En la cancha el baloncesto (cuento)

En la cancha el baloncesto
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Cuento para niños pequeños
Autor(a)(es)(as)Eva María Rodríguez Picazo
GéneroCuento

En la cancha el baloncesto. Nico era un niño de cuatro años que se sentía muy feliz jugando con el balón, hasta que su papá lo llevo a la cancha de baloncesto para que pudiese practicar un poco, aunque fuese con mucha ayudada porque eran un niño muy pequeño.

Datos del autor

Eva María Rodríguez Picazo cursó estudios de Psicología por la UNED, que compaginó con formación en escuelas especializadas en secretariado internacional.

Poetisa por vocación, se interesó en las corrientes de la poesía modernista En los años 2010 fue directora del sitio web www.madridiario.es (un periódico digital de la ciudad de Madrid).

Dirigió el espacio CulturArt-e en el sitio web www.mdctv.com (televisión digital).

Ha publicado poemas y relatos en diversas revistas y publicaciones, entre otras, La Esfera Cultural, Cuaderno de Legados Ediciones, El Importuno y Poética Digital.

Valores

Soberbia

Cuento

A Nico le encantaba jugar con el balón. Siempre que tenía un balón cerca empezaba a botarlo, a darle con el pie y a lanzarlo contra cualquier cosa donde pudiera encajarlo. Lo que más le gustaba a Nico era meter el balón en cualquier cosa que pareciese un cubo o una cesta.

Un día, Nico encontró a su padre viendo la televisión.

-Papá, ¿qué estás viendo? -preguntó Nico.

-Es un partido de baloncesto -respondió su papá.

-¡Qué chulo! -dijo Nico-. Yo también quiero jugar a eso.

-¡Pero si solo tienes cuatro años! -exclamó su papá.

-¿Y qué? -dijo Nico-. Yo puedo tirar el balón y meterlo ahí también.

-Está bien, mañana iremos a la cancha de baloncesto, a ver qué tal se te da -dijo su papá.

Al día siguiente, el papá de Nico llevo al niño a la cancha de baloncesto, tal y como había prometido.

-Observa -dijo su papá. Y se puso a botar la pelota y a encestar, para que el niño viera cómo se hacía.

-Déjame, que yo lo hago -dijo Nico.

El niño cogió el balón. Pero le costaba mucho botarla, porque era muy grande y muy dura.

-¿Por qué no coges tu balón, que es más blandito? -preguntó papá.

-No, yo el grande, como tú -dijo Nico.

A duras penas, Nico empezó a botar el balón, avanzando hacia la canasta. Y tiró el balón hacia arriba con toda la fuerza que pudo.

-¡Ay! -dijo Nico, cuando el balón le dio en la cabeza.

-Tienes que ponerte un poco más atrás para que entre desde un lado -le dijo su padre.

-Yo sé, déjame otra vez -dijo Nico.

El niño lanzó de nuevo el balón muy fuerte, pero no lo suficiente. Y el balón cayó al suelo sin tocar siquiera la red.

-Si quieres te cojo para que te quede más cerca la canasta -dijo papá.

-¡No! -exclamó Nico.

El niño volvió a intentarlo, pero el lanzamiento fue todavía peor.

-¿Sabes qué? -preguntó Nico a su papá.

-Dime, hijo -respondió su papá.

-Este juego es un asco, así que me voy a jugar a mis cosas -dijo el niño. Y se fue.

-Nico, no seas tan testarudo-dijo su papá-. Podemos jugar juntos a nuestra manera.

-¡Que no! -dijo Nico.

Así fue como Nico se perdió la gran oportunidad de jugar con su papá al baloncesto, aunque fuera a un baloncesto diferente. Y es que, a veces, es necesario escuchar a los que saben y hacer algunos cambios para poder disfrutar del juego y, sobre todo, de la compañía.

Fuentes

http://www.cuentoscortos.com/cuentos-originales/en-la-cancha-de-baloncesto

https://www.ecured.cu/Eva_Rodr%C3%ADguez_Picazo