Nena Villegas
| ||||||||||||||||||||
Elisa Juana Francisca Villegas Delgado (Nena Villegas). Destacada educadora y respetable promotora cultural.
Síntesis biográfica
Nació el 2 de diciembre de 1889 en La Habana. Siendo una jovencita se trasladó a Caimito con su madre y su hermana Sara. Vivió en la casa, sita en la otrora avenida Maceo, ahora ave 41 # 3808. Se casó a la edad de 29 años con Luis Menéndez, natural de Asturias, España, eminente tabaquero del municipio, disfrutando su luna de miel en España por un año.
Al regresar al país, la familia de su esposo le construyó su propia vivienda en la misma avenida en la cual residieron hasta el final de sus días.
Trayectoria
Durante varios años organizó actividades para los niños en la escuela pública. Alrededor de la década del 30, del pasado Siglo XX, funda la escuela “Padre Varela” en su antiguo domicilio. Allí desempeñó su labor de educadora por varias generaciones inculcando en sus alumnos la vocación por el magisterio, surgiendo, entre otras, las maestras Fedora Valdés y Nilda Rodríguez.
El 18 de abril de 1943 asumió la presidencia del Comité Municipal de Protección y Defensa del Niño, integrado además por las señoritas Caridad Torres como secretaria y Armenia Acosta como tesorera. Este comité se constituyó con el fin de recaudar dinero para ayudar a los infantes más necesitados.
Una de las actividades realizados por dicho comité fue la creación del “ropero del niño pobre”, formado por las prendas de vestir que la gente pudiente ofrecía y que Nena recolectaba.
El 21 de junio de 1946 por su destacada labor pedagógica, el alcalde municipal José Antonio Taño y Hernández entre otras figuras e instituciones le rindieron homenaje en un acto donde se escucharon merecidas palabras de elogio por sus méritos que pronunciaron sus exalumnos Filiberto Barroso, América A. Cabañas, Virginia García y Elsa Pérez. Públicamente agradeció a la doctora Rosario Santos y a Didio Álvarez Camejo por hacerse eco del homenaje.
De formación católica, organizaba las actividades de la iglesia como la Misa del Gallo, en la cual garantizaba la parte artística. En mayo y en honor a la Virgen María, celebraba la actividad denominada “Flores de Mayo”, consistente en la entrega de flores durante todos los días del mes por los niños y niñas a los cuales Nena les colocaba unas alitas para saludar, llegada la fecha, a la virgen. Como parte de la festividad se cantaban los villancicos en catalán.
La escuela pública “Padre Varela” comenzó a funcionar en septiembre de 1935 y desde su fundación el esposo de Elisa era el que asumía los gastos de alquiler, el pago de las contribuciones y algunas reparaciones, en tanto los maestros tenían que abonar los gastos de agua y otras necesidades perentorias durante el año. En 1958, por el aumento de matrícula, se hace imprescindible el arreglo de la misma y es por eso que convocan al pueblo para que coopere, bajo el lema ¡Cada niño un bloque!
El 20 de marzo de 1958 Nena Villegas es declarada “Hija adoptiva” de Caimito del Guayabal, en acto donde se congrega la mayoría de los habitantes del pueblo.
El trabajo pedagógico de Nena no se limitó a las labores desempeñadas en el casco urbano, sino que se extendió hacia otros barrios de municipio como Guayabal.
Realizaba otras actividades como preparar las fiestas escolares donde ensayaban versos compuestos por ella y escuchaba a los niños entonar sus canciones. Asistía a los huertos y les enseñaba las tareas del hogar como forma de prepararlos para la vida. Componía himnos y hacía concursos de trabajos artesanales cada vez que le fue posible.
Celebraba muchas efemérides históricas como las relacionadas con las fechas del 24 de febrero, 10 de octubre y 7 de diciembre, entre otras. Cada 28 de enero colocaba junto con sus discípulos una ofrenda floral en el busto de Martí, situado en el Parque municipal.
A ella se debe la “fiesta del árbol”, actividad que consistía en reunir a todos los niños para que sembraran distintos árboles frutales, como chirimoya, naranja y caimito, que era el primero que se plantaba, por ser representativo del nombre de la localidad.
Confeccionaba conjuntamente con sus alumnos un periódico titulado “El heraldo escolar”, que lamentablemente no sobrevivió mucho tiempo, al parecer por no poderlo costear. En él recogían desde la relación de alumnos y profesores destacados hasta las actividades que habrían de producirse en los días venideros.
Sin una probada formación musical hereditaria, trataba de formar como artista a los jóvenes aficionados. Escribía y montaba obras de teatro, tanto para el público infantil como para el adulto, en beneficio de los fondos destinados a la organización de la banda de música de la escuela. Las presentaciones siempre fueron comedias y monólogos, ya que no existía en su cosecha literaria ningún drama.
Hacía bailes de disfraces y en los carnavales solía montar la comparsa de los gitanos, formada por 90 parejas, que competían con la de los mexicanos, realizada por Juanito Acosta e integrada por 60 parejas. De las dos siempre fue la de Nena la que se llevó los premios por el vestuario y la cantidad de participantes.
Nena instauró en Caimito las verbenas que se desarrollaban en el parque y en las que se ofertaban los más disímiles productos. En ellas además, se encargaba de disfrazar a las jóvenes con los trajes típicos de cada país.
Fue colaboradora del periódico Capdevila, en el cual escribía artículos sobre acontecimientos sociales de la localidad.
El 24 de febrero de 1958 el “Centro Recreativo” le develó una tarja por sus eminentes servicios para la fundación y sostenimiento de esta institución.
Muerte
De avanzada edad, enferma y sola, Silvina y Bertila Fernández se ocupaban de ella. Por mediación de una prima hermana monja de estas, la internaron en el Hogar de ancianos de San Francisco de Paula, antiguo convento. Allí es recibida por sor Milagros, permaneciendo en dicho lugar sólo dos días.
Fallece, a la edad de 83 años, el 24 de noviembre de 1973. Sus restos descansan en el Cementerio de Colón.
Fuente
- Apuntes bibliográficos de Nena Villegas. Biblioteca Municipal. Lidia E. Betancourt Prieto. Vivial Delgado Betancourt
