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Éxodo
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El Éxodo es el segundo libro de la Biblia.[1] El título en hebreo se deriva de la primera frase del texto we'eleth shemoth (en hebreo שׁמות ואלה, "y estos son los nombres"), simplificado generalmente como shemoth. La palabra éxodo (en griego ἔξοδος, "salida") es la traducción del título hebreo en la Septuaginta. De acuerdo con el tema principal. Relata la historia del pueblo de Israel desde su salida de Egipto, donde habían sido esclavos, hasta la construcción del tabernáculo al principio del segundo año. La palabra inicial «y» (en el original) lo hacer ver como continuación del Génesis (Libro de la Biblia.
Sumario
[ocultar]- 1 Autor y fecha
- 2 Trasfondo
- 3 Aporte a la teología
- 4 Visión panorámica
- 5 Testimonios antiguos del Éxodo fuera de la Biblia
- 5.1 Heródoto (Siglo V a.N.E.)
- 5.2 Hecateo de Abdera (Siglo IV a.N.E.)
- 5.3 Manetón (Siglo III a.N.E.)
- 5.4 Polemón de Atenas (Siglo II a.N.E.)
- 5.5 Lisímaco de Alejandría (Siglo II a.C.)
- 5.6 Diodoro Sículo (Siglo I a.N.E.)
- 5.7 Cneo Pompeyo Trogo (Siglo I a.N.E.)
- 5.8 Estrabón (Siglo I a.N.E.)
- 5.9 Queremón de Alejandría (Siglo I N.E.)
- 5.10 Tácito (Siglo I N.E.)
- 6 Características especiales
- 7 Bosquejo
- 8 Comentario
- 9 Véase también
- 10 Referencias
- 11 Fuentes
Autor y fecha
Autor. Éxodo es uno de los primeros cinco libros del Antiguo Testamento: libros que tradicionalmente se dice que escribió Moisés. Pentateuco Sin embargo, algunos eruditos afirman que Éxodo fue compilado por un escritor o editor desconocido que extrajo los datos de muchos y diversos documentos históricos.
Trasfondo
El libro de Éxodo constituye la continuación del relato de Génesis, y trata del desarrollo de un pequeño pueblo, dentro de una nación de varios millones de habitantes. Los hebreos vivieron en Egipto 430 años, la mayor parte de ellos en la servidumbre. Éxodo recoge la historia de Moisés, la liberación del pueblo de Israel de la esclavitud, el viaje desde Egipto al monte Sinaí, donde recibieron las tablas de la Ley de Dios, y sus instrucciones sobre cómo construir el tabernáculo. Termina con la edificación del tabernáculo como morada de Dios.
Muchos eruditos, como el egiptólogo David A Faulk, creen haber descubierto una razón muy fidedigna para no aceptar el significado literal de la cifra 480 años de 1 Reyes 6.1, y ahora la interpretan como representación de 12 generaciones de 40 años cada una.[2] Favorecen 1255 a.E.C como la fecha del éxodo, por las siguientes razones entre otras:
1. La arqueología enseña que la destrucción de Laquis, Bet-el y Hazor ocurrió a mediados del siglo XIII a. n. e. 2. El cuadro de Edom y Moab, entre el éxodo y la conquista, no parece concordar con lo que la arqueología ha descubierto respecto a la historia anterior a 1300 a. n. e.
2. Hay varios topónimos que parecen corcordar con la fecha en el siglo XIII a.N.E. Por ejemplo, la mención de la ciudad de Raamses, Sukot, Pi-Atum.
La ruta del éxodo de los israelitas, aceptada tradicionalmente, sigue la costa oriental del golfo de Suez hasta entrar al desierto de Sin, y de allí al monte → Sinaí que se identifica con Musa o Serbal en el sur de la península. Hay quienes opinan que los israelitas no habrían llegado hasta el sur de la península por temor a los egipcios que guardaban las minas de Serabit, y se ha sugerido el monte Hellal como el monte de la Ley. No se ha podido identificar con certeza los sitios mencionados en la historia del éxodo, pero la ruta tradicional parece más aceptable a la luz de la historia bíblica.
Aporte a la teología
El libro de Éxodo ha ejercido una gran influencia en la fe de Israel y en la teología cristiana. El mensaje fundamental bíblico de la salvación surge en muchos sentidos del pacto entre Dios y su pueblo que se describe por primera vez en este libro.
- El primer concepto que brilla en el libro de Éxodo es que Dios bendice a aquellos que se mantienen dentro del pacto. Él es su Dios y ellos se convierten en su pueblo santo.
- Segundo, Dios explica con gran detalle lo que es aceptable para Él.
- Tercero, Dios libera a los que se hallan en servidumbre. La liberación
puede que no arribe inmediatamente, pero llegará a aquellos que esperan y se preparan para cuando esto suceda. Esta liberación se basa en la obediencia a la voluntad expresada por Dios y en echar a andar cuando Él lo ordenaba. Los hijos de Israel tuvieron que esperar hasta la comida de la Pascua y hasta que el ángel de la muerte hubiese pasado; después de ello, Dios dio la orden de marchar. Nosotros también debemos esperar, pero estar listos para ponernos en movimiento cuando Dios lo ordene.
- Los cristianos ven a Cristo en Exodo
Moisés es un símbolo de Cristo, porque libera de la servidumbre. Aarón también sirve como otro símbolo de Jesús en su calidad de sumo sacerdote (28.1), al interceder ante el altar del incienso (30.1). La Pascua indica que Jesús es el Cordero de Dios que fue sacrificado para nuestra redención (12.1–22).
Los pasajes que comienzan en el evangelio de Juan con el «Yo soy» tienen sus antecedentes en Éxodo. Juan afirma que Jesús es el pan de la vida; Moisés habla del pan de Dios de dos maneras, como el maná (16.35) y como el pan de la proposición (25.30). Juan nos dice que Jesús es la luz del mundo; en el tabernáculo el candelero sostiene una luz que nunca se apaga (25.31–40).
- Los cristianos pentecostáles ven el Espíritu Santo en Éxodo
El aceite en el libro de Éxodo representa simbólicamente al Espíritu Santo (27.20). Por ejemplo, el aceite para ungir, como símbolo del Espíritu Santo, se usa para preparar a los que adoran y a los sacerdotes para el servicio divino (30.31).
Los frutos del Espíritu Santo se identifican en Gálatas 5.22, 23. Una lista paralela puede hallarse en Éxodo 34.6, 7, que menciona como atributos de Dios el ser misericordioso, piadoso, tardo para la ira, bondadoso, confiable y perdonador.
Las referencias más directas al Espíritu Santo pueden ser halladas en 31.3–11 y 35.30–36.1, cuando se habla de individuos que, gracias al Espíritu Santo, se convierten en grandes artesanos. Por medio de la obra del Espíritu Santo, las capacidades naturales de estos individuos fueron incrementadas y extendidas para realizar tareas urgentes con excelencia y precisión
Visión panorámica
Éxodo comienza con los descendientes de Jacob que sufren opresión, esclavitud e infanticidio en Egipto; y termina con la manifestación de la presencia, el poder y la gloria de Dios que acampa en el desierto en medio de su pueblo liberado.
El libro se divide en tres secciones principales. Los capítulos 1-14 revelan a Israel en Egipto sufriendo bajo la opresión de un faraón que no conocía a José, y a Dios redimiendo a Israel con brazo extendido y grandes juicios. Entre los sucesos monumentales de esta parte de la historia de Israel están: el nacimiento, la preservación y la preparación de Moisés (capítulo 2), el llamamiento de Moisés en la zarza ardiente (capítulos 3-4), las diez plagas (capítulos 7-12), la Pascua (capítulo 12), y el cruce del Mar Rojo (capítulos 13-14). El éxodo de Israel de Egipto se considera a través del Antiguo Testamento como la experiencia predominante de redención del pacto antiguo.
Los capítulos 16-18 describen a Israel en el desierto en ruta al monte Sinaí. Dios guió a su pueblo redimido con una nube y una columna de fuego y les suministró el maná, las codornices y agua, mientras les enseñaba a andar por fe y obediencia. Los capítulos 19-40 presentan a Israel en el monte Sinaí recibiendo la revelación en relación al pacto, los diez mandamientos, el tabernáculo y el sacerdocio. El libro concluye con la terminación del tabernáculo y la gloria de Dios que lo llena.
Testimonios antiguos del Éxodo fuera de la Biblia
Varios historiadores y autores antiguos en general llegaron a hacer alusión al libro del Éxodo, muchas veces con un comentario crítico, o para recolectar las creencias de los diferentes pueblos que había.
A continuación, se mostrarán los siguientes testimonios:[3]
Heródoto (Siglo V a.N.E.)
Heródoto (Siglo V a.N.E.) no menciona a los hebreos o al relato Éxodo explícitamente, pero un testimonio sobre él sobre los sirios de palestina posiblemente tenga que ver con ellos y con este relato. Heródoto cuenta en su obra Historias lo siguiente:
Estos fenicios habitaron antiguamente, como dicen, junto al Mar Rojo. Pasando de allí, ahora habitan la costa marítima de Siria. ... Los fenicios y los sirios de Palestina reconocen que aprendieron la costumbre de la circuncisión de los egipcios... Estas son las únicas naciones que circuncidan, y se ve que lo hacen igual que los egipcios.
Hecateo de Abdera (Siglo IV a.N.E.)
Un filósofo e historiador griego conocido como Hecateo de Abdera llegó a registrar en su obra Aegyptiaca, escrita alrededor del año 315 a.N.E., hoy perdida, lo siguiente:
“En la antigüedad ocurrió una gran plaga en Egipto, y muchos atribuyeron la causa a los dioses, quienes se sintieron ofendidos con ellos. Porque como las multitudes de extraños de diferentes nacionalidades que vivían allí hacían uso de sus ritos extranjeros en ceremonias y sacrificios religiosos, la antigua manera de adorar a los dioses, practicada por los antepasados de los egipcios, se había perdido y olvidado por completo. Por lo tanto, los habitantes nativos concluyeron que, a menos que todos los extranjeros fueran expulsados, nunca estarían libres de sus miserias. Todos los extranjeros fueron inmediatamente expulsados ... la mayoría del pueblo descendió a un país no lejos de Egipto, que ahora se llama Judea y en aquel momento estaba completamente deshabitado.
“El líder de esta colonia era un tal Moisés, un hombre muy sabio y valiente, que, después de haberse poseído del país, entre otras ciudades, construyó esa ciudad ahora más famosa, Jerusalén, y el templo allí, que tanto es venerado entre ellos. Instituyó los santos ritos y ceremonias con los que adoran a Dios; e hizo leyes para el gobierno metódico del estado. También dividió al pueblo en doce tribus, que consideraba el número más perfecto; porque corresponde a los doce meses dentro de un año entero. No hizo representación ni imagen de dioses, porque consideraba que nada de forma humana era aplicable a Dios; pero que el cielo que rodea la tierra era el único Dios, y que todas las cosas estaban en su poder.”
Manetón (Siglo III a.N.E.)
El historiador egipcio Manetón (Siglo IV-III a.N.E.)
Parte uno:
Había un rey nuestro que se llamaba Timaus. Debajo de él sucedió, no sé cómo, que Dios era contrario a nosotros, y vinieron, de manera sorprendente, hombres de innoble cuna de las partes orientales, y tuvieron la audacia suficiente para hacer una expedición a nuestro país. y con facilidad lo sometió por la fuerza, pero sin que nos arriesgaramos a una batalla con ellos. Entonces, cuando tuvieron bajo su poder a los que nos gobernaban, luego quemaron nuestras ciudades y demolieron los templos de los dioses. Toda esta nación se llamó HYCSOS, es decir Reyes Pastores: para la primera sílaba HYC, según el dialecto sagrado, denota un rey, como lo es SOS un pastor; pero esto según el dialecto ordinario; y de ellos se compone HYCSOS: pero algunos dicen que estos pueblos eran árabes ... sus descendientes mantuvieron posesión de Egipto quinientos once años.
“Los reyes de Tebas y de las demás partes de Egipto insurrectaron a los pastores, y se hizo entre ellos una guerra terrible y larga. Bajo un rey, que se llamaba Alisfragmutosis, los pastores fueron sometidos por él... Se fueron con sus familias enteras y sus efectos, no menos de doscientos cuarenta mil, y emprendieron su viaje desde Egipto, por el desierto, hacia Siria; pero que como temían a los asirios, que entonces tenían dominio sobre Asia, construyeron en aquel país una ciudad que hoy se llama Judea y eso lo suficientemente grande como para contener a este gran número de hombres, y lo llamó Jerusalén. Esta nación, así llamada Pastores, también fue llamada Cautivos, en sus libros sagrados.”
Parte 2:
“[Un profeta] le dijo [al faraón Amenofis] que podría ver a los dioses si limpiaba todo el país de los leprosos y de los demás impuros; el rey se complació con este mandato y reunió a todos los que tenían algún defecto en sus cuerpos fuera de Egipto; su número era ochenta mil a quienes envió a aquellas canteras que están en el lado este del Nilo, para que trabajaran en ellas y se separaran del resto de los egipcios. ...
“[Este pueblo] se nombró gobernante entre los sacerdotes de Heliópolis, cuyo nombre era Osarsif, y juraron que le serían obedientes en todas las cosas. Luego, en primer lugar, les hizo esta ley, para que no adoraran a los dioses egipcios ni se abstuvieran de ninguno de esos animales sagrados que tienen en la más alta estima, sino que los mataran y destruyeran a todos; para que no se unieran a nadie más que a los que eran de esta confederación. Cuando hizo leyes como estas, y muchas más que eran principalmente opuestas a las costumbres de los egipcios, dio orden de que usaran la multitud de las manos que tenían para construir muros alrededor de su ciudad y prepararse. para una guerra con el rey Amenofis .... [Osarsiph tomó] en su amistad a los demás sacerdotes y a los que estaban contaminados con ellos, y envió embajadores a aquellos pastores que habían sido expulsados de la tierra por Tefilmosis a la ciudad llamada Jerusalén; por lo que les informó de sus propios asuntos y del estado de aquellos otros que habían sido tratados de manera tan ignominiosa y deseaba que vinieran con un consentimiento para su ayuda en esta guerra contra Egipto. ...
“Y ahora Amenofis rey de Egipto, al ser informado de su invasión... reunió a la multitud de egipcios, y tomó consejo con sus líderes, y le envió a buscar sus animales sagrados, especialmente para aquellos que eran principalmente adorados en sus templos, y encargó claramente a los sacerdotes que ocultaran las imágenes de sus dioses con sumo cuidado; también envió a su hijo Sethos ... teniendo sólo cinco años, a un amigo suyo.
“Luego pasó con el resto de los egipcios, siendo trescientos mil de los más belicosos, contra el enemigo que los encontró. Sin embargo, no se unió a la batalla con ellos; pero pensando que sería luchar contra los dioses, regresó y llegó a Menfis, donde tomó [el toro] Apis y los demás animales sagrados que le había enviado, y luego marchó hacia Etiopía, junto con todo su ejército. y multitud de egipcios; porque el rey de Etiopía tenía una obligación para con él, por lo cual lo recibió y se hizo cargo de toda la multitud que estaba con él, mientras el país suministraba todo lo necesario para la alimentación de los hombres. También asignó ciudades y pueblos para este exilio, que sería desde sus inicios durante aquellos trece años fatalmente decididos. Además, instaló un campamento para su ejército etíope, como guardia del rey Amenofis, en las fronteras de Egipto. Y este era el estado de las cosas en Etiopía.
“Pero para el pueblo de Jerusalén ... no sólo prendieron fuego a las ciudades y pueblos, sino que no quedaron satisfechos hasta que fueron culpables de sacrilegio, y destruyeron las imágenes de los dioses, y las usaron para asar esos animales sagrados que solían ser adorados, y obligaron a los sacerdotes y profetas a ser verdugos y asesinos de esos animales .... También se informó que el sacerdote, que ordenó su política y sus leyes, nació de Heliópolis, y su nombre Osarsiph, de Osyris, que era el dios de Heliópolis; pero cuando pasó a estas personas, su nombre fue cambiado y se llamó Moisés.
“Después de esto, Amenofis regresó de Etiopía con un gran ejército, al igual que su hijo ... ambos se enfrentaron a los pastores y a los contaminados, los golpearon, mataron a muchos de ellos y los persiguieron hasta los límites. de Siria.”
Polemón de Atenas (Siglo II a.N.E.)
“Durante el reinado de Apis hijo de Foroneo, una parte del ejército egipcio fue expulsado de Egipto y se estableció en el país llamado Siria-Palaestina, no lejos de Arabia.”
Lisímaco de Alejandría (Siglo II a.C.)
“Como el pueblo de los judíos era leproso y sarnoso, y sujeto a otras clases de mocos, en los días de Bocchoris, rey de Egipto, huyó a los templos, y allí consiguió su comida mendigando: y como el número era muy grande que estaban caídos bajo estas enfermedades, surgió escasez en Egipto. Entonces Bocehoris, el rey de Egipto, envió a algunos a consultar al oráculo de Hammon sobre esta escasez. La respuesta del dios fue esta: que debía purgar sus templos de hombres impuros e impíos, expulsándolos de esos templos a lugares desérticos; pero en cuanto a los sarnosos y leprosos, debe ahogarlos... y de esta manera la tierra dará sus frutos.
“Habiendo recibido Bocchoris estos oráculos, llamó a sus sacerdotes y a los asistentes a sus altares, y les ordenó que hicieran una colección de los impuros y los entregaran a los soldados, para que se los llevaran al desierto; pero tomar a los leprosos, envolverlos en hojas de plomo y dejarlos caer al mar. Entonces los sarnosos y leprosos fueron ahogados, y el resto fueron reunidos y enviados a lugares desérticos para ser expuestos a la destrucción. En este caso se reunieron y aconsejaron lo que debían hacer, y determinaron que, cuando llegara la noche, encenderían fuegos y lámparas, y vigilarían; que también ayunarían la noche siguiente y propiciarían a los dioses para obtener de ellos la liberación.
“Al día siguiente hubo un tal Moisés, quien les aconsejó que se aventuraran en un viaje y siguieran un camino hasta llegar a lugares aptos para habitar. Les encargó que no tuvieran buenos saludos hacia ningún hombre, ni que dieran buenos consejos a nadie, sino que siempre los aconsejaran por lo peor; y derribar todos aquellos templos y altares de los dioses con los que debían encontrarse. ... [S]o [ellos] viajaron por el desierto.
“Terminadas las dificultades del viaje, llegaron a un país habitado, y allí abusaron de los hombres, saquearon y quemaron sus templos; y luego entraron en aquella tierra que se llama Judea, y allí edificaron una ciudad, y habitaron en ella.”
Diodoro Sículo (Siglo I a.N.E.)
“Ahora bien, los egipcios dicen que también después de estos acontecimientos un gran número de colonias se extendieron desde Egipto por todo el mundo habitado. ... Dicen también que quienes partieron con Dánao, también de Egipto, se establecieron en la que es prácticamente la ciudad más antigua de Grecia, Argos, y que la nación de los Colchi en el Ponto y la de los judíos, que se encuentra entre Arabia y Siria, fueron fundadas como colonias por ciertos emigrantes de su país; y esta es la razón por la que es una institución establecida desde hace mucho tiempo entre estos dos pueblos circuncidar a sus hijos varones, ya que la costumbre fue traída de Egipto. ... Entre los judíos, Moyses refirió sus leyes al dios invocado como YAOV.”
Cneo Pompeyo Trogo (Siglo I a.N.E.)
“Los egipcios, preocupados por la sarna y la lepra y advertidos por un oráculo, lo expulsaron [a Moisés], junto con los que padecían la enfermedad, de Egipto, para que el moquillo no se propagara entre un mayor número. Convertido en líder, por tanto, de los exiliados, se llevó sigilosamente los utensilios sagrados de los egipcios ....
“Así, Moisés, habiendo llegado a Damasco, su hogar ancestral, tomó posesión del monte Sinaí, a su llegada al que, después de haber sufrido junto con sus seguidores, un ayuno de siete días en los desiertos de Arabia, consagró para siempre el séptimo día, que antiguamente se llamaba sábado por costumbre de la nación .... Después de Moyses, su hijo Arruas fue nombrado sacerdote para supervisar los ritos egipcios.”
Estrabón (Siglo I a.N.E.)
“En Egipto, por ejemplo, se ha reservado territorio para un asentamiento judío, y en Alejandría gran parte de la ciudad se ha asignado a esta nación. ... Y así esta nación ha florecido en Egipto porque los judíos eran originalmente egipcios y porque los que abandonaron ese país acercaron sus hogares; y emigraron a Cirene porque este país limitaba con el reino de Egipto, al igual que Judea.
“Moisés, es decir, era uno de los sacerdotes egipcios, y ocupaba una parte del Bajo Egipto, como se le llama, pero de allí se fue a Judea, ya que estaba disgustado con la situación allí, y estaba acompañado por muchos gente que adoraba al Ser Divino. Porque dijo y enseñó que los egipcios se equivocaban al representar al Ser Divino con imágenes de bestias y ganado ... Moisés, diciendo cosas de este tipo, persuadió no a unos pocos hombres pensativos y los condujo a este lugar donde se encontraba el asentamiento. de Jerusalén ahora es.”
Queremón de Alejandría (Siglo I N.E.)
“La diosa Isis se apareció a Amenofis mientras dormía y lo culpó de que su templo había sido demolido en la guerra. Pero que Fritífantes, el escriba sagrado, le dijo que en caso de que purgara a Egipto de los hombres que tenían contaminaciones, ya no debería preocuparse por apariciones tan espantosas.
“Amenofis, pues, escogió a doscientos cincuenta mil de los enfermos y los expulsó del país. Moisés y José eran escribas, y José era un escriba sagrado; que sus nombres eran originalmente egipcios; el de Moisés había sido Tisithen, y el de José, Peteseph. Estos dos llegaron a Pelusio e iluminaron trescientos ochenta mil que Amenofis había dejado allí, sin querer llevarlos a Egipto; Estos escribas hicieron una alianza de amistad con ellos e hicieron con ellos una expedición contra Egipto. Amenofis no pudo soportar sus ataques, sino que huyó a Etiopía, y dejó atrás a su esposa con un hijo, que yacía escondido en ciertas cavernas, y allí tuvo un hijo, que se llamaba Mesene, y que, cuando creció hasta convertirse en hombre. Estate, persiguió a los judíos hasta Siria, unos doscientos mil, y luego recibió a su padre Amenofis fuera de Etiopía.”
Tácito (Siglo I N.E.)
“La mayoría de los autores coinciden en que una vez, durante una plaga en Egipto que causó desfiguración corporal, el rey Bocchoris se acercó al oráculo de Amón y le pidió un remedio, tras lo cual le dijeron que purgara su reino y transportara esta raza a otras tierras, ya que era odioso. a los dioses.
“Entonces los hebreos fueron buscados y reunidos; luego, siendo abandonados en el desierto, mientras todos los demás yacían ociosos y llorando, uno solo de los exiliados, de nombre Moisés, les advirtió que no esperaran ayuda de dioses o de hombres, porque ambos los abandonaban, sino que confiaran en sí mismos considerando como guía enviado desde el cielo a aquel cuya ayuda debería darles primero escapar de su angustia actual.
“Estuvieron de acuerdo y luego emprendieron su viaje con total ignorancia, pero confiando en el azar. Nada les causó tanta angustia como escasez de agua, y de hecho ya habían caído exhaustos sobre la llanura casi hasta la muerte, cuando una manada de asnos salvajes se trasladó de sus pastos a una roca que estaba sombreada por una arboleda. Moisés los siguió y, conjeturando la verdad desde la tierra cubierta de hierba, descubrió abundantes corrientes de agua.
“Esto los relevó, y luego marcharon seis días seguidos, y al séptimo se apoderaron de un país, expulsando a los antiguos habitantes; allí fundaron una ciudad y dedicaron un templo.
“Para establecer su influencia sobre este pueblo para siempre, Moisés introdujo nuevas prácticas religiosas, bastante opuestas a las de todas las demás religiones .... [Los judíos] consideran impíos a quienes hacen de materiales perecederos representaciones de dioses a imagen del hombre; ese ser supremo y eterno es para ellos incapaz de representación y sin fin.”
Características especiales
- Registra las circunstancias históricas del nacimiento de Israel como nación.
- Contiene en los diez mandamientos el compendio de la ley moral y de los requisitos justos de Dios para su pueblo y, por consiguiente, provee un fundamento de la ética bíblica.
- En términos del Antiguo Testamento, Éxodo describe el carácter sobrenatural de la liberación de Dios de su pueblo en peligro y de la esclavitud del pecado, Satanás y el mundo.
- Hace grandes demostraciones de la majestuosidad de Dios
- Glorioso en sus atributos: veraz, fiel, misericordioso, santo y omnipotente.
- Señor de la historia y de reyes poderosos.
- Redentor que celebra un pacto con los redimidos.
- Justo como se revela en su ley moral y en los juicios.
- Digno de adoración devota como Dios trascendental que desciende a reunirse con su pueblo en el tabernáculo.
- Éxodo pone en relieve el cómo, el qué y el porqué del culto verdadero que debía seguir a la redención por Dios de su pueblo.
Bosquejo
- Opresión de los hebreos en Egipto (1:1-11:10).
- Obligaciones de los oprimidos (1:1-22).
- La preparación del libertador (2:1-4:31).
- El nacimiento de Moisés y los primeros cuarenta años (2:1-15a).
- El exilio de Moisés y los segundos cuarenta años (2:15b-25).
- El llamamiento de Moisés y el regreso a Egipto (3:1-4:31).
- La lucha con el opresor (5:1-11:10).
- La petición: "Deja ir a mi pueblo" (5:1-3).
- La respuesta: Persecución tiránica (5:4-21).
- La seguridad: El Señor manifestará su señorío (5:22-7:13).
- El recurso: Las diez plagas (7:14-11:10).
- La liberación de los hebreos de Egipto (12:1-15:21).
- La liberación de la Pascua: Redención por la sangre (12:1-13:16).
- La liberación en el Mar Rojo: Redención por el poder (13:17-14:31).
- Cantos de liberación: Alabanza al redentor (15:1-21).
- Educación de los hebreos en ruta al monte Sinaí (15:22-19:2).
- La prueba de la adversidad y el cuidado providencial (15:22-27).
- La primera prueba: Aguas amargas de Mara (15:22-27).
- La prueba del hambre: Provisión de codornices y maná (16:1-36).
- La prueba de la sed: Agua en Refidim (17:1-7).
- La prueba del conflicto: Batalla con Amalec (17:8-16).
- El consejo sabio de Jetro (18:1-27).
- La prueba de la adversidad y el cuidado providencial (15:22-27).
- Pacto con los hebreos en el monte Sinaí (19:3-24:18).
- Instrucciones preparatorias dadas a Moisés (19:3-24:18).
- Los diez mandamientos: Fundamento para la vida bajo el pacto (20:1-17).
- Ordenanzas protectoras de la relación de pacto (20:18-23:19).
- Promesas en cuanto a la tierra prometida (23:20-33).
- Ratificación del pacto (24:1-18).
- El culto hebreo especificado en el monte Sinaí (25:1-40:38).
- Instrucciones respecto al tabernáculo (28:1-27:21).
- Instrucciones respecto al sacerdote (28:1-31:18).
- El pecado de idolatría (2:1-34:35).
- La implementación de las instrucciones divinas (35:1-40:38).
Comentario
De «posmosaicos» se tildan a menudo los pasajes del texto que al parecer se escribieron en tiempos posteriores a Moisés. Como tal se cita la nota (11.3) de que «Moisés era tenido por gran varón en la tierra de Egipto». Esta frase, que se justifica por el contexto, no debe entenderse como jactancia. Que Moisés no escribe el libro para gloriarse, se ve por muchos otros pasajes. Por ejemplo: 4.10–15, 24; 6.12; cf. Deuteronomio 1.37; 3.26.
Otro pasaje que, según se afirma, da prueba de su origen posmosaico es Éxodo 16.35: «Así comieron los hijos de Israel maná cuarenta años, hasta que llegaron a tierra habitada; maná comieron hasta que llegaron a los límites de la tierra de Canaán». Pero de estas palabras no hay que deducir que las escribió otro autor. Indican, más bien, que el libro tuvo su redacción final poco antes de la muerte de Moisés.
Éxodo 20.24: «En todo lugar donde yo hiciere que esté la memoria de mi nombre, vendré a ti y te bendeciré». Este pasaje se interpreta preferentemente en sentido de que podía haber, de manera simultánea y con aprobación divina, varios lugares de culto, lo que sería una clara contradicción a la exigencia de Deuteronomio 12.14 de que los sacrificios solo se presentaran en el lugar que «escogiera Jehová». Se trataría de una contradicción incomprensible, si realmente en Éxodo 20.24 se permitieran sacrificios en todo lugar, mientras que según Dt 12.14 solo se debían presentar en el santuario principal, siendo ambos pasajes de un mismo autor. Pero tal dificultad se disuelve si se toma en cuenta el cambio de situación determinado por la inminente entrada a la tierra prometida que se prevé en la legislación del Deuteronomio. En el tiempo de la peregrinación, a que se refiere sobre todo el Libro del Pacto, como también la mayor parte del Levítico, el santuario central cambiaba constantemente de posición. Puede agregarse también la explicación de que Éxodo 20.24 significa «en la región de todo el santuario», con lo que tendríamos aquí una referencia directa al único santuario posterior, el de Jerusalén.
Las dificultades con respecto a las diferencias de posición del tabernáculo (según Éx 33.7, siempre fuera del campamento; según Nm 2.2ss, siempre en medio del campamento) se resuelven al comprender que el tabernáculo de Éx 33.7 no es el mismo que el de Nm 2.2ss, sino una tienda provisional que sirvió de tabernáculo hasta que se pudo construir el definitivo, según las prescripciones señaladas en Éxodo 25–27.
Véase también
Referencias
- Volver arriba ↑ En la religión judía, la Biblia se denomina Tanaj.
- Volver arriba ↑ https://youtu.be/APLRMwO7e6Q de David A. Falk, egiptólogo y académico bíblico
- Volver arriba ↑ Armstrong Institute Staff. (2023). Exodus Outside of the Bible: The Classical Accounts.
Fuentes
- Biblia de Estudio de la Vida Plena, Editorial Vida, 1993.
- Comentario Bíblico Mundo Hispano, Editorial Mundo Hispano, 1997.
- Keil & Delitzsch Commentary on the Old Testament, Johann Keil y Franz Delitzsch, tomado del software e-Sword 9.6.0, 2010.
- Biblia plenitud: 2000, c1994 (electronic ed.). Editorial Caribe: Nashville
- Nelson, W. M., & Mayo, J. R. 2000, c1998. Nelson nuevo diccionario ilustrado de la Biblia (electronic ed.) Editorial Caribe: Nashville