Jezabel

Jezabel
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Concepto:el nombre de mujer más conocido y utilizado en la iglesia. No como bondadosa dama, ayuda idónea o servicial mujer, sino como franco espíritu, con el fin de evitar que muchos vuelvan a equivocarse como ya lo han hecho tantos, causando los inconvenientes que todos conocemos.

Jezabel:(en hebreo, אִיזֶבֶל |אִיזָבֶל| Izével| Izável| ʾÎzéḇel |ʾÎzāḇel| interpretado tradicionalmente como "no exaltada") es el nombre de una mujer que aparece en la Biblia.

Espíritu de Jezabel

Este es un espíritu tóxico para la iglesia y muy difícil de detectar en las primeras etapas. Puede esconderse en personas ungidas, dotadas, amistosas, trabajadoras, que parecen ser una respuesta a la oración. Inicialmente, cuando una persona así aparece en una congregación, la gente suele entusiasmarse, porque parecen tener un altísimo potencial para el ministerio.

Pero cuando se le quita la fachada, el barniz, la capa superficial, debajo de eso aparece la rebelión, la acusación, la manipulación, las ansias de control, la mentira, la ira, la arrogancia, la “super espiritualidad”, el chisme, las críticas, los celos, la astucia, la maña y la falsa preocupación. Todo esto, lo sabemos, son ingredientes vitales para un demonio de hechicería, que es en definitiva lo que mueve a cualquier Jezabel activa.

Antecedentes

«A la verdad ninguno fue como Acab, que se vendió para hacer lo malo ante los ojos de Jehová; porque Jezabel su mujer lo incitaba». (1 Reyes 21.25).

Para entender mejor el espíritu de Jezabel, debemos hablar primero de Acab.

Acab: Rey de Israel, desobedece la ley de Jehová al casarse con la hija del rey Sidonio (Sidón, de Fenicia). Ella era sacerdotisa de Baal y Asera. Esta última era la diosa Astoret, así llamada por los Fenicios (reina del cielo). Baal era el dios sol que necesitaba sacrificios humanos. Acab permitió que la idolatría a través de su esposa tomara el dominio espiritual de los hijos de Israel, estableciendo la adoración de dioses paganos y el sacrificio de niños. Acab representa al hombre débil de espíritu y de carácter, tanto en el hogar como en la iglesia.

La consecuencia de su posición pasiva fue la destrucción del sacerdocio familiar. Su desobediencia a la ley de Dios y su pasividad frente a lo que sucedía a su alrededor, le dieron el campo libre a su mujer, Jezabel, que sin perder la oportunidad, tomó control de todo, ejerciendo un dominio tal, que más de diez millones de hebreos se inclinaron para adorar a Baal; en esos momentos tan decisivos, sólo siete mil rodillas no se doblaron delante de sus dioses falsos. Es necesario un “ Acab” para tolerar a Jezabel.

¿Quién era realmente Jezabel?

La esposa controladora y manipuladora de Acab, rey de Israel. 1 Reyes 18.14-19. Cuando se habla de Jezabel, la identificamos en nuestra sociedad actual como la fuente de la sensualidad obsesiva. La identificamos como la adoración a lo oculto, la hechicería y la igualdad de los sexos.

Significa sin cohabitación; no se interesa por otros, no trabaja en equipo, es autosuficiente, controla la mente y toda situación bajo la influencia de espíritus satánicos, es acaparadora y altiva.

A través del sexo, seduce y controla, no sólo al marido sino a sus amantes. Desprecia la autoridad masculina. Este espíritu se caracteriza por el dominio y el control al marido, en lugar de sumisión a la autoridad. Esto simplemente significa que rehúsa a cohabitar o vivir con alguien, a menos que pueda controlar o dominar la relación. Si no logra controlar, cambia de táctica, hasta lograr sus objetivos. En secreto insta al mal a su marido y se esconde detrás de él.

Este espíritu lo vemos en la mujer del rey Herodes, que le pidió a su hija que bailara frente al rey, para que le sedujera con movimientos sensuales y así poder realizar sus planes de matar al profeta de Dios, Juan el Bautista.

Busquemos a Jezabel en aquellas mujeres que están amargadas contra los hombres, ya sea por el descuido del hombre, o por la falta del uso de la autoridad espiritual. Este espíritu obra atreves de mujeres que, a causa de la inseguridad, los celos o la vanidad, desean controlar o dominar a otros. Jezabel esta allí, tras la mujer que humilla públicamente a su esposo con su lengua, y después le controla por medio del temor que él tiene a la vergüenza pública.

Áreas en donde se mueve Jezabel

En el ser humano - Opera en el área del individuo, sea hombre o mujer. Ataca a ambos sexos, pero tiene mayor tendencia hacia la mujer, que generalmente, se deja dominar por los celos. Puede ser insegura, vanidosa controladora y dominante. Usa el sexo, porque como hemos visto, su mayor fuerza está en el control. Lo podemos encontrar en mujeres amargadas contra los hombres, que los humillan públicamente y los controlan con amenazas en su vida sexual. El control y el dominio son su objetivo.

En la iglesia - Se infiltra en la iglesia para controlar al siervo de Dios o para hacerlo caer. También, opera en la iglesia como un espíritu de seducción y de fornicación. Aunque se mueve dentro de la iglesia, odia el espíritu profético y resiste el fuego del Espíritu Santo que representaba a Elías, el siervo enviado de Dios, lleno de poder y de manifestaciones gloriosas para los últimos días.

En la nación - Opera como principado en toda una nación tomando fuerza, y encadenando a sus habitantes como en el caso de Acab, rey de Israel.

Hoy por hoy, la lucha se hace más fuerte debido a los medios de comunicación, que son la vía por la cual el principado de Jezabel opera en las naciones. Este espíritu opera sin obstáculos a través de la industria del espectáculo, diversiones, moda, nueva era y muchos más. Se infiltra a través de la pornografía, anuncios, videos para adultos, seduciendo en lo oculto e íntimo a cientos de líderes y pastores religiosos.

Bajo el control de este espíritu, el número masivo de abortos se ha multiplicado por miles en comparación a los sacrificios humanos que recibió Baal en la antigüedad, cuando no sólo sacrificaban niños sino que por orden de Jezabel decapitaban profetas del Dios vivo. Esto nos recuerda lo que sucede en Colombia, en Cuba y aun en los Estados Unidos.

¿Cuáles son los comportamientos característicos de una persona que está siendo influenciada por este espíritu?

Habla a menudo de las revelaciones que “recibe". Tiene un gran ego. «Alábete el extraño y no tu propia boca; el ajeno, y no los labios tuyos». Proverbios 27.2 Es común observar que anhela constantemente el reconocimiento. Lucha por ser mencionada desde el pulpito por los líderes, hasta tal punto, que es muy normal verla ofendida y resentida cuando los líderes omiten mencionar su nombre.

Trata de estar cerca de los líderes a través de halagos y cumplidos o esperando escuchar grandes profecías que la eleven a una posición de grandeza delante de los demás. No tiene nada de malo darle cumplidos a la gente si vienen con la motivación correcta, pero no lo es cuando se dicen cosas, talles como: "Nadie ha servido en esta iglesia como usted y el Pastor no lo entiende".

Muy raras veces quiere estar en autoridad, pero busca "el poder detrás del trono". Este espíritu opera en aquellas mujeres que dicen que se someten al marido, pero solamente en público porque por detrás hacen lo que quieren, dominando y controlando constantemente.

Generalmente, atrae a los miembros más débiles de la iglesia y empieza a esclavizarlos con halagos, zalamería y falsas profecías. Buscará personas que están en rebelión o aquellas quienes han sido heridas y están resistiendo a la autoridad. Este espíritu sabe cómo manipular las emociones. Usará sus esclavos espirituales para difundir el chisme, el descontento y la división. «Seis cosas aborrece Jehová, y aun siete le son abominable' los ojos altivos, la lengua mentirosa, las manos que' derraman sangre inocente, el corazón que maquina pensamientos inicuos, los pies que corren presurosos al mal, el testigo falso, que dice mentiras, y el que siembra discordia entre hermanos». Proverbios 16-19

A menudo tratará de casar a las parejas y, de esta manera, controlará sus relaciones con profecías falsas, Con frases como: "Dios me dijo que te dijera".

Por lo general, se siente perseguida. Siempre está diciendo a las personas lo que le han hecho, cuan injustos han sido, que no le aprecian y hace todo esto para que le tengan lástima y compasión. A través de la autocompasión, controla y manipula a la familia. A menudo, tiene amargura, especialmente, hacia los hombres, su padre y aun otras figuras de autoridad. No puede someterse, no tolera que le digan: "no" porque se prepara para la "guerra". Jezabel siempre está contendiendo y hablando en contra de aquellos que están en autoridad. Odia a los profetas y la oración de la iglesia porque la descubren. No le gusta nada que tenga que ver con profecía porque se ve confrontada y descubierta directamente.

Ciertamente una mujer puede funcionar de manera profética, puede ser ungida por Dios para servir, bajo autoridad delegada, como profetisa. Pero cuando insiste en el reconocimiento, cuando manipula o desprecia por completo el liderazgo masculino en la iglesia, cuando ella se llama a si misma profetiza: ¡Cuidado!

Un hombre se une a una Iglesia, pero su deseo secreto es adelantar su propio ministerio. Esta persona coopera con el liderazgo de la Iglesia solo hasta el punto de ver avanzados sus propios planes. A menudo esta clase de persona reúne a su alrededor a algunos miembros de la iglesia debido a su personalidad o a su conocimiento. En el momento en que el tiempo es propicio para su objetivo, saldrá de la iglesia y se llevara a otros consigo. Dios no lo envió a la Iglesia, sino lo hizo un espíritu de Jezabel

¿Cuáles son los posibles blancos de este espíritu en la iglesia?

Pastores, evangelistas, líderes con mucha influencia, líderes de adoración y alabanza e intercesores. El espíritu de Jezabel intentará destruir cualquier iglesia que tenga avivamiento, palabra de Dios revelada y una unción fresca y continua del Espíritu Santo. Manipula a los niños y los usa como herramienta de manipulación. Jezabel busca las cualidades altamente refinadas del músico profesional, sobre todo cuando hombres así tienen tanto la ambición como la oportunidad de convertirse en líderes o directores de la adoración.

¿Cómo nos defendemos del espíritu de Jezabel?

Nuestra defensa es el arrepentimiento y la liberación; es vivir con un corazón limpio. Es de notar que el genuino arrepentimiento produce la verdadera intervención y presencia divina en la vida de la persona necesitada.

¿Cuál debe ser nuestra actitud hacia las personas influenciadas con este espíritu? Intentar combatir al espíritu y no a la persona que lo tiene. Enseñarles a estas personas que deben estar dispuestas a ser libres para siempre de la seducción de este terrible espíritu opresor. Hay hombres respetables que aman a Dios y buscan servirle en la Iglesia, pero en lo secreto de su corazón están prisioneros del espíritu de Jezabel. Hay mujeres buenas que vienen a la iglesia para buscar a Dios, pero este espíritu las tiene cautivas con fantasías sobre los hombres de la congregación. Cualquiera que es golpeado por este espíritu necesita, primero que todo, arrepentirse profundamente de haberse abierto a él y luego luchar contra él.

No desperdiciemos días ni semanas en sentirnos bajo condenación. En lugar de eso, separémonos de ese pensamiento jezabeliano que nos fue inculcado desde la niñez. Oremos por los santos de nuestra iglesia. Oremos por los creyentes de nuestra comunidad. Si peleamos contra Jezabel, en el momento que seamos tentados, al final vamos a convertirnos en un peligro para Jezabel. Este espíritu dejara de atacarnos una vez que reconoce que nuestro contraataque intercesor está liberando a la gente.

Estrategias contra el espíritu de Jezabel

Ejercer la Autoridad bajo la Unción del Espíritu Santo. Hay un espíritu que obra con Jezabel. El Efecto de este demonio es inundar el alma del hombre con debilidad y temor. Su nombre es Acab. Su naturaleza es ceder su autoridad a Jezabel.

Con un profundo estado de Intercesión. En donde haya Adoración, un clamor dirigido por el Espíritu Santo, y una oración Ordenada.

Para ser libre del espíritu de Jezabel

Usted debe perdonar a todos los que le hayan herido o maltrado en alguna manera. También es indispensable perdonarse a sí mismo. Después, hay que seguir las palabras de Jesús: “Por tanto si tu hemano peca contra ti, ve y repréndele estando tu y el solos; si te oyere, haz ganado a tu hermano.” (Mateo 18:15)

Renunciar a la esclavitud de Jezabel, y ordenar salir de usted, de la familia, del hogar y de la iglesia, en el nombre de Jesús, todos los espíritus asociados con Jezabel, Acab, dominio, control, manipulación, confusión, auto adulación, mentiras, murmuraciones, jactancias, obras perversas, envidias amargas, auto justificación, orgullo, división, hechicerías, adulterio espiritual, y todos los espíritus afines.

Espero que este estudio les haya ayudado poderosamente y así estar vigilantes en oración para que este espíritu de Jezabel sea atado por el cuerpo de intercesores de oración dentro de cada iglesia.

Oremos: Padre, nos sometemos a ti y a tu patrón de justicia en el reino. Pedimos pureza, mansedumbre y santidad de corazón. Perdónanos nuestra tolerancia con el espíritu de Jezabel, tanto en nuestra mente como en nuestras obras.

Padre, porque nos sometemos a ti, tenemos fortaleza sobrenatural y tu autoridad para resistir al diablo. En el nombre de Jesús, atamos los principados de Jezabel. Derribamos las fortalezas de sus pensamientos sobre nuestra comunidad y sobre nuestro departamento. Vamos contra las fortalezas que este dominio ha levantado en el ámbito espiritual en estas areas y liberamos el Espíritu Santo por nuestras plegarias para saquear la casa de Jezabel y distribuir sus bienes. También hablamos fidelidad de ojos y de corazón a los esposos y a sus esposas. Liberamos la pureza del corazón y la gracia para cada miembro del cuerpo de Cristo, sea soltero o casado. Cubrimos a tu pueblo con la sangre bendita de tu hijo nuestro Señor Jesucristo, quien por medio de su sacrificio en la cruz perdono todos nuestros pecados. Desatamos el gozo del humilde de espíritu que tiembla a tu palabra y derribamos las imaginaciones de la ambición y del orgullo. Todo esto lo pedimos en el poder de tu Santo Espíritu y en el nombre que es sobre todo nombre, en el nombre precioso de tu hijo nuestro Señor Jesucristo. Amen

Fuentes