Francisco Rodríguez Marrero
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Francisco Rodríguez Marrero. Combatiente revolucionario cubano, miembro del Ministerio del Interior, fallecido durante el cumplimiento de una misión de infiltración en una banda contrarrevolucionaria.
Síntesis biográfica
Nació el 3 de febrero de 1940 en el antiguo Central Borjita, después “Paquito Rosales”, en San Luis, provincia de Santiago de Cuba. Hijo de José Rodríguez Batista y Mercedes Marrero González, ambos procedentes de Islas Canarias, España.
Al morir el padre, que trabajaba como herrero en el central, la administración plantea a la madre que tiene que entregar la vivienda, por lo cual se ven en la necesidad de trasladarse para la de un tío materno, en la ciudad de Santiago de Cuba.
Inició sus primeros estudios en una escuela pública situada en la calle San Fermín, donde cursa hasta el tercer grado, el cuarto lo cursa en la escuela sita en calle Moncada esquina a Martí, mientras que los restantes grados de la enseñanza primaria los cursa en otra escuela, sita también en la calle Moncada. Simultáneamente con los estudios primarios aprende idioma inglés por correspondencia. Se caracterizó por ser un muchacho aplicado, terminó el octavo grado, nivel escolar que tenía al morir.
Dada la situación económica imperante, a su madre se le hacía insostenible la manutención del hogar con los pocos recursos que podía obtener lavando y planchando, Francisco se ve obligado a interrumpir los estudios para ayudar a su madre. Cuando apenas contaba 14 años, comienza sus actividades laborales en el Café La Palmita. Posteriormente comenzó a trabajar en la armería de Agustín Paneque en la calle Enramada.
Trayectoria revolucionaria
Trabajando en la Armería empieza a colaborar con el Movimiento 26 de Julio (M-26-7). Su ayuda principal fue el arreglo de armas y el envió de estas al Ejército Rebelde.
El 20 de mayo de 1958 fue detenido por un connotado integrante de las fuerzas represivas del régimen de Fulgencio Batista en Santiago de Cuba, conocido por “Mano Negra”. Fue conducido al Cuartel Moncada, donde estaban detenidos los hermanos Marañón. Allí permaneció una noche, no fue torturado ni interrogado; fue puesto en libertad mediante la gestión que hiciera por el capitán Portela, quien estaba por esos días sustituyendo a Alberto del Río Chaviano.
Al Triunfo de la Revolución, se incorpora de inmediato a las Milicias Nacionales Revolucionarias (MNR).
En mayo de 1961 ingresó en las filas del Ministerio del Interior, fue destinado al Palacio de Gobierno de Santiago de Cuba. Posteriormente es trasladado para la Unidad de Operaciones, en la que trabajo como Oficial de Guarnición. En el desempeño de esta función, también realizó diversas actividades, tales como: detenciones, captura y traslado de presos y bandidos.
En todas estas misiones se destacó por su responsabilidad y seriedad, por lo que fue designado por el mando del Ministerio del Interior en la provincia para infiltrarse en las filas del enemigo, en una banda de alzados que operaba en la Sierra Gibara.
Muerte
Realizó la infiltración en la banda junto con cinco compañeros, cuando se reúnen con los alzados para acordar los planes, un bandido reconoce a uno de los compañeros y plantea que este pertenece a la policía, entonces se produce un tiroteo y se lucha cuerpo a cuerpo. En el intercambio de disparos es alcanzado por un proyectil en la región infraclavicular derecha, que le produce la muerte instantánea el 21 de junio de 1962. Al morir contaba 21 años de edad. Sus restos descansan en el Cementerio de Santa Ifigenia
Fuente
- Mártires del MININT. Semblanzas biográficas, t. I, Editora Política, La Habana, 1990.
