Insuficiencia Venosa Crónica


Insuficiencia Venosa Crónica (IVC)
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Se forma una insuficiencia venosa cuando las válvulas no cierran bien sea en las venas superficiales o en las profundas y eso quiere decir que hay aumento de la presión del daño de esa válvula.

Insuficiencia Venosa Crónica (IVC), o reflujo venoso, es la incapacidad del sistema venoso para conducir el flujo de sangre en dirección centrípeta, hacia el corazón con independencia de la posición y actividad del cuerpo. Esencialmente, la IVC se caracteriza por la existencia de reflujo o a la obstrucción del drenaje venoso o una combinación de ambas, entendiendo por reflujo la existencia de un flujo retrogrado en sentido contrario al fisiológico.

Qué son las várices y las arañas vasculares

La sangre de las piernas circula por las venas hasta el corazón, las válvulas en las venas previenen que la sangre se devuelva por efecto de la gravedad, evitando la hinchazón de las piernas y la dilatación de venas colaterales (várices). Al no funcionar las válvulas, la sangre no circula bien y las venas se dilatan progresivamente, con el tiempo se hacen visibles y palpables, con consecuencias no solo cosméticas, que incluyen cambios de coloración de la piel, hinchazón, dolor, y úlceras de difícil cicatrización y proclives a infecciones serias.

Que es la Insuficiencia Venosa Crónica

La insuficiencia venosa crónica es el cuadro clínico ocasionado por la dificultad del retorno venoso de las extremidades inferiores. La Organización Mundial de la Salud define las varices como “dilataciones de las venas que con frecuencia son tortuosas”. Cuando la sangre se estanca en las venas, sus paredes se dilatan y su estructura y función se alteran. Es más frecuente en las mujeres y tiene una mayor incidencia en obesos y personas cuya actividad profesional exige estancias prolongadas de pie. Los síntomas característicos son sensación de piernas pesadas, dolor, calambres y sensación de cansancio permanente. Se mejora con el reposo, la elevación de la extremidad y el frío.

Descripción de las venas varicosas

El reflujo venoso crónico ocurre por daños de las válvulas normales de las venas por la presencia de coágulos o trombosis venosa. El daño de las válvulas genera éstasis venoso (circulación lenta en las venas de las piernas). La permanencia de la sangre en las venas y su poca circulación produce hinchazón o edema de las piernas, que con el tiempo obscurecen la piel. Aunque la insuficiencia venosa crónica no se cura, se puede limitar con tratamiento médico evitando la aparición de úlceras, en algunos casos la cirugía o Láser endovascular es la solución.

Como reducir los riesgos

Para reducir el riesgo del desarrollo de úlceras en las piernas, se debe mejorar la circulación venosa. Hay varias maneras de hacerlo, elevando las piernas, haciendo ejercicios, y usando medias elásticas. Es recomendable perder peso. Si debe permanecer de pie o sentado por largas horas, se debe mantener movimiento en los pies, cambiar de posición y movilizar las piernas en la medida posible.

Tratamiento

Se deben realizar estudios no invasivos (ultrasonido doppler) de las venas de las piernas para evaluar el funcionalismo de las válvulas tanto en el sistema profundo como en el superficial, si el sistema superficial está incompetente (no funcionan las válvulas de la vena safena) se debe acudir al Cirujano Vascular para tratamiento endovascular o quirúrgico de la insuficiencia venosa de la safena. Al eliminar la causa de la insuficiencia venosa del sistema superficial, mejorará la circulación en el sistema venoso profundo. En los casos que existan trombosis venosa profunda, se debe utilizar anticoagulantes.

Recomendaciones

La utilización de medias de compresión es quizá la parte más importante del tratamiento puesto que, en cierto modo, ejercen la función de retorno que las venas enfermas no pueden llevar a cabo. Otros ejercicios recomendables son: Evitar el sobrepeso. Dar paseos, practicar natación, evitar fuentes de calor, refrescar las piernas con baños de agua fría, evitar el estreñimiento, evitar el uso de ropa demasiado ceñida, utilizar calzado con un tacón de 3-4 cm (evitar tacón alto y zapato plano). Elevar ligeramente los pies de la cama. Darse masajes en las piernas. Evitar la toma de anticonceptivos orales.

Fuentes