El rapto de Prosperina

El rapto de Prosperina
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Raptoprosperina.jpg
Plutón y Proserpina. Obra del escultor italiano Gian Lorenzo Bernini.
Datos Generales
Autor(es):Gian Lorenzo Bernini
Año:1621 -2
País:Italia Bandera de Italia Italia
Estilo:Barroco italiano
Dimensiones:Mármol blanco, 2,25 m
Localización:Galería Borghese. Italia. (Roma)


El rapto de Prosperina. Conjunto escultórico esculpido en marmol, del artista italiano Gian Lorenzo Bernini. La obra representa el rapto de Proserpina a manos de Plutón, dios del inframundo.

El mito

Proserpina es una diosa de la mitología romana cuyo equivalente en Grecia sería Perséfone. Es hija de Júpiter y Ceres (Zeus y Deméter en la mitología griega), y cuyo mito de su rapto por Plutón (Hades en Grecia) dios del Infierno, es en realidad una metáfora del ciclo de la primavera. El mito del rapto de Proserpina podemos encontralo reseñado tanto en Claudiano (De raptu Proserpina) como en Ovidio (Metamorfosis, V, 385-424) y narra el secuestro de la joven en las orillas del Lago Pergusa, cerca de Enna. La madre, Ceres, diosa de la cosecha, desesperada por el dolor, hizo que la tierra se secara, obligando a Júpiter a que intercediera con Plutón para permitir a la joven que volviera con ella durante seis meses al año. Cuando Proserpina vuelve con su madre, Ceres decora la tierra con flores de bienvenida, pero cuando en el otoño vuelve al Hades, la naturaleza pierde su fronda como si se contagiara de la tristeza de Ceres

La escultura

Gian Lorenzo Bernini, autor de la obra, es considerado como el más grande escultor del barroco italiano . En la escultura representa el momento culminante de la acción: el dios está arrastrando a Perséfone ( Proserpina) al Hades. Los músculos están tensos esforzándose por sostener el cuerpo que forcejea por escapar, por lo que las manos de Plutón se hunden en su carne. El poderoso cuerpo del dios, el de un varón maduro, se encamina hacia delante y el juvenil cuerpo de Prosperina no pisa el suelo pero tiende hacia atrás sus brazos, pidiendo ayuda con uno y rechazando la cabeza del dios con el otro. En cuanto a la composición es una línea vertical a la que se contraponen tres brazos en horizontal, los dos del dios y uno de la joven. Las manos de Plutón se hunden en el cuerpo terso de la joven y la carne cede bajo la presión. La ceja del dios se deforma bajo el empuje de la mano de la diosa. A los pies de la estuatua el Can Cerbero, monstruoso animal que guarda las puertas del reino de Plutón. Es una de las imágenes más naturalistas de la historia de la escultura. El rapto de Proserpina fue hecha entre los años 1621 y 1622 por encargo de Scipione Borghese, que se la cedió al Cardenal Ludovico Ludovisi en 1622, quien la llevó a su villa. Permaneció allí hasta 1908, cuando el Estado italiano la adquirió y la devolvió a la Galleria Borghese.

Otras lecturas del mito

La metáfora del rapto de Proserpina tiene también otras lecturas: simboliza el enfrentamiento entre contrarios, en una imagen universal de la dialéctica, representada en este caso por los binomios fuerza-fragilidad, hombre-mujer, tosquedad-delicadeza, brutalidad-sensibilidad, fealdad-belleza, lascivia-inocencia, o violencia-sumisión, que simbolizan respectivamente Plutón y Propserpina. Incluso podría ampliarse la interpretación a cuestiones de mayor trascendencia, como la dualidad oscuridad-luz, violación-angustia, vicio y virtud, o los conceptos de muerte y vida, que también ambos encarnan. En este sentido, el relato es también una simbolización del mito del eterno retorno, que tiene en la representación del ciclo muerte-resurrección una manifestación universal, recurrente en tantas religiones y creencias.

En la pintura

Existen en la historia del arte numerosas interpretaciones del mito. Especialmente célebres son el Rapto de Proserpina de Rembrandt, el de Rubens, el de Durero en forma de grabado, el de Luca Giordano, o de Rossetti, entre otras muchas .

Fuentes