Jael

Jael
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Jael matando a Sísara, pintado por Palma el Joven.
CónyugeHeber

Jael. Mujer de Heberceneo; entre las mujeres que habitan tiendas, bendita sea (Jueces 5:24). Léase: Jueces 4:17-24; 5:24-31 Jael nos recuerda a Judit de Betulia, que hundió una espada en el cuello de Olofernes mientras estaba durmiendo.

Quien era Jael

Jael era Ia esposa de Heber, ceneo. Los ceneos, no eran verdaderos israelitas, sino los descendientes de la esposa de Moisés. Como eran un pueblo nómada, vivían en tiendas. En los días de Débora se hallaban acampados al pie del monte Tabor. Estas tiendas estaban situadas cerca del lugar en que Barac y Débora habían destruído el ejercito de Jabín con sus novecientos carros herrados. Jabín había permitido a los ceneos que se asentaran en su territorio porque esperaba que se harían aliados suyos contra los israelitas. Pero Jabín se equivocó, porque los ceneos se pusieron del lado de Israel.

Aliada de Israel

Jael se consideraba también como aliada de Israel. Se gozó cuando supo que Barac había derrotado a Sisara. Jael recabó para sí el honor que Barac habría deseado para sí. Con su propia mano, como un juicio de Dios, Sisara, el cruel opresor de Israel fue clavado en la tierra por medio de una estaca que le atravesó las sienes. Hemos leído en Jueces 4:9 que Débora ya le había dicho a Barac: «No será tuya Ia gloria de Ia jornada que emprendes, porque en mano de mujer entregará Jehová a Sisara.» Por ello, Débora en su cántico entona alabanzas a Jael: «Bendita sea entre las mujeres que habitan tiendas, bendita sea.»

Los comentaristas coinciden

Digamos de paso, que los comentaristas coinciden en afirmar que Jael mató a Sisara no como un impulso personal, sino porque el celo por Jehová movió su mano. Esto no significa que su acción pueda compararse a la de David cuando mató a Goliat, pues éste lo hizo dando Ia cara. Dios ayudó a David. Jael no podía confiar en Ia misma forma en Dios. Aunque se sintió impulsada a eliminar a un enemigo reconocido de Dios y de su pueblo, le faltaba la fe de que Dios la ayuda-ra y por ello atacó a Sisara a traición.

Los Jueces

El relato de Jueces nos dice que después de haberle hablado ofreciéndole seguridad en su tienda, le cubrió con una manta, le dio de beber leche y se avino a vigilar a Ia puerta de la tienda para despistar a los que pudieran inquirir por Sisara. En vez de hacerlo, tomó una estaca de Ia tienda y con un mazo se acercó a Sisara calladamente y le metió la estaca por las sienes y lo dejó clavado en el suelo. Jael mató a Sisara como un asesino mataría a su víctima, no como un campeón del Señor destruiría a los enemigos. Es bueno tener celo por Dios, pero no es posible elogiar el medio usado por Jael.

Fuentes