mantenerse despierto, y de carbohidratos antes de la hora de dormir. Los alimentos grasos y el exceso de comida también promueven el letargo. Consomés (caldos), verduras sin almidón y frutas frescas no endulzadas, son considerados “naturales” en el jugo de dormir y despertar.

  • Comidas ricas en proteínas, que consisten principalmente de carnes magra, aves, pescado, huevos (cuando están permitidos) y productos lácteos bajo en grasa, estimulan a los neurotransmisores del cerebro a mantener la mente alerta y proveen energías hasta durante cinco horas.
  • Comidas ricas en carbohidratos, compuestas principalmente por fideos, arroz, verduras con almidón (como las papas) pan, frutas secas o endulzadas y postres, incrementan la energía durante aproximadamente una hora, y luego fomentan la producción de serotonina, un químico tranquilizante que induce al sueño.

Ya sea que se inicie el plan de desayunos y almuerzos con mucha proteína y cenas con mucho carbohidratos, tres días antes del viaje (el Dr. Ehret aconseja “darse el gusto” con grandes comidas el primer y tercer día, y “ayunar”, con un limite de 900 calorías, el segundo día), o se espere hasta el día mismo de la partida, es importante que cada comida comience con unas onzas del alimento primario. Iniciar una comida de muchos carbohidratos con entrante de proteínas puede bloquear la producción de serotonina. Beber muchos líquidos protege contra la deshidratación del aire en cabinas presurizadas. Las bebidas alcohólicas durante el vuelo están prohibidas con las Dieta recomendada por el departamento de energía y se limitan a un trago diario con la dieta del Dr. Ehret, pero en otras dietas se recomiendan uno o dos tragos como una ayuda para inducir el sueño. Para ayudar a regular el reloj natural del organismo, la mayoría de los programas aconsejan limitar las bebidas que contengan cafeína a una taza por la tarde durante los tres días antes de la partida. Durante el viaje y el periodo de ajuste que viene después, recomiendan evitar la cafeína, aparte de una a tres tazas de café negro o te por día, bebidas con el desayuno en viajes hacia el oeste, y a la seis de la tarde en viajes hacia el este. Seguir con el patrón dietético de proteínas para la vigilia y carbohidratos para el reposo durante varios días después de la llegada, y adecuarse a los horarios normales de las comidas en la nueva zona, podría acelerar la adaptación del organismo. Los expertos en hierbas sugieren el uso mesurado he hierbas estimulantes, como el ginseng, la gotu kola (centella asiática) y la menta piperita y sedantes como el lúpulo, la escutelaria y la valeriana para reajustar los ciclos de vigilia y sueños.

Suplementos

Las indicaciones de los organismos de salud gubernamentales para una dieta saludable están formuladas para ofrecer la recomendación diaria, el calcio, un tranquilizante natural disponible en tabletas masticables, puede ayudar a relajar los nervios tensos durante el vuelo y estimular el sueño en el nuevo horario después de la llegada. Además de una multivitamina con minerales (dos dosis el día de vuelo si se va a cruzar mas de cinco zonas), algunos médicos orientados hacia la nutrición sugieren suplementos adicionales para ayudar al organismo a vencer el desfase.

Complejo B una tableta cada mañana y noche

Vitamina C con Bioflavonoides disponible en tabletas o pastillas para chupar, 1.000 miligramos en dosis divididas.

Vitamina E preferiblemente en la forma seca, 100 a 400 unidades internacionales IU dos veces por día.

Ejercicios

La actividad física media hora antes de desayuno en el lugar de destino ayuda al organismo a funcionar en forma óptima. Si estirarse y caminar de ida y vuelta por un pasillo no es posible, puede substituirlos por una respiración profunda y ejercicios en el asiento: haga un movimiento de rotación con ambos tobillos, tense y relaje una nalga por vez, presione juntas las palmas de las manos frente al pecho, presione los muslos con las palmas y cuente hasta cinco, luego levante los muslos sin retirar las manos. A su llegada, de 10 a 15 minutos de ejercicios moderadamente vigoroso le ayudaran a reajustar el reloj biológico elevado el metabolismo. Después de un viaje de oeste a este, el ejercicio debería hacerse temprano por la mañana. En la dirección opuesta, el ejercicio al final de la tarde pospone el deseo de dormir.

Luz

Existen estudios que indican que la luz del sol (o la luz artificial de brillo equivalente) puede mover el reloj biológico a una hora mas temprana si la exposición se hace temprano en el día; y a una hora mas tardía con una exposición al final de la tarde. Una caminata rápida de diez minutos a la luz del sol para el ejercicio previo al desayuno o el del final de la tarde, aumenta los beneficios.

Sueño

Cambiar el ciclo de sueño y vigilia a la zona de tiempo del punto de destino tan pronto como sea posible ayuda a sincronizar el reloj biológico. Wes H., que hace varios viajes de negocios a Europa cada año, planea llegar la noche anterior a sus citas programadas, y sigue el patrón contra el desfase horario. En un vuelo de 13 horas de Phoenix a Francfort, por ejemplo, ajusta su reloj a la hora de su destino apenas el vuelo despega, se coloca tapones en los oídos, se pone anteojos oscuros y reposa o duerme desde la salida a las ocho de la noche (cinco de la mañana en Alemania) hasta cuatro o cinco horas antes de la llegada a Francfort, a las seis de la tarde. No obstante que sean las nueve de la mañana en Arizona, Wes tiene una cena relajada, incluyendo vino y postre, lee o mira televisión durante una hora aproximadamente, se acuesta hacia las once de la noche (nueva hora), y duerme lo suficiente para despertar con la mente fresca la mañana siguiente. En viajes cortos (cambios de zona de dos o tres horas), Wes vuelve a utilizar tapones de oídos y lentes oscuros para estimular la relajación durante el viaje y el estado de alerta al llegar. Las siestas diurnas no se recomiendan a los viajeros que estén al este de su zona habitual. Durante los primeros días después de un viaje al oeste, sin embargo, una siesta de una hora por las tardes, seguida de diez minutos de ejercicio, una taza de café y una merienda con proteínas podrían aliviar las molestias de desfase.

Presión sobre los nervios y masajes

Cuando es momento de relajarse, el estimular estos puntos de acupresion podría ayudar: presione y masajee la depresión en la base del cráneo, con un movimiento rotativo en sentido opuesto a las agujas del reloj, luego un área en cada hombro aproximadamente a dos pulgadas, alejándose de la columna. Repita cada movimiento tres veces, durante 15 segundos cada vez.

Fuente

Myra Cameron. Enciclopedia de Remedios Caseros Naturales