La eternidad y un día

La eternidad y un día
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Drama poético | Grecia, Francia, Alemania, Italia
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Elegía cinematográfica sobre el tiempo, la memoria y la despedida, ambientada en la Grecia contemporánea.
NombreΜια αιωνιότητα και μια μέρα
Otro(s) nombre(s)Eternity and a Day
Estreno1998
GuiónTheo Angelopoulos, Tonino Guerra, Petros Márkaris, Giorgio Silvagni
DirectorTheo Angelopoulos
Producción GeneralTheo Angelopoulos, Éric Heumann
Dirección de FotografíaYorgos Arvanitis, Andreas Sinanos
Productores EjecutivosParadis Films, La Sept Cinéma, Intermedias
Director de ArteN/A
RepartoBruno Ganz, Isabelle Renauld, Fabrizio Bentivoglio, Achilleas Skevis
PremiosPalma de Oro (Festival de Cannes, 1998); Premio del Jurado Ecuménico (Cannes, 1998)
PaisGrecia, Francia, Alemania, Italia

La eternidad y un día. Una meditación visual sobre el ocaso de la vida, el lenguaje perdido y la posibilidad de redención a través del otro.

Sinopsis

Alexander, un poeta griego enfermo, se enfrenta a su último día de vida. En medio de la melancolía y los recuerdos, conoce a un niño albanés que sobrevive limpiando cristales en las calles de Tesalónica. Juntos emprenden un viaje que trasciende fronteras físicas y emocionales, mientras Alexander intenta reconciliarse con su pasado, su esposa fallecida y el tiempo que le queda. El niño, por su parte, representa la esperanza, la continuidad y la posibilidad de amar más allá de uno mismo.

La crítica dice

  • Carlos Boyero: Diario El Mundo: "Hermosa película (...) doloroso y lírico retrato del último día de la vida de un viejo y enfermo escritor."
  • Janet Maslin: The New York Times: "Una obra de poesía cinematográfica: serena, bella y escalofriante, como el mar eterno en el que está ambientada."
  • Kevin Thomas: Los Angeles Times: "Angelopoulos ha creado otra obra maestra, que recuerda a clásicos como las 'Fresas salvajes' de Bergman."
  • Carrie Rickey: Philadelphia Inquirer: "Aunque no es para todo público, recompensa al espectador paciente con una experiencia emocional incomparable."

A cerca de la trama

La película se despliega como un poema visual, donde el tiempo no es lineal sino circular, como las olas del mar que Alexander contempla desde su casa. El niño albanés, desarraigado y vulnerable, se convierte en el espejo donde el poeta ve reflejada su propia infancia, sus errores y su última oportunidad de amar. Angelopoulos construye una narrativa lenta, contemplativa, con planos secuencia que invitan a la introspección. La música de Eleni Karaindrou acompaña cada escena como un suspiro que se niega a desaparecer.

Reparto principal

Fuentes