Hugo Martínez Escobar

Hugo Martínez Escobar
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Nacimiento15 de enero de 1923
Medellín, Antioquia, Bandera de Colombia Colombia
ResidenciaBogotá
NacionalidadColombiano
CiudadaníaColombiana
EducaciónEscuela de Bellas Artes de Bogotá
OcupaciónEscultor
PremiosMedalla de oro en el X Salón Nacional de Artistas de Colombia, de 1957

Hugo Martínez Escobar. Se le considera como el primer escultor geométrico abstracto de Colombia y uno de los impulsores del abstraccionismo en Colombia al lado de los maestros Edgar Negret y Eduardo Ramírez Villamizar.

Síntesis biográfica

Hugo Martínez Escobar hizo sus primeros estudios en su ciudad natal Medellín, Antioquia, y a finales de la década de 1932 fue trasladado por sus padres a la Capital colombiana, donde inició sus estudios estéticos en la Escuela de Bellas Artes de Bogotá, que por entonces dirigía el maestro José Domingo Rodríguez.

Obra y trayectoria

En palabras del arquitecto y curador de arte Fernando Rodríguez Morales, al maestro Hugo Martínez:

[...]el país le debe el reconocimiento de ser el primer escultor geométrico abstracto, con su obra "Forma Mística[...]

En el año de 1945 participó por primera vez en un concurso de envergadura, el VI Salón Anual de Artistas Colombianos con un "Busto". En el certamen del año siguiente presentó dos esculturas: Serenidad y Esfuerzo.

En abril de 1947 presenta una Cabeza de Cielo Walker en el 3 Salón de Artistas Nacionales. En diciembre de 1948 presenta algunas de sus obras recientes al lado de cinco pintores, Jaime Lopez Correa, Gustavo Valcarcel, Lola Fernandez Caballero, Miguel Arango, Jaime Valencia, en el "Salón de los 6" en el Museo Nacional. Casi un año después, en noviembre de 1949, participará en el Salón Nacional de Arte Moderno.

En 1951 contrajo matrimonio con la pintora Gisela Ballesteros y se radican en Bogotá, donde inicia el tallado de esculturas en las cuales el volumen desempeña un papel preponderante, con fuerte influencia de los escultores Ernest Barlach y Henry Moore, para plasmar la protesta del artista ante la violencia que asolaba al país. Una de esas tallas en madera, La Huida, será presentada al lado de Plegaria en el IX Salón de Artistas Colombianos, inaugurado el 7 de agosto de 1952. Estas dos esculturas y una "Cabeza" serán presentadas de nuevo en la Exposición Colectiva para conmemorar las Fiestas Patrias el 20 de julio de 1953.

El historiador Hermes Tovar Pinzón describe así esta obra: La Huida"

[...] representa la soledad de una madre con su hijo en brazos que marcha sostenida en los volúmenes de sus pisadas inciertas. Miles de familias iban y venían por los caminos del Tolima y de otras regiones de Colombia buscando un refugio.

1955 fue un año de intensa actividad artística en el país y el maestro Martínez Escobar no fue ajeno a ella: varios de sus trabajos fueron expuestos en la exposición colectiva que con el nombre de "Artes Plásticas en la Arquitectura", organizara la Sociedad Colombiana de Arquitectos. El 2 de septiembre del mismo año, su obra fue expuesta con la del escultor Eduardo Ramírez Villamizar en el "Salón de Pintura Contemporánea" y en diciembre de ese mismo año se hizo presente en la Exposición de la II Feria Internacional de Bogotá.

Para el X Salón Nacional de Artistas de Colombia, de 1957, se hizo presente con dos esculturas y un paisaje al óleo. Por "Forma mística", escultura en yeso, le fue otorgada una medalla de oro, en tanto que su escultura en granito "Reposo" recibió los elogios de la crítica.

Ese mismo año crea Ondina, escultura geométrica que representa a una diosa del agua recostada, en actitud meditativa, estrechamente vinculada con "Reposo". Esta escultura en granito blanco y verde (71 x 31 x 38 cm) fue adquirida por el Banco de la República (registro AP0004)

En el XII Salón de Artistas Colombianos, de 1959, participó con "Cabeza de Niño" (granito) y Retrato (cemento pintado).

Europa

En 1960 viaja a Europa y se establece por cerca de dos años en Roma, donde hace algunos estudios de escultura y su obra recibe elogios de la crítica italiana.

Vuelta a Colombia

Regresa al país en 1962 y realiza un gran relieve de cemento bronceado con pátina verde para la Caja Colombiana de Ahorros en Bogotá. El relieve plasma aspectos de la vida agrícola colombiana. La obra subsiste en la fachada del edificio situado en la Carrera 10, Nº 20-30.

En 1963 participó en el XV Salón de Artistas Colombianos con una obra titulada Escultura, pero la crítica se ajusta a la tendencia del momento y la obra -como la de la mayoría de los artistas consagrados- es relegada. Ese mismo año es llamado a desempeñar la cátedra de escultura en la Escuela de Bellas Artes de Cúcuta. Allí inicia los planes para la elaboración de una gigantesca estatua destinada a conmemorar las luchas de los indios motilones y para el efecto se traslada a la ciudad de Sogamoso. Como escultor y diseñador en el Museo de Sogamoso dará fin, en 1969, a la estatua planeada: un indígena de casi cuatro metros de altura, en actitud de disparar el arco.

En 1968 fue entronizada su escultura Crucifijo sin cruz en la capilla del recién construido Hospital de San José. Se trata de un Cristo crucificado, de tamaño heróico, ejecutado en cemento con una gruesa pátina verde de bronce, pendiente de dos cadenas sobre el ara de la capilla. Es uno de los más acabados estudios anatómicos de la escultura latinoamericana, casi desconocido en razón de hallarse en un lugar escondido para los amantes del arte.

Entre 1966 y 1970 realizó una intensa actividad cultural como escultor y maestro colaborando con la Sociedad de Mejoras y Ornato de Sogamoso, la Biblioteca Domingo González Camargo, la incipiente Academia de Bellas Artes, etc.

Los casi cinco años de su estancia en Sogamoso dejan una huella imborrable del Maestro Martínez en la historia artística de la Ciudad del Sol: el Monumento a los héroes en el antiguo Cementerio (hoy parque de El Laguito), el Escudo de Armas de la ciudad, y varias obras para el Museo Arqueológico y Etnográfico, entre las cuales resaltan las réplicas de la estatuaria precolombina de Mongua, encargadas por el antropólogo Eliécer Silva Célis. Además de varias obras en colecciones privadas, como la estatua de Buda en la colección Montaña Barrera y la generación de artistas que en su infancia pasaron por el centro experimental de artes que estableciera con el maestro Manuel León Cuartas.

En 1970 se trasladó de nuevo a Bogotá y en su taller de la Calle del Palomar del Príncipe elaboró los relieves para el parque cementerio de los Jardines de Paz.

En la década de 1980 regresa a la escultura geométrica de máxima abstracción, destacándose sus Maternidades. Al comenzar el siglo XXI, la obra de Hugo Martínez Escobar ha llegado a la síntesis de su obra con Torso geométrico, Angustia, etc., alejándose de los grandes volúmenes para dar paso de nuevo a las estilizadas figuras con reminiscencias de su obra de los cincuenta y de Moore.

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