Eleonora Duse
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Eleonora Duse. Gran dama italiana de la escena. Actriz que buscaba comprender la mentalidad del personaje que interpretaba.
Sumario
Síntesis biográfica
Nacida en 1858 en Vigevano, provincia de Pavía, según la leyenda, a bordo de un tren, hija de pobres actores itinerantes, la Duse debutó a la edad de 14 años en el papel protagónico de Romeo y Julieta, de Shakespeare. En décadas posteriores esta mujer de pequeña estatura y enormes ojos sería aclamada en los más importantes escenarios europeos, toda vez que “fue la primera, como dice el poeta Roberto Méndez Martínez, en atreverse a llevar a ellos los polémicos dramas de Henrik Johan Ibsen, especialmente su Casa de muñecas que el público convencional llegó a aceptar gracias a su dramática ejecución del rol de Nora”.
Encuentro con D'Annunzio
En 1894 se produjo su primer encuentro con Gabriele D'Annunzio, que estaba entonces en la cúspide de su fama. De quien se convertiría en musa y amante, tomando un nuevo rumbo la existencia de la artista. El éxito conquistado en París con “Sueño de una mañana de primavera” la persuade de que este creador, admirado también por Isadora Duncan, Ida Rubinstein y Sarah Bernhardt, es el auténtico renovador del teatro moderno y establece con él una relación no solo amorosa, sino también cultural y artística, ahora encumbrada en leyenda.
No obstante, el dramaturgo, hombre inconstante y caprichoso, que se caracteriza además por el estrépito y el alarde, la echará a un lado a finales de 1909, y Eleonora, en pleno apogeo de su fama, abatida por una fuerte crisis, renuncia a la escena por cerca de 12 años. En 1921, decide volver a las tablas en Turín con La dama del mar. Su repertorio incluyó a Ibsen y a escritores italianos, entre ellos, al veleidoso D’Annunzio. Y con esta compañía promueve una gira por el mundo.
Llegada a La Habana
El 26 de enero de 1924 llegaba a La Habana, a bordo del vapor Titives, la gran dama del teatro italiano.Para entonces, la italiana frisaba los 65 años, pero al decir de sus admiradores atesoraba el equilibrado sortilegio de una exquisita donna. La prensa le dispensó fotografías a montones y los críticos abundaron en lisonjas sobre su actuación, siempre a teatro lleno y con una prolongada ovación final.
Eleonora Duse deslumbró con su talento y sus misterios a La Habana, donde inauguró el 29 de enero de 1924 su breve temporada en el entonces Teatro Nacional con la obra La puerta cerrada, de Marco Praga, y en la noche del 31, con Espectros, de Ibsen. En la función de despedida, el 4 de febrero, protagonizó La ciudad muerta, obra que el divino Gabriel, como le llamaron, escribió para ella. En el Diario de la Marina afirmó un cronista:
Asegura Roberto Méndez:
El 6 de febrero partió la actriz con su compañía hacia los EE.UU. Quienes no la presenciaron entonces perdieron una oportunidad única.
Muerte
La diva italiana murió el 21 de abril de 1924 en la ciudad de Pittsburg, Pensilvania, en plena gira. En el Gran Teatro de La Habana, una tarja evoca su visita.
