Historia del equipo de béisbol Los Ripiaos de Taguasco

Historia del equipo de béisbol Los Ripiaos de Taguasco.
Información sobre la plantilla
Otros nombres:béisbol
Miembros por equipo:Los Ripiaos de Taguasco
Olímpico:Si

Historia del equipo de béisbol Los Ripiaos de Taguasco.Triunfando la Revolución, Fidel Castro Ruz, proclama el deporte como derecho del pueblo, donde Taguasco que no quedó al margen de este acontecimiento nacional, creó distintas novenas de forma desorganizada, se formó el Equipo Los Ripiaos, símbolo del deporte en el territorio y objeto de estudio de esta investigación.

Inicios en Taguasco del Béisbol

Existían tres novenas en Taguasco: Los Limpios, Ojo de Agua La Juventud Social patrocinada por la Colonia Española, se quería desarrollar un campeonato recreativo para el pueblo, pero era necesario crear un cuarto equipo, ya que sin este, un equipo se quedaría sin jugar los fines de semana. Se organizaron, un grupo de trabajadores amantes del béisbol, y deciden realizar los seis juegos del campeonato, integrados por macheteros, camioneros, electricistas, obreros agrícolas y campesinos de los que dependía el sustento de sus familias, contando con los domingos como único día de descanso. Debido a la situación del país no se contaba con los recursos necesarios para jugar, teniendo que acudir a instrumentos confeccionados por ellos mismos, no existían guantes, bates, caretas, petos, chingalas, ni trajes y cada uno jugaría con el vestuario que tenía. Dicha situación origina una gama de trajes diferentes que les otorgó el calificativo de ripieros, nombre que se origina desde el primer encuentro por los aficionados que presenciaron el juego: Basilio (El jorobao) y José María, ambos pobladores del territorio.

Miembros del equipo:

  • Pablo Sánchez Laureiro, alias el Gallego, receptor, director y cuarto bate, trabajador de la eléctrica.
  • Pablo Fernández, alias Kiki el Gallego, primera base y quinto en el orden al bate, camionero particular.
  • Antonio Pérez, tercera base, séptimo al bate y tractorista.
  • Adelicio Alfonso Ramírez, alias Canchila, segunda base, primer bate, trabajador cañero.
  • Cusito León, sexto puesto al bate y jugaba el campo corto, trabajador particular.
  • Wilfredo Hernández, alias Ferito, jardinero izquierdo, tercer bate, campesino, el más joven del equipo y actualmente árbitro nacional e internacional del béisbol.
  • Armando Cruz, jardinero derecho, segundo al bate y machetero.
  • Mario Suarez, jardinero central y octavo bate, trabajador cañero.
  • Felo Abreu, lanzador, noveno bate, sitiero.
  • Orestes Noguera, lanzador, noveno bate, quitrinero.
  • Alfredo Palacio, torpedero de cambio, sexto bate y mecánico.

Al terminar el campeonato pactado a doble juego con cada equipo, en terrenos de un potrero colindante con el cementerio viejo, Los Ripiaos vencieron en los seis encuentros, posteriormente se desintegran conformando el equipo Los Ripiaos. Este se nutre con los mejores jugadores de Los Ripiaos y del resto de los equipos que participaron en el campeonato, teniendo su génesis por iniciativa de aficionados y en especial del activista Santiago Hernández, alias Tano.

Quedando conformado por:

  • Pablo Sánchez Laureiro
  • Antonio Pérez
  • Wilfredo Hernández
  • Armando Cruz Lazo
  • Mario Suárez
  • Víctor Manuel Martín, alias Tito, segunda base, primer bateador y trabajador bancario.
  • Israel Lazo Chirino, alias Ranguelo, del sexto al octavo turno al bate, defendía la tercera base y trabajador cañero.
  • Iván Lazo Chirino, alias Toti, lanzador, primera base, trabajador cañero e integró la preselección del Equipo Central.
  • Armando Fonticiella, jardinero y lanzador, tabaquero.
  • Ibraín Martín Hernández, jardinero central, tercero o cuarto en el orden al bate, integró el equipo Las Villas y Azucareros, mecánico.
  • Rafael Enrique Meneses Carbonell, alias Rafas, segunda base, campo corto y estudiante universitario.
  • Aniano Pernut, lanzador, integrante del equipo Las Villas y trabajador azucarero.
  • Fredessindo Cabrera Morera, alias Vindo, torpedero, tercer bate, integró preselección al Equipo Central.
  • Luis Zuluaga, alias Pitilla, primera base y comerciante.
  • Humberto Blanco, alias Coca, receptor.
  • Agapito Díaz, director, jugaba todas las posiciones, en 1961 integró la primera preselección del equipo Cuba quedando excluido por haber firmado como boxeador profesional, desempeñándose como árbitro nacional e internacional de béisbol, trabajador gastronómico.
  • Isbel Lazo Chirino, lanzador y trabajador cañero.
  • Eradio Fernández, lanzador y pequeño agricultor.
  • Emilio Linares, alias Millo, lanzador y segunda base, mecánico operador.
  • Mateo Hernández, lanzador y campesino.
  • Aleido Pérez, jardinero y campesino.

Invitados como refuerzos en algunos juegos.

  • Jesús Oviedo, alias Nini, primera base, receptor y fue el único del territorio que participó en la primera serie nacional.
  • Félix González, lanzador zurdo.
  • Bartolo Aparicio, receptor.
  • Delvis Díaz, alias Volador, jardinero.
  • José Antonio Huelga, en el inicio de su carrera, lanzador.
  • Fidel Rangel, lanzador, integró el equipo de Ciego de Ávila.
  • Carlos Carbonell Jiménez.
  • Juan Pérez Pérez, alias Villanueva, jugador de cambio.
  • Guillermo Cañizares, lanzador.
  • Nene Linares, lanzador.

El béisbol taguasquense inicia una de sus etapas mas proliferas desde el surgimiento de Los Ripiaos, desarrollando sistemáticamente, enfrentamientos dominicales, convirtiéndose en importantes acontecimientos deportivos, culturales y recreativos con la participación masiva de los aficionados que entusiasmados por el pasatiempo nacional asumieron el protagonismo del primer estadio de la localidad. Se enfrentaban a equipos de gran calidad entre los que se destacan: Caibarién, Camajuaní, Ciego de Ávila, Marroquín, Camagüey, Matanzas y de la Capital entre otros, estos juegos los organizaba su representante, transportados por la contribución desinteresada de los camioneros a peloteros y fanáticos que apoyaban a su equipo en todos sus actuaciones. Esta contribución propició el germen del activismo deportivo, en estos momentos, ya el Gobierno Revolucionario asume algunos, pero es digno de destacar el aporte monetario de los aficionados taguasquenses para ayudar a sufragar los gastos que se originaban al atender a los visitantes y al equipo local, incluyendo alimentos, implementos deportivos, etc. Varios aficionados y jugadores, en reiteradas ocasiones apoyaban las tareas laborales: corte y alza de caña a mano, al tabaco entre otras actividades agrícolas para que los jugadores pudieran participar en el encuentro dominical, demostrando así el amor y la pasión por el béisbol. La falta de implementos deportivos dificultaba el desarrollo de aquellos emocionantes encuentros, la preparación física de aquellos peloteros la alcanzaban a través de sus propias labores, no existía la licencia deportiva, pero la calidad y la fortaleza de estos hombres era impresionante. La fiebre beisbolera se convierte en un espectáculo cultural y es justo destacar a un aficionado que hacia la función de narrador local llamado Ángel Pérez Ortíz, alias Cuco, ocasionando protestas en varios momentos por que el fanatismo de su equipo lo llevaba a alertar jugadas como el robo de bases, corredores adelantados, en múltiples juegos. Ángel se encargaba de llevar las estadísticas y anotaciones que desafortunadamente no se han podido encontrar al término de esta investigación, pero si se cuenta con algunas anécdotas dignas de destacar.

Anécdotas contadas por jugadores y aficionados.

  • Primer juego nocturno en Morón, fueron apabullados por los contrarios, no estaban adaptados a la iluminación, se cometen muchos errores, la noche siguiente se desquitaron la derrota.
  • Al regreso de Modesto Verdura de los Panamericanos, de Brasil, del 63, se enfrenta a Los Ripiaos y el receptor Gallego al aparecerse a batear toma el bate de revés, le regala dos strike y le advierte que si le daba un bolazo se tenia que fajar con él y en el próximo lanzamiento le conectó doble contra la cerca en el Victoria de Girón de Sancti-Spíritus.
  • El receptor Gallego huachaba con una careta construida por él, de alambre, y en ocasiones lo hizo sin ella, demostraba excelente maestría, bloqueaba a los corredores y poseía una fortaleza física natural.

La emoción vivida al desarrollarse estos juegos y la afición numerosa integrada por mujeres, niños, esposas, seguidores de este deporte, motivo a la participación del pueblo, de la localidad a la construcción del Estadio hoy Julio Antonio Mella, que en aquel entonces la ubicación de las bases no es la actual.

Fuente

  • Centro de investigación de informática del deporte (CINID).
  • Encarta 2006, Biblioteca de consulta.
  • Encuestas y entrevistas a exjugadores y aficionados.
  • Multimedia todo de Cuba