Ermita El Caney
Consejo Popular El Caney | |
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Localidad de Cuba | |
Entidad | Localidad |
• País | Cuba |
• Provincia | Santiago de Cuba |
• Municipio | Santiago de Cuba |
Ermita El Caney.Proyecto de edificación que se atribuye al cacique Marcos Rodríguez (nieto de Alonso), que haciéndose eco de las peticiones de los indios, solicita a las autoridades eclesiásticas de Santiago de Cuba le fuera asignado un cura y la autorización de construcción de una ermita propia, esta autorización le fue concedida en mayo de 1657, por el obispo Diego Evelio de Compostela.
Sumario
Construcción de La Ermita
La Ermita se consagró a la veneración de San Luis, santo patrón del pueblo, pero unos años después se comenzó a rendir culto a la Virgen de Guadalupe, asumiendo como fecha de veneración y festividades, el 19 agosto y el 12 de diciembre respectivamente
Síntesis Biográfica de San Luis
San Luis, Obispo de Tolosa. Toulouse (Tolosa), Francia. Nació en febrero de 1274 y murió el 19 de agosto de 1297, cerca de Marsella.Hijo de Carlos III, Rey de Nápoles y Sicilia (sobrino de San Luis, Rey de Francia) y María (hija de Esteban V, Rey de Hungría).
En 1288, a los 14 años de edad fue enviado junto a sus dos hermanos, Blanca y Roberto, a Barcelona como rehenes para liberar a su padre que había sido hecho prisionero por Pedro, Rey de Aragón. Los 7 años de cautiverio (1288-1295) en medio de la soledad y retiro, amplió sus estudios sobre los sagradas escrituras que aprendió de dos religiosos franciscanos, y las penalidades que tal vida le acarreaban las tomaba como ejercicio de virtud. En una enfermedad, que en este tiempo tuvo, hizo voto de tomar el hábito franciscano.
En tiempo del Rey Jaime, se reconciliaron las dos familias con el matrimonio de éste con Blanca, hermana de San Luis y para afianzar más las paces se permitió que Luis se casara con la hermana del Rey de Aragón. Pero Luis quiso preservar el voto de virginidad que tenía hecho y en cuanto llegó a Roma renunció a sus derechos al reino de Nápoles, otorgándoselo a su hermano Roberto. En Nápoles recibió las órdenes sagradas y pronto el Papa Bonifacio VIII lo quiso apoyar con el obispado de Toulouse (Tolosa, Francia) que estaba vacante.
Se presento Luis a su santidad para pedirle que lo dejara profesar en la religión de San Francisco, prédica que desarrolló en el convento de Aracoeli en Manos del Ministro General Fr. Juan de Muro, el 24 de diciembre de 1296. Por insistencia del Papa acepto la Mitra de Toulouse (Tolosa, Francia), recibiendo la consagración el 30 de diciembre de 1296. Camino a Tolosa dio ejemplos de humildad y sacrificio, hospedándose en los conventos de su orden y sin admitir ninguna distinción, ajustándose a la distribución de la comunidad y ejercitándose en oficios humildes.
Llegando a Tolosa, desplegó con gran celo su predica a todos, con la efectividad de la conversión de los pecadores, herejes y judíos. Aunque vivió corto tiempo (sólo 8 meses) como obispo fue muy prolifera su actividad. Al morir, el 19 de agosto de 1297, a los 23 años y 6 meses de edad, fue enterrado, conforme a su deseo, en la iglesia de los Franciscanos en Marsella, donde resplandeció con muchos milagros que movieron al Papa Juan XXII a ponerlo en el Catálogo de los Santos, el 7 de abril de 1317, a los 20 años de su muerte.
El 11 de noviembre de 1317, fue levantado de la tierra en presencia de su hermano Roberto, Rey de Sicilia. En 1423, Alfonso,Rey de Aragón y Nápoles, trasladó los restos de San Luis desde Marsella a la ciudad de Valencia donde son venerados con gran devoción. También existe en Madrid un templo dedicado a San Luis Obispo. Se le representa con una rosa en la mano porque se dice que en su muerte apareció esta flor en su boca.
Cita
Trayectoria
Los 7 años de cautiverio (1288-1295) en medio de la soledad y retiro, amplió sus estudios sobre los sagradas escrituras que aprendió de dos religiosos franciscanos, y las penalidades que tal vida le acarreaban las tomaba como ejercicio de virtud. En una enfermedad, que en este tiempo tuvo, hizo voto de tomar el hábito franciscano.
En tiempo del Rey Jaime, se reconciliaron las dos familias con el matrimonio de éste con Blanca, hermana de San Luis y para afianzar más las paces se permitió que Luis se casara con la hermana del Rey de Aragón. Pero Luis quiso preservar el voto de virginidad que tenía hecho y en cuanto llegó a Roma renunció a sus derechos al reino de Nápoles, otorgándoselo a su hermano Roberto. En Nápoles recibió las órdenes sagradas y pronto el Papa Bonifacio VIII lo quiso horrar con el obispado de Toulouse (Tolosa, Francia) que estaba vacante.
Se presento Luis a su santidad para pedirle que lo dejara profesar en la religión de San Francisco, prédica que desarrolló en el convento de Aracoeli en Manos del Ministro General Fr. Juan de Muro, el 24 de diciembre de 1296. Por insistencia del Papa acepto la Mitra de Toulouse (Tolosa, Francia), recibiendo la consagración el 30 de diciembre de 1296. Camino a Tolosa dio ejemplos de humildad y sacrificio, hospedándose en los conventos de su orden y sin admitir ninguna distinción, ajustándose a la distribución de la comunidad y ejercitándose en oficios humildes.
Llegando a Tolosa, desplegó con gran celo su predica a todos, con la efectividad de la conversión de los pecadores, herejes y judíos. Aunque vivió corto tiempo (sólo 8 meses) como obispo fue muy prolifera su actividad. Al morir, el 19 de agosto de 1297, a los 23 años y 6 meses de edad, fue enterrado, conforme a su deseo, en la iglesia de los Franciscanos en Marsella, donde resplandeció con muchos milagros que movieron al Papa Juan XXII a ponerlo en el Catálogo de los Santos, el 7 de abril de 1317, a los 20 años de su muerte.
El 11 de noviembre de 1317, fue levantado de la tierra en presencia de su hermano Roberto, Rey de Sicilia. En 1423, Alfonso, Rey de Aragón y Nápoles, trasladó los restos de San Luis desde Marsella a la ciudad de Valencia donde son venerados con gran devoción. También existe en Madrid un templo dedicado a San Luis Obispo.
Se le representa con una rosa en la mano porque se dice que en su muerte apareció esta flor en su boca.
Sede Religiosa
Virgen de Guadalupe, culto mariano, reconocido por la Iglesia católica bajo el nombre de Nuestra Señora de Guadalupe, patrona de México y de América Latina. El origen de esta advocación se remonta a 1531. El 9 de diciembre de aquel año, en el cerro del Tepeyac, la Virgen María se apareció al indio Juan Diego y, hablándole en lengua náhuatl, le comunicó su deseo de que en aquel lugar se edificara un templo donde se la pudiera adorar. Así se lo manifestó Juan Diego al obispo Juan de Zumárraga, el cual, dudando de sus palabras, le pidió una prueba que demostrara la veracidad del milagro. Pocos días más tarde, la Virgen se apareció nuevamente a Juan Diego, pidiéndole que llevara al prelado unas flores.
Pese a la imposibilidad de encontrarlas en aquella época del año, pudo hallarlas y llevarlas ante Zumárraga. Cuando se entrevistó con éste para mostrarle la señal requerida, dejo caer las flores que iban envueltas en su tilma y sobre ésta se dibujó la imagen de la Virgen, que comenzó a ser venerada en el cerro Tepeyac, en el que se fundaron una serie de ermitas que constituyeron el santuario de Nuestra Señora de Guadalupe y donde, entre 1695 y 1709, se edificó la basílica de Nuestra Señora de Guadalupe.
En torno al santuario surgió una localidad que recibió el nombre de Guadalupe Hidalgo (desde 1931 llamada Gustavo A. Madero).Comprobado y reconocido el milagro por la Iglesia católica, la Virgen de Guadalupe fue sucesivamente proclamada patrona de la ciudad de México (1737), coronada como reina de México (1895), declarada celestial patrona de América Latina por el papa san Pío X (1910) y citada por Pío XII como “emperatriz de las Américas”(1945).
Asímismo, en 2002 Juan Diego fue canonizado por el papa Juan Pablo II durante una visita de éste a la basílica mexicana. Los límites de dicha parroquia eran: todo el barrio de Dos Bocas y Gauninicum, que la separa de Morón por los caminos reales.
El barrio de Guaninicum y parte de Ramón de las Yaguas, que la separan de Ti Arriba y Santa Susana. Estos últimos pertenecen al Partido del Dajao y Juan Angola a la parroquia de la Trinidad limita a su vez, con el Partido de Juan Angola y la parte derecha de la Vereda de Las Lajas hasta el camino de Santa Inés correspondiendo también a esta Iglesia del Caney el barrio de Barajaguas
En las fuentes consultadas se afirma que el Sr. D. Diego Evelino de Compostela, venerable obispo, de Santiago de Cuba, creó el curato por auto de 20 de marzo de 1690 y para finales de mes, el poblado contaba con los oficios del primer cura, Juan Ribero de Araus.
El presbítero tenía la misión de continuar los trabajos de catetización que cumplieron anteriormente los tenientes enviados por la catedral, de fomentar en los pobladores del conocimiento de la doctrina cristiana e impartir rudimentos de escritura y de lectura, así como asistir a los enfermos, introducir las tradiciones de las cuaresmas y las celebraciones de las pascuas.
Luego de la construcción de la ermita, se aprobó el pago al cura, con 50 000 maravies, asignación que debía de ser cubierta por los propios habitantes del poblado con la venta de frutas, viandas y especies, o el arrendamiento de terrenos a las familias de la urbe santiaguera.
Al parecer las malas condiciones constructivas del primitivo templo, motivó que para 1701 se realizara una primera remodelación de la instalación religiosa, así lo atestigua una piedra hallada con esa inscripción en posteriores procesos constructivos. En la visita eclesiástica de Morell de Santa Cruz se describe la iglesia en los términos siguientes.
La Iglesia tiene por su titular San Luis obispo. Es de texa, y Mampostería sobre horcones con tres naves. Su longitud veinte varas; su latitud diez y seis, y su altitud en lo principal ocho, y en las colaterales seis. Ay seis altares, el mayor con su Retablo, sagrario, y frontal dorados. Pulpito dorado, dos ambones de baraustres pintados, y una Pila Bautismal de cobre.
A la entrada de la Puerta de Perdon, (sic) están tres Campanas medianas en un Torrecillo de madera. A espaldas del Altar mayor, queda la Sacristía con diez y nueve vara de largo, quatro (sic) de ancho, y alto desde ocho hasta tres por ser caidizo. Al lado del Evangelio corre vna Capilla en que se venera la Milagrosa Ymagen de Nuestra Señora de Guadalupe del mismo material de la Iglesia. Tiene nueve varas de longitud, y otras tantas de altitud. Un caidizo le sirve de Atrio; El adorno interior se compone de cuadros dorados, y el tramo de la Señora, que es de madera sobre dorada, y pintada. Esta Iglesia es servida de un cura y sacristán mayor.
Una segunda remodelación ocurre entre 1830-1833, en esta ocasión se emplean los fondos que aportó la comunidad. La nueva edificación fue bendecida por el arzobispo Don Fray Cirilo de Alameda y Brea, con la presencia del Cura del pueblo Sir. Don Fernando Eduardo Ortiz y varias decenas de vecinos. Los medíos de la iglesia fueron guardados en la capilla de Guadalupe hasta el 11 de diciembre de 1834, fecha en que concluyó la obra.
En la descripción del Diccionario Geográfico de Jacobo de la Pezuela se especifica: La iglesia parroquial, que es de buena arquitectura y sólidos muros de ladrillos, con simétrico nave interior, aún carecía de torre, […] La parroquia, con la advocación de San Luis y clasificada de ascenso, está servida por un cura propietario y un teniente ó sacristán mayor.
También encontramos otros documentos que atestiguan la actividad desplegada por esta sede religiosa. En uno de los informes que emite la Alcaldía del Término municipal de El Caney se refleja.
- Comunicado
Caney 8 de febrero de 1887.
Las evidencias encontradas en las crónicas consultadas, indican que después de concluida la guerra de independencia, a finales del siglo XIX, y dado al mal estado en que quedo la iglesia, en los primeros años de la etapa republicana, entre 1907 – 1909, se somete a otra reparación. Por la muestra fotográfica encontradas pudimos comprobar que ya en 1913, se podía apreciar un nuevo campanario en forma de cúpula musulmana.
Tomando en cuenta la información que aporta Rolando Antonio Pérez Fernández, en su articulo: “El culto a la Guadalupe entre los indios de El Caney”, especifica que el culto a la Guadalupe de Tepeyac fue introducido enCuba entre abril y agosto de 1664 por el obispo mexicano, don Juan de Sacto Mathía Sáenz de Mañozca y Murillo, quién fue preconizado en 1661 y arribó a La Habana el año siguiente.
Se considera que el prelado fue quien llevó a Santiago de Cuba la primera imagen de la virgen, su llegada está asociada con el arribo a la ciudad de carpinteros y albañiles provenientes de Nueva España, México, quienes le rendían fiel adoración, y que tenían la misión de ayudar en las obras de reconstrucción de la villa destruida por el capitán de la marina británica Christopher Myngs en 1662.
También afirma, que los naturales del pueblo de El Caney conocedores de la presencia de la virgen india y las narraciones de sus partidarios, vieron en ella una imagen afín a su origen y adoptaron el culto como suyo, proceso que debió ocurrir en la segunda mitad del siglo XVII.
Adoración a la virgen de Guadalupe
El culto a la Virgen de Guadalupe fue creciendo entre los pobladores nativos y criollos, que unidos a la explicación dada por el indígena Juan Diego que afirmaba ser testigo de la aparición de la virgen en 1631, en las inmediaciones del río La Cristalina, en lo que es hoy el territorio de Dos Bocas. La creencia popular de que en las aguas del río, la virgen bajaba a mojarse los pies y ascendía en forma de luz, pasó a conocerse como la “luz de la virgen” y el lugar “El Paso de la Virgen”.
Llama la atención, que dicha visión hubiese acontecido en el río La Cristalina en las cercanías de uno de los asentamientos aborígenes y la relación explícita que se da con las aguas pudiera estar vinculada con alto Atabex o Atabaira, la madre de Dios, señora de las fuentes y los ríos en la mitología taina. La historia de la aparición de luz de la virgen de Guadalupe es una de las creencias que más trascendió en el tiempo, trasmitida de una generación a otra, pero lamentablemente hoy casi extinguida.
También, fue muy común durante los siglos XVIII y hasta bien entrada la primera mitad del XX, la costumbre de poner nombres de Guadalupe a niñas y niños. El culto a la Virgen Guadalupana en El Caney, subsistió hasta hace apenas cinco o seis décadas, existiendo suficientes evidencias gráficas de la procesión dedicada a ella y de las festividades que se realizaron con este pretexto hasta mediados del siglo XX.
La devoción a la virgen de Guadalupe fue decayendo hasta que finalmente acabó y las pinturas, copias de la que llevará el obispo Sáenz de Mañozca en el siglo XVII, fueron remitidas a la iglesia metropolitana.
En 1955 la iglesia de El Caney, se somete a una última reparación, adoptando la vista frontal que hoy se observa, en la que se levanta la entrada principal con una escalinata a dos aguas, de siete escalones del lado izquierdo y ocho en el derecho, se tapian las puertas laterales y se reduce el portón central; el campanario también recibe una singular modificación. (Ver anexo con fotos de la iglesia).
El día 11 de diciembre víspera de la Guadalupe se inaugura y bendice la nueva reparación, todo muy parecido a como había ocurrido en 1834, con la presencia de los miembros del ayuntamiento, la población local y familias influyentes de Santiago de Cuba. Los gastos en la reparación corrieron por los fondos de la comunidad.
Véase También
Los límites de dicha parroquia eran: todo el barrio de Dos Bocas y Gauninicum, que la separa de Morón por los caminos reales. El barrio de Guaninicum y parte de Ramón de las Yaguas, que la separan de Ti Arriba y Santa Susana. Estos últimos pertenecen al Partido del Dajao y Juan Angola a la parroquia de la Trinidad limita a su vez, con el Partido de Juan Angola y la parte derecha de la Vereda de Las Lajas hasta el camino de Santa Inés correspondiendo también a esta Iglesia del Caney el barrio de Barajaguas.
Fuentes
Referencias
- del Gobierno Provincial de Santiago de Cuba.
- Emilio Bacardí Moreau
- La visita eclesiástica de Morell de Santa Cruz
- Jacobo de La Pezuela, Diccionario geográfico de la Isla de Cuba
- del Banco industrial y comercial, 1866
- Antonio Pérez Fernández
- y ermitas, Expediente No. 33, legajo 2, (año 1838)
- San Luis, Obispo de Tolosa.