Extinción

Especie no evaluada
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Concepto:Se define como la desaparición total e irreversible de una especie biológica.

La extinción, en el ámbito de la biología, la ecología y la conservación, se define como la desaparición total e irreversible de una especie. Este fenómeno ocurre cuando muere el último individuo capaz de reproducirse, lo que conlleva la pérdida permanente de su patrimonio genético y su papel funcional en los ecosistemas. Es el punto final en la historia evolutiva de un linaje biológico, un evento que marca su desvanecimiento definitivo del planeta.

Este proceso puede ser natural, formando parte de la evolución a lo largo de millones de años, o puede estar acelerado drásticamente por actividades humanas, como la destrucción de hábitats, la caza excesiva, la contaminación o la introducción de especies invasoras. Según la clasificación de la Lista Roja de la UICN, una especie se declara "Extinta" (EX) cuando no queda ninguna duda razonable de que el último individuo ha muerto. Existe también la categoría "Extinta en estado silvestre" (EW), para aquellas especies que solo sobreviven en cautiverio o cultivo.

La consecuencia más profunda de la extinción es la ruptura de las complejas redes ecológicas. Cada especie es como un hilo de un tejido; al desaparecer, debilita la estructura del ecosistema, pudiendo afectar a otros organismos que dependían de ella para funciones como la polinización, la dispersión de semillas o el control de plagas. A diferencia de una población que simplemente disminuye, la extinción es un evento definitivo y absoluto, sin posibilidad de reversión, lo que subraya la gravedad de la crisis de biodiversidad actual.

Tipos de extinciones

Según su escala y magnitud

Esta es la clasificación más general y reconocida:

a) Extinción de fondo o natural

Es un proceso natural y constante de desaparición de especies que ocurre como parte normal de la evolución. Representa la tasa baja y estable de extinción que existe entre los eventos de extinción masiva, donde las especies desaparecen gradualmente debido a presiones ambientales y biológicas ordinarias. Este tipo de extinción actúa como un mecanismo de "selección natural" a largo plazo, eliminando especies menos adaptadas mientras permite que otras prosperen y evolucionen.

Causa principal: La causa principal de la extinción de fondo es la incapacidad de las especies para competir o adaptarse a cambios ambientales graduales o a la presión biótica continua. Esto incluye factores como la competencia interespecífica por recursos limitados, la aparición de nuevas enfermedades, lentas transformaciones climáticas, y las interacciones depredador-presa. A diferencia de las extinciones masivas, estos procesos son locales o regionales y se desarrollan a lo largo de miles o millones de años, permitiendo que la biodiversidad se renueve mediante la especiación.

Característica principal: La característica más distintiva de la extinción de fondo es su ritmo lento y constante, que generalmente se estima en la desaparición de aproximadamente 1 a 5 especies por millón de años por cada millón de especies. Este proceso mantiene un equilibrio dinámico en los ecosistemas, donde la desaparición de algunas especies crea oportunidades para que surjan nuevas formas de vida. La extinción de fondo actúa como un "motor de renovación evolutiva" que, sin alterar drásticamente la biodiversidad global, permite una constante y gradual transformación de la vida en la Tierra.

b) Extinción masiva

Es un evento catastrófico en la historia de la Tierra donde se produce una pérdida drástica y global de biodiversidad en un periodo geológicamente corto. Durante estos eventos, desaparece un porcentaje excepcionalmente alto de especies (generalmente más del 75%) de múltiples ecosistemas y grupos biológicos en todo el planeta. Estas crisis biológicas representan puntos de inflexión que redefinen por completo la composición de la vida en la Tierra, abriendo camino para la evolución de nuevas especies y ecosistemas.

Causa principal: La causa principal de las extinciones masivas son cambios ambientales globales extremadamente rápidos y severos que superan la capacidad de adaptación de la mayoría de las especies. Estos cambios han sido desencadenados tradicionalmente por fenómenos naturales a gran escala como impactos de asteroides, erupciones volcánicas masivas que alteran el clima, fluctuaciones extremas del nivel del mar, o cambios abruptos en la composición atmosférica y oceánica. En la actual sexta extinción masiva, el rol de este desencadenante lo ejerce la actividad humana a través de la alteración acelerada de los ecosistemas globales.

Característica principal: La característica más distintiva de las extinciones masivas es su impacto selectivo a escala global, donde desaparecen especies de manera no aleatoria, afectando preferentemente a organismos con distribuciones geográficas restringidas, especialistas ecológicos y grupos biológicos previamente dominantes. A diferencia de la extinción de fondo, estos eventos interrumpen abruptamente las reglas normales de la evolución y crean oportunidades únicas para la radiación adaptativa de los supervivientes. Cada extinción masiva ha reconfigurado profundamente el curso de la evolución, eliminando linajes enteros y permitiendo el surgimiento de nuevos grupos dominantes, como el paso de los dinosaurios a los mamíferos después del evento del Cretácico-Paleógeno.

c) Extinción actual (la Sexta extinción masiva)

La sexta extinción masiva, extinción masiva del Holoceno o extinción del Antropoceno, es el actual evento de pérdida global y acelerada de biodiversidad que nuestro planeta está experimentando. A diferencia de las cinco extinciones masivas anteriores en la historia de la Tierra, esta no es causada por fenómenos naturales como asteroides o vulcanismo, sino por la actividad de una sola especie: el ser humano. Se caracteriza por unas tasas de desaparición de especies que son entre 100 y 1,000 veces superiores a la tasa de extinción de fondo natural, lo que ha llevado a los científicos a considerar que estamos ante una crisis biológica de proporciones geológicas.

Causa principal: La causa principal y directa de la Sexta Extinción Masiva es el impacto acumulativo de las actividades humanas en los ecosistemas globales. Este impacto multifacético incluye la destrucción y fragmentación de hábitats para la agricultura y la urbanización, la sobreexplotación de especies (caza y pesca intensivas), la introducción de especies invasoras que alteran los ecosistemas nativos, la contaminación química y plástica de suelos, aguas y aire, y el cambio climático antropogénico que altera las condiciones ambientales a un ritmo sin precedentes.

Característica principal: La característica más distintiva de esta extinción es su origen antropocéntrico y su velocidad acelerada. Mientras que las extinciones masivas del pasado ocurrieron a lo largo de miles o millones de años, la actual se está desarrollando en un abrir y cerrar de ojos en términos geológicos, abarcando apenas unos siglos. Además, es la primera que es provocada por una especie consciente de sus actos, lo que conlleva una dimensión ética única. A diferencia de eventos pasados, esta extinción es potencialmente evitable si se modifican las prácticas humanas, aunque la ventana de oportunidad para actuar se está cerrando rápidamente.

Según su alcance geográfico

a) Extinción global

La especie desaparece de todo el planeta. No existe en ningún lugar del mundo.

Ejemplo: El dodo o el tigre de Tasmania.

b) Extinción local o regional

La especie desaparece de una parte específica de su área de distribución original, pero aún sobrevive en otras regiones.

Ejemplo: El lobo gris fue exterminado en gran parte de Europa Occidental, pero sobrevivió en otras zonas y ha sido reintroducido.

Según su estado (Categorías de la UICN)

Estado de conservación

Por riesgo de extinción

Extinción

Extinta (EX)
Extinta en estado silvestre (EW)

Amenazada

En peligro crítico de extinción (CR)
En peligro de extinción (EN)
Vulnerable (VU)

Preocupación menor

Casi amenazada (NT)
Preocupación menor (LC)

Véase también

Datos insuficientes (DD)
No evaluado (NE)
UICN
Lista Roja de la UICN
Estados de conservación de la UICN

Esta clasificación es fundamental para la conservación:

a) Extinta (EX)

No queda ninguna duda razonable de que el último individuo de la especie ha muerto.

Ejemplo: Bucardo (Capra pyrenaica pyrenaica), declarado extinto en 2000.

b) Extinta en estado silvestre (EW)

La especie solo sobrevive en cautiverio, cultivo o como población naturalizada fuera de su área de distribución original.

Ejemplo: la tórtola de Socorro (Zenaida graysoni) endémica de la isla Socorro, en México, esta paloma fue vista por última vez en libertad en 1972; actualmente su población total no pasa de los 200 ejemplares en cautividad. El árbol de Franklin (Franklinia alatamaha) solo existe en jardines botánicos.

Según el proceso biológico

a) Extinción filética

Una especie evoluciona hasta convertirse en una o varias especies nuevas y diferentes, por lo que la especie original deja de existir, pero su linaje continúa.

Ejemplo: Muchas especies ancestrales de caballos se "extinguieron" al evolucionar hacia las especies modernas.

b) Extinción terminal

La especie desaparece por completo sin dejar descendientes evolutivos. Su linaje se acaba para siempre.

Ejemplo: Los dinosaurios no avianos, como el Tyrannosaurus rex.

En resumen, entender los tipos de extinción nos ayuda a contextualizar la gravedad de la crisis de biodiversidad actual y a reconocer que no se trata de un proceso natural, sino de una consecuencia directa de nuestro impacto en el planeta.

Causas de la extinción de especies

Las causas de la extinción pueden clasificarse en dos grandes categorías: causas naturales y causas antropogénicas (provocadas por el ser humano). En la actual crisis de biodiversidad, las causas humanas son las principales responsables del acelerado ritmo de extinciones.

Causas naturales

Estas han operado a lo largo de la historia de la Tierra y son parte fundamental del proceso evolutivo.

  • Cambios climáticos graduales: Las glaciaciones, periodos de calentamiento o cambios en los patrones de lluvia a lo largo de miles de años pueden alterar los hábitats hasta hacerlos inviables para las especies que los habitan.
  • Competencia interespecífica: Cuando una especie es superada en la lucha por recursos limitados (alimento, agua, territorio) por otra especie más eficiente, puede verse llevada a la extinción.
  • Enfermedades: La aparición de un nuevo patógeno virulento para el cual una especie no tiene defensas puede diezmarla gravemente.
  • Catástrofes naturales puntuales: Erupciones volcánicas, terremotos o tsunamis de gran magnitud pueden causar la extinción local de especies con distribuciones muy restringidas.

Causas antropogénicas (provocadas por el ser humano)

Estas son las que impulsan la actual Sexta Extinción Masiva y actúan de forma sinérgica, potenciando mutuamente sus impactos.

  • Pérdida y fragmentación de hábitat: La causa principal individual. La transformación de bosques, humedales, praderas y otros ecosistemas en tierras para agricultura, ganadería, urbanización o infraestructuras elimina el espacio vital de las especies y divide sus poblaciones en fragmentos aislados, impidiendo su reproducción y haciéndolas más vulnerables.
  • Sobreexplotación: La caza, pesca y captura de especies a un ritmo mayor al que pueden reproducirse. Incluye la caza furtiva por marfil, cuernos o pieles, la pesca industrial no sostenible y el tráfico ilegal de especies.
  • Contaminación: Los productos químicos (plaguicidas, fertilizantes), los plásticos, los derrames de petróleo y los metales pesados envenenan los suelos, el agua y el aire, afectando la salud y la capacidad reproductiva de las especies.
  • Cambio climático Antropogénico: Alteración global y rápida de las temperaturas, los patrones de precipitación y la acidez de los océanos. Esto desplaza o destruye los hábitats, especialmente de especies con requerimientos climáticos muy específicos, como los corales (blanqueamiento) o las especies polares.
  • Especies invasoras: La introducción intencional o accidental de especies no nativas en nuevos ecosistemas. Estas especies pueden convertirse en depredadores eficientes, competidores agresivos o transmitir enfermedades para las cuales las especies locales no tienen defensas, llevándolas al declive. Un ejemplo clásico es la serpiente arbórea marrón en Guam, que llevó a la extinción a 12 especies de aves nativas.
  • Enfermedades propagadas por el Hombre: El movimiento global de personas y mercancías disemina patógenos a rincones del planeta donde las especies no tienen inmunidad, como el hongo quitridio que está diezmando a las poblaciones de anfibios en todo el mundo.

En resumen, mientras las causas naturales son lentas y forman parte de la evolución, las causas humanas son rápidas, simultáneas y están alterando el planeta a una escala sin precedentes, conduciendo a una crisis de biodiversidad global.

Extinciones planificadas

Se refiere a la erradicación intencional y dirigida de una especie, generalmente como una estrategia de gestión para proteger la salud de un ecosistema, la economía o la salud humana. A diferencia de las extinciones accidentales provocadas por la destrucción de hábitats o la contaminación, estas son acciones deliberadas, como en el caso de programas para eliminar especies invasoras que amenazan la biodiversidad nativa (por ejemplo, roedores en islas para proteger aves marinas) o la exterminación de patógenos como el virus de la viruela. Sin embargo, esta práctica genera profundos debates éticos sobre el derecho humano a decidir la supervivencia de otras especies.

Lucha contra la extinción

La lucha contra la extinción de especies es un esfuerzo multidimensional que integra ciencia, política, educación y acción local para revertir la crisis de biodiversidad. Esta batalla se libra mediante estrategias de conservación clave: la creación y gestión efectiva de áreas protegidas que salvaguardan hábitats críticos; los programas de cría en cautiverio y bancos de germoplasma que mantienen poblaciones de respaldo; la restauración de ecosistemas degradados para reconectar poblaciones fragmentadas; y la aplicación de leyes y acuerdos internacionales como la CITES que regulan el comercio de especies amenazadas.

La ciencia ciudadana y la tecnología se han convertido en aliados cruciales, permitiendo el monitoreo de poblaciones con cámaras trampa, GPS y genómica, mientras que la educación ambiental busca transformar la conciencia colectiva sobre nuestro papel como custodios de la biodiversidad. Aunque los desafíos son enormes, éxitos como la recuperación del cóndor de California (Gymnogyps californianus), el panda gigante (Ailuropoda melanoleuca) y el lobo ibérico (Canis lupus signatus) demuestran que con voluntad política, recursos sostenidos y colaboración global, es posible rescatar especies del borde de la extinción y mantener el tejido vivo de nuestro planeta.

Fuentes