Discusión:Rodolfo Fernández
| ||||||||||
Rodolfo Fernández Álvarez.
Datos biográficos
Nació el 10 de diciembre de 1941 en Alto Songo, actual provincia de Santiago de Cuba, en el seno de la humilde familia campesina que formaran Julio Fernández y Magdalena Álvarez. Comienza sus estudios en la escuela pública de San Benito, donde alcanza el sexto grado, en tiempos en que la dictadura batistiana oprime y cubre de luto nuestra patria. Rodolfo, quien por su humilde origen conoce de cerca la injusticia social de la época, comprende de inmediato que el único camino para librar al país de tanta afrenta es el de la lucha armada, por lo que se vincula activamente al M-26-7. La represión de las hienas batistianas se recrudece por el día, pues para los aterrados asesinos cualquiera puede resultar sospechoso, motivo más que suficiente para ser detenido y torturado. Rodolfo lo sabe y decide abandonar los estudios para que de esta forma mantenerse en continuo movimiento, única manera de eludir, en lo posible, la persecución de las fieras; siente pena por los libros dejados por largo del tiempo, pero lo primero es la patria, cuando esta fuese libre habría tiempo, pero lo primero es la patria, cuando esta fuese libre habría tiempo para estudiar.
Un valeroso combatiente
Con 15 años era ya un decidido y arriesgado combatiente clandestino, a quien no obstante le gustaban las cosas propias de su edad; hacía, cuando podía, deportes, fundamentalmente pelota, boxeo y natación, todos ellos a su enlace, pues no tenía que practicarlos en instalaciones determinadas a las que solo tenían acceso los ricos. La represión es cada vez más aguda y el peligro de caer en manos de los esbirros es cada vez más probable, por ello Rodolfo se alza y se une a las tropas del Ejército Rebelde, con las cuales participa en numerosos combates, donde puso de manifiesto su valor y coraje. Ante el empuje incontenible de la ofensiva rebelde, la dictadura se desmorona el 1ro de enero de 1959 triunfa la última etapa de la lucha por la independencia Cuba. Con la victoria, Rodolfo forma parte de la naciente PNR ubicada en Cuba y Chacón, bajo el mando del comandante Efigenio Ameijeiras. A medida que el proceso se radicaliza, la recreación interna, apoyada y alentada por el imperialismo, desata una ofensiva contra los bienes del pueblo y promueve criminales sabotajes, que llevan el luto y el dolor al corazón de las humildes familias del pueblo. Ejemplo de ello lo constituye el sabotaje que provocara la destrucción de la tienda El Encanto y lo que es mucho más doloroso la muerte de la compañera Fe del Valle. Al producirse el siniestro, Rodolfo se encontraba en su hogar, restableciéndose, ya que hacía muy poco había salido del hospital. Al conocer la noticia se dispone de inmediato a acudir al lugar, los familiares tratan de detenerlo, pues aún se encuentra convaleciente, pero él no ceja en su empeño y responde a su familia que “tenía que ir porque allí estaba su deber”. El siniestro fue de grandes proporciones, la tienda que reducida a escombros. Por su labor en esta acción, Rodolfo resulta lesionado en una mano. Se produce entonces la agresión mercenaria por Playa Girón como culminación a la escala de agresiones contra nuestro país. De inmediato Rodolfo se presenta para ocupar su puesto de batalla, tratan de persuadirlo de que no debe ir por la quemadura de la mano, pero él no permite esto y exige su lugar en el combate. Entonces dice a la madre: “No puedo quedarme aquí mientras mis compañeros pelean ya contra el enemigo. Mi conciencia me acusaría toda la vida como si fuera un traidor, me sentiría como un cobarde al no acudir cuando la patria necesita de todos sus hijos.” En estas palabras estaba todo el valor, el desinterés y el coraje de aquel joven de apenas 19 años.
Muerte
El día 18 parte el batallón de la policía hacia Playa Girón, el 19 se enfrentan al enemigo; en esa acción Rodolfo cae herido mortalmente, atravesado por una bala de calibre 50. Al verlo ensangrentado sobre la tierra, los compañeros corren a socorrerlo, entonces les dice: “Adelante, compañeros, adelante…” Sabía que iba a morir, pero su idea fija era la de echar del suelo patrio al enemigo imperialista, le afligía abandonar la primera línea de batalla sin poder cumplir hasta el final la misión encomendada. Los compañeros lo trasladan de inmediato al hospital de Jagüey Grande, donde muere ese mismo día. Sus restos fueron enterrados en Jagüey Grande y posteriormente trasladados a Alto Songo. Su nombre de joven valiente y decidido, engrosa la lista inmortal de los héroes de la patria, como bandera de lucha en la batalla contra el imperialismo, como ejemplo imperecedero en las generaciones venideras de lo que debe ser un joven verdaderamente revolucionario.
Fuentes
Libro Mártires del MININT TOMO 2
