La casa verde (Libro)

La casa verde
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Novela del escritor peruano Mario Vargas Llosa
Autor(a)(es)(as)Mario Vargas Llosa
GéneroNovela
Primera edición1966
PaísPerú

La casa verde. Es la segunda novela del escritor peruano Mario Vargas Llosa. La novela se caracteriza por la asimilación de las nuevas técnicas narrativas de autores europeos y estadounidenses desarrolladas a lo largo de la primera mitad del Siglo XX. La se galordonó con el premio Rómulo Gallegos.

Escenarios

La acción de la novela transcurre entre dos escenarios, separados entre sí por muchos kilómetros: la ciudad de Piura (situada en el desierto de la costa norte peruana), y la selva

Mapa del norte peruano, donde se desenvuelven las historias de la novela

amazónica peruana, principalmente en el poblado de Santa María de Nieva, sede de una misión religiosa española así como de un puesto de la Guardia Civil. Otros escenarios selváticos son Iquitos, la principal ciudad del oriente peruano, y Borja, sede de un destacamento del ejército peruano. Los nervios de aquel mundo selvático son los ríos caudalosos e imponentes: el Marañón, el Río Amazonas y sus afluentes.

Argumento

En esta novela confluyen muchas historias que, espacial y temporalmente, se entrecruzan, se complementan y se enriquecen mutuamente, sin embargo, es posible distinguir tres

Autor del libro La casa verde

historias “base”: la de Don Anselmo, la del Sargento Lituma y la del bandido Fushía.
Don Anselmo es un forastero que funda un prostíbulo en Piura, conocido como “La Casa Verde”. Ante ello el cura García, junto con otros “guardianes de la moral” de la ciudad inician una lucha frontal contra el “antro de perversión”, al cual terminan por incendiar. Don Anselmo cae en la miseria y se dedica a tocar el Arpa en las cantinas. Años después, su hija, apodada “La Chunga”, funda otra casa-burdel al cual bautiza con el mismo nombre de la anterior.

Lituma es un piurano o mangache más que frecuenta la Casa Verde (la regentada por La Chunga), junto con sus amigos, tipos vagos y vividores como él, apodados “los Inconquistables”. Tiempo después se enrola en la Guardia Civil, fungiendo de sargento en el poblado selvático de Santa María de Nieva. Allí conoce a Bonifacia o “La Selvática”, una lugareña de ascendencia aguaruna, con quien se casa y regresa a Piura. Pero al reunirse de nuevo con sus amigos “inconquistables”, recae en las andadas y termina por ser encarcelado, mientras su esposa se prostituye en la Casa Verde. Al salir de prisión, Lituma no solo no hace nada para rescatar a su esposa, sino que junto con sus amigos empieza a vivir a expensas de ella.

Fushía es un contrabandista de origen japonés, quien junto con una muchacha iquiteña llamada Lalita, se instala en una isla del río Santiago, cerca a la frontera con Ecuador, donde se dedica a robar mercaderías a las tribus vecinas. Le ayuda su fiel amigo Aquilino, quien se encarga de llevarle dinero y víveres a cambio de las mercaderías robadas. Pero empieza a maltratar a Lalita y esta huye junto con otro prófugo, el práctico Adrián Nieves, desertor del Ejército. Solitario y víctima de una repulsiva enfermedad, Fushía es trasladado por su amigo Aquilino al leprosorio de San Pablo, cerca de Iquitos.

Estructura

La novela está dividida en cuatro capítulos y un epílogo. Cada una de estas cinco secciones se inicia con una especie de prólogo o narración flotante, para luego dar paso a subcapítulos rotulados con números romanos, cuyo número varía entre tres y cuatro, distribuyéndose de esta manera:

Capítulo Uno: I, II, III y IV
Capítulo Dos: I, II y III
Capítulo Tres: I, II, III y IV
Capítulo Cuatro: I, II y III
Epílogo: I, II, III y IV.

A la vez, cada uno de los subcapítulos está conformado por entre 4 y 5 unidades narrativas (una sola en las correspondientes al Epílogo), que se distinguen gráficamente al estar separadas por espacios en blanco y con las dos o tres primeras palabras iniciales escritas en mayúsculas (esta última característica corresponde a la edición príncipe; otras ediciones posteriores no la tienen).

Dichas unidades narrativas corresponden a cinco núcleos argumentales que se van desarrollando a lo largo de la novela. Para esquematizar los señalaremos con las letras del alfabeto

A.- Se desarrolla en Santa María de Nieva, sede de una misión de religiosas españolas y de un puesto de la Guardia Civil (policía). En el convento de la misión son acogidas niñas indígenas para evangelizarlas y “civilizarlas”. Entre dichas pupilas se encuentra Bonifacia, quien tras ser expulsada del convento, se casa con el Sargento Lituma, de la Guardia Civil.
B.- Corresponde a la historia del bandido Fushía, un brasileño de ascendencia japonesa, que tiene su centro de operaciones en una islita del río Santiago.
C.- Es la historia de Don Anselmo y la “Casa Verde”, burdel de Piura,historia que se prolonga en un espacio de 40 años.
D.- Tiene su centro de referencia la guarnición militar de Borja, en la Amazona, cuyas fuerzas son solicitadas por las autoridades para reprimir a los nativos encabezados por el aguaruna Jum. Uno de los reclutas, el práctico Adrián Nieves, deserta y termina recalando en la isla de Fushía. Los militares actúan en coordinación con la Guardia Civil de Nieva.
E.- La acción se desarrolla en la Mangachería, barrio bravo de Piura, en torno a las andanzas de los “inconquistables”, con el Sargento Lituma a la cabeza. Su canto triunfal era: "Eran los Inconquistables, no sabían trabajar, sólo chupar, sólo timbear, eran los Inconquistables y ahora iban a culear".

Estas historias se distribuyen a lo largo de la novela del siguiente modo:

Capítulo Uno: “Prólogo” (A), I (A-B-C-D-E), II (A-B-C-D-E), III (A-B-C-D-E) y IV (A-B-C-D-E)
Capítulo Dos: “Prólogo” (A), I (A-B-C-D-E), II (A-B-C-D-E) y III (A-B-C-D-E)
Capítulo Tres: “Prólogo” (D), I (A-B-C-E), II (A-B-C-E), III (A-B-C-E) y IV (A-B-C-E)
Capítulo Cuatro: “Prólogo” (B), I (A-B-C-E), II (A-B-C-E) y III (A-B-C-E)
Epílogo: “Prólogo” (A), I (B), II (C), III (D) y IV (C/E).

La edición príncipe contaba además con un mapa del escenario de los sucesos de la novela: es decir todo el norte peruano, desde Piura en la costa hasta la Selva amazónica repartida entre los departamentos de Amazonas y Loreto. No todas las ediciones posteriores incluyen dicho mapa.

Personajes

Principales

Don Anselmo o El Arpista. Aparece un día en Piura, donde se radica para no salir más de ahí. Parece ser un personaje que está más allá del tiempo, pues nadie sabe nada de su pasado y él no parece tener proyectos a futuro. Sin embargo, sorprende a todos creando un burdel en las afueras de la ciudad, al que bautizan como la “Casa Verde”. Es odiado por los sectores conservadores de la ciudad, a la cabeza de los cuales se halla el padre García.

Otros lo respetan y lo frecuentan solo por su riqueza. Don Anselmo es el prototipo del empresario hábil y sin escrúpulos que hace dinero a expensas de los bajos instintos de los hombres. Quizás el único momento puro de su vida sea su amor por Antonia, la niña ciega; pero la muerte de ésta, durante el parto, seguido del incendio de la “Casa Verde” detiene absolutamente todo, y para don Anselmo ya sólo existe el recuerdo de ese instante crucial de su vida. Termina sus días trabajando como músico en locales de ínfimo nivel. "Es el hombre de un solo sitio, sin pasado y sin futuro: la casa".

Lituma o El Sargento. Es uno de los "Inconquistables", nombre con el que se apodan un grupo de mangaches (piuranos del barrio de la Mangachería) vividores, que no tienen ideales ni metas concretas. Lituma parte a la selva, enrolado en la Guardia Civil, pero trabaja sólo por cumplir, y la posibilidad de abusar de su cargo le permite la revancha de disponer un pequeño poder. Pero ya de regreso en Piura, no es siquiera capaz de salvar a su mujer, Bonifacia, de la prostitución. Lituma es la debilidad, la casi inexistencia de una existencia gris: el fracaso.

Fushía. Es el aventurero que vive al margen de la ley y que aspira a tener poder y riqueza. Cree que el crimen es el único camino para llegar a donde se propone; pero el puro ímpetu no basta para imponerse sobre los demás, y poco a poco va perdiendo su ilusorio poder. Así, sus actos forjarán su soledad final, agudizada por el aislamiento al que lo condena una rara enfermedad de la piel. Pese a todo, su naturaleza emprendedora hace que su mirada esté siempre puesta en el futuro, pues aun enfermo y solo mantiene algún proyecto: confía en el regreso del que quizás sea su único amigo, Aquilino. "Fushía es el movimiento, lo temporal: el río".

Bonifacia o “la Selvática”. De origen desconocido. Era de baja de estatura y de ojos verdes. Había nacido entre los aguarunas y criada por el cacique Jum. Niña aún, es capturada por los soldados y llevada al convento de Nieva. Expulsada de allí, se casa con el Sargento Lituma, quien la lleva a Piura. Acaba convertida en una prostituta de la “Casa Verde” (la regentada por La Chunga) y a sus expensas viven Lituma y sus amigos “los inconquistables”.

Lalita. Una mujer iquiteña, del barrio de Belén, muy atractiva, de cabello largo y claro. Muy joven aún, se enamora de Fushía, cuando éste trabajaba en Iquitos como empleado de Julio Reátegui, en el comercio de Tabaco. Cuando la policía descubre que este negocio era solo una fachada del tráfico de caucho, Fushía huye y Lalita lo sigue, arribando ambos a una isla del río Santiago, donde llevarán durante mucho tiempo una vida muy dura dedicada al robo y el contrabando. En ese ambiente tienen un hijo, el pequeño Aquilino, pero cansada de los maltratos de Fushía, Lalita se fuga con el práctico Nieves, con quien se instala en Santa María de Nieva y tiene dos hijos. Descubierto y arrestado Nieves, Lalita se casa después con el guardia Huambachano, apodado el Pesado, con quien tiene más hijos.

El práctico Adrián Nieves. Natural de Amazonas. Su trabajo consistía en guiar a los foráneos a través de los ríos y parajes de la selva. Se enrola en la guarnición de Nieva, pero cansado de la dura vida cuartelaria deserta y se interna en una isla del río Santiago, cercano a la frontera con Ecuador, donde lo acoge Fushía, jefe de bandidos. Se traslada luego a Santa María de Nieva, junto con Lalita (la mujer de Fushía) con quien tiene dos hijos. Pero es descubierto por la policía y arrestado, permaneciendo en prisión durante muchos años.

La Chunga. Hija de don Anselmo y de la ciega Toñita, nacida poco antes del incendio de la “Casa Verde”, de la que se salva. Ya mayor, trabaja en el bar de Doroteo, y termina apoderándose del negocio, que prospera bajo su impulso. Funda luego una casa-burdel a la que denomina como la “Casa Verde” en recuerdo del anterior prostíbulo.
Secundarios

La ciega Antonia o la Toñita. Hija de los esposos Quiroga, unos hacendados que habían sido asesinados por unos bandidos en el camino hacia Piura. Es adoptada por la lavandera Juana Baura, pero don Anselmo la rapta y lo encierra en una habitación, donde la viola, fruto de lo cual nace una niña conocida después como La Chunga.

La lavandera Juana Baura. Una “gallinaza”, es decir del barrio de la Gallinacera de Piura, que cría a la ciega Antonia y después a la hija de ésta, La Chunguita o La Chunga.

Angélica Mercedes. Cocinera de “La Casa Verde” (la primera) y que luego funda su propia chichería, en la Mangachería.

La "habitantas" o prostitutas de la "Casa Verde", todas foráneas.

El doctor Pedro Zevallos. Natural de Lima pero establecido en Piura. Amigo de don Anselmo y asiduo concurrente de la “Casa Verde”.
Dueño de un almacén en Piura. Otro de los que frecuentan la “Casa Verde”. Se traslada luego a Sullana, donde su negocio prospera.

Chápiro Seminario. Rico hacendado de Piura, famoso por su fuerza y brío. Asiduo visitante de la “Casa Verde” (la primera).

El padre García, el cura de Piura, severo vigilante de la moral pública. Encabeza a las “personas de bien” en contra del funcionamiento de la “Casa Verde”.

El camionero Bolas. Aficionado a la música, y el Joven Alejandro, un mediocre compositor de baladas, que se juntan con don Anselmo, ya caído en desgracia, para formar una orquesta.

Josefino Rojas, José y el Mono, amigos y parientes del Sargento Lituma, quienes forman el grupo de los “Inconquistables”, gente maleante y vividora del barrio de la Mangachería, en Piura.

El hacendado Seminario (sobrino de Chápiro), quien agrede verbalmente al Sargento Lituma en la “Casa Verde” y acepta el reto de la “ruleta rusa”, disparándose un tiro en la cabeza.

Las religiosas españolas. De la misión de Santa María de Nieva: Madre Angélica, Madre Leonor, Madre Griselda (la Superiora). Acogen a niñas nativas en el convento para “civilizarlas”.

Las tribus amazónicas del alto Marañón. Los aguarunas, los huambisas, los shapras, los muratos, los achuales, entre las cuales existen peleas y rivalidades. Son conocidos genéricamente como “chunchos”. Venden bolas de caucho y pieles de animales a los “patrones” pero a cambio reciben pagos irrisorios.

Jum. Cacique aguaruna de la localidad de Urakusa (Alto Marañón), quien azuzado por unos forasteros, exige un pago más justo para el caucho que su tribu vendía a los intermediarios o “patrones” al servicio de Julio Reátegui, uno de los hombres más ricos de la Amazonía. Al ser ignorado, decide organizar una cooperativa para vender el caucho directamente a los comerciantes de Iquitos y así obtener mayores ganancias. Las fuerzas del orden intervienen y capturan a Jum, acusándolo de sedicioso. Enseguida lo torturan y lo cuelgan durante un día en la plaza de Nieva, para luego soltarlo bajo promesa de no volver a azuzar a su gente. Jum no se arredra y cada cierto tiempo retorna a Nieva exigiendo la devolución de las mercancías que el Ejército le había confiscado, así como a la muchacha que le habían arrebatado (la Bonifacia).

Don Julio Reátegui. Hombre de negocios y Gobernador de Santa María de Nieva. Es dueño de múltiples empresas en Iquitos, pero su negocio más rentable es el comercio ilegal del caucho (que estaba prohibido por ser “material estratégico” en los años de la segunda guerra mundial). Recurre al ejército y a la policía para someter a todos aquellos que hacían peligrar su negocio: tanto a los aguarunas sublevados por Jum como a los bandidos encabezados por Fushía.

Don Fabio Cuesta. Socio de Reátegui, a quien sucede en la gobernación de Santa María de Nieva.

El doctor Portillo. Abogado de Reátegui, cuyos pleitos siempre los gana.

Manuel Águila, Pedro Escabino y Arévalo Benzas. Intermediarios de Julio Reátegui en el comercio del caucho con los aguarunas.

Bonino Reyes y Teófilo Cañas.Forasteros que azuzan a los aguarunas a exigir un pago justo por el caucho.

El Cabo (luego Sargento) Roberto Delgado. Perteneciente a las fuerzas militares acantonadas en Borja.

El Capitán Artemio Quiroga. De la guarnición de Borja.

El Teniente Cipriano. Jefe de la Guardia Civil de Santa María de Nieva, superior del Sargento Lituma.

Los guardias civiles. Bajo las órdenes del Sargento Lituma: el Rubio, el Chiquito, el Oscuro y el Pesado, todos limeños. De todos ellos, solo el Pesado (Huambachano), el más lujurioso, decide establecerse definitivamente en la selva, casándose con la Lalita, a quien llena de hijos.

Aquilino. Aguatero de Moyobamba, que es reclutado por Fushía para servirle de ayuda en el comercio con las tribus selváticas. Destaca por la fidelidad que demuestra a su jefe.

Pantacha. Un aventurero, serrano de origen. Es recogido por Aquilino y se suma a la banda de Fushía en la isla del río Santiago.

El pequeño Aquilino. Hijo de Fushía y Lalita, quien nace en la isla del río Santiago.

Crítica

Mario Vargas Llosa había tenido un enorme e inesperado éxito con su primera novela La ciudad y los perros, en la que novelaba sus experiencias en la Escuela Militar, y abordó esta segunda novela con tiempo y ganas de experimentar. El relato se mueve en tiempos y espacios cambiantes, reales e imaginarios. Su historia, confusa y fragmentaria en principio, se va construyendo conforme avanza la novela, sin que se pierda la claridad, como un enorme rompecabezas que sólo al final se completa. Vargas Llosa aprovechó el recuerdo de sus años en Piura para componer este fresco, utilizando técnicas narrativas vanguardistas e innovadoras.

Ejemplo de su habilidad técnica son las llamadas "narraciones telescópicas": se presentan simultáneamente dos (y hasta tres) diálogos que ocurren en diferentes momentos del tiempo y del espacio. Y a pesar de que pueda parecer complejo, el lector atento no se pierde en este juego artístico, pues la maestría del narrador lo orienta paso a paso a través del laberinto que ha construido no por una mera exhibición de virtuosismo, sino porque la naturaleza misma de la novela exige esta fusión abrumadora de realidades fragmentadas.

Ellas van dándonos a conocer el universo total que la novela pretende abarcar, como Luis Loayza apunta: "Lo genial estriba en que esta estructura es necesaria; el autor va graduando sus efectos de tal manera, que mantiene nuestro interés en todo momento y, al terminar la lectura, comprendemos que “La Casa Verde” no podía escribirse de otra manera".

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