Electrónica espacial

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Electrónica espacial. El hombre con el paso de los años y la necesidad de realizar nuevas investigaciones, ha ido evolucionando las diferentes ciencias, así la Electrónica es una de estas que día a día evoluciona, ya que se pone de manifiesto en todas las demás ciencias o ramas de la economía y de la vida diaria. El hombre en su afán de descubrir nuevos planetas e investigar si existe vida en otros planetas, ha evolucionado constantemente la Electrónica con fines espaciales.

Antecedentes históricos

La Electrónica comienza su ascenso con la aparición de las válvulas termoiónicas o de vacío (tubos iluminados), en 1904. Con este dispositivo electrónico se diseñaron equipos para la ejecución de programas. Se diseñaron desde pequeños equipos portátiles hasta enormes computadoras para procesar información.

Así, poco a poco, el hombre diseñó nuevos aparatos o equipos que le permitirían realizar las operaciones de una forma más rápida y segura. La electrónica se convirtió en una ciencia imprescindible para poder desarrollar las demás ciencias.

Evolución y adelantos

Con la aparición del transistor en 1948, evolucionó considerablemente el diseño de máquinas o equipos que le permitirían al hombre realizar operaciones o trabajos más complejos. Se diseñaron dispositivos para la comunicación y recepción de información, para el transporte de mercancías y personas.

El hombre diseñó aparatos para observar lo que a simple vista le era imposible, pero necesitaba no solo observar, sintió la necesidad de descubrir nuevos lugares. Así fue diseñando aparatos que le permitirían surcan los aires, llegar a otras regiones distantes, pero necesitaba llegar más allá del planeta tierra.

Diseñó naves espaciales con alta tecnología; primero envió dicha nave con animales, luego de varias pruebas esa nave fue tripulada por Yuri Gagarin, un cosmonauta ruso. Poco a poco desarrolló nuevas tecnologías las cuáles le permitió enviar naves no tripuladas que recopilarían datos e imágenes.

Estas imágenes se reciben gracias a los adelantos en la electrónica. En la actualidad un proyecto dirigido desde el Instituto Tecnológico de Georgia ha desarrollado un nuevo enfoque para la electrónica espacial que podría cambiar el modo en que son diseñados los vehículos y los instrumentos espaciales.

Este enfoque innovador está basado en la tecnología del silicio-germanio (SiGe), de esta forma se pueden producir dispositivos electrónicos muy resistentes tanto a amplias variaciones de temperatura como a la radiación espacial.

Las aleaciones SiGe combinan a escala nanométrica el silicio, el material más común de los microchips, con el germanio. El resultado es un material recio que ofrece ventajas importantes en cuanto a resistencia, velocidad y flexibilidad.

Estas características son cruciales para la capacidad del silicio-germanio de funcionar en el espacio sin voluminosos escudos contra la radiación o dispositivos de control de temperatura que suelen consumir mucha energía. La electrónica SiGe puede proporcionar importantes reducciones en peso, tamaño, complejidad, consumo de energía y costo, así como incrementar la fiabilidad y la adaptabilidad.

Principios básicos

El método tradicional para proteger la electrónica espacial, desarrollado en los años sesenta, se basa en usar voluminosas cajas metálicas que protegen a dispositivos electrónicos más o menos convencionales de la radiación y las temperaturas extremas.

En el mejor de los casos, la mayoría de los componentes electrónicos cuenta con las especificaciones típicas de la electrónica militar, lo que significa que funcionan en un rango de temperaturas que abarca desde los 55 grados centígrados bajo cero hasta los 125 sobre cero. Sin embargo, la electrónica enviada más allá de la órbita terrestre se expone a temperaturas mucho más extremas, así como a más radiaciones perjudiciales. Los ciclos de temperatura en la superficie de la Luna varían entre 120 grados centígrados durante la fase más álgida del día lunar, hasta 180 bajo cero en plena noche.

La electrónica de silicio-germanio desarrollada por el equipo de Cressler ha demostrado que funciona fiablemente en todo el rango de temperaturas, desde 120 grados centígrados hasta 180 bajo cero. También es muy resistente o incluso inmune a varios tipos de radiación.

Además, la electrónica fabricada con esta aleación es más fiable y sencilla de adaptar. Y, por si todo ello fuera poco, su menor peso y el hecho de no precisar protecciones permiten disminuir el peso de las naves y con ello, el consumo de combustible.

Todo esto hace pensar que, sin duda, el silicio germanio abre una nueva era para la electrónica espacial.

Componentes electrónicos

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