Invasión a República Dominicana

Invasión yanqui a República Dominicana
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Yanquis dom.jpg
Fecha:Del 24 de abril al 3 de septiembre de 1965
Lugar:República Dominicana
Descripción:
Conocida también como la Guerra de abril, Revolución del 65, o simplemente Revolución de abril.
País(es) involucrado(s)
Estados Unidos y República Dominicana

Invasión yanqui a República Dominicana. La Guerra Civil Dominicana, también conocida como Guerra de Abril, Revolución del 65, o simplemente Revolución de Abril tuvo lugar entre el 24 de abril y el 3 de septiembre de 1965, en Santo Domingo, República Dominicana. Es conocida por ser el más sangriento conflicto armado en el país durante el siglo XX.

República Dominicana

Durante varios años la República Dominicana fue dirigida por el dictador Rafael Leonidas Trujillo que la tenia considerada como su feudo particular y la oprimía mediante la represión y el asesinato llegando afectar hasta a miembros de la alta burguesía. Los gobiernos estadounidenses se hacían de la vista gorda ante los crímenes trujillistas al este apoyar a sus transnacionales en la explotación del pueblo dominicano.

Historia

Pero el triunfo de la revolución Cubana y la existencia de un fuerte grupo revolucionario dominicano exiliado en los países del área llevaron a Washington a pensar como cambiar a este. El atentado que por órdenes de Trujillo sufriría el presidente de Venezuela Rómulo Bentacour adelantaría la necesidad de derrocarlo pues el venezolano amenazaba con invadir a Dominicana. El 30 de mayo de 1961 un grupo de militares y burgueses le montaron una emboscada, en venganza de acciones de este contra ellos o familiares, ametrallándolo en una carretera.

El hijo del dictador, Rafael Ramfis Trujillo Jr., regresaría de París asumiendo el mando y ahogaría al país en sangre por lo que los Estados Unidos enviarían 8 barcos de guerra con 1 800 marines el 16 de noviembre y persuadió al brigadier general Pedro Rodríguez Echeverría a enfrentarse a los trujillistas. El 18 Ramfis regresaría a Francia a disfrutar de los millones depositados en los bancos de París. Los estadounidenses impondrían cómo presidente provisional el trujillista Joaquín Balaguer pero este intentaría convertir su cargo en permanente siendo obligado a renunciar a los dos meses estableciéndose un Consejo de Estado de 7 miembros.

En diciembre de 1962 ganaría las primeras elecciones democráticas el liberal Juan Bosch quien asumiría la presidencia en febrero de 1963. Este impulsaría la reforma agraria, disminuye el alquiles de las viviendas, nacionalizo algunas empresas, orientó un ambicioso plan de obras publicas, disminuyo las importaciones innecesarias, le dio incentivos a la empresa privada y atrajo la inversión extranjera en las esferas que desarrollaran al país. Respeto las libertades civiles lo que permitió al Partido Socialista Dominicano legalizarse.

Nada de esto le gustó a los Estados Unidos que cortaron la ayuda económica e instaron a los militares dominicanos de derecha quien en septiembre de 1963 le daría un Golpe de Estado al presidente acusándolo de comunista y obligándolo a exiliarse. Para cuidar las apariencias establecieron un triunvirato civil de derecha pero que era manejado desde las sombras por militares trujillistas.

Guerra civil

A las 1:30 de la tarde del sábado 24 de abril de 1965 fue organizada una revuelta militar en el "Campamento 16 de Agosto" iniciándose así la revolución militar dominicana. La noticia de la sublevación fue hecha pública por el activista político José Francisco Peña Gómez quince minutos más tarde durante su elocución radial del programa Tribuna Democrática del Partido Revolucionario Dominicano (PRD). Ese día en la mañana, el general Marco Rivera Cuesta, jefe del Estado Mayor del Ejército Nacional, se había enterado de una conspiración de 6 jóvenes oficiales para derrocar al gobierno. Rivera Cuesta apresa a los conjurados sin tener en cuenta que había otros militares involucrados. El capitán Peña Taveras, líder del movimiento de soldados del "Campamento 16 de Agosto", decidió actuar y liberar a sus compañeros. Junto a grupo de sargentos y tenientes tomaron prisionero al general Cuesta.

Después llamó por teléfono a Peña Gómez con la noticia de la sublevación. Muchas personas se lanzaron a las calles de la capital dominicana a festejar. La situación se agudizó cuando Rafael Corporal de los Santos, Tito Campuzano, Freddy Beras Goyco, Luis Armando Asunción, Mario Báez Asunción y el Lic. Nassim Hued, comandado por el Lic. Nemen Nader Rodríguez, capturaron conjuntamente con el teniente del Ejército Nacional Ramón García Germán, un sargento y un cabo al director Julio Félix Gimbernard y a los demás directivos, técnicos y locutores de Radio Santo Domingo. Estos ocuparon a las 2:00 de la tarde la emisora oficial del gobierno. La estación era en ese entonces la emisora radial con más cobertura del territorio nacional. Estos periodistas, civiles y militares rebeldes que ocuparon la radio emisora lanzaron un comunicado donde reclamaban la colocación de derrocado presidente Bosch otra vez como presidente y la restauración de la Constitución de 1963. Dos horas después, como a las 4:00 de la tarde, el "Campamento 27 de Febrero" se unía a los sublevados.

Un contingente de policía fue ordenado por el presidente del triunvirato, el doctor Donald Reíd Cabral, para arrestar a los ocupantes de la Radio Santo Domingo. Los policías fueron enfrentados a tiros por los civiles y militares rebeldes que ocupaban el lugar. A las 5:00 de la tarde un contingente del Centro de Enseñanza de las Fuerzas Armadas (CEFA) apoyado de un tanque M3 Stuart (directamente del Palacio Nacional) hace acto de presencia en la emisora. Al mando de este contingente estaba el coronel José de Jesús Morillo López. Los rebeldes fueron apresados después de un corto enfrentamiento con las tropas del CEFA. Luego es apresado José Francisco Peña Gómez entre otros líderes del PRD. Todos ellos fueron llevados por el coronel Morillo al Palacio de la Policía Nacional. Ahí el general Herman Despradel, jefe de la Policía, pone en libertad a Peña Gómez, a dirigentes políticos y periodistas apresados con la esperanza de ganar puntos a su favor. Estos a ser puestos en libertad se dirigen al "Campamento 27 de Febrero" donde ya militares y algunos civiles se estaban organizados.

En las horas subsiguientes reinó una tremenda confusión. Nadie sabía que estaba pasando y los rumores circulaban por todo Santo Domingo a favor y en contra del gobierno. En la noche del 24 de abril, Reíd Cabral aparece en una transmisión simultánea televisiva y radial donde admitía que dos campamentos militares se habían sublevado y daba un ultimátum a que se rindieran para la 5 de la mañana del día siguiente. A las 11 de la noche, Donald Reíd hizo otro comunicado donde falsamente decía que las Fuerzas Armadas tenían rodeados a los dos campamentos sublevados y indicaba a los moradores cerca de estos campamentos a salir de sus hogares para evitar derramamiento de sangre entre los civiles. El gobierno estaba desesperado solamente tenía el apoyo del general Elías Wessin y Wessin, jefe del CEFA, pero tampoco era un apoyo incondicional. El general Wessin aunque apoyaba indirectamente al gobierno, no estaba en disposición de enviar sus tropas a favor del gobierno. El gobierno solo podía "controlar" en ese momento solo 500 soldados del CEFA que estaban en el Palacio Nacional que respondían solamente al general Wessin, mientras los rebeldes sumaban 1,300 militares sublevados. El resto de las Fuerzas Armadas se mantuvo al margen sin apoyar al gobierno.

Los militares patriotas sublevados estaban armados con el fusil de asalto San Cristobal, ametralladora ligera Browning M1919 A4, ametralladora media Browing M-2HB, cañón antitanque M3, obús Kurk de 75mm, jeep Willy con ametralladoras, carros de asalto Lanverk Lynx, tanques ligeros Panhard AMX-13 y Lanverk L-60.

Al amanecer del 25 de abril, las tropas rebeldes decidieron asaltar el Estado Mayor del Ejército Nacional, al tiempo que otras unidades rebeldes ocupaban las principales intercepciones de avenidas y calles principales de Santo Domingo. A las 10 de la mañana, tropas rebeldes al mando de los coroneles Miguel Hernando Ramírez (líder militar de los rebeldes) y Francisco Alberto Caamaño Deñó penetraron juntos con otros militares rebeldes y ocuparon el Palacio Nacional. Al mismo tiempo los oficiales y ministro del gobierno dominicano abandonaban el edificio. Donald Reíd Cabral se asilo en una embajada después de salir del Palacio Nacional.

A las 2 de la tarde, el doctor Rafael Molina Ureña, en su condición de presidente del Senado en el gobierno de Juan Bosch, tomó posesión como Presidente Provisional esperando el regreso del ex presidente Juan Bosch que se encontraba asilado en San Juan, Puerto Rico desde 1963. Molina Ureña fue juramentado en el Palacio Nacional.

Los militares que no participaron en la revuelta (incluyendo el CEFA) no hicieron prácticamente nada para oponerse a la misma. Lo que cambio la división de los cuerpos militares dominicanos fue la insistencia de los militares rebeldes en reinstalar al presidente Bosch a pesar que algunos de los altos mandos militares y la oligarquía lo consideraba como un comunista. Los militares del alto mando de la Fuerza Aérea Dominicana y del poderoso CEFA estaban en desacuerdo con admitir a Bosch. Estos propusieron en cambio la formación de una junta militar que llamaría a elecciones en 6 meses. El coronel Hernando Ramírez aclaró que no aceptaría una nueva junta militar como exigían los generales de la Fuerza Aérea y el general Wessin. Pero estos últimos estaban decididos en su proposición y amenazaron a los rebeldes que si para la 5 de la tarde de ese día no aceptaban su propuesta atacarían el Palacio Nacional.

A las 5 de la tarde, aun con los dos coroneles del CEFA que hacían las negociaciones con los rebeldes dentro del Palacio Nacional, 2 aviones Vampire FB50 y 2 aviones Mustang F-51 volaron a baja altura sobre el Palacio Nacional, después dieron media vuelta y ametrallaron el edificio de la sede del gobierno dominicano. El nuevo gobierno provisional abandonó el edificio.

Temprano en la mañana del 26 de abril, otra vez 4 aviones vuelven atacar al Palacio Nacional y después bombardearon los campamentos 16 de Agosto y 27 de Febrero. Mientras la jefatura de la Policía Nacional ordenaba a sus policías en permanecer en sus precintos sin provocar a ninguno de los mandos. Esta neutralidad duro muy poco. Dos destructores y dos fragatas de la Marina de Guerra apuntaron sus cañones contra el Palacio Nacional bombardeándolo después que los aviones atacaron. El comodoro Francisco Javier Rivera Caminero, jefe de la Marina de Guerra, se aliaba a los militares de la Fuerza Aérea y el CEFA.

Civiles que se identificaban con los militares rebeldes en su mayoría miembros del PRD, partido del cual pertenecía Juan Bosch, y elementos de otros partidos más radicales de izquierda comenzaron a ayudar a los sublevados. Muchos civiles que se sumaron a la lucha lo hacían por la frustración que sentían en contra de estar oprimido por 30 años de dictadura y la carencia de libertades civiles de los gobiernos que siguieron la dictadura de Trujillo. Pero dos días de haberse iniciados los combates entre los militares dominicanos eran muy pocos los civiles que disponían de armamentos de guerra. Muchos civiles obstaculizaron el movimiento de policías y militares haciendo manifestaciones de grupos que eran repelidas a tiros. Los civiles comenzaron a ocupar los precintos policías y confiscar las armas de los policías.

Un hecho bastante lamentable fue el ataque que hicieron militares rebeldes al cuartel de policía de la avenida Bolívar. Uno de los tanques AMX-13 que estaban en el Palacio Nacional en poder de los rebeldes atacó el puesto policial. Sus cañonazos demolieron el cuartel causando la muerte a todos los policías dentro del edificio. Muchos civiles resultaron muertos en plena calle, algunos asesinados por los policías. Los rebeldes del "Campamento 16 de Agosto" transportaron dos piezas de artillería de cañones de campaña Krupp de 105mm emplazados en la parte occidental del Puente Duarte para impedir el refuerzo de los tanques y la infantería del CEFA entraran a la ciudad. La base aérea San Isidro esta a menas 15 kilómetros al este del Puente Duarte. También los rebeldes instalaron emplazamientos de ametralladoras de varios calibres detrás de vehículos que bloqueaban las calles.

Dos aviones Mustang F-51 atacaron la posición de la artillería y emplazamientos de ametralladoras de los rebeldes usando cohetes y dejando caer 4 bombas de 500 libras. Luego hicieron acto de presencia dos aviones Vampire FB50 repitiendo los ataques de los Mustangs. Los ataques de los aviones Vampire fueron más desastrosos porque estos estaban armados con cañones de 20mm. Las personas reunidas ahí corrían por salvar su vida, fue una masacre donde partes de cuerpos, cabezas, manos, brazos y piernas estaban repartidas por todo el lugar.

Al llegar la noticia del ataque de los aviones en el Puente Duarte, el presidente provisional Molina Ureña, los dirigentes del PRD como José Francisco Peña Gómez y otros, junto a los coroneles Caamaño, Miguel Hernando Ramírez y otros oficiales rebeldes se encaminaron a la embajada norteamericana para entrevistarse con el embajador William Bennett para solicitar su mediación con los militares opuestos y lograr un cese de las hostilidades. El embajador se negó y se atrevió a pedir la rendición de los rebeldes. Los rebeldes abandonaron la sede diplomática. Después de la entrevista con el embajador Bennett, los líderes civiles de los rebeldes incluyendo el presidente provisional del gobierno llegan a asilarse en varias embajadas, dejando solos a los militares rebeldes en seguir la lucha.

Al caer la tarde del día 26 de abril una columna de 16 tanques L60 y AMX del CEFA cruzan el Puente Duarte y la infantería establecen posiciones defensivas en la parte occidental del rio Ozama para asaltar las posiciones rebeldes al otro lado del puente. La resistencia de los rebeldes fue mínima. Pero varios tanques fueron atacados por la muchedumbre usando cócteles molotov, otros se subían encima de los tanques; algunos tanques se retiraron pero otros penetraron dentro de la ciudad. Ahí cae herido el mayor Ramiro Matos Gonzáles, quien comandaba a los tanques y estaba fuera de la torreta observando a los rebeldes.

Los tanques logran encaminarse a través de la ciudad, bajo una lluvia de cócteles molotov, botellas y piedras que le arrojaban los civiles. Los militares rebeldes disparaban contra los tanques sin hacer ningún efecto. Algunos tanques dispararon sus ametralladoras internas contribuyendo a más muertos y heridos. Uno que otro tanques fueron rodeado por la muchedumbre y capturados.

El general Wessin había ordenado a Matos Gonzáles a dirigirse dentro de la ciudad sin apoyo de la infantería, creyendo que los tanques solos iban a causar un pánico masivo entre los civiles. Wessin carecía de visualización táctica, no era un militar con conocimiento de estrategia y estaba al mando de esa unidad por casualidad del destino.

El coronel Francisco Caamaño Deño analizo las posiciones rebeldes al caer la noche del 26 de abril. El coronel Hernando Ramírez se enfermó de hepatitis después de salir de la embajada norteamericana. Después que Hernando Ramírez se enferma, Caamaño se reúne a los militares rebeldes para continuar la lucha. La noche del 26 de abril Caamaño asumió el liderazgo de los rebeldes y llamó al periódico El Caribe y dijo que Santo Domingo estaba bajo su control. Caamaño y el capitán de navío Ramón Montes Arache, jefe de los comandos navales que recientemente se había integrado a los rebeldes junto a su grupo de comandos "Los Hombres Ranas", toman la decisión de defender el Puente Duarte. Ahí se decide entregarle armas militares a los civiles que estaban dispuestos a pelear. Muchos de ellos pertenecían a movimientos izquierdistas y comunistas, otros eran civiles que estaban ya cansados de vivir bajo la frustración de carencia de libertades civiles. Además se une al grupo del mando rebelde, el entrenador italiano de los Hombres Ranas, Ilio Capocci.

Las fuerzas rebeldes se dividen en tres columnas, Caamaño, Capocci y algunos militares rebeldes juntos a civiles armados estaban en la primera columna, la segunda estaba Montes Arache al mando de sus comandos y la tercera columna era dirigida por el coronel Fabio Chestaro, la cual tenía mucho civiles armados. Los rebeldes se agruparon en varias posiciones en la avenida Amado García Guerrero (hoy 27 de Febrero) en frente al puente. Los agujeros y cráteres de las bombas y cohetes de los aviones sirvieron a los rebeldes para atrincherarse y esperar al enemigo. Se usaron también muchos vehículos como cubierta. Caamaño se destacó dirigiendo su contingente con mucha valentía, pero las acciones de comandos Hombres Ranas, bajo las órdenes de Montes Arache, fue el verdadero soporte del triunfo de los rebeldes.

Los rebeldes estaban mejor preparado en resistir un avance del CEFA porque los soldados del CEFA solo tenían una opción a seguir que era cruzar el puente y avanzar hacia la ciudad. Los militares rebeldes planearon muy bien durante la noche y la madrugada sus posiciones defensivas. Ilio Capocci y Montes Arache planearon la defensa de las posiciones de los rebeldes, Caamaño también contribuyo en el liderazgo de poner la resistencia de los rebeldes.

En la mañana del 27 de abril, a las 9:30, las tropas del CEFA lanzaron su ofensiva. Los rebeldes habían reinstalado los restantes cañones Krupp en el mismo lugar que fueron destruidos el día anterior. Estos cañones estaban al mando del teniente Pedro Elías Bisonó, quien había estudiado en el extranjero el uso de artillería en combate urbano. La infantería del CEFA atacó sin el apoyo de los tanques que habían atacado el día anterior. Después de más de dos horas de combate y de numerosas bajas entre ambas partes, las tropas del CEFA estaban exhaustas de avanzar y optaron por retirarse. Un grupo de Marinos que habían desembarcado en una embarcación de la Marina de Guerra en el Puerto de Santo Domingo, se habían sumado a los rebeldes y atacaron a los militares del CEFA en el costado izquierdo cerca de las plantas eléctricas de la zona del puerto. Los marinos habían traído consigo ametralladoras Browning M1919 A4 calibre 30 y dos ametralladoras Browning M-2HB calibre 50.

Para las 1 de la tarde ya era evidente que los rebeldes habían triunfado. Algunos militares del CEFA se esparcieron en las calles adyacentes al puente y permanecieron aisladas ahí hasta que los paracaidistas norteamericanos ocuparon el Puente Duarte el 3 de mayo.

Los líderes de los rebeldes se agruparon a las 10 de la noche del 27 de abril en el patio de la Panadería Goyita (en la calle Arzobispo Noel y desde entonces el cuartel general de los rebeldes) a celebrar su triunfo proclamando "Dios, Patria y Libertad-Viva la República Dominicana". Ahí los mandos rebeldes deciden asaltar la Fortaleza Ozama donde estaba almacenado gran cantidad de pertrechos militares y se encontraban estacionados los Cascos Blancos.

El 28 de abril los rebeldes ejercían el control de la ciudad pero el Palacio Nacional y los edificios del Congreso Nacional y varios edificios de las dependencias del gobierno en la zona de La Feria estaban en manos de los trujillistas.

Casi todos los cuarteles policiales habían caído en manos de los rebeldes o de civiles armados. Ya para el 27 de abril, la Policía Nacional se había pasado al lado de los militares opuestos a los rebeldes. El jefe de la Policía Nacional, general Herman Despradel, al ver que los tanques del CEFA habían cruzado a la ciudad el 26, este erróneamente supuso que los rebeldes ya estaban vencidos.

A la 11 de la mañana del 28 de abril comenzó el asalto de la Fortaleza Ozama. El coronel Juan Lora Fernández comandaba las tropas rebeldes. Se uso un tanque AMX-13 que con un disparo hizo un hueco en la pared de la fortaleza, y después el tanque penetró dentro del patio de la fortaleza seguido de las tropas rebeldes compuestas de militares y civiles armados. Muchos de los militares y los elementos de los Cascos Blancos aglomerados en la fortaleza cayeron masacrados a tiros; decenas de ellos optaron escapar nadando el río Ozama para dirigirse a la base naval de San Souci que está al otro lado del río. Los últimos emplazamientos de resistencia en la fortaleza cayeron finalmente. Decenas de policías y militares se rindieron, Los rebeldes hacen 700 prisioneros y son paseados por las calles.

La tarde del 28 de abril se crea la Junta Militar de San Isidro en la base aérea de San Isidro. Esta junta fue creada por iniciativa de la embajada de los Estados Unidos con la participación del encargado de la CIA para justificar la legitimidad de una intervención militar de los Estados Unidos. Los militares americanos fueron invitados por los desconcertados militares del CEFA y la FAD que veían el triunfo total de los rebeldes. Los altos mando militares de esos cuerpos militares se sentía incapaces de contraatacar la ciudad o defender la base aérea. Lloraron como niños al embajador norteamericano para que este intercediera a favor de su causa en Washington. La CIA sugirió que el general Wessin no estuviera a la cabeza de la junta y en su lugar estaba el coronel Pedro Bartolomé Benoit, un desconocido oficial para muchos dominicanos. Los otros miembros de la Junta Militar eran el capitán de navío Olgo Santana Carrasco y coronel del Ejército Nacional Enrique A. Casado Saladín. El coronel Benoit estaba presente en el Palacio Nacional negociando a favor de Wessin cuando el edificio fue atacado por los aviones el 25 de abril.

La razón pública presentada por el gobierno del presidente Lyndon B. Johnson para justificar la intervención militar era "que comunistas habían tomado Santo Domingo" usando el conocimiento de conocidos comunistas entre las filas de los rebeldes. En verdad había elementos comunistas dentro de los líderes civiles rebeldes pero la revuelta militar no tenía ningún carácter comunista ya que los militares rebeldes solo querían establecer la democracia constitucional del gobierno dominicano elegido en 1963; y muchos de los militares se vieron envueltos en el conflicto por pura casualidad.

En la Republica Dominicana intervendrían la 6ta Unidad Expedicionaria de Infantería de Marina y la 82 División Aerotransportada. Esta estaban armadas con los fusiles de asalto M-16, ametralladoras medias M-60, el lanzagranadas M79, el lanzacohetes antitanques LAW M-79, obuses M101 de 105mm, vehículos de combate M50 Ontos con cañón de 106mm, vehículos blindados anfibios LTVP-5A1, tanques medianos M48A3 Patton, helicópteros de transporte CH-34D Seahorse y aviones de transporte Lockheed C-130 Hércules. En el mar estaban los destructores y fragatas escoltando a los portahelicópteros tipo LHP.

El día 28 de abril por la tarde unos 640 Marines tomaban las instalaciones del Hotel Embajador donde se había hecho una evacuación de ciudadanos extranjeros el día anterior. También ocuparon todas las calles alrededor de la embajada norteamericana y los supuestos corredores humanitarios dividiendo las posiciones de los patriotas y cortando a la dirección de estos del resto del país presionándolos contra el mar.

A las 2 de la mañana del 29 de abril aterrizaban los primeros aviones con elementos de la 3era Brigada de la 82da División Aerotransportada del Ejército norteamericano. Unos 3,000 paracaidistas norteamericanos llegaron esa madrugada, tomando control por completo de la base. Inmediatamente empezaría el rearme de los trujillistas con subametralladoras Thompson y otros equipos.

A pesar del ataque combinado de los trujillistas y los norteamericanos los patriotas resistirían el poderoso empuje. El 21 de mayo se acordaría una tregua entre las partes lo que aprovecharía los Estados Unidos para maniobrar en la OEA creando el 22 la Fuerza Interamericana de Paz bajo el mando del general brasileño Hugo Penasco Alvin con tropas de Brasil, Costa Rica, Honduras y Nicaragua llegando a los 1 690 efectivos que pasarían a apoyar la invasión.

Se reinician los combates hasta el 3 de junio que se acuerda otra tregua hasta el día 15. Ese día y el 16 los tanques M48A3 entraron en la ciudad apoyados por los trujillistas sin que los tanques ligeros AMX-13 y Lanverk L-60 patriotas los pudieran detener cayendo la posición norte de estos aunque el bastión principal resistió con el uso de barricadas y cócteles molotov.

Ante la resistencia patriota y el peligro que el resto del Ejército Nacional, que se había mantenido neutral, se uniera a los sublevados se reiniciaron las conversaciones. El 30 de agosto de 1965 se firma la paz por la cuál los militares patriotas y los trujillistas se reintegran al ejército dominicano. Se realizan elecciones donde se presentan Juan Bosch y Joaquín Balaguer ganando este último gracias a la propaganda derechista y la presencia de los marines yanquis. Para alejar al molesto coronel Francisco Caamaño Deño fue nombrado agregado militar de la embajada dominicana en Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte de donde partiría posteriormente hacia Cuba.

Retirada de los marines yanquis

En 1966 se retiran los últimos marines yanquis de la República Dominicana. Según sus fuentes oficiales habían tenido 13 muertos y 95 heridos no declarándose la de sus aliados trujillistas. Por su parte los patriotas perdieron a 77 combatientes y 175 heridos durante la guerra.

Enlaces externos

Fuentes

  • Blum, William. Asesinando la esperanza. Editorial Oriente. Santiago de Cuba. 2005.
  • Enciclopedia Encarta 2006.
  • La Invasión Yanqui En Latinoamérica - Taringa.
  • Taringa
  • Rodríguez Carrión, José. La Revuelta Militar Dominicana del 24 al 28 Abril de 1965. Hangar Dominicano.
  • La Revuelta Militar Dominicana del 24 al 28 Abril de 1965.