José Cornelio Díaz
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José Cornelio Díaz. Maestro guanjayense, que extendió su quehacer pedagógico renovador por varios municipios de la provincia de La Habana durante 60 años, escritor y poeta, ejemplo de virtud y erudición. Su vida estuvo llena de pobreza y decoro.
Sumario
Síntesis biográfica
Un guanajayense notable,Joaquín Nicolás Aramburu, sentenció: "No es cuestión de teorías abstractas, sino de prácticas de la virtud, la obra educacional".
Otro hijo ilustre de esta tierra,José Cornelio Díaz, muchos años antes había encarnado ya en sí este apotegma, para ponerlo en práctica en su diaria labor educacional. José Cornelio, nacido el 16 de septiembre de 1801, inauguraba un siglo, que sería pródigo en figuras que desarrollaron una brillante trayectoria en nuestra villa relacionada con el trabajo pedagógico. Muy joven aún, recibe el título de Maestro y, antes de cumplirse el año de esta investidura, ejerce ya como director de la Escuela de Jesús del Monte en la Habana.
Obra educativa
Más tarde, la obra educativa de Cornelio Díaz quedaría estampada como un sello especial de virtud, en los disímiles rincones de la geografía de la actual provincia La Habana.
Pueblos como La Salud, San Antonio de los Baños y Güines, donde se desempeñó como Director de la Escuela de Va-rones fundada por Francisco de Arango y Parreño, recibieron los aires renovadores del maestro. Por último, también la casa de Beneficencia de Hembras y Varones de la Habana, fue testigo de la labor educativa de este guanajayense. En 1941 se hace cargo de la Escuela Municipal de Guanajay.
José Cornelio desempeñó su actividad educacional por espacio de 60 años de manera ininterrumpida, formando a generaciones de hombres de bien, con su adelantado sentido pedagógico, sentando pautas en la enseñanza en la localidad. Dice mucho de su erudición y amplísima cultura, el hecho de que todos los cargos más relevantes desempeñados por él, fueron obtenidos por oposición.
Poesía y didáctica
Además de sus dotes en los menesteres educacionales, alcanzó también notable desarrollo como poeta, participando en la "Corona Fúnebre al Obispo Espada", en 1832, y en la "Aureola Poética de Martínez de la Rosa", en 1834. Versos suyos fueron editados en un tomo bajo el título "Colección de lectura agradable y útil a la juventud".
Los albores de la década del 80, sorprenden al digno maestro en medio de la más cruel miseria acompañado de sus dos hijas y sin poder recuperarse aún por la pérdida de Manuel, su hijo de tan solo 19 años, joven talentoso que ya a su edad había escrito una considerable obra poética. En medio de tan difícil situación, el espíritu noble y virtuoso del maestro se yergue una vez más y escribe, en busca de una compensación que le permita sortear los escollos de la pobreza, su libro "El Preceptor Habanero", de perfil didáctico.
Muerte
Muere José Cornelio Díaz, en la más terrible miseria, el 10 de junio de 1890.
Trascendencia
Si para que existiese un José de la Luz o un Félix Varela tuvo que antecederles un José Agustín Caballero, por qué no pensar entonces que en nuestro ámbito local para la existencia de tantos educadores ilustres como Francisco Valdés Ramos, José Rodríguez Véliz, José María Valdés, Abad Sánchez y otros tantos que vendrían a engrosar la amplia lista de eminentes pedagogos y hombres de letras que vistieron de largo nuestra cultura durante muchos años, tuvo que ser imprescindible que les antecediera un hombre de la talla de José Cornelio Díaz.
Para comprender lo antes expuesto, creo se hace necesario citar lo escrito por Enrique Díaz Ortega acerca de este noble patricio: "Guanajay ha olvidado al Maestro poeta, que trazó una línea ascensional dentro de la pedagogía Cubana, y cuya vida (vida de maestro) trazó otra línea paralela de miseria, en decoro, y de olvido".
Fuentes
- Colaboración Revista Simiente
