Krúbera Voronya

Krúbera-Voronya
Información sobre la plantilla
Krub1.jpg
El abismo del mundo
Krubera2009.jpg
Krubera-Voronya hasta el 2009
UbicaciónRusia

Krúbera-Voronya. Para los espeleólogos de todo el mundo, especialmente para los soviéticos, la impresionante cordillera del Cáucaso ha sido no menos legendaria desde los mismos inicios de la práctica de nuestra actividad, siendo siempre una región de referencia en la que se esperaban notables descubrimientos.

Historia

A diferencia de otras actividades de montaña, en las que las metas a alcanzar están más o menos establecidas y son conocidas y apreciadas por el gran público, el objetivo principal de la espeleología alpina es la búsqueda y exploración de nuevas cavidades naturales, o la revisión de otras ya conocidas; pero siempre con el propósito de llegar a lugares nuevos, cada vez más distantes o más profundos, todavía no hollados por el hombre. Así, el concepto mismo de expedición va íntimamente ligado al de exploración, y no al de simple visita turística o conquista puramente deportiva. No está de más recordar que, al día de hoy, cuando de forma directa o indirecta se conoce ya la práctica totalidad de la superficie terrestre, la espeleología es una de las contadas actividades en las que todavía es posible la exploración geográfica pura.

En los últimos años, como resultado del empleo de nuevos materiales técnicos y una mejor preparación física, se han sucedido los récords mundiales de profundidad logrados por espeleólogos, después de años de estancamiento. Durante diecisiete años (1981-1998), la sima Jean Bernard, en los Alpes franceses, ostentó dicho récord con una cota interior de -1.602 metros. En febrero de 1998, el buceo de un sifón en la sima Mirolda, también situada en esta región alpina, llevó al descubrimiento de nuevas galerías hasta una profundidad de 1.610 metros. Pero este récord habría de durar apenas unos meses. En agosto de ese mismo año, un equipo polaco consiguió batirlo de nuevo en Austria, en el sistema Lamprechtsofen-Vogelschacht-P2, con -1.632 metros.

Tres años después, recién llegado el nuevo milenio, habría de alcanzarse un nuevo récord del mundo, superando además por primera vez la marca de los -1.700 metros. El 7 de enero de 2001, una expedición del International Cave Exploration Team – CAVEX (Rusia-Ucrania-España), en colaboración con la Asociación Espeleológica Ucraniana (Ukr.S.A.), llegaba en el Cáucaso Occidental a la profundidad de 1.710 metros en la sima Krúbera-Voronya (macizo de Arábika, República de Abkhazia, Georgia). Y nada más comenzar este año 2003, el 9 de enero, un equipo francés lograba franquear el segundo sifón de la sima Mirolda, llegando a una profundidad de 1.733 metros. La aceleración de estos tiempos que vivimos también se hace notar en la espeleología de e xploración, convirtiendo todo récord en una marca efímera.

Exploraciones en Arábika

Material de Expedición

El macizo de Arábika es una de las regiones kársticas del mundo con mayor potencial para la localización y exploración de grandes simas verticales. Este potencial consiste ni más ni menos que en el cálculo de la diferencia de cota entre las entradas de las cavidades situadas a mayor altitud y las surgencias más bajas dentro del mismo sistema hidrogeológico. En el caso de Arábika, esta variable se había medido ya en 1984 y 1985 con ayuda de un trazador químico, la fluoresceína, en dos simas, Ilyúkhina y Kuybyshévskaya, revelando su relación con una serie de surgencias situadas a orillas del mar Negro

Concretamente, se constató su conexión con las surgencias de Kholódnaya Rechka (50 msnm, 1,5 m3/s) y Reproa (1msnm, 2,5 m3/s), así como con surgencias submarinas situadas entre los 20 y 40 metros de profundidad. El trazador de Kuybyshévskaya fue capturado, además, en un sondeo situado entre las dos surgencias anteriores en el que se detectaron aguas subterráneas hasta una profundidad de 40 metros bajo el nivel del mar. Esta circunstancia llevó a distinguir una red central de circulación en este karst, la de mayor desnivel del mundo en ese momento, con más de 2 300 metros de amplitud vertical confirmada.

Mientras tanto, la exploración de la vecina Génrikhova Bezdna, que se llevó en paralelo con la anterior, levó a la conexión con Kuybyshévskaya a -965 metros en 1989. El sistema resultante recibiría el nombre de «Arábikskaya» En la sima Krúbera, situada a 2 240 msnm, también se estuvo trabajando entre los años 1982 y 1987, buscando una posible conexión con el sistema Arábikskaya, llegándose hasta una profundidad de 340 metros. Fue entonces cuando recibió el nombre «Voronya» («del cuervo»), por los cuervos que anidaban en el pozo de entrada, para distinguir esta sima de otra Krúbera que se encuentra en la meseta de Karabí-Yaila, en la península de Crimea.

Por su parte, espeleólogos moldavos, asistidos por sus colegas de Kiev, trabajaban mientras tanto en la sima Berchílskaya, que se abre a 2 390 msnm dentro del valle de Orto-Balagán, la entrada más elevada de toda la zona, llegando a explorar en este caso hasta la cota -500 metros.

Regreso a Arábika (1998 - 1999)

En 1998 la situación política en Abkhazia había mejorado lo suficiente como para plantearse retomar las exploraciones espeleológicas en el macizo de Arábika. Así, en verano de 1998 el CAVEX Team, escogió como zona de trabajo la situada al noreste del pico de los Espeleólogos (2 705 m), en los alrededores de la sima Moskóvskaya (-972 m), donde estaba previsto centrarnos especialmente en la sima S78/83 «Dzou», descubierta en 1983 y explorada hasta -750 metros por una expedición moscovita que se introdujo en Abkhazia en 1994, aprovechando el alto el fuego que supuso el despliegue del ejército ruso en la zona como fuerza de paz. La reexploración de la sima Dzou permitió a nuestro equipo añadir un nuevo “menos mil” a la nómina de grandes cavidades mundiales, llegando en esta ocasión hasta -1 077 metros.

Para el verano de 1999, después de la positiva experiencia del año anterior, dentro de la Asociación Espeleológica Ucraniana, en la que está integrado nuestro grupo, se plantearon dos expediciones simultáneas a Arábika. El CAVEX Team volvería a Dzou, consiguiendo llegar esta vez hasta la cota -1 090 metros, tras la exploración de un interminable meandro que permitía apartarse del gran colector que se encuentra a partir de -1 073 metros, un verdadero río subterráneo que, a todas luces, limitaba las posibilidades de ganar profundidad en la sima. Mientras tanto, un segundo grupo, el Vtoróy Eshelón, retomaría las exploraciones en el valle glaciar de Orto-Balagán, la zona en la que habían trabajado durante los años 80 los espeleólogos de Kiev. En el transcurso de esta expedición, se encontraría una nueva vía de continuación en la sima Krúbera-Voronya, que abriría el camino al futuro récord de profundidad.

Orto-Balagán debe su nombre a un pequeño conjunto diseminado de cabañas de pastores armenios, como indica el propio topónimo. Como se ha visto en las líneas anteriores, en este valle glaciar se habían explorado durante los años 80 una serie de cavidades, conectadas hidrogeológicamente entre sí y con surgencias situadas al nivel del mar, que ofrecían inmejorables perspectivas para la localización y exploración de todo un gran sistema endokárstico que superase incluso los hasta la fecha míticos 2 000 metros de profundidad. En agosto de 1999, el equipo Vtoróy Eshelón se había marcado allí dos objetivos. En primer lugar, proseguir la exploración de la parte final del sistema Arábikskaya, entrando por Génrikhova Bezdna; en segundo lugar, reexplorar la sima Krúbera-Voronya, buscando la posible conexión con el sistema Arábikskaya, de la que esta sima podría ser una entrada superior, con lo que se lograría aumentar el desnivel total del sistema resultante en 60 metros.

En los planes iniciales de exploración en Krúbera-Voronya estaba previsto trabajar paralelamente en lo dos ramales de la sima descubiertos el año anterior, pero al comenzar la expedición quedó claro que merecía la pena centrarse en el ramal «Superior», por el que había continuación abierta, ya que el ramal «Inferior», aunque prometedor, exigía de partida encontrar una continuación viable. Así, la expedición se dividió en tres fases. En la primera etapa se instaló la parte conocida de la sima hasta -750 metros, aprovechando para retopografiar el sector «antiguo» de la cavidad (el que llegaba a 340 metros) y topografiar el ramal «Superior» desde la cota -600 metros, donde se había detenido la topografía el año anterior, hasta -750 metros.

La segunda fase comenzó al seguir explorándose a partir de -750 metros. La sima fue ganando rápidamente profundidad en una sucesión interminable de pozos y cascadas, con una longitud media de 40-50 metros, hasta alcanzarse la cota mágica de los -1 000 metros, que fue acogida con gran entusiasmo en superficie. Más adelante, la sima seguía bajando. En la última entrada, sin un metro de cuerda en reserva, se alcanzó la cota de -1 215 metros en el fondo del P-71 donde se encuentra una sala con un gran caos de bloques que se estimó apropiada para instalar el futuro vivac.

Llegado este momento, dio comienzo la tercera fase. Al terminarse todas las cuerdas, se procede a la desinstalación de la sima. Se saca al exterior el vivac de -500 metros y todo el material metálico, dejándose las cuerdas recogidas en cabecera de pozo para la siguiente expedición, del MTDE Team.

Septiembre 2000 (-1.410 m)

Los integrantes de la expedición anterior nos pasaron el relevo al «equipo burgués», como cariñosamente nos llamaron los «bolcheviques». Yuriy Kasyan, el coordinador ucraniano de las anteriores dos expediciones, también presidente de la Ukr.S.A., nos esperaba en el aeropuerto de Adler, procedentes nosotros de Madrid-Moscú.

Así, en Adler nos reunimos el 31 de agosto un equipo verdaderamente internacional: Yuriy Kasyan, de Ucrania; Denis Provalov, de Rusia, recién llegado de la expedición del CAVEX Team a la sima Dzou, en la que en esta ocasión no se habían obtenido resultados relevantes; y los ocho integrantes del MTDE Team (dos franceses y seis españoles), de vuelta a nuestra vez de la campaña de exploración anual en Picos de Europa.

Tras varias vicisitudes fronterizas, el 4 de septiembre comenzábamos por fin a reequipar la sima, retocando aquí y allá la instalación para adaptarla, donde hacía falta, a nuestras cuerdas de 7 y 8 milímetros. De todos modos, en esta primera fase utilizamos en general la cuerda ucraniana que habían dejado en cabecera de pozo, de 9 y 10 milímetros.

En los días que siguieron fuimos turnándonos en la instalación de la sima y el trabajo en superficie. Mientras había algún equipo en la cavidad, en superficie se preparaba el material para próximas incursiones y se trataba con los lugareños. Nuestras buenas relaciones con los pastores se tradujeron en el intercambio de salchichones, pues con las prisas habíamos comprado como para un regimiento, por leche y queso, e incluso en la compra de un cabritillo. Recibimos también alguna visita de guerrilleros abkhazios, que nos ofrecían sus fusiles Kaláshnikov, el famoso AK-47, para hacer prácticas de tiro. Los días de descanso los aprovechábamos para prospectar en la zona del pico Arábika, cerca del cual localizamos, entre otras, una sima especialmente prometedora a 2 477 msnm con un gran pozo de entrada que no pudimos bajar por falta de tiempo. Como no disponíamos de buenos planos con coordenadas, muy difíciles de conseguir en la exURSS, y más en Abkhazia, con ayuda del G.P.S. hicimos un mapa de superficie marcando los principales accidentes del relieve y, especialmente, los vértices geodésicos soviéticos, que nos sirvieron para referenciar las simas.

Entretanto, en Krúbera-Voronya, utilizando de base el vivac de -500 metros, dejamos reinstalada la cavidad en cinco días, de manera que el día 8 el equipo de punta ya pudo trasladar este vivac a -1.215 metros y reemprender la exploración. Pronto quedó claro que la parte más inhóspita de la sima se encontraba a partir de esta cota, reduciéndose drásticamente las grandes dimensiones que tenía la cavidad hasta el momento a partir del caos de bloques de la sala de -1 215 metros. La tónica general eran estrechos pasajes, algunos de los cuales hubo que desobstruir a base de maza, con abundante flujo de agua que hacía extremadamente penosa la progresión.

La exploración se combinó, como no podía ser de otra manera, con la topografía detallada de la parte nueva de la cavidad, con brújula y clinómetro «Suunto» y cinta métrica. Las cotas las revisamos una y otra vez, en cada entrada, con ayuda de dos altímetros con precisión de un metro, digital y analógico respectivamente.

En dos días más se consiguieron alcanzar los -1 410 metros. A esa cota, un estrecho y regadísimo pozo terminaba en una pequeña galería que terminaba inundándose, cerrándose el camino. Así las cosas, pues se nos acababa el tiempo, decidimos comenzar a desequipar la sima y dejar para otra ocasión la búsqueda de continuación.

Pero la suerte habría de ponerse de nuestro lado. Durante la desinstalación, a -1 340 metros localizamos una ventana que daba paso a un meandro seco por el que se perdía el aire. Avanzamos unos quince metros por él y llegamos a la cabecera de un pozo de 10 metros (P-10). Ya no teníamos ni tiempo ni material de instalación a mano para equipar este pozo, así que dejamos la incógnita para el próximo equipo que entrara en un futuro que esperábamos no muy lejano.

La desinstalación se desarrolló con la misma celeridad que la instalación y exploración, de manera que en una jornada de trabajo ya habíamos desequipado de -1 410 metros a -500 metros, trasladando además el vivac de -1 215 metros a -500 metros, dejando una vez más las cuerdas recogidas en cabecera de pozo.

En el «vivac -500» tuvimos un incidente que merece la pena reseñar. Es costumbre en nuestras expediciones calentar las bombonas de camping-gas con la llama de la iluminación de acetileno, para que el gas fluya con más alegría. Cuando estábamos preparando el desayuno en el vivac, como saliera cada vez con menos fuerza la llama del hornillo, comenzamos a calentar la bombona como habitualmente, con tan mala suerte que explotó, quemándonos con la explosión y con el agua hirviendo que se nos derramó encima. Así que los dos quemados tuvimos que «evacuar» el vivac y salir a toda prisa a superficie, antes de que el dolor de las heridas se hiciera notar y nos impidiera subir por nuestros propios medios.

Nuestros compañeros en superficie, previa consulta telefónica a especialistas de la unidad de quemados del hospital francés de Toulouse, nos trataron las heridas con rapidez y eficacia, de manera que consiguieron evitarnos infecciones y otros males mayores. Por supuesto, la desinstalación prosiguió a buen ritmo, y en unos días pudimos bajar de nuevo a Orto-Balagán con todo recogido, donde una vez más nos esperaba Vatek con su incombustible camión soviético.

De vuelta en Gantiadi celebramos por todo lo alto la profundidad alcanzada y las buenas perspectivas de continuación de la sima en un bar local, con uno de los platos típicos de Abkhazia: las brochetas de carne con salsa picante, regadas con vino del país y, por supuesto, ríos de vodka.

Invierno 2000-2001 (-1 710 m)

La unanimidad era total entre los miembros del CAVEX Team: había que regresar lo antes posible a Krúbera-Voronya, pues las posibilidades de continuación en la sima eran enormemente alentadoras, y el récord del mundo estaba al alcance de nuestros dedos. Como ya habíamos hecho en otras ocasiones, se optó por proseguir la exploración de la sima en invierno, cuando la cantidad de agua en la cavidad era menor debido a las bajas temperaturas en superficie, en la que todo aporte hídrico quedaba retenido en forma de hielo y nieve.

El día 27 de diciembre partía de Adler, nuestro lugar habitual de concentración, el CAVEX Team para dar comienzo a la siguiente fase de exploración en Krúbera-Voronya. Como el tiempo lo permitía, el 28 por la mañana se pudo utilizar un viejo helicóptero soviético para subir rápidamente, con dos toneladas y media de impedimenta, hasta Orto-Balagán.

En días sucesivos el tiempo empeoró notablemente, con fuertes vientos y abundante nieve. Como se esperaba, bajo tierra las condiciones eran, por el contrario, las idóneas, sin el flujo constante de agua que tanto nos había incomodado durante el verano anterior. El 30 de diciembre se instalaba el vivac de -500 metros y el 2 de enero el de -1 215 metros. El 3 y 4 de enero el equipo de punta, dirigido por Yuriy Kasyan, llegaba hasta -1 340 metros, donde habíamos descubierto la ventana en la expedición anterior. Efectivamente ésta daba acceso a una continuación abierta, así que, pasando por ella, el 5 de enero Denís Provalov y Oleg Klimchuk instalaban ya hasta -1580 metros. Por fin, en la noche del 5 al 6 de enero, Konstantín Mukhin e Ilya Zharkov batían el record del mundo al alcanzar la cota de -1680 metros, quedándose en la cabecera de un pozo de considerables dimensiones. La noticia del récord corrió como la pólvora por todo el mundillo espeleológico en los cinco continentes, mientras en el siguiente ataque, el 7 de enero, Yuriy Kasyan y Anatoliy Povyakaylo alcanzaban el, hasta ahora, final de la sima, una enorme sala a -1 710 metros, que fue bautizada «Sala de los Espeleólogos Soviéticos».

En los días siguientes se desinstaló la cavidad y se comenzó a preparar el retorno previsto para el 11 de enero, de nuevo por aire. La intensa nevada que caía y el regreso en helicóptero, así que el 13 de enero se decidió descender a pie hasta el pueblo de Guzle, donde esperaba Vatek con su camión. Al día siguiente, sorteando fuertes aludes, Gantiadi, tras un sinnúmero de caídas montaña abajo rodando por la nieve. El 16 de enero los expedicionarios rusos llegaban a Moscú, donde les esperaba un multitudinario recibimiento, con banda militar de música, varias cadenas de televisión, periodista y por supuesto, todos los espeleólogos que pudieron acercarse. Dos días después, el 18 de enero llegaban a Kiev, donde también les aguardaba un recibimiento por todo lo alto.

Expedicion Verano 2003

Hemos participado en la expedición espeleólogos de los siguientes equipos: CAVEX Team (Rusia-Ucrania- España), MTDE Team (Francia-España), Espeleoclub de Kiev (Ucrania) y Sección de Espeleología de Leningrado (hoy San Petersburgo - Rusia), así como una serie de espeleólogos de diversa procedencia a título particular (Ucrania, Rusia, España, Australia, Abkhazia).

Se han realizado trabajos de exploración en las siguientes cavidades:

Krúbera-Voronya (-1710 m), Kuybyshevskaya (-1110 m) y Berchilskaya (-484 m).

Los resultados más notables han sido obtenidos en Krúbera-Voronya, donde los espeleobuceadores O. Klimchuk y D. Provalov, tras haber superado el muy estrecho sifón de -1460 m (7 m / -2 m), entre los días 14 y 19 de agosto han conseguido llegar en entradas sucesivas hasta la profundidad -1 680 m, deteniéndose por falta de material (habíamos enviado a post-sifón hasta el último mosquetón y centímetro de cuerda que nos quedaba) en cabecera de un gran pozo (treinta a cuarenta metros de profundidad y gran amplitud), tras el que se adivina un gran volumen de agua. El radical aumento de temperatura a esta profundidad (sube de en torno a los 2ºC-3ºC hasta los 7ºC) nos hace pensar en la cercanía del ansiado colector del valle glaciar de Orto-Balagán, en Arábika. Asimismo se han realizado trabajos de desobstrucción en la "Sala de los Espeleólogos Soviéticos", a -1 710 m, ganándose algunos metros de profundidad en el meandro terminal de este ramal de la sima.

Expedicion de Agosto - Septiembre 2004

Los medios desplegados en esta expedición fueron realmente notables, en consonancia con los objetivos que se habían marcado, participando un total de cincuenta y tres espeleólogos, en su mayoría ucranianos, aunque con presencia de algunos moldavos y abkhazios, dos estadounidenses -enviados por National Geographic-, un inglés, un francés, un ruso y dos españoles. El jefe de expedición elegido en esta ocasión fue el veterano espeleólogo ucraniano Nikolay Solovyev, de Kiev.

Desde el punto de vista táctico y técnico, hay que comenzar señalando que en esta expedición se decidió acometer la reinstalaciónde Krúbera, utilizando cuerda nueva y buscando el trazado óptimo en la totalidad de la sima, desde la entrada hasta el sifón S-2 (-1775 m), con el fin de ganar en seguridad y alejarnos de las frecuentes crecidas causadas por las intensas lluvias estivales, equipando además la cavidad con línea telefónica por cable hasta el sifón S-2. Para los trabajos desarrollados en la sima se han utilizado como base de operaciones cuatro vivacs, a -700 m, -1215 m, -1410 m y -1640 m, así como dos vivacs auxiliares más.

El principal objetivo consistió en la exploración sistemática del sector post-sifón de Krúbera, tras el sifón S-l (-1440 m), empezando por el buceo del sifón S-2. En la exploración de este sifón, realizada por el buceador G. Samokhin, apoyado por D. Kurtá, se consiguió una profundidad de -10 m tras un recorrido de 17 m, con unas condiciones de visibilidad casi nulas, llegando a un paso estrecho prácticamente impenetrable tras el que el sifón parece seguir un recorrido totalmente vertical.

A continuación del buceo, que establecía la profundidad de la sima en este ramal en -1785 m, el equipo de punta -D. Kurtá, G. Samokhin, Yu. Timoshévskaya, D. Fedotov (Ucrania), B. Tourte (Francia) y S. García-Dils (España)- acometió la búsqueda de ventanas y posibles continuaciones en este sector post-sifón, localizando cerca del vivac de -1640 m un estrecho pasaje que daba acceso a una nueva red de galerías. Estas galerías desembocaban a su vez en un potente colector fósil con gran corriente de aire, en el que el 25 de agosto se llegó a una cota de ­1840 m en un nuevo sifón, batiéndose así el récord del mundo de profundidad. En la galería fósil, por otra parte, se descubrirían varias continuaciones abiertas, que serán objeto de exploración en la expedición de octubre.

Mientras se realizaban las exploraciones post-sifón, en el sifón S-l (-1440 m) N. Solovyev, A. Karpichenko y compañía desarrollan importantes trabajos de desobstrucción, con el objetivo de permitir cruzarlo sin necesidad de equipos de buceo. Como resultado de estos trabajos, el sifón quedó reducido a una longitud de tan solo medio metro, pudiéndose cruzar ya en apnea -eso sí, vistiendo traje seco, que la temperatura del agua está en torno a los 2°C-. Para la desobstrucción se utilizaron explosivos y un taladro de gasolina, lo que hizo necesaria la instalación en post-sifón de un tubo de PVC de doce metros de longitud que permitiera vaciar por unos minutos el sifón y, por tanto, renovar el aire.

Más arriba, en el sector de Krúbera situado a -250 m, A. Zhdanovich y su grupo de la ciudad de Uzhgorod realizaron escaladas en busca del origen de los importantes aportes de agua que vierten aquí y de un posible nuevo acceso para la sima, consiguiendo escalar un pozo de 100 m, que da paso a tres ramales distintos por los que se ha podido ascender hasta un total de 200 m, dejando continuaciones abiertas en las que habrá que seguir trabajando.

Por último, en la parte central del ramal Nekuybyshévskaya, el grupo de K. Markovskoy descubrió nuevas galerías fósiles que prosiguen en dirección de la red de meandros de la sima Kuybyshévskaya, situados en esta cavidad a -140 m. En esta última sima, a la cota señalada, M. Bondarenko y A. Verchenko encontraron continuación a los meandros fósiles en dirección a Krúbera, por lo que resulta altamente probable unir el sistema Arábikskaya con esta sima en un solo gran sistema en futuras expediciones.

Expedicion de Octubre 2004

En la expedición anterior, la sima se había dejado preparada de manera que grupos reducidos pudieran hacer punta rápidamente sin necesidad de mover un gran volumen de material, dejando las cuerdas recogidas en cabecera de pozo, parte de la infraestructura de los vivacs -esterillas y polietilenos de cubrición-, y con el sifón de ­1440 m prácticamente eliminado. Dadas las excelentes posibilidades de continuación que se habían dejado en el nuevo sector, se decidió proseguir la exploración de la sima en octubre, esta vez bajo la dirección de Yuriy Kasyán, con un reducido grupo compuesto por los espeleólogos ucranianos I. Ischenko, S. Bogutskiy, D. Furnik, K. Gostev, I. Lapa, E. Medvedeva, E. Vash y V. Dyachenko.

De nuevo, la base elegida para continuar con las exploraciones fue el vivac de -1640 m, desde el que se retomaron los trabajos en el colector fósil. Los resultados no se harían esperar; a unos 30 metros por encima del sifón de -1840 m, una de las galerías descubiertas en agosto condujo a una serie de pasajes inclinados y pozos -el mayor de ellos de 40 m-, por los que el 19 de octubre se llegó hasta la punta actual, a -2080 m, en una sala fósil con arena y sedimentos, dejándose un buen número de incógnitas laterales que serán objeto de una futura expedición.

Expedicion de Octubre de 2005

En octubre de 200S, una nueva expedición llegaba a un sifón a -2140 m, después de superar otras tres galerías inundadas más a partir de -1980 m. La exploración de esta fabulosa sima todavía no ha terminado de darnos sorpresas, y a lo largo de 2006 seguiremos buscando galerías totalmente vírgenes y nuevos horizontes subterráneos en esta cavidad singular.

Expedicion de 2007

Expedicion Invernal a KRÚBERA-VORONYA 2007

Entre los días 4 y 22 de enero del 2007 se ha desarrollado en la sima Krúbera-Voronya la expedición invernal del CAVEX Team. El objetivo principal en esta ocasión ha sido el buceo del sifón 5-5, situado a ­2 140 m. Para ello, en la expedición estival del 2006 habíamos acopiado abundante material y alimentos cerca del sifón, lo que ha permitido que la exploración invernal se desarrollara con gran agilidad.

Los resultados principales de la expedición han sido:

  • Se ha preparado un nuevo vivac permanente a -700 m (Pti Oryu), más confortable que el anterior.
  • A -1 400 m (Sandy Beach) también se ha instalado un vivac permanente, con capacidad para doce espeleólogos. Éste es un punto clave, último sitio «civilizado» antes del sifón de -1.440 m y las galeñas postsifón.
  • Nuestros buceadores de punta, Oleg Klimchuk y Yuriy Bazilevskiy (BZ), han conseguido superar el sifón de -1 775 m, descubriendo una galería por la que circula abundante agua, que se sume en un nuevo sifón a -1 800 m, cuya exploración queda pendiente para futuras expediciones.

Por fin, el punto culminante de la expedición llegaba el 16 de enero, cuando nuestro compañero Oleg Klimchuk lograba adentrarse en el sifón 5-5 hasta una profundidad de -30 m, en una longitud de 80 m, tras superar el bloque que cerró el paso a la expedición de la Ukr.S.A. en septiembre del 2006, estableciendo un nuevo récord mundiaL La cota de Krúbera-Voronya queda en -2 170 m.

Véase también


Fuentes