La escuela romántica (libro de 1833)

La Escuela romántica
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Libro jcvelasco.jpg
Autor(a)(es)(as)Heinrich Heine
Editorial:Alianza Editorial 2010, 287 págs.
EdiciónJuan Carlos Velasco
PaísMadrid,
Sitio web
www.ifs.csic.es/es/content/heine-heinrich-la-escuela-romántica

Escuela romántica. Es un texto combativo y de elevado tono polémico

Definición

Imbricado de forma inequívoca con la agitada situación política europea del primer tercio del siglo XIX –como analiza en su introducción de forma ejemplar Juan Carlos Velasco, encargado de la edición–, este libro escrito en una prosa moderna, directa y casi periodística, caracterizada por un estilo incisivo eimpregnado de humor, supuso un acertado análisis de este movimiento por parte de quien se declaraba «su último poeta».

Término Romántico

El termino romántico procede del alemán que significa anticlásico. Es la ruptura con las normas clásicas de la versificación, los temas de la literatura y el arte grecorromano. Interpreta los sentimientos del autor. Su temática gira al rededor del amor, como la naturaleza y lo exótico. Siglo XIX-El Romanticismo Gustavo Adolfo Bécquer “Rimas” El Romanticismo Es una reacción revolucionaria contra el racionalismo de la Ilustración y el Clasicismo, dándole importancia al sentimiento. Su característica fundamental es la ruptura con la tradición clasicista basada en un conjunto de reglas estereotipadas. Se desarrolló fundamentalmente en la primera mitad del siglo XIX, extendiéndose desde Inglaterra a Alemania. Después a Francia, Italia, Argentina, España, México, etc.

Neoclasicismo

Siglo XVIII-El Neoclasicismo Surgió para denominar de forma peyorativa al movimiento estético que venía a reflejar en las artes los principios intelectuales de la Ilustración que desde mediados del siglo XVIII, se venía produciendo en la filosofía y que consecuentemente se había transmitido a todos los ámbitos de la cultura.

Rescate de La Escuela Romántica

El rescate de Heine con su ensayo La escuela romántica es de los que merecen el mayor entusiasmo. Primero porque de su autoría sólo se conseguía en algunas librerías de viejo el excelente Los dioses en el exilio, y segundo porque este autor, que trabajó rabiosamente durante la primera mitad del siglo XIX, es tan poco acartonado, tan lúcido, tan sencillo y tan gracioso, que su olvido es por lo menos sorprendente.

La escuela romántica fue escrito como respuesta a De l’Allemagne de Madame de Staël, el libro que introdujo el Romanticismo alemán en Francia. Heine, que perteneció a la escuela, ya no la soporta cuando escribe su ensayo. Entonces afirma que elogiar esa escuela es promover “tendencias ultramontanas”. Y luego se encarga de exponer su caso: en síntesis, que el Romanticismo es funcional a los intereses de la nobleza alemana, católica y nostálgica de la Edad Media.

Tras tomar posición, comienza ya no sólo a desmenuzar el Romanticismo, sino toda la literatura alemana. Y dice, por ejemplo, de Goethe:
“Yo no niego en absoluto el mérito intrínseco de las obras maestras de Goethe. Ellas decoran nuestra querida patria tal como las bellas estatuas decoran un jardín, pero son estatuas”.
Del patriotismo y el espíritu germano:
“El patriotismo del alemán consiste en que su corazón se estrecha, se contrae como el cuero en el frío, odia lo extranjero, ya no quiere ser un ciudadano del mundo, un europeo, sino solamente un teutón provinciano”; “Una locura francesa no es, ni con mucho, tan loca como una alemana; porque en esta última, como diría Polonio, hay método. Se cultiva esa locura con una pedantería sin igual, con una aberrante gravedad, con un fundamentalismo que son inimaginables para un superficial demente francés”.

Con gran malicia y detalle, cuenta que A. W. Schlegel era sexualmente impotente (para resaltar la “esterilidad” del Romanticismo), dice que Ludwig Tieck “era poeta, una calificación que no merece ninguno de los Schlegel” y de Von Arnim “usualmente, es serio como un alemán muerto. Un alemán vivo ya es una criatura suficientemente seria, ¡pero un alemán muerto!”. Cada daga lanzada tiene su razón de ser, y Heine también dedica páginas francas y sin ironías a las canciones populares alemanas y el Quijote.

Pero su fastidio con una escuela literaria que considera retrógrada y oscurantista sigue fresco a casi dos siglos de distancia. Además, resulta relevante para las discusiones literarias actuales: Heine cree en la responsabilidad social y política de la literatura y, “como hombre de movimiento” y socialista incipiente –era muy amigo de Marx– se opone a la literatura hecha de “cuestiones artísticas”, que llevaría al “indiferentismo” y al “quietismo”. Y, encima, La escuela romántica es un ensayo muy accesible, facilísimo de leer y muy pero muy divertido.

Fuente

  • www.alianzaeditorial.es/.../newFichaProducto.
  • www.slideboom.com/presentations/.../LA-ESCUELA-ROMANTICA
  • www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/libros/10-2564-2007-05-30.html
  • www.ifs.csic.es/es/content/heine-heinrich-la-escuela-romántica