Glosofobia


Glosofobia
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Miedo de hablar en público.
Clasificación:Fobia

Glosofobia. Es el miedo de hablar en público. La palabra glosofobia proviene del griego glossa, es decir, la lengua, y fobos, miedo o temor.

Síntomas

Algunos síntomas son: Ansiedad intensa, o simplemente la idea de tener que comunicarse verbalmente con cualquier grupo Evitar eventos donde las personas asistentes centren su atención sobre esta persona Físicos, náuseas, o sensación de pánico en estas circunstancias.

Los síntomas más específicos de expresión ansiedad pueden agruparse en tres categorías: física, verbal y no verbal. Los síntomas físicos resultantes del Sistema Nervioso Autónomo responden a la situación con una reacción de "lucha o huida". Estos síntomas incluyen oído agudo, aumento de la frecuencia cardíaca, aumento de la presión arterial, pupilas dilatadas, el aumento de la sudoración, aumento de la ingesta de oxígeno, rigidez de cuello / parte superior de los músculos de la espalda y sequedad de boca. Los síntomas son verbales, pero no se limitan a una voz tensa, un temblor de voz, y la repetición de "Umms" y "Ahhs" que tienden a una comodidad ansiosa en el orador. Una forma de expresión disfuncional ansiosa durante el discurso, en el que la intensidad de la reacción "lucha o huida" impide el desempeño del individuo de manera eficaz. Muchas personas aseguran tener estrés inducido por trastornos del habla que sólo se presenta durante el discurso público. Algunos glosofóbicos han podido bailar o actuar en público, siempre y cuando no tienen que hablar, hablar (como en un juego), o incluso cantar, siempre y cuando no vean al público.

La idea de hablar en público puede ser verdaderamente aterrorizante para muchas personas. Las manos empiezan a sudar, el corazón se desboca, unos extraños escalofríos recorren todo el cuerpo y la parálisis domina hasta la voz. En resumen: un desastre, en el sentido más extenso del término, pero todo no tiene por qué continuar así.

Tampoco yo me siento 100% confiada cada vez que debo enfrentarme a un nuevo auditorio; sin embargo, esas mariposillas en el estómago me hacen recordar que estoy viva e incluso me impulsan a estar más alerta, más consciente e inmersa en la situación, me ayudan a estar plenamente presente. Así, a la larga, todo es cuestión de cómo se asumen esos síntomas fisiológicos y cómo se prevee el próximo paso.Pero antes de introducirnos de lleno en algunas estrategias psicológicas para controlar el miedo a hablar en público; es imprescindible determinar a qué cosa, específicamente, le tememos.

Miedo a hablar publicamente

Usualmente el miedo a hablar en público proviene

  • El temor a quedarse en blanco.
  • La creencia de que las personas que te escuchan pensarán que eres tonto o no eres suficientemente capaz.
  • El miedo a ponerse nervioso de forma que el discurso sea ininteligible y falto de lógica.
  • El miedo a cometer errores.
  • El pánico ante la respuesta de la audiencia que se sustenta en la idea de que ésta no aceptará los presupuestos que estamos transmitiendo.

Categorías

Así, podrás percatarte que estos miedos pueden resumirse en dos grandes macro categorías:

  1. El fallo en la presentación, relacionado con el temor a que nosotros mismos cometamos un error que de al traste con la calidad del discurso o la presentación.
  2. El fallo en la respuesta, referido al temor de que la audiencia no responda positivamente ante el mensaje que le estamos hacienda llegar.

Sea de una forma u otra, la base siempre es la misma: la inseguridad. Para controlar el miedo a fallar en la presentación, la técnica del anclaje suele ser muy efectiva. Esta técnica, asumida como un recurso de la Programación Neurolinguística, realmente sienta sus bases en la terapia conductual y en el establecimiento de reflejos condicionados. Su principal objetivo se centra en propiciar los sentimientos de seguridad antes y durante la presentación oral a través de la conexión de diferentes experiencias.

Técnicas de anclaje

  1. Los pasos de la técnica del anclaje son muy sencillos
  2. Traer a la mente una experiencia en la cual nos sentíamos seguros y confiados, intentando hacerla lo más vívida posible a partir del recuerdo de los detalles y las sensaciones que experimentábamos.
  3. Crear el anclaje o activar el disparador. En este punto debemos elegir un gesto que pueda pasar desapercibido para las demás personas como puede ser cerrar el puño o unir el dedo índice y el pulgar.
  4. Repetir el paso uno y dos pero con recuerdos diferentes que evoquen situaciones donde nos sentíamos confiados y seguros.
  5. Evaluar el anclaje. Se trata simplemente de realizar el gesto ante una situación que nos atemoriza y verificar en qué grado este gesto es capaz de calmarnos y brindarnos la seguridad necesaria para seguir adelante con la tarea. Como puede presuponerse, el anclaje no se logra de un momento a otro, por lo cual es necesario practicar varias veces.

De la misma manera, otros tips para controlar el miedo a hablar en público se centran en la repetición. Hacer el discurso delante de una supuesta audiencia o pedirle a los amigos o familiares que nos escuchen.

Por supuesto, estas estrategias no evitan del todo el hecho de que en la misma medida en que se vaya acercando el día del discurso la tensión o nerviosismo vaya en aumento. En este caso es imprescindible cambiar nuestra percepción sobre lo que experimentamos. Las mariposillas en el estómago son simplemente una señal física que nos adelanta que estamos preparándonos para una actividad, un resultado de la producción de adrenalina que puede utilizarse lo mismo para incrementar nuestro nivel de alerta que para asustarnos y hacernos huir en el sentido contrario. Todo depende de nuestra perspectiva.

Causas

El origen de las causas de la glosofobia, algunas veces desconocidas, pueden ser atribuidas a: Uno o múltiples incidentes traumáticos, generalmente experimentados personalmente, pero a veces asociados con alguien, o una lenta acumulación de evitar hablar en público con el tiempo hasta transformarse en una forma más grave de glosofobia o una serie de creencias formadas tempranamente en la vida, algunas de las cuales tienen que ver con hablar (ejemplo, Lo que tengo que decir no es importante) y algunas de las cuales tienen que ver con la competencia y el fracaso (por ejemplo, voy a ser rechazado, no soy capaz).

Las causas de esta ansiedad, pensamientos autodestructores que provocan situaciones de ansiedad-. Los pensamientos autodestructivas son pensamientos en los que el orador tiene imágenes de sí mismo, piensa que todo debe ser perfecto, y desea de completar su aprobación. Las situaciones que provocan ansiedad son las que tienen gran importancia para el orador, las situaciones en las que él es el centro de atención y situaciones en las que el orador está en la situación de subordinado a la audiencia.

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Referencias

  • Rothwell, J. Dan. In The Company of Others: An Introduction to Communication. New York: McGraw Hill, 2004.