El museo de la prehistoria (cuento)

El museo de la prehistoria
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Cuento para niños pequeños
Autor(a)(es)(as)Silvia García Ruiz
GéneroCuento

El museo de la prehistoria. Cuento para niños mayores de cuatro años, sobre un niño al que no le gustaban los museo, hasta que fue de visita al museo de la prehistoria con sus padres.

Datos de la autora

Silvia García Ruiz nació, en España, en el año 1984. En la actualidad vive cerca de la costa, en Málaga, una ciudad y un municipio de España, capital de la provincia homónima y ubicada en la comunidad autónoma de Andalucía.

Es amante de la novela romántica por lo que no solo disfruta leyendo, sino también escribiendo este género literario. Desde pequeña sus padres la animaron a desarrollar su afición por la escritura por lo que nunca dejó de soñar con que algún día sus novelas se publicaran.

Ama vivir en la costa y sobre todo pasear por la orilla del mar aprovechando el momento para concebir los nuevos personajes y crear sus novelas. Con una imaginación siempre viva, no se permite dejar de pensar cómo sería la historia de amor de cada los personajes de sus novelas, y eso se lo debe a su fuerte creencia en el amor verdadero.

En la actualidad vive con su gran amor de adolescencia quien no deja de animarla a seguir escribiendo, compaginando el trabajo con su interés por la escritura. Obtuvo el Primer Premio Zafiro de la de Novela Romántica, con su obra “Jugar con fuego”.

Valores

Aceptación, aprendizaje, cultura

Cuento

A Luis no le gustaban nada los museos. Le parecían un rollo con muchas cosas que leer y poca diversión. Este fin de semana sus padres le habían dicho que se irían de fin de semana al norte, donde iban a visitar muchas cosas, pero sobre todo una de ellas, la más interesante, un museo de una cueva de la Prehistoria llamada Altamira. ¡Qué aburrimiento!

Cuando llegaron al pueblito le pareció que se iban a aburrir, un sitio pequeño, con muchas piedras en el suelo y poca gente. Salieron por las calles y fueron a cenar a una plaza. Allí sus padres pidieron varios platos para cenar y a él le dijeron que si quería podía después estar por la plaza a ver si hacía amigos. Luis lo intentó y se acercó a un grupo de niños como él que jugaban con una pelota. Todos le dijeron que sí amigablemente y estuvieron jugando varias partidas de fútbol. Se divirtió mucho y cuando sus padres lo llamaron para irse al hotel hasta le dio pena.

Al día siguiente tenían la visita programada a la Cueva y el Museo de Altamira. Esperaron un rato para entrar, pero cuando estaban dentro Luis se sintió sorprendido. Había un espectáculo musical con percusión y otros instrumentos y sonaban muy bien.

Después fueron por varias salas donde había muchas cosas para ver y no tanto de leer o cuadros como en otros. Había instrumentos de los hombres de la prehistoria. Había videos de cómo cazaban. Luego fueron a visitar una copia de la cueva de verdad donde había los dibujos que se hacían, donde explicaban cómo pintaban en las paredes. Después fueron a una cosa que se llamaba taller donde tenían que contar entre todos historias sobre aquella época imaginando como sería la familia en aquella época del Paleolítico. Por último, se fue a otro sitio con más niños a un juego llamado Buscadores de Trazos.

Cuando se acabó la mañana, Luis salía de Altamira con sus padres con una sonrisa de oreja a oreja. Había sido muy feliz, se había divertido muchísimo. A partir de ahora ya no pensaría que los museos son aburridos.

El resto del fin de semana lo pasaron haciendo una ruta de senderismo alrededor del pueblito. Cuando el lunes volvió al colegio tenía muchas cosas que contar al resto de sus amigos de todo lo vivido el fin de semana.

Fuentes

https://www.ecured.cu/Silvia_Garc%C3%ADa_Ruiz

http://www.cuentoscortos.com/cuentos-originales/el-museo-de-la-prehistoria