Hierba de ajo
| ||||||||||
Hierba del ajo (aliaria alliaria officinalis). La planta entera, rica en isosulfocionato de alilo, se emplea de forma tópica y tiene propiedades vulnerarias, antipútrida y estimulante de los tejidos; de forma interna se comporta como antiescorbútica, diurética y vermífuga
Descripción
Planta herbácea de 30 a 90 cm de altura, de la familia de las Crucíferas. Su aspecto es similar al de la mostaza. Sus flores son blancas, y se agrupan en un racimo terminal. Posee un aroma muy similar al del ajo, y comparte con él algunas de sus nobles virtudes. Se recomienda utilizar la planta fresca, poco tiempo después de haber sido arrancada, pues pierde propiedades al secarse. Algunos añaden a la ensalada sus brotes tiernos de primavera, lo que le comunica un sabor estimulante
Partes utilizadas
- La planta entera fresca, sin la raíz.
Propiedades e indicaciones
- Toda la planta contiene glucósidos sulfurados similares a los del ajo, además de sinigrina glucósido presente también en la mostaza .
- Aceites esenciales: Tiene propiedades diuréticas, estimulantes y antisépticas. Resulta útil en los siguientes casos
- Astenia y fatiga primaverales: Muy apropiada para hacer una cura depurativa. Conviene especialmente a obesos, gotosos, artríticos e hipertensos.
- Heridas tórpidas y úlceras de la piel:Después de lavarlas con jugo fresco de aliaria, cicatrizan más rápidamente, por la acción revitalizante y desinfectante de la planta. Después de lavar la herida, para reforzar el efecto cicatrizante, se puede colocar sobre ella una compresa o apósito empapado en el mismo líquido (agua con jugo fresco de aliaria)
Uso
- La mejor forma de aprovechar al máximo las virtudes de la aliaria, es obteniendo su jugo fresco; para ello se machaca en un mortero, y se exprime en un lienzo de algodón, o de manera más rápida, mediante una licuadora; tomar 2 cucharadas de jugo después de cada comida.
- Externamente, las heridas y úlceras de la piel se lavan con agua hervida, a la que se le añaden un par de cucharadas de jugo fresco por cada vaso. Después de lavada la herida se coloca encima un paño de algodón empapado en esa misma agua con jugo fresco.
