Infección por norovirus

Infección por Norovirus
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Son virus responsables de la mayoría de las enfermedades diarreicas que no tienen origen bacteriano

Norovirus. Son virus responsables de la mayoría de las enfermedades diarreicas que no tienen origen bacteriano. La infección por norovirus es muy común, especialmente, en niños pequeños y en ancianos. Existe un riesgo particularmente alto de infección por norovirus en instituciones cerradas (por ejemplo, en residencias de ancianos, guarderías o centros sanitarios).

Los norovirus están muy extendidos por todo el mundo. Las personas afectadas lo excretan a través de las heces y llegan hasta el cuerpo de otra persona a través de la boca (contaminación por vía fecal-oral). Después de la transmisión del norovirus, los síntomas se pueden presentar pasadas unas horas y hasta un par de días más tarde.

Los síntomas más frecuentes de la infección por norovirus son los siguientes:

La mayoría de las infecciones por norovirus suelen ser muy agudas, pero de corta duración y remiten pasados uno o dos días. No existe ningún fármaco específico para combatir a los norovirus. El tratamiento consiste en reponer las pérdidas de líquido y recuperar la energía perdida. También es aconsejable cuidarse físicamente haciendo reposo.

Para que la evolución de la infección sea favorable, es importante tomar muchos líquidos (en función de la edad y del ritmo de vida), como leche materna, leche infantil, agua mineral o infusiones sin azúcar. Los niños y los ancianos son especialmente sensibles a la deshidratación.

En los casos más severos, una infección por norovirus requiere tratamiento hospitalario, para que los pacientes reciban el líquido, los nutrientes y los electrolitos necesarios a través de nutrición parenteral o por una sonda nasogástrica (nutrición enteral).

Para prevenir la propagación de una infección por norovirus es importante llevar una higiene estricta, lo que implica, por ejemplo, un correcto lavado de manos después de cada visita al baño. No existen vacunas contra el norovirus, pero un individuo solo suele padecer la infección una vez, ya que su organismo desarrolla inmunidad.

Definición

Los norovirus son virus altamente contagiosos que suelen provocar gastroenteritis y diarrea repentina. Estos virus son los responsables de casi un tercio de las infecciones no bacterianas en niños y uno de cada dos casos de diarrea en adultos.

Enfermedad de declaración obligatoria

Si bien las gastroenteritis agudas víricas, no son consideradas enfermedades de declaración obligatoria, el Sistema de Información Microbiológica (SIM), perteneciente a la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica de cada país, permite, mediante la notificación de los laboratorios de microbiología clínica (principalmente hospitalarios), controlar los casos en los que se encuentra la presencia de norovirus en las heces.

En caso de sospecha de una infección, consistente en una diarrea aguda, solo es obligatorio reportarla en caso de que la persona afectada se dedique a una actividad perteneciente a la industria alimentaria (como la preparación de comida en un restaurante o la producción de alimentos) o si se dan, al menos, dos o más casos similares, que puedan suponer un riesgo de brote epidémico, permitiendo así detectar los casos de toxinfecciones alimentarias para prevenir su extensión.

Causas

La infección por norovirus es una de las causas más comunes dediarrea en los seres humanos. El patógeno afecta especialmente a bebés y niños pequeños, provocando diarrea aguda (gastroenteritis).

La primera manifestación del norovirus, perteneciente a la familia de los Caliciviridae, se dio en el año 1972. El término proviene del latín Calix y hace referencia a la estructura de la superficie de los virus. El grupo de los Caliciviridae se compone de cuatro tipos: dos de ellos (el norovirus y el sapovirus) pueden causar enfermedades en los seres humanos (es decir, son patógenos humanos), los otros dos afectan a los animales.

Síntomas

Los síntomas causados por la infección por norovirus suelen comenzar de forma repentina. Los primeros signos de la infección por norovirus (la diarrea severa y los vómitos) se manifiestan cuando la infección está completa. La infección por el norovirus puede causar una pérdida significativa de líquidos transcurridas pocas horas. Además, los norovirus desencadenan los siguientes síntomas:

La temperatura del cuerpo puede elevarse ligeramente (febrícula); en raras ocasiones, produce fiebre. En general, los síntomas desaparecen pasadas de 12 a 48 horas. Dependiendo de qué estado de salud tuviera el afectado antes de la infección, los síntomas pueden presentarse levemente o incluso estar totalmente ausentes.

Diagnóstico

El primer paso para diagnosticar la infección causada por un norovirus es la sospecha del afectado ante sus síntomas y un examen del historial clínico. La única manera de hacer un diagnóstico seguro de la infección es encontrar el virus, y esta detección solo es posible en laboratorios especiales.

Para confirmar el diagnóstico de una infección por norovirus, existen tres métodos de detección en las heces: detección de los componentes del virus (de la información genética viral, los ácidos nucleicos), detección de las proteínas virales, o identificar el norovirus con el microscopio electrónico. No es posible realizar un cultivo celular.

Estos sofisticados métodos de detección para realizar el diagnóstico se llevan a cabo cuando no se encuentra ninguna otra causa para los síntomas y los afectados pertenecen a grupos que conviven en instituciones cerradas, con más riesgo.

Tratamiento

Cuando la infección por norovirus no provoca síntomas demasiado graves (lo cual es frecuente), el tratamiento generalmente se lleva a cabo en casa (ambulatorio). Debido a que no hay ningún medicamento disponible específico contra los norovirus, se recomiendan las siguientes medidas para tratarlo:

  • beber mucho líquido para compensar la deshidratación (por ejemplo, agua o infusiones sin azúcar).
  • ngerir alimentos ligeros para reponer la energía perdida.
  • Guardar reposo.

La infección por norovirus suele ir acompañada de vómitos severos, por lo tanto, para paliar los síntomas es recomendable el uso de medicamentos para las náuseas y vómitos (antieméticos) previa consulta con el médico. Los antibióticos no son adecuados para tratar una infección por norovirus, ya que estos medicamentos solo funcionan contra las bacterias.

Para los bebés, niños y ancianos, una infección por norovirus puede entrañar grandes riesgos, especialmente, si padecen otra enfermedad previa. Esto se debe tener en cuenta a la hora de suministrar el tratamiento, por lo que es recomendable que sea realizado por un médico experto en estos grupos de riesgo. Los niños, por ejemplo, son mucho más sensibles a las pérdidas de líquidos asociadas con la diarrea y el vómito que los adultos. Para ellos y los ancianos, la pérdida de líquidos puede resultar peligrosa.

En el caso de que un niño o un anciano pierdan mucho líquido como resultado de la infección por norovirus y sufran riesgo de deshidratación, es necesaria una solución electrolítica especial. La Organización Mundial de la Salud denomina esta solución electrolítica con azúcar como la solución de rehidratación oral. Una solución de rehidratación oral contiene exactamente los componentes que el cuerpo necesita: los electrolitos se disuelven en el agua como la sal de mesa, el cloruro de potasio o el citrato de sodio y la dextrosa como nutriente. Si el niño es demasiado pequeño como para beber esta solución, se puede mezclar con los alimentos.

Las mezclas caseras de zumo, sal, azúcar y agua no son recomendables. Tampoco lo son la utilización de bebidas isotónicas "para deportistas", pensadas para reponer las pérdidas de líquidos producidas por una sudoración abundante, no por vómitos y diarrea, y, en consecuencia, con una composición de sales inadecuada para estos casos.

Cuando la infección es grave, el tratamiento se lleva a cabo en el hospital, donde los afectados reciben el suministro necesario de líquidos, electrolitos y nutrientes a través de una vía intravenosa o sonda nasogástrica.

Evolución

Generalmente, las enfermedades producidas por la infección por norovirus se agudizan conforme evolucionan: la infección comienza de forma repentina y, generalmente, con diarrea severa y vómitos. Pasadas pocas horas, puede producirse una pérdida de líquido significativa.

No es infrecuente que las personas afectadas requieran un tratamiento en el hospital. Es importante prestar especial atención cuando el norovirus afecta a un bebé o a un anciano que padecía previamente otra enfermedad. Las complicaciones afectan a la pérdida de líquidos y electrolitos. No obstante, la infección por norovirus solo tiene consecuencias fatales en casos muy aislados.

Prevención

La propagación de la infección por norovirus se puede evitar siguiendo unas estrictas normas de higiene. Eso implica, por ejemplo, lavarse las manos después de cada visita al baño. Los alimentos y las bebidas también se pueden contaminar de norovirus y causar infección, por lo que deben ser cocinados bien, especialmente, el pescado y el marisco.

En las instituciones cerradas, es especialmente importante tener en cuenta las medidas higiénicas para prevenir un brote de infección por norovirus: se deben usar guantes, desinfectarse las manos y limpiar el inodoro antes de usarlo. Si una persona que trabaja en un lugar público padece una infección por norovirus debe quedar exenta del trabajo. También es recomendable que los residentes infectados y los pacientes se muevan lo mínimo posible dentro de las instalaciones mediante las medidas de aislamiento de contacto.

Si se sospecha una infección por norovirus, es aconsejable enviar muestras de heces del posible afectado a un laboratorio especial. No existe una vacuna para prevenir la infección por norovirus. Una vez que se padece la infección, el individuo desarrolla la inmunidad, pero solo ante ese mismo tipo de virus inalterado.

Fuente

http://www.onmeda.es/enfermedades/infeccion_por_norovirus.html

Onmeda Internacional

Diagnóstico clínico y tratamiento de Cleveland Clinic; Wialm D. Carey; 2012; El Manual Moderno.

Manual de Diagnóstico y Terapéutica en Pediatría; j. Guerrero, J.A Ruiz, J.J Menéndez, A. Barrios; 5ª ed.; Publimed.