El Arañero de Sabaneta

Hugo Rafael
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Hugo Chávez conocido también como “Hugo el arañero”.
Presidente de la República Bolivariana de Venezuela
2 de febrero de 1999 - 5 de marzo de 2013
PredecesorRafael Caldera
SucesorNicolás Maduro
Datos Personales
NombreHugo Rafael Chávez Frías
Nacimiento28 de julio de 1954
Sabaneta, Estado Barinas, Bandera de la República Bolivariana de Venezuela Venezuela
Fallecimiento5 de marzo de 2013
Caracas, Bandera de la República Bolivariana de Venezuela Venezuela
Causa de la muertecáncer.
EducaciónLicenciado en Artes y Ciencias Militares
Alma materAcademia Militar de Venezuela
OcupaciónMilitar y Político
Creencias religiosasCatólico
HijosRosa Virginia, María Gabriela, Hugo Rafael y Rosinés.
PadreHugo de los Reyes Chávez
MadreElena Frías de Chávez

Hugo Rafael Chávez Frías (El Arañero de Sabaneta) (Sabaneta, 28 de julio de 1954 - Caracas, 5 de marzo de 2013).Presidente de la República Bolivariana de Venezuela desde 1999 hasta su fallecimiento. Le decían Hugo el arañero de Sabaneta pues de niño iba por las calles del pueblo (Sabaneta, estado Barinas) vendiendo los dulces que hacía su abuela Rosa Inés, dulce de lechosa o papaya, llamado Las Arañas.

Infancia del arañero

Este apodo Hugo el Arañero proviene de su infancia en el pueblo Sabaneta de Barinas.

En realidad la abuela lo crió desde la niñez, aunque la familia Chávez permanecía cerca de la casa matriarcal.

Hugo de niño.
Hugo y sus hermanos.

La situación económica de la abuela era difícil porque el sueldo de maestro de Hugo de Los Reyes y el aporte que éste le daba a su mamá, no alcanzaba. Doña Rosa, hacía unos dulces de lechosa exquisitos, expresa el presidente de Venezuela y para palear la decadencia económica, se dedicó a vender los manjares de la mama vieja en la escuela y por eso es llamado El arañero de Sabaneta por la forma de araña de los dulces, inclusive inventaba dichos jocosos para venderlos:

¡Arañas calientes pa las viejas que no tienen dientes! ¡Arañas sabrosas, pa’ las muchachas buenamozas!

En el libro “Cuentos del Arañero”

Según Hugo Chávez:

"Ustedes saben que yo vendía arañas. Desde niño, más o menos, tengo noción de lo que es la economía productiva y cómo vender algo, cómo colocarlo en un mercado. Mi abuela terminaba las arañas y yo salía disparado. ¿Pa’ dónde iba a coger? ¿Pa’l cementerio? Estaría loco. Allá estaba a lo mejor una señora acomodando una tumba, a lo mejor un entierro. Si había un entierro entonces yo aprovecharía ¿verdad? Pero no, ¿pa’ dónde? Pa’l Bolo. Más de una vez mi papá me regañó: “¿Qué haces tú por aquí?” “Vendiendo arañas, papá”. Todas las tardes, a las cinco, se veían allá los hombres del pueblo. Mi papá jugaba bolos porque él es zurdo y lanzaba bien."

"En el bolo yo vendía la mitad, y después pa’l cine. La concentración, pues, en la Plaza Bolívar. A la salida de la misa estaba yo, mire, con mi bichito aquí: “Arañas calientes”, no sé qué más. Y le agregaba coplas: “Arañas calientes pa’ las viejas que no tienen dientes”, “arañas sabrosas, pa’ las muchachas buenamozas”, cosas así. Arañas calientes, araña dulce, pa’ no sé qué. Yo inventaba, ya casi se me olvidaron las coplas. A las muchachas yo les cantaba. Dígame si salía por ahí Ernestina Sanetti, ¡ah!, yo le cantaba. Ernestina Sanetti, Telma González, de las bonitas del pueblo. Entonces vendía mis arañas ahí donde estaba el mercado y la concentración."

"¡Cómo olvidar las fiestas de Sabaneta! Yo era monaguillo, tocaba las campanas, y había que tocarlas duro los días de fiesta. Y la abuela: “¡Huguito, hay que buscar más lechosa!”. Porque en los días normales yo vendía no más de veinte arañas dulces; eran dos bolívares con un real. En cambio, en las fiestas se vendían hasta cien arañas diarias. Mi abuela se levantaba muy temprano. Yo la ayudaba; le comía las paticas a las arañas. Y le regalaba una a Hilda, que me gustaba aquella muchachita. Me quedaban por lo menos dos lochas todos los días, para montarme en la montaña rusa y la vuelta a la luna aquella. Me gustaba ir al circo y ver a las trapecistas bonitas que se lanzaban. De cuando en cuando iba un elefante, un tigre en una jaula, y uno vivía las ilusiones del mes de octubre. Dígame en las fiestas patronales. ¡No! Estábamos en emergencia, había que buscar lechosa no sé, hasta allá en el río, porque se vendía mucho, y además no teníamos competencia. La única casa donde se hacían arañas en este pueblo era la casa de Rosa Inés Chávez. Sí, un monopolio."

En el libro MI PRIMERA VIDA

Testimonio de Chávez a Ignacio Ramonet:

"Ella (la abuela) preparaba unos dulces de lechosa. Yo incluso participaba en todo el proceso. Buscaba las lechosas, las tumbaba del árbol, las pelábamos, les retirábamos las semillas, les quitábamos la concha…Adán también ayudaba. Pero ella y yo éramos los emprendedores. (…)" "Me gustaba aquello. Picaba la lechosa, la cortábamos en rodajas, en tiritas; y sobre una batea de madera las poníamos a secar; al día siguiente muy temprano, mi abuela preparaba una olla con agua y azúcar, echábamos todo ahí, hasta que se iba amelcochando aquello. Entonces ella las sacaba con un tenedor, y sobre una mesa de madera iba poniendo montoncitos y montoncitos de aquellas tiritas que iban quedando como arañas pues". "Casi todos los venezolanos conocen esa historia de las arañas de Chávez. Pero no todos saben cómo son, cómo eran, que aspecto tenían. Bien, pues aquí están dos imágenes correspondientes a una de las arañas que me regaló este jueves en Barinas mi amiga Ninoska. Antes de comérmela le tomé un par de fotografías. No me quedaron muy buenas las fotos, en verdad, pero doy fe de que la araña sí estaba sabrosísima. Una delicia de la gastronomía popular."

Algunas imágenes de Hugo Chávez "el arañero de sabaneta"


Véase también

Fuentes