Excolegios jesuitas de Tepotzotlán

Excolegios jesuitas de Tepotzotlán
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 • Fundaciónsiglos XVII-XVIII
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Excolegios jesuitas de Tepotzotlán. Conjunto de edificaciones declarado Monumento Histórico en 1933. En él se aloja el Museo Nacional del Virreinato, inaugurado el 19 de septiembre de 1964 y dependiente del Instituto Nacional de Antropología e Historia. Los colegios jesuitas diseminados en la Nueva España sobresalieron notablemente por la magnífica labor educativa de la orden y por la monumentalidad espacial de sus construcciones. Además del conjunto de Tepotzotlán, se destacan el de Morelia, con su solemne arquitectura; el de Pátzcuaro, de aspecto campestre y castizo, y el de San Idelfonso en la Ciudad de México.

Localización geográfica

Se encuentran en la cabecera del municipio de Tepotzotlán, ubicado en la zona norte del estado de México.

Descripción

Los frailes jesuitas arribaron en 1580 a Tepotzotlán, y su misión era continuar la evangelización iniciada por los franciscanos. Cuatro años después comenzó sus labores el Seminario San Martín, donde los niños indígenas aprendían religión, urbanidad, lectura, escritura, canto y el uso de instrumentos musicales. Para 1586 habían establecido también el Colegio Noviciado y Casa de Probación dedicado a San Francisco Javier, transformado en 1606 en Casa de Probación y Seminario de Lenguas, que funcionó paralelamente con el seminario de San Martín hasta 1767, año en que Carlos III expulsó a los jesuitas de todos los dominios españoles.

Ambos colegios representan, en conjunto, una de las grandes empresas realizadas por la Compañía de Jesús en la Nueva España; muestran soluciones arquitectónicas comunes a otros colegios jesuitas y particulares que obedecen a un circunstancial desarrollo histórico. El conjunto está resuelto en tres niveles y plantea un esquema con varios patios: el de los Aljibes, Cocinas y Naranjos como los principales, y tres secundarios: Hospedería, Enfermería y Patio Sur, que permiten jerarquizar cada una de sus áreas.

Dispone de un estanque de agua en la huerta, dos claustros y dos aljibes o depósitos subterráneos (uno en el patio de las cocinas y otro en el de los naranjos). Conserva la mayor parte de sus dependencias como las celdas o dormitorios, la enfermería, la capilla doméstica, el refectorio y el antirrefectorio; la cocina, la cava y el frigorífico; las fuentes están fechadas en 1708 y 1740. Su extensa huerta mide más de tres hectáreas; los árboles frutales, hortalizas, huertas medicinales y flores, rodean por el sur los edificios de este importante conjunto arquitectónico.

El templo de San Francisco Javier se comenzó a construir en 1670 y quedó terminado a mediados del siglo XVIII. Hacia 1760 se ordenó su modernización. Su portada labrada en piedra es considerada como la máxima obra churrigueresca en México; la riqueza decorativa y la iconografía jesuítica del exterior está íntimamente ligada con los cinco extraordinarios retablos estípites del interior, conservados hasta la fecha. Muestra además, grandes lienzos pintados en el siglo XVIII.

Justificación de valor universal excepcional

Criterio cultural (iii): Dentro del conjunto original se conserva uno de los pocos ejemplos de arquitectura industrial colonial existentes en México: los Molinos de Xochimangas.

Criterio cultural (iv): Este conjunto de gran relevancia histórica y arquitectónica fue edificado a lo largo de 187 años. Originalmente abarcó toda la gran manzana central de la población de Tepotzotlán, alcanzando una extensión de cerca de sesenta mil metros cuadrados. La notable congruencia observada en los diferentes espacios y áreas que dieron solución a las diversas funciones manifiestas en la vida de estos centros educativos, fue el resultado de una concepción o idea constante de integración total.

Un interesante sistema de abastecimiento de agua –probablemente prehispánico- conocido como ¨aguas rodadas¨ caracteriza al conjunto, el cual se surte también de agua de lluvia encauzada desde sus azoteas y recogida en grandes depósitos: los llamados aljibes. La decoración del templo de San Francisco Javier, realizada en estilo barroco estípite, es considerada por los expertos como una de las mejor logradas en el arte novohispano.

Fuentes

  • Ex colegios jesuitas de Tepotzotlán. En: El patrimonio de México y su valor universal. Lista indicativa. Ed. 2002, p 46-48