Enfermedad de la Vaca Gorda

Enfermedad de la Vaca Gorda
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La Enfermedad de la Vaca Gorda Enfermedad del hígado graso del ganado bovino especialmente de las vacas lecheras gordas que han parido.

Enfermedad de la Vaca Gorda. Enfermedad metabólica que afecta a las vacas al inicio de la lactancia, debido a un déficit de energía, que el organismo trata de compensar movilizando grasa de los depósitos; la movilización excesiva produce infiltración de grasa en diferentes órganos y tejidos, alterando su función.

Sinonimia

Sindrome de la movilidad de las grasas

Etiologia

Esta alteración comienza a desarrollarse poco antes del parto, pero su momento más severo es al inicio de la lactancia. El proceso de movilización de grasas se inicia algunas semanas previas al parto, sin embargo, la expresión patológica más severa se observa frecuentemente en la segunda semana de lactancia, en donde la infiltración de grasa en el hígado puede ser de 20% o más).

La causa más frecuente de deficiencias de energía se encuentra asociada a una ingesta insuficiente de alimentos, ya sea por falta de aporte o limitaciones del consumo voluntario.

Esta situación se puede presentar al emplear forrajes con escasa cantidad de materia seca, que producen replesión ruminal, sin cubrir los requerimientos, trastornos digestivos que alteren la absorción, disminución del apetito o alimentos de mala calidad, con escasa digestibilidad o mal balanceados, también el estrés del parto, los desbalances hormonales y una combinación de estos factores pueden provocar el déficit de energía.

Patogenia

Como consecuencia del déficit energético se produce una baja de la concentración sanguínea de glucosa y consecuentemente de la producción de ATP, que estimula la movilización de las reservas ubicadas en las grasas de depósito y músculos, lo que conduce a que el animal pierda peso y condición corporal.

La movilización de las reservas involucra la liberación de ácidos grasos libres desde los depósitos de grasas y de aminoácidos glucogénicos desde los músculos, elementos que son transportados por la sangre a diferentes órganos, como adrenales, riñones, músculos y principalmente hígado para ser metabolizados. Al ser mayor la cantidad de ácidos grasos libres movilizados que los oxidados, estos se depositan intracelularmente en forma de grasas neutras o triglicéridos provocando una infiltración grasa en los órganos antes mencionados.

Como consecuencia de la infiltración grasa se produce una alteración estructural y funcional de los órganos comprometidos. El hígado desempeña un rol fundamental en el metabolismo animal, por lo que sus alteraciones repercuten severamente en la salud y capacidad productiva del individuo, por lo que no es de extrañar que se observe una mayor incidencia de trastornos metabólicos y una menor fertilidad en los animales que cursan con esta patología.

Síntomas

La forma más común es la subclínica donde se observa una perdida de peso corporal, que provoca variaciones de la condición corporal de las vacas al inicio de la lactancia. Otros síntomas dependen del grado de infiltración de la grasa como cetonuria grave, anorexia, debilidad, postración, taquicardia, coma. La muerte se da entre el séptimo y decimo día.

Diagnóstico

Debe realizarse empleando métodos de laboratorio, estando indicados la biopsia hepática para medir el porcentaje de grasa del hígado y exámenes químicos de sangre.

Diagnóstico diferencial

Prevención y control

  • Evitar el engrasamiento en las vacas al final de la gestación y lograr al parto una condición corporal 3-3.5.
  • La alimentación preparatoria para la lactancia debería iniciarse algunas semanas antes del parto. Utilizando no la misma cantidad pero sí los mismos ingredientes de la ración que utilizan los animales en lactancia, para permitir la adaptación de los microorganismos ruminales y optimizar la digestión.
  • En el postparto es necesario equilibrar el balance energético para evitar la pérdida excesiva de peso. Ello requiere aumentar la densidad energética de la ración, para que la vaca con poco apetito logre ingerir la energía que requiere y disminuir la pérdida de condición corporal.
  • Proporcionar alimentos de buena calidad, con una adecuada cantidad de proteína degradable y no degradable a nivel ruminal, para permitir una adecuada actividad microbiana y absorción de aminoácidos esenciales a nivel del intestino.

Fuentes