Giovanni Battista della Porta

Giovannis Battista
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Científico, filósofo, erudito y astrónomo italiano
NombreGiovannis Battista della Porta
Nacimiento1 de noviembre de 1535
Vico Equense, Nápoles, Bandera de Italia Italia
Fallecimiento4 de febrero de 1615
Nápoles, Bandera de Italia Italia
ResidenciaVico Equense
NacionalidadItaliana
Otros nombresGiovan, Giambattista y Juan Bautista Porta
CiudadaníaItaliana
OcupaciónCientífico
PadresNardo Antonio della Porta

Giovannis Battista Dela Porta. Un joven prodigio napolitano, futuro fundador de la primera sociedad científica del Renacimiento, sintetizó las ideas de sus predecesores y preparó el camino para la forma moderna de la sustitución polialfabéticas. Fue un científico, erudito y dramaturgo italiano, también filósofo e investigador de la naturaleza que tuvo especial renombre a finales del siglo XVI y principios del XVII. Fue educado en casa, donde los debates sobre temas científicos con frecuencia se llevaban a cabo. Su padre, desde 1541, estaba al servicio del emperador Charles V della Porta y así fue educado por tutores privados. Charles V fue emperador del Sacro Imperio Romano y rey de España en este momento y extendió su imperio por toda Europa a los Países Bajos, Austria y el Reino de Nápoles.

Síntesis biográfica

Nace cerca de Nápoles en un lugar llamado Vico Equense, en 1535, donde viviría gran parte de su vida. Fue el tercero de cuatro hijos, en segundo lugar para sobrevivir a la infancia. Su infancia tuvo el privilegio de que era capaz de recibir la mejor educación posible. Su padre, Nardo Antonio della Porta, había una sed de aprendizaje, un rasgo que pasaría a todos sus hijos. Se rodeó de hombres distinguidos y entretenidos de la talla de los filósofos, matemáticos, poetas y músicos.

La atmósfera de la casa,bajo una estricta orientación de su padre se parecía mucho a la de una academia. El círculo de amigos en que aprendieron era cerrado en sí mismo, estimula a los niños como tutor y mentor de los visitantes. Él tomó un interés activo en la costumbre y la adaptación de la educación de sus niños recibirían. Su educación fue muy bien redondeada, sin duda moldeo a Juan Bautista en el hombre del Renacimiento que iba a llegar a ser.

Además de ser inmenso talento, con una afinidad por las ciencias y las matemáticas, todos los hermanos fueron también muy interesados en las artes, la música en particular. A pesar de su interés ninguno de ellos poseía ningún tipo de talento para ello, lo que no impedía permitir sus progresos en el aprendizaje de la teoría.

Todos fueron aceptados en la Scuola di Pitagora, una academia muy exclusivo de los músicos. Al parecer, la imponencia de su intelecto puro fue suficiente para permitir que tres matemáticos-el tono sordo ingresaran en una escuela para la talentos de la música. La situación de la familia como un símbolo de conocimiento y crecimiento intelectual, sin duda, contribuyó a su aceptación también.

Este gran erudito tardorrenacentista, filósofo natural y astrónomo italiano. Publicó pronto una Magia naturalis; escribió una Criptología, así como un Ars reminiscendi, sobre la memoria, tema muy desarrollado en el siglo XVI. Pero se le recuerda por una obra interpretativa y detalladísima que le hizo famoso, la Fisiognomía.

Fue, por otro lado, autor de numerosos descubrimientos experimentales tales como la cámara oscura y la "linterna mágica" (también atribuida al jesuita Athanasius Kircher que le siguió en el tiempo), así como las primeras y rudimentarias ideas o propuestas sobre cómo construir un anteojo astronómico. Viajó ampliamente en Italia, Francia y España, pero siempre regresaba a su finca cerca de Nápoles, donde fue capaz de estudiar en paz. Él nunca tuvo que ganarse la vida, con la riqueza de la familia parece haber sido suficiente para permitir dedicarse al estudio.

En 1579 se trasladó a Roma y entró al servicio de Luis, cardenal d'Este, y frecuentaba la corte del duque Alfonso II d'Este en Ferrara. También vivió en Venecia durante donde trabajó para el Cardenal. De hecho fue uno de una serie de dramaturgos que trabajaban para el Cardenal, como Torquato Tasso, el mayor poeta italiano del Renacimiento tardío. Sin embargo, también llevó a cabo el trabajo científico para el Cardenal, haciendo instrumentos ópticos para él. En el trabajo fue amplio y, después de haber estudiado la refracción de refractione, optices parte (1593), que afirmaba ser el inventor del telescopio, aunque no parece haber construido uno antes Galileo.

Escribió sobre otros temas como la criptografía incluir en De furtivis literarum (1563), la mecánica y la cuadratura del círculo. Fue el primero en proponer la adición de una lente convexa de la cámara oscura. Describió una máquina de vapor en De 'spiritali (1606) y fue el primero en reconocer el efecto de calentamiento de los rayos de luz. Formó una sociedad, Accademia dei SEGRETI dedicado a debatir y estudiar la naturaleza, hacía reuniones periódicas en su casa. Esta sociedad fue cerrada por la Inquisición cerca de 1578 después de que examinó. En 1585 se unió a los jesuitas, pero su apoyo a la Iglesia católica romana, no impidió la prohibición de la Inquisición para la publicación de su obra entre 1594 y 1598.

Della Porta en el principal trabajo de Magia naturalis (1558), es en el que analiza el mundo natural alegando que puede ser manipulado por filósofos naturales a través de experiencia teórica y práctica. El trabajo discute muchos temas como demonología, el magnetismo y la cámara oscura. Publicó también Villae (1583-92), una enciclopedia agrícola y De distillatione (1609),en la que describe su trabajo en la química.

Inicios

Recibió una buena formación; a los quince años había escrito ya los tres primeros libros de su obra científica más importante: De la magia natural. Poseyó un singular y amplio talento y se interesó por la óptica, la hidráulica, las matemáticas, la astronomía, la fisiognomonía, la agricultura, la criptografía, la mnemotécnica, la quiromancia, la meteorología y el teatro.
Situado siempre entre la ciencia y la magia o la fe y la superstición, fue uno de los autores que más contribuyeron a la formación del pensamiento científico moderno en la época de la Contrarreforma. Su obra De la magia natural (1558) le dio fama europea y es el mejor reflejo de su personalidad. Al ingenuo fervor con que participó en la búsqueda de la piedra filosofal y al ambiente de prodigio en que a veces gustó envolver sus descubrimientos, se oponen el rigor de sus investigaciones y la importancia de algunas de sus conclusiones.

Se le debe la invención de la cámara oscura; en su Fisiognómica, Lavater le cuenta entre sus precursores, y Kepler y otros le atribuyen cierta prioridad en la construcción de los telescopios. Viajó por Italia, Francia y España, y fue acusado repetidamente de brujería por la Inquisición. En 1610 ingresó en la Academia de los Lincei.

Los últimos años de su vida estuvieron singularmente dedicados al teatro y a estudios sobre la atmósfera. Se le atribuyen veintinueve comedias, de las cuales se conservan catorce, notables por el realismo de las situaciones y ciertas audacias y exuberancias de lenguaje que anuncian el teatro barroco; entre ellas cabe citar Cintia, El astrólogo, La Chiappinaria, El moro, Olimpia y Los dos hermanos rivales. Junto a tales obras figuran la tragicomedia Penélope y una tragedia inspirada en la vida de San Jorge.

Obras

Tenía 28 años cuando, en 1563, escribió el libro que le dió gran renombre como criptólogo.

De furtivis literarum notis-vulgo de ziferis

Está compuesto por cuatro volúmenes que tratan, respectivamente, de cifras de la antiguedad, de cifras modernas, del criptoanálisis y de las características lingüísticas que facilitan el descifrado. La obra representa la suma de los conocimientos criptológicos de la época. Recapitula los procedimientos clásicos de sus predecesores, sin embargo no se abstiene de críticas: el venerable alfabeto de Parc no es utilizado, escribe él con menosprecio, al no ser "por principiantes, mujeres y niños".

Porta clasifica los procedimientos en tres categorías: el cambio de la orden de las letras (transposición), de sus formas (sustitución por símbolos) y de su valor (sustitución por un alfabeto criptográfico). A pesar de ser resumido, este es el primer ejemplo de la división de los procedimientos, actualmente clásica, en dos principios: transposición y sustitución. Si Della Porta no creó ningún otro procedimiento de sustitución polialfabética, en compensación garantizó el futuro de la criptoanálisis al compilar los métodos clásicos señalados por Alberti, Bellaso y Trithemius.

Sin duda alguna, él es el primer autor europeo (sin embargo mucho después de Al-Kindi) en proponer una solución del descifrado para la sustitución monoalfabética sin la división de palabras. Della Porta igualmente innovó con el método de palabra probable, lo que consiste en presuponer las palabras claras afínes de encontrar en el texto cifrado las palabras correspondientes.

De la magia natural

El tratado en cuatro libros De la magia natural, publicado en Nápoles en 1558, es una obra extraña, mezcla de prácticas de magia y de ensayos científicos, la cual fue definida en 1589. En ella se encuentran reunidas, mezcladas con interesantes observaciones experimentales, recetas para dar color rosado al rostro, para tener hijos hermosos o para producir melocotones sin hueso, y descripciones de monstruos como el dragón volante. El autor detalla importantes observaciones sobre los espejos llamados ustorios, es decir, curvos.
En la edición de 1589, además de hablar de una especie de linterna mágica, describe el efecto de las lentes, afirmando que con lentes cóncavas se ven los objetos más pequeños pero nítidos, y con las lentes convexas se aumenta el tamaño de los objetos, si bien aparecen borrosos: así, pues, combinando lentes cóncavas y convexas, se verán nítidas y mayores tanto las cosas próximas como las lejanas.

Esta comprobación permite suponer que con anterioridad a Galileo, consiguió Giambattista della Porta construir un anteojo de larga vista, con ocular divergente. Sin embargo, autores como Giambattista de Nelli sostienen, con razón, que Giambattista della Porta conoció las lentes compuestas pero sin llegar nunca a construir ni a imaginar un verdadero catalejo.

De temas afines a este último se ocupó también el autor en los nueve libros que forman su obra De la refracción óptica, publicada en Nápoles en 1593.

  • El primer libro trata del fenómeno de la refracción a través de superficies planas y de la refracción atmosférica;
  • el segundo estudia la refracción a través de la "pila cristalina" o esfera de cristal, y también a través de una semiesfera de cristal (considerada en su sección principal);
  • sigue luego un grupo de cinco libros dedicados a la estructura y al funcionamiento del ojo, así como el mecanismo de la visión.
  • Finalmente, el octavo trata de las lentes y
  • el noveno se ocupa del arco iris y de los colores producidos por refracción.

Este tratado representa una etapa muy importante de la historia de la ciencia, pues aunque el contenido de los siete primeros libros y del noveno sea un compendio de los conocimientos ópticos de la época, por todos ellos se encuentra difundido un criterio crítico e innovador que no era corriente en el siglo XVI.

Della Porta puso así de relieve las deficiencias teóricas y los puntos débiles que los seguidores de las ideas de la época se creían obligados a dejar en la sombra; por ejemplo, proclama abiertamente que, en materia de refracción, el estudio puede explicar muchas cosas todavía poco claras y eliminar muchos errores.

Libro octavo, "De las lentes"

El interés mayor está constituido por el libro octavo, "De las lentes". Es el primer estudio en que se intenta una teoría de las lentes. De hecho, las lentes, aplicadas desde el siglo XIII para corregir la visión de los présbites, permanecían voluntariamente ignoradas en el ambiente científico; no se encuentra la menor referencia a ellas hasta que el propio Giambattista della Porta las aludió de paso en la edición de 1589 de De la magia natural, y sólo ahora trata de sentar una teoría, partiendo de los conocimientos que se tenían de la "pila cristalina".

La ordenación seguida por Giambattista della Porta es la actual; primero se consideran las lentes convergentes, luego las divergentes; para cada grupo se estudia el comportamiento sobre su eje, luego fuera del eje, y, por último, sus aplicaciones, tales como el encender fuego con la radiación solar y la corrección de la vista. Aunque la demostración no sea aún rigurosa, es cierto que Kepler partió de la obra de Giambattista della Porta para establecer las bases de la óptica geométrica moderna.

Fue el inventor del primer sistema literal de llave doble, o sea, la primera cifra en la cual el alfabeto cifrante muda cada letra. Este sistema polialfabético era extremadamente robusto para la época, de modo que muchos consideran a Della Porta como el "Padre de la criptografía moderna", inventó su sistema en 1563 y esta cifra fue utilizada con éxito por más de tres siglos.

Giambattista y el telescopio

Su aportación a la invención del telescopio quedó hasta cierto punto mejor clarificada cuando se encontró su obra Del telescopio; considerada perdida, fue hallada en un manuscrito original inédito de la Academia Nacional de los Lincei. La aparición del anteojo, a la que la obra de Giambattista della Porta no dejó de contribuir, aunque involuntariamente; la publicación del Pralipomena ad Vitellionem de Johannes Kepler, que en 1604 revolucionó las ideas sobre el mecanismo de la visión; la intervención de Galileo Galilei, que en 1609 conmovió al mundo con los maravillosos descubrimientos astronómicos hechos con el anteojo; y, por último, la teoría que sobre este instrumento dio Kepler en 1611 en su Dióptrica, constituyen las rápidas etapas de una revolución científica de gran estilo de la que nació la óptica geométrica moderna, en tanto que la óptica clásica, aunque bimilenaria, pasaba del campo de la ciencia al de la historia.

Dela Porta, que en todo esto tuvo una acción promotora de primer orden, fue finalmente superado por la ola de progresos. No comprendió la obra de Kepler, ni tampoco el anteojo; aun pretendiendo ser su inventor, lo califica de "una casualidad". Pero cuando el mundo científico, tras de una inútil y general oposición, cedió frente a la resistencia inflexible de Galileo, y reconoció la potencia y el valor del nuevo instrumento, Giambattista della Porta se propuso dar su teoría. Trabajó en ello cuatro años (1611-1615), pero la muerte le llamó antes de que pudiera dar fin a su tentativa.

Las cartas en las que había fijado sus ideas fueron recogidas y, después de algunas vicisitudes, hallaron asilo en la Biblioteca de la Academia de los Lincei. El editor Zanneto habla incluido en un catálogo de libros de próxima publicación una obra de Giambattista della Porta, con el título Del telescopio, obra que nunca fue publicada y cuyo manuscrito se creyó perdido.

Fue G. Gabrielle, bibliotecario de los Lincei, quien en el curso de sus investigaciones sobre los primeros académicos examinó este manuscrito, hallando precisamente en él un capítulo titulado Del telescopio. Consciente de la importancia histórica del descubrimiento, se procuró la colaboración de V. Ronchi para interpretar el texto. La transcripción, muy difícil, hecha por María A. Naldoni, ha mostrado que las primeras treinta cartas son el original de otra obra de Giambattista della Porta, publicada con el título de Elementorum curvilineorum; y las otras ciento veinte, que tantas son las del códice, contienen la tentativa de Giambattista de explicar la teoría del anteojo, partiendo de los principios utilizados veinte años antes en De la refracción óptica para las lentes simples.

Aunque el material examinado está muy lejos de haber resultado definitivo, ha sido posible reconstruir el plan general de la obra y sus subdivisiones; ha sido también posible establecer que la tentativa del autor, seguramente por contar ya más de ochenta años, y estar cargado de achaques y agotado, tenía que llevarle al fracaso. En conjunto, de las distintas versiones de un mismo capítulo contenidas en las cartas, resulta claro que también él tenía esta sensación, y ello debió amargarle mucho sus últimos años, pues Stelliola refiere haberle oído decir con desfallecimiento, poco antes de caer en el lecho de muerte, "que la empresa del telescopio le había vuelto loco..., pues era la más difícil y ardua de cuantas había emprendido".

Muerte

Fallece el 4 de febrero de 1615, enfrascado en escribir y comprender lo relacionado con la teoría del telescopio.

Fuentes