Federico Olivo

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Federico Olivo
Información sobre la plantilla
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Datos personales
NombreFederico Emilio Olivo Maldonado
ApodoChichí
Nacimiento28 de marzo de 1928
Guayubín, Montecristi, República Dominicana
Fallecimiento3 de febrero de 1977
Guayubín, Montecristi, República Dominicana
NacionalidadBandera de la República Dominicana República Dominicana
Estatura6'2" (188 cm) metros
Peso97kg (215 lb) kg
Carrera
PosiciónLanzador
Trayectoria
Año del debut1961
Equipo del debutMilwaukee Braves
Año del retiro1966
Equipo del retiroAtlanta Braves

Federico Olivo (Federico Emilio Olivo Maldonado) conocido como Chi-Chi Olivo, fue un lanzador dominicano de béisbol que jugó en las Grandes Ligas entre 1961 y 1966 para los Milwaukee Braves y los Atlanta Braves. Apareció en 96 juegos durante su carrera, todos como relevista. Olivo era famoso por su curva peculiar, que dejaba a los bateadores abanicar sin éxito. También jugó en la Liga Dominicana de Béisbol con los Tigres del Licey, Águilas Cibaeñas y Estrellas Orientales. Era hermano de Diomedes Olivo y tío de Gilberto Rondón.

Biografía

En 1972 regresa a Manzanillo, también conocido como Pepillo Salcedo, en el extremo noroeste de Monte Cristi, en la frontera con Haití. Allí fue puesto a cargo de una brigada que mantenía una plantación bananera llamada La Cruz de Manzanillo. En su tiempo libre, disfrutaba de ir a las peleas de gallos, pescar y cazar palomas. Olivo y su segunda esposa, Miledys Pacheco, dieron la bienvenida a un hijo, también llamado Federico Emilio, en 1973. Se habían casado alrededor de 1961 o 1962, pero la vida beisbolera le impidió estar con ella a tiempo completo hasta que se retiró. (Un matrimonio anterior, con Lidia Gonell, terminó sin hijos).

La familia regresó a Guayubín en 1975, pero Miledys falleció en mayo de 1976. Menos de un año después, el 3 de febrero de 1977, Chi-Chi Olivo la siguió. La causa fue cirrosis cardiovascular con colapso hepático. La cirrosis cardíaca es una forma rara de enfermedad hepática asociada con insuficiencia cardíaca prolongada y grave. Olivo fue enterrado en el cementerio familiar de Guayubín. El pequeño huérfano Federico encontró un hogar con miembros de la familia de su madre hasta que comenzó sus estudios de medicina a los 16 años

Carrera deportiva

En la Liga Dominicana de Béisbol Profesional, Chichí actuó para los Tigres del Licey a partir del año 1951.

Chi-Chi lanzó con más frecuencia para el Licey en 1952. En un juego de agosto, logró un salvamento relevando a Diómedes, gracias a una gran atrapada del jardinero puertorriqueño Luis Olmo. Los Tigres llegaron de nuevo a la final de la liga, y Chi-Chi demostró su resistencia al lanzar cinco entradas de relevo en el segundo juego (llevándose la derrota) y, más tarde ese mismo día, abrió el tercer juego y lanzó una blanqueada de cinco hits. Sin embargo, las Águilas Cibaeñas ganaron la serie en siete juegos.

En el invierno de 1952-53, Chi-Chi pasó a la liga puertorriqueña, uniéndose a los Criollos de Caguas, dirigidos por Luis Olmo. Diómedes era rival de San Juan. Chi-Chi continuó con un verano sólido para el Licey, de regreso en la Liga Dominicana. Ganó 10 juegos en 1953, igualando a su hermano y a otros con el récord dominicano en una sola temporada, contra solo cuatro derrotas. Los Tigres se vengaron de 1952 en la final de la liga, venciendo a las Águilas en cinco juegos.

Los hermanos Olivo se enfrentaron de nuevo en Puerto Rico durante el invierno de 1953-54. Chi-Chi seguía con Caguas, equipo que ganó el título de la liga. Los Criollos ganaron la Serie del Caribe contra Cuba, Panamá y Venezuela, con un récord de 4-2.

Livo sufrió una de las dos derrotas de la selección puertorriqueña. (República Dominicana no participó en el torneo durante su primera era, que se extendió hasta 1960).

Tras un último verano con el Licey y otro invierno con el Caguas en 1954-55, Olivo llegó a Estados Unidos en 1955. Los Bravos, entonces con sede en Milwaukee, lo ficharon. Es probable que Olmo haya contribuido a la recomendación; se unió oficialmente al equipo de cazatalentos de los Bravos a finales de 1953 para cubrir Latinoamérica. Sin embargo, el cazatalentos oficial era Ben Geraghty. Geraghty era entonces mánager de ligas menores para Milwaukee y también dirigió al Caguas durante varias temporadas a partir de 1954-55.

Olivo permaneció en el sistema de ligas menores de los Bravos de Atlanta durante más de seis años. Jugó como alero, participando en 219 partidos entre 1955 y 1960, incluyendo 91 aperturas. Chi-Chi solo atrajo atención ocasional en la prensa deportiva estadounidense mientras jugaba en las ligas menores, a pesar de haber tenido algunos años sólidos, especialmente en el Jacksonville Clase A en 1957 y 1958. Mientras jugaba con los Bravos de Atlanta en 1966, comentó que él y su hermano podrían haber llegado antes a las Grandes Ligas si los jugadores latinos hubieran sido aceptados antes en Estados Unidos. En sus memorias de 2011, el gran lanzador dominicano Juan Marichal dijo lo mismo: "¿Quién sabe qué habrían sido? Quizás podrían haber estado en el Salón de la Fama".

Con el cambio de la liga dominicana a la temporada invernal para la temporada 1955-56, Chi-Chi decidió quedarse en casa en lugar de ir a Puerto Rico. Uno de sus mejores juegos se produjo en el Estadio Trujillo el 18 de diciembre de 1955. Lanzó solo 76 lanzamientos (64 strikes y apenas 12 bolas) y lideró al Licey a una victoria por 3-2 sobre su archirrival, el Escogido. El estadio, con apenas unos meses de antigüedad, también llevaba el nombre del dictador. Posteriormente, fue rebautizado como Estadio Quisqueya.

Tras finalizar la temporada dominicana, Caguas trajo de vuelta a Olivo como refuerzo para los playoffs. Los Criollos ganaron otro título puertorriqueño y avanzaron a la Serie del Caribe de 1956. Empataron en segundo lugar con 3-3, y Chi-Chi tuvo marca de 1-1 con una efectividad de 11.33.

Los hermanos Olivo permanecieron junto al Licey hasta la temporada 1958-59, cuando los Tigres ganaron el campeonato de la liga bajo la dirección de Joe Schultz. Sin embargo, Chi-Chi lanzó solo 16 entradas ese invierno y fue traspasado a las Estrellas Orientales antes de la temporada 1959-60.

De regreso a Estados Unidos, Milwaukee Braves finalmente convocó al joven Olivo a las Grandes Ligas el 5 de junio de 1961. Como lo expresó The Sporting News: «Olivo [fue] ascendido para reforzar el asediado bullpen de los Bravos». En su debut, el 5 de junio en el Crosley Field de Cincinnati, tras sustituir a Lew Burdette en la octava entrada, Olivo le conectó un jonrón al primer bateador que enfrentó, Jerry Lynch. Luego concedió dos bases por bolas antes de retirar a los bateadores sin mayores daños. Olivo se quedó solo unos días más, con dos breves apariciones más. Estaba a punto de conseguir una victoria en el Wrigley Field el 9 de junio cuando los Bravos remontaron cuatro carreras en la alta de la novena para ponerse arriba 10-9, pero Warren Spahn y Carl Willey no pudieron mantener la ventaja. Milwaukee Braves envió a Chi-Chi de regreso a Triple-A, donde permaneció tres años más, participando en un total de 113 juegos para Louisville, Denver y Toronto entre 1962 y 1964.

Trujillo fue asesinado el 30 de mayo de 1961. A partir de entonces, el ambiente en la República Dominicana se mantuvo extremadamente tenso. Una huelga nacional y peleas callejeras paralizaron la asistencia, y la Liga Dominicana detuvo la temporada 1961-62 después de los juegos del 3 de diciembre. Como resultado, Olivo, quien había ganado el título de efectividad de 1961 en la Asociación Americana, también lanzó brevemente en Venezuela a principios de 1962 con los Indios de Oriente. Relevó en dos juegos de la temporada regular y uno más en la postemporada, pero luego fue baja por dolor en el brazo, algo inusual en él.

La Liga Dominicana permaneció suspendida por completo en 1962-63. Ponce, en la liga puertorriqueña, fichó a Chi-Chi tras una sólida temporada en Triple A con Louisville. Olivo lideró la Liga Internacional en ponches en 1962 y contribuyó decisivamente a que los Coroneles ganaran la Pequeña Serie Mundial.

En octubre del año siguiente, tras casi dos años de ausencia, el Estadio Quisqueya volvió a ser sede del béisbol profesional. ¿Y quién mejor para enfrentarse en la apertura de la temporada dominicana de 1963-64 que los hermanos Olivo? Diómedes, lanzando para el Licey, venció a Chi-Chi y a las Estrellas 2-0. Incluso impulsó ambas carreras con un sencillo ante su hermano menor.

Tanto en 1962 como en 1963, la organización de los Bravos había vuelto a utilizar a Chi-Chi ampliamente como abridor. Sin embargo, regresó al bullpen en 1964 y brilló. Con Toronto en la Liga Internacional, tuvo marca de 9-0 y una efectividad de 1.75 en 29 salidas (solo abrió una). Milwaukee subió a Olivo a finales de junio, y aunque los Dodgers lo bombardearon con seis carreras limpias en dos entradas y media en su primera salida, el mánager de los Bravos, Bobby Bragan, se quedó con él. "Cuando llegó", dijo Bragan ese julio, "le dije que no tenía que ser bueno en sus primeras salidas. Le dije que creíamos que podía hacer el trabajo y ahora estoy convencido de ello. Con su peculiaridad, los bateadores zurdos ni siquiera lo intimidan»

La tan esperada primera victoria de Olivo en las Grandes Ligas llegó el 26 de julio de 1964, en el primer juego de una doble cartelera en el Shea Stadium de Nueva York. Su otra victoria ese año llegó en el segundo partido. Al mes siguiente, el periodista de los Braves, Bob Wolf, citó a Chi-Chi: «Bobby Bragan me apoyó y ahora tengo más confianza. Los bateadores de aquí son más duros, por supuesto. Si lanzas mal dos veces, te lastimas». Cuando vas perdiendo, tienes que lanzar lo mejor que puedas”.

Olivo se mantuvo activo el resto del verano en las Grandes Ligas, participando en 38 juegos. Tuvo un récord de 2-1 con una efectividad de 3.75 en 60 entradas lanzadas, además de cinco salvamentos. Aún podía ponchar a los bateadores a un ritmo bastante razonable: 45, o 6.8 por cada nueve entradas lanzadas, mientras que solo otorgaba 21 bases por bolas. Chi-Chi bateó para .215 durante su carrera en las ligas menores, pero, como relevista, consiguió Menos oportunidades en las Grandes Ligas, donde tuvo un promedio de 2 de 13.

Durante la temporada baja, Bob Wolf escribió que, si bien Olivo "no hizo un mal trabajo", ni él ni Billy Hoeft "fueron la respuesta" detrás de Bobby Tiefenauer en el bullpen de los Bravos; "ambos fueron eliminados de la plantilla al final de la temporada para dar cabida a los jóvenes". Sin embargo, como invitado de las ligas menores a los entrenamientos de primavera de 1965, Chi-Chi entró en la plantilla de Milwaukee para comenzar la temporada. Sin embargo, solo apareció en dos juegos durante abril y fue enviado a las menores a principios de mayo. Regresó en septiembre y tuvo seis apariciones más durante el resto de la temporada. En general, tuvo un récord de 0-1 con una efectividad de 1.35.

La situación política dominicana se agravó en 1965, y la liga establecida del país no volvió a operar en el invierno de 1965-66. En su lugar, se creó un circuito de tres equipos formado por la Federación de Jugadores Dominicanos. Los equipos representados Colores en lugar de ciudades: los Azules, Amarillos y Rojos. Olivo lanzó para los Amarillos. Luego partió a Puerto Rico, donde regresó a los Criollos de Caguas y lanzó blanqueadas en sus dos primeras aperturas.

Los Bravos se mudaron a Atlanta para la temporada de 1966. Ese marzo, el veterano columnista local Furman Bisher escribió: «Olivo ha mostrado destellos de brillantez en ocasiones. Hace dos temporadas, dio un gran impulso a los Bravos tras ser llamado de Toronto. Pero la consistencia nunca le ha sentado bien a Olivo, y ahora, tras 11 temporadas recorriendo lugares como Toledo, Evansville, Austin, etc., y repitiendo el viaje varias veces, Olivo se acerca a los 39 años (18 de marzo) todavía con esperanzas, no con récords. Aunque era un candidato casi imposible para un puesto, Chi-Chi volvió a la lista del Día Inaugural. Resultó ser su año más activo en las Grandes Ligas; hizo 47 apariciones, con un récord de 5-4, una efectividad de 4.23 y siete salvamentos.

A principios de esa temporada, Chi-Chi concedió una entretenida entrevista a Dave Burgin, del sindicato Newspaper Enterprise Association. La edad del lanzador figuraba entonces como 39 años, por lo que el titular lo llamó "Un Jack Benny Latino" (el chiste recurrente del comediante era que su edad era eternamente 39). "Tengo 39 años", dijo Olivo, "… eh… 40… no, 39. Mira en el libro". Se nota. Sí. Olivo también figuraba con 208 libras, pero para entonces ya tenía bastante sobrepeso, sobre todo en la cintura. "No puedo bajar de peso como antes", dijo con su voz grave y ronca. "Quizás me estoy haciendo viejo". Pero añadió: "En el béisbol, la edad que tengas cuando seas lanzador no importa. Solo debes llevar la pelota al plato. Esa es la diferencia a un lanzador solo le importa lo que tiene en el brazo y la cabeza. Eso es todo". Su perspectiva continuó: "Pero si hablas demasiado de tu edad, empezarás a creer que eres viejo. La gente te dirá que eres viejo, y entonces se te apaga la cabeza y el brazo también. Quizás Warren Spahn no debería revelar su edad podría jugar más tiempo".

Olivo concluyó: "Mi repertorio está bien; lanzo con inteligencia. A veces sorprendo a los bateadores con mi recta. Cuando pierdo el control, ahí es cuando estoy acabado. No se puede lanzar para siempre.

El veterano aún tenía un buen control concedió menos de tres bases por bolas por cada nueve entradas lanzadas en 1966. Sin embargo, regresó a Triple-A desde finales de julio hasta mediados de septiembre. Durante un período de diez días, Atlanta bajó a cinco jugadores, incluyendo a otros dos lanzadores, Wade Blasingame y Arnold Umbach. Entre los cinco hombres que subieron de Triple-A Richmond estaban los lanzadores Dick Kelley, Phil Niekro y Jay Ritchie. Olivo se mantuvo activo en Richmond. "El indestructible lanzador derecho relevó siete días consecutivos antes de tomarse una noche libre el 6 de agosto. En su salida más larga, el 3 de agosto, aceleró con Rochester con un solo hit durante cinco entradas para ganar 9-8 en 11 entradas.

Tras su último llamado, la carrera de Olivo en las Grandes Ligas terminó con broche de oro. El segundo juego de una doble cartelera en el Crosley Field el 1 de octubre se fue a entradas extra. Ningún equipo anotó en la décima ni en la undécima, pero Atlanta remontó para tres carreras en la alta de la duodécima. Chi-Chi se metió en problemas en la baja de la entrada cuando los Rojos llenaron las bases con un out gracias a dos sencillos dentro del cuadro y un error dentro del cuadro. Pero ponchó a Leo Cárdenas y obligó al bateador emergente Tony Pérez a conectar un roletazo para una jugada forzada para terminar el juego.

El 29 de noviembre de 1966, los Bravos intercambiaron a Olivo y al jardinero Bill Robinson a los Yankees de Nueva York por el tercera base Clete Boyer y un jugador que se nombraría más tarde. Boyer, un excelente jardinero, tuvo una temporada de su carrera con el bate para Atlanta en 1967. Le dio a los Bravos tres temporadas más, pero fue liberado en mayo de 1971 tras una discusión con el gerente general Paul Richards. Luego jugó varios años más en Japón. Robinson finalmente se destacó como jugador de Grandes Ligas, aunque no con los Yankees.

Mientras tanto, Olivo fue a los entrenamientos de primavera de 1967 con los Yankees de Nueva York, nuevamente como invitado fuera del roster. Cuando recibió la noticia de que no había sido seleccionado, dijo: "No tienen espacio para papá". Dos meses pésimos de entrenamiento de primavera y todo fue en vano. Lanzó solo nueve juegos ese año para Triple-A Syracuse. Aunque Chi-Chi se mantuvo efectivo, su temporada —de hecho, su carrera en Estados Unidos— llegó a su fin el 23 de mayo cuando una línea lo impactó en la cara mientras intentaba devolver los lanzamientos detrás del lanzador de prácticas de bateo. Sufrió una fractura de pómulo y nariz, además de daño en el ojo izquierdo.

Sin embargo, a pesar de la alarmante lesión, Olivo no había dejado de lanzar. La organización de los Bravos seguía interesada lo suficiente como para que Richmond lo seleccionara en el draft de ligas menores en diciembre de 1967. No se logró nada, pero Chi-Chi se mantuvo activo en casa. Las Estrellas Orientales ganaron el campeonato de la liga dominicana en la temporada 1967-68, el último banderín del club hasta 2014.

Ya bien entrados los cuarenta, Olivo se mantuvo efectivo. Se reincorporó al Licey para el invierno de 1970-71 y tuvo un récord de 4-1. 1.40 en 25½ entradas. Los Tigres se proclamaron campeones y avanzaron a la Serie del Caribe, que se había reanudado el año anterior. Chi-Chi disfrutó de una última actuación en un gran escenario. El 11 de febrero de 1971, los Tigres del Licey lideraba a los Santurce Crabbers de Puerto Rico por 6-2 en la novena entrada, pero Santurce se acercó 6-4. El mánager dominicano Manny Mota le pidió a Olivo que cerrara el encuentro, lo cual hizo abanicando a Reggie Jackson y Elrod Hendricks, y luego consiguiendo un elevado fácil. Fue su segundo salvamento en seis victorias para los dominicanos, que terminaron invictos.

Olivo jugó en otro país en el verano de 1971 en México. Se unió a los Piratas de Sabinas, relevando en 25 juegos e iniciando uno. Terminó con marca de 5-4 y una efectividad de 1.76.

El 27 de enero de 1972, Olivo hizo su última de 335 apariciones. En la Liga Dominicana, lanzó una entrada como relevista para los Tigres del Licey. Terminó con un récord de 79-69 en su país natal, con una efectividad de 2.62. Estableció los récords de la liga en entradas lanzadas (¿1,335?), así como en derrotas.Se ubicó entre los diez mejores en muchas categorías importantes, ubicándose solo detrás de su hermano en ponches (669) y juegos completos (58).

Chi-Chi cerró su carrera como lanzador con los Piratas de Sabinas en 1972, con un récord de 1-1 y una efectividad de 5.88 en 21 apariciones como relevista.

Federico “Chi-Chi” Olivo ingresó al Salón de la Fama del Deporte Dominicano en 1981. Se unió a su hermano Diómedes, quien había sido exaltado ocho años antes.

Fuentes

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