José Arturo Severino
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José Arturo Severino. Bandoneonista, guitarrista, director y compositor argentino.
Síntesis biográfica
José Arturo Severino, nace en Buenos Aires, en el barrio de Parque Patricios el 16 de marzo de 1892. Dentro de su época se distingue por ser uno de los bandoneonistas de más esmerada formación musical y se le adjudica haber creado los adornos de mano izquierda.
Trayectoria
José Arturo Severino, su primer instrumento es la guitarra, inducida por su amigo El Pardo Ágape, quien se gana la vida como encendedor de faroles a gas del primitivo alumbrado público y violero en sus ratos libres. Este instrumento lo estudia por música y con toda seriedad.
Junto a Arturo Bernstein, Juan Maglio, Genaro Espósito y Eduardo Arolas en su última etapa, constituye parte de lo que es la primera avanzada que en materia de bandoneón tiene nuestro tango. Si no alcanza la difusión y popularidad que merecían sus aptitudes, se debe a su apego al barrio en que nace y que lo consagra como el ídolo local.
Sebastián Ramos Mejía es quien lo induce a dejar la guitarra por el bandoneón y le brinda todo su conocimiento, que no es mucho, además de tocar de oído. Pero una vez que domina el teclado, aplica todos sus conocimientos técnicos logrando un estilo evolucionado para la época.
En 1908, debuta como profesional con el apoyo del guitarrista Marino García, autor de la melodía de “Mis harapos”, en un café de Garay y Deán Funes. El dúo se transforma en cuarteto cuando se agregan Luis Adesso (violín) y Félix Camarano (guitarra), así se presentan en otro local similar, en Garay y Rincón, el mismo donde se luciera Ricardo Brignolo. Luego pasan a otro de San Juan al 2300, hasta llegar al afamado Almacén de Benigno, de La Rioja 2177, con lleno total cuando se presenta.
Hacia 1911, fija domicilio en Pavón entre Jujuy y Alberti, y ahí planta su academia de enseñanza del bandoneón. Su primer discípulo, adelantado al resto, es Juan Bautista Guido. Tan rápido asimila las enseñanzas que poco después es su segundo bandoneón, tenía once años de edad.
Cuando en épocas de conjuntos pequeños, que a lo sumo llegan a quintetos, presenta una orquesta con diez elementos, genera una importante novedad: 3 bandoneones, 3 violines, 3 guitarras y una flauta. Y es el debut de Guido. Recorren barrios cercanos y hay una presentación en el Teatro Cervantes. Esporádicamente se llega al Pabellón de las Rosas, entonces en la Avenida Alvear y Tagle. En el Petit Parissien, de Alvear y Sánchez de Bustamante.
Tiene un breve paso por la orquesta de Francisco Canaro, pero él servía para patrón. Más tarde, es exitoso en el Café El Caburé, de Entre Ríos 1253. Es entonces, cuando la grabadora Victor le propone ser parte de su elenco, pero son pocas sus grabaciones, ocho temas en cuatro placas.
Cumple algunas actuaciones junto a Guillermo Barbieri, antes que llega a Carlos Gardel y en 1918, es de los primeros en formar parte de la primitiva Sociedad Nacional de Autores, Compositores y Editores de Música.
A fines 1960 tiene una entrevista con el pianista y compositor Vicente Demarco. Le narra lo siguiente: «Los primeros bandoneones que escuché son Maglio, La Vieja, El Negro Eduardo y José Rebollini, quienes ensaya en el segundo patio de la casa de mis abuelos, ubicada en la calle Luca 1326. La Vieja vivía entonces en la misma calle pero en el 1644. El Tano Francisco Famiglieti es el capo de Boedo y tiene una sana rivalidad con Severino. Éste compone un tango que levanta polvareda, es “El trompito número 2” y, Famiglietti como respuesta, luego de un viaje en barco desde Montevideo con aguas muy agitadas apenas llega, para hacerle contra compone, “Mar revuelto”, no importa que su susto hubiera ocurrido en el río, un tango difícil escrito en Do sostenido mayor y la tercera parte en seisillos para mano izquierda».
En la década del veinte se alista en la orquesta estable del Teatro Nacional, en la que entre otros están Nicolás Primiani (bandoneón), Juan D'Arienzo y Alfredo Mazzeo (violines) y Ángel D'Agostino (piano). En 1923, pasa a desempeñarse en el salón de baile Rodríguez Peña, junto a Mario Brugni (violín), Fidel Del Negro (piano) y José Galarza (flauta). Este último, más adelante, es estribillito en algunas grabaciones de diversos conjuntos.
En 1924, tiene su debut en radio, LOY Radio Nacional (luego Belgrano). Nicolas Blois autor del vals “Idilio trunco” y discípulo suyo, es su segundo fuelle.
Técnicamente está entre los más encumbrados de su tiempo y, según manifesta Gabriel Clausi, es un gran lector a primera vista.
Muerte
José Arturo Severino fallece el 30 de enero de 1934 en Buenos Aires, Argentina.