Hipoplasia uterina

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Hipoplasia uterina. Malformación uterina que consiste en el desarrollo insuficiente del órgano reproductor encargado de gestar, el útero.

Tipos de útero hipoplàsico

Las medidas aproximadas del útero normal en una mujer adulta son de 7 cm x 5 cm x 3 cm, aunque existen variaciones si la mujer ya ha dado a luz. La patología de la matriz infantil será más o menos grave en función del momento en que el útero dejó de crecer y de sus medidas. Podemos diferenciar los siguientes tipos. Útero fetal también llamado hipoplasia embrionaria donde el crecimiento del útero se detiene justo después del nacimiento y, por tanto, sus medidas no alcanzan los 4 cm. Las mujeres con úteros tan pequeños presentan amenorrea e infertilidad, ya que no serán capaces de mantener una gestación y Útero infantil o adolescente donde el crecimiento del útero se detiene en la infancia y puede llegar a medir unos 5 cm. En este caso, sí es posible concebir, pero el embarazo será considerado de alto riesgo por la alta probabilidad de aborto y parto prematuro.

Causas

El escaso desarrollo del útero y su falta de madurez pueden tener varias causas, aunque las más comunes son la desnutrición infantil y las malformaciones fetales. También existen otras no tan comunes como la desnutrición a lo largo de la vida de la mujer, malformación del feto en el vientre materno, antecedentes familiares, abortos espontáneos que deforman el útero, infecciones, tóxicos o traumatismos en el útero, tumores del hipotálamo o hipófisis, o incluso de los ovarios, grandes esfuerzos a una edad temprana: niñas deportistas, enfermedades infecciosas crónicas y alcohol, tabaco y otras drogas.

Diagnóstico

Cuando una mujer llega a la pubertad, sobre los 11-13 años, sus órganos reproductores alcanzan la madurez y comienzan a funcionar. En este momento, aparecen los caracteres sexuales secundarios, entre ellos la primera menstruación (menarquia). En caso de no aparecer el sangrado menstrual característico en las niñas adolescentes o si éste llega de forma tardía, sobre los 16 años, es posible que exista alguna alteración en el sistema reproductor o endocrino. En la primera visita ginecológica, se tomarán las medidas del útero mediante ecografía, además de un análisis hormonal. Con ambos resultados, se puede diagnosticar si una mujer presenta un útero infantil o inmaduro. En otros casos, la hipoplasia uterina se descubre más tarde, cuando la mujer no es capaz de concebir o presenta abortos recurrentes. El ginecólogo también puede valorar la posibilidad de hacer una histeroscopia con el fin de observar el interior uterino y hacer un diagnóstico más concluyente.


Posibilidad de embarazo

La posibilidad de conseguir un embarazo a término va a depender, en primer lugar, de las dimensiones del útero y, por otra parte, del grado de madurez de los tejidos uterinos. En principio, la funcionalidad de los tejidos uterinos puede conseguirse con el tratamiento hormonal adecuado, a base de estrógenos y progesterona. De esta manera, se consigue el crecimiento y la maduración del endometrio (capa interior del útero). Sin embargo, aunque se consiga la gestación de forma natural con o sin tratamiento hormonal, este embarazo se considera de alto riesgo debido al poco espacio de la cavidad uterina para permitir el crecimiento del bebé.

Tratamiento

Aunque las técnicas quirúrgicas que se han probado para intentar ampliar la cavidad no han obtenido resultados satisfactorios, en algunas pacientes, el tratamiento hormonal con estrógenos y progesterona si resulta ser beneficioso dado que consiguen mejorar el funcionamiento del útero. Las recomendaciones para aquellas pacientes que presentan esta condición uterina, son: guardar reposo relativo y hacer seguimiento estrecho durante todo el embarazo por parte de su obstetra.

Consecuencias

Los síntomas y consecuencias de tener una matriz infantil van a depender del grado de hipoplasia y del tamaño que haya conseguido. Es posible que la mujer no llegue a tener nunca la menstruación o, en caso de tenerla, que ésta sea escasa y dolorosa. Por otra parte, el hecho de tener un útero pequeño durante el embarazo puede dar lugar a complicaciones que impliquen tener un aborto, una muerte fetal intrauterina o un parto muy prematuro.

Fuentes