Kiwi Pardo de Okarito
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El Kiwi Pardo de Okarito forma parte de la familia de los kiwis y ha sido descrito como una nueva especie en el año 2003. Es un pequeño pájaro que no puede volar.
Características
Su principal característica es que no tiene alas, pero tienen un poderoso sentido del olfato muy desarrollado debido a la existencia de verdaderos bigotes en torno al pico que son órganos olfativos muy efectivos. Sus fosas nasales son una parte determinante para su supervivencia, se encuentran en la punta de su largo pico. Su cuerpo es de color marrón, las hembras miden aproximadamente 40 cm y pesan cerca de 2,8 kg, mientras que los machos pesan cerca de 2,2 kg. Tienen una vida media de 10 a 15 años. Su plumaje le ayuda a camuflarse entre la vegetación. Sus plumas no llegan a ser verdaderas y tienen un aspecto de suaves cerdas. Sus patas son fuertes patas y representan el 30% de su masa corporal, por lo que también es un gran corredor. Además, se le ha visto nadar.
Distribución y hábitat
Se encuentra localizado en el bosque Okarito, en Nueva Zelanda, de ahí el nombre para referirse de manera particular a este pequeño animal.
Alimentación
Su buen olfato los ayuda a encontrar alimentos, prefiriendo las lombrices; también se alimenta de insectos, escarabajos, arañas, caracoles, hormigas, cucarachas y hasta de ranas, cangrejos de agua dulce, bayas y semillas.
Reproducción
Las parejas de kiwis son monógamas y son la misma toda la vida.
La hembra generalmente pone dos huevos, dos a tres veces en el año y el macho es quien se encarga de empollar los huevos durando alrededor de 10 semanas en nidos subterráneos semejantes a madrigueras. Las crías abandonan el nido a la semana de nacer, y por lo tanto los padres no los tienen casi que alimentarlos. Sus huevos son los más grandes en relación a las proporciones del animal adulto, aproximadamente tienen el peso correspondiente al 15 % del de las hembras, y el record está en un huevo de medio kilo.
Los nidos los van rotando en su territorio ocupando cada vez distintas cuevas o madrigueras, que protegen fuertemente.