Enuresis de fijación en los niños

Enuresis de fijación en los niños.
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Enuresis de fijación.El niño no ha adquirido el control nocturno del esfínter vesical. Se considera en urético cuando es mayor de 5 años, el 90% de los niños han adquirido el control.

Etiopatogenia

Para explicarla se han marcado numerosas hipótesis,pues todavía ninguna se apoya en una evidencia científica rigurosa.

  • Se invocan factores
  • Factores culturales.
  • Prevalencia rural.
  • Trastornos ligados a la fisiología del sueño (profundidad del sueño).
  • Se han planteado hipótesis psicógenas (detención parcial del desarrollo afectivo).
  • Enuresis:representa el deseo de seguir siendo bebé)
  • Micción libre – sin socialización, constituye una expresión de rebeldía frente a la autoridad.

Epidemiología

  • Dos veces más frecuentes en varón que en hembras.

88% de los niños- control 4½ años

  • Enuréticos 12 % - 7 años
  • Enuréticos 9 – 10 años 2 a 3 %.

Diagnósticos

Descartar las siguientes anomalías somática]:

  • Anomalías del aparato genito-urinario.
  • Infecciones urinarias.
  • Epilepsia.
  • Diabetes Mellitus e Insípida.
  • Sikcle – Cele anemia.

Después que el pediatra descarta estas posibilidades es que se trata de una Enuresis funcional que puede ser de fijación o de regresión.

  • Tratamiento:se utilizan los antidepresivos:
  • Imipramina TAB. 25 mg o Amitriptilina,1 TAB 6 p.m. durante 2 meses (sí es efectivo).
  • Si no es efectivo 2 TAB. Por la noche durante dos meses más.

40% de los casos resuelve (superficializa el sueño). Medidas psicológicas:

  • No ingerir antes de acostarse.
  • Orinar antes de acostarse.
  • Uso del calendario.
  • Uso del despertador (paciente mayor de 10 años levantarse 2- 3 horas de estar dormido durante un mes).

Terrores Nocturnos

Cuadro clínico El niño que ha estado durmiendo medio y 3 horas aproximadamente, se sienta bruscamente en la cama o se levanta con los ojos abiertos,gritando y llorando,con gran ansiedad, pupilas dilatadas,sudoración abundante,piloerección, taquicardia y taquipnea.Con cierta frecuencia señala la pared o el piso y pronuncia algunas palabras o frases semiincoherentes, dando la impresión de estar alucinado. No es capaz de responder a preguntas ni de captar estímulos provenientes del exterior, y cuando se intenta cuesta trabajo despertarlo.

Duración

De unos minutos a media hora y termina cuando se logra despertar o cuando se reincorpora al sueño completo o normal. A posteriori queda una amnesia casi completa o completa del episodio.

  • Edad del comienzo:
  • Entre los 4 años y los 11 años

Evolución:

  • Varía la frecuencia de sujeto a sujeto.
  • Puede ser esporádica o agruparse en días consecutivos durante un lapso de tiempo (en racimo).
  • Desaparecen generalmente en los inicios de la adolescencia.

Etiopatogenia

Algunos autores lo consideran como un trastorno del desarrollo, es decir, ligado a la maduración del SNC. No se han precisado más sus causas.

Prevalencia

Entre 1 al 4% de los niños la presentan en algún momento del desarrollo. Más frecuente en los varones. Los familiares de los afectados tienen el trastorno con mayor frecuencia que la población en general.

Tratamiento

  • Si forman parte de las Neurosis (tratamiento de ésta)
  • Sí es monosintomático: Manejo psicológico a los familiares.
  • Sí ocurre con frecuencia:
  • Manejo psicológico a los familiares.
  • Tratamiento antidepresivo:
  • Amitriptilina o Imipramina (TAB-25 mg) 1 TAB 8 p.m. durante 2 meses.
  • Se pueden utilizar tranquilizadores menores:
  • Clorodiazepóxido,Diazepan]], Meprobamato. ½ TAB – 1 TAB por la noche.

Pseudoanorexia

Es la queja materna “el niño no come nada” como hecho aislado o como parte de un cortejo sintomático, constituye probablemente la más frecuente de la pediatría, al menos en el niño menor de 6 años. El hecho de que la madre haga este planteamiento, no está de más recordarlo “NO” significa que exista una verdadera anorexia. Si medimos y pesamos al niño, primer paso indispensable en estos casos, y se encuentra dentro de los límites esperados a su edad y sexo, y no encontramos evidencia clínica de patología capaz de producir una anorexia secundaria,debemos plantearnos que estamos frente a una Pseudoanorexia .En este caso tenemos que pensar que el niño no come la cantidad que la madre cree que debe comer y que no necesita realmente o en todo caso que presenta Caprichos alimentarios (rechazos de ciertos alimentos por ejemplo) o irregularidades en el ritmo de alimentación que la madre confunde con anorexia. Sí el niño está bajo de peso desde hace tiempo o está pendiente de peso últimamente, comprobándose la existencia de una verdadera anorexia, el pediatra debe pensar en primer lugar en una posible Anorexia Secundaria, cuyo tratamiento será el de la patología Primaria Somática.

Tratamiento de la anorexia

Frente a la Pseudoanorexia pudiera pensarse que basta con comunicar a la madre que su hijo tiene un peso y talla normales y está sano, para resolver el problema. Los pediatras saben que esta madre no queda satisfecha,trata de consultar a otro médico y lo que es peor,continua batallando con el niño para que coma más y sigue convirtiendo en una tortura las horas de la comida para ella y para el niño. El verdadero objetivo a lograr es,pues, el de tranquilizar y convencer suficientemente a la madre para que cambie su actitud frente a la alimentación del niño.El cambio de actitudes se puede lograr mediante dos tipos de medidas:

  • Informativas o educativas
  • De apoyo

Medidas educativas

Deberían ser tomadas durante la etapa de lactantes y tanto en la consulta pediátrica para el niño enfermo que en la de puericultura.Consisten en darle a la madre una explicación completa de las necesidades y patrones alimentarios del niño en las distintas etapas de su desarrollo, con un carácter eminentemente preventivo.

Alimentación del niño

Las cosas que del “arte de alimentar al niño” debe saber la madre, pueden resumirse así:

  • A partir del final del 1er. Año, se produce una disminución de la necesidad de ingestión calórica por unidad de peso,que se debe a la reducción normal de la velocidad del crecimiento.
  • Es usual en los niños presentar períodos de poco interés en la comida en general y en ciertos alimentos en particular.
  • Durante los procesos infecciosos corrientes de la infancia se produce Anorexia Normal.

Los intentos de alimentación forzada en cualquiera de las 3 situaciones hasta ahora mencionadas pueden ser de origen de dificultades psicológicas en la alimentación, ya que los hábitos alimentarios creados en los primeros años de la vida tienden a influir en los subsiguientes de modo decisivo. La madre debe saber también que en lactante, la introducción de alimentos nuevos debe hacerse ofreciéndole pequeñas cantidades de uno en uno (sí lo rechaza, dejárselo de dar por un tiempo, y luego ofrecérselo nuevamente). Debe permitirle el uso de la cuchara tan pronto el niño sea capaz de llevársela a la boca aunque se “embarre” o bote una parte de la comida.

Dos años de edad

  • La mayoría de los niños son capaces de alimentarse casi solos. Hasta esa edad la alimentación debe ser “en colaboración” el niño con una cuchara y la madre con otra.
  • En la hora de la comida, debe evitarse, las peleas, los ruidos (experiencia agradable).
  • Sin embargo, muy a menudo lo que confronta el pediatra es ya un trastorno alimentario establecido con carácter más o menos crónico.
  • La madre refiere todas las técnicas de rechazo que ha adquirido el niño.
  • Retener los alimentos en la boca sin tragarlos.
  • Ponerse a jugar y desinteresarse de la comida, hacer arqueadas e inclusive vomitar.

Los familiares y sus técnicas para la alimentación del niño

  • Le hacen cuentos, prometerle paseos, instarle a que se apure, gritarle, pegarle e inclusive taparle la nariz mientras tiene un bocado en la boca para obligarlo a tragárselo.
  • Esta verdadera batalla a la hora de la comida sólo puede conducir a resultados negativos, el niño no asimila la cantidad de alimentos que ingiere (en muchos casos lo disminuye) y el Estrés representado por estas situaciones que se repiten interminablemente, llega a tener repercusiones psicológicas sintomáticas y caracterológicas, tanto para el niño como para la madre. La comida deja de ser un acto alimentario y placentero para convertirse en una lucha por el dominio entre dos personalidades.

El niño al percatarse de la ansiedad de la madre si él no come, utiliza el rechazo y todas sus técnicas con habilidad sorprendente para expresar su rebeldía, frustraciones y necesidad de dominio.Es importante señalar en este sentido, que el niño no solamente trata de rebelarse ante la presión que ejerce sobre él, sino que utiliza la situación,el efecto que su negativa, ejerce sobre la madre como instrumento para controlarla y dominarla. Debe hacerle saber a la madre,que la vuelta a la normalidad se produce abruptamente.El hábito de batallar que tiene el niño se resiste a desaparecer e incluso se observa como ciertos niños que ven que su madre ha dejado de darle la comida, le pide que lo haga de nuevo y la invita de distintas maneras más o menos sutiles, a proseguir la batalla. Por tanto, la madre debe saber que el proceso de su retirada estratégica de esta lucha que estaba establecida,debe ser gradual y amistosa para que el niño no lo sienta como un rechazo o abandono.

Fuentes

  • Libro de Texto.Clínica Psiquiátrica Infantil Cap. VII. Págs. 101-111.
  • Glosario Cubano (GC-2) Págs. 152-152.
  • Valenti G, Laera A, Gouraud S, Pace G, Aceto G, Penza R, et al. Low-calcium diet in hypercalciuric enuritic children restores AQP2 excretion and improves clinical symptoms. Am J Physiol Renal. Physiol 2002 Nov; 283(5): 895-903.