El Monte (Libro)

El monte
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Recoge una singular indagación en cuanto a la magia, las leyendas, las tradiciones y el comportamiento místico y mental del pueblo ante los cultos religiosos afrocubanos.
Título originalEl monte
Autor(a)(es)(as)Lydia Cabrera
Editorial:Editorial Letras Cubanas, 2009
GéneroEnsayo
EdiciónGeorgina Pérez Palmés
Diseño de cubiertaBelinda Delgado Díaz
Primera edición1981
ISBN978-959-10-1546-4
PaísBandera de Cuba Cuba

El Monte. Libro folclorico realizado por la escritora cubana Lydia Cabrera. En sus páginas recoge una singular indagación en cuanto a la magia, las leyendas, las tradiciones y el comportamiento místico y mental del pueblo ante los cultos religiosos afrocubanos. Se evoca lo que significa el monte para el negro: un lugar sagrado donde nace la vida y da morada a sus divinidades ancestrales; pero también el sitio que guarda poderes inimaginables, capaces de ocasionar el más terrible de los maleficios.

Sinopsis

Vibraciones que caracterizan la psicología de un pueblo, su magia, sus leyendas, sus antepasados. Modo de pensar y de actuar que se integra a toda una cosmogonía de génesis y simbiosis, descubierta en la relación Tierra-Madre, Árbol-Pueblo, oculta en el monte cubano. Mucho hay en este libro de esa "Rama dorada" de Frazer: ambos vienen a ser un fantástico regreso a los orígenes del Hombre, dado a través de la humanización de la Naturaleza, alcanzada en un proceso de entrecruzamientos entre las culturas mas remotas. Desde El monte, el pensamiento mistico de nuestro pueblo y sus leyendas -aun tangibles- se insertan en la mitología universal... Solo por este hecho, merece ser reconocido como un clásico de la literatura cubana."

Argumento

El Monte no es un libro para descreídos, pero tampoco es exclusivamente de iniciados… Históricamente, en Cuba, ciertos hombres de los llamados cultos, se jactaban de haber leído la Biblia al menos una vez en la vida. Se ufanaban de conocer íntimamente el Olimpo greco-romano, recurriendo a sus dioses para salpicar de erudición en su obra. Sin embargo nada sabían a derechas del mito de Sikán ni de la dimensión ecuménicas del Panteón Ocha… El temor a los prejuicios sociales de su época les laceró su propio espíritu llevándolos a convivir entre fantasmas ajenos.

Los grandes pensadores cubanos lo son precisamente porque comprendieron a tiempo esa verdad que, en 1891, inscribiera Martí en la pared de nuestra Historia: El vino, de plátano; y si sale agrio, ¡es nuestro vino! En este arduo proceso de universalización de lo cubano ha de situarse El monte. De ningún modo puede tenerse como un mero tratado de cultos africanos sobre reminiscencias desempolvadas del olvido… La autora supo situarnos, con fidelidad a sus informantes, frente al sistema mental que ha originado muchas supersticiones -el tocar madera o el espanto al puñado de sal derramado por descuido-; que incide considerablemente en la manera de hablar; con proverbios antológicos como esa de que “un solo palo no hace monte”; que ha conformado, en resumen, la singularidad del cubano dentro de la especie humana; es decir la cubanía.

Análisis de la obra

La originalidad de El monte radica en la expresión literal de aquello que creyentes-practicantes le confesaron a su autora. Si lo anotado en El monte hubiera sido adulterado por un cientificismo inadecuado para el caso, el relato de tradiciones y embrujos hubiera perdido su capacidad de asombro. Su autora confiesa, que no se propuso hacer un estudio de las creencias, sino redimirlas.

Hay que tener presente que lo cubano se convierte en el centro de este libro cuya única convergencia es la preocupación por alcanzar una comprensión hacia lo que hemos sido y lo que somos, por lo que es también lo cubano el centro de este libro que ahora la Editorial Letras Cubanas ha reeditado, y que rebasa las 600 páginas. Monumentalidad nada ociosa, que confirma los largos años de sondeo, recolección y confrontación dedicados por su autora a la tarea de seguir pistas interminables en entrevistas pospuestas, postergadas para ocultar un secreto a punto de brotar en la animada charla. El monte es una mirada desde el vórtice mismo de las vibraciones del alma.

Índice

  • Abriendo Monte / 5
  • Al lector / 13
  • I El Monte / 19
  • II Bilongo / 29
  • III Oluwa Ewé: El dueño del monte / 85
  • IV El tributo al dueño del monte / 131
  • V Cómo se prepara una Nganga / 137
    • Cómo se prepara un Zarabanda / 154
    • La Santísima Piedra Imán / 160
    • La Piedra India / 168
  • VI El tesoro mágico y medicinal de Osain y Tata Nfindo / 169
  • VII La Ceiba / 171
  • VIII Ukano Beconsí / 219
  • IX La Palma Real / 247
  • X Ukano Mambre / 305
  • Índice De Plantas / 317
  • Testimonio fotográfico / 607
Lydica Cabrera, autora del libro

Datos de la autora

Lydia Cabrera (Nueva York, 1899 - Miami, 1992). Destacada etnóloga, investigadora y narradora cubana. Sus estudios sobre la presencia y huellas de la cultura africana en la Isla en sus aspectos lingüísticos y antropológicos son de ineludible consulta. Iniciada en el folklore afrocubano por Fernando Ortiz, el más importante etnólogo y antropólogo de Cuba. Excelente portavoz de la cultura afrocubana, convirtiéndose en una fiel rescatadora de todas las creencias y prácticas religiosas presentes en Cuba. Ha publicado otros títulos relevantes como Cuentos negros de Cuba (1940), Anagó, Vocabularios Lucumí (1957) y La sociedad secreta Abakúa (1959), e incuso, sus catorce discos sobre músicas de cultos secretos. En esta vocación fue determinante, la presencia de Fernando Ortiz, máxima autoridad en estos asuntos, a quien Lydia estuvo vinculada por lazos familiares y de colaboración intelectual. Fue Don Fernando quien prologó la edición de los cuentos negros en de Cuba, en 1940, libro que resultó una suerte de universalización de leyenda cubana, Lydia aprovecho la salida de El monte para rendirle homenaje a su maestro al dedicarle a Frenando Ortiz, con afecto fraternal esta preciada pieza de su vida y obra.

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Fuentes