Laringitis crónica

Laringitis crónica
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Ocurre cuando la laringe y las cuerdas vocales se hinchan e irritan. Esta afección bastante común, y a menudo causa ronquera o pérdida de la voz.

Laringitis crónica: Es una inflamación de la laringe y de las cuerdas vocales, que se produce en el niño menor de 4 años, aunque también puede aparecer en niños mayores y adultos. El virus causal suele dar lugar a síntomas que, generalmente, empiezan de una forma brusca, como tos seca y metálica («perruna»), respiración ruidosa –sobre todo al espirar– y dificultad respiratoria. Si el niño tiene sensación de ahogo y presenta fiebre, es preciso avisar urgentemente al médico, para que prescriba un tratamiento adecuado y descarte otras infecciones más graves (p. ej., una epiglotitis).

Introducción

La laringitis puede ser aguda o crónica. Los síntomas de cada uno son similares pero varían en duración. La laringitis crónica puede desarrollarse durante largos períodos de tiempo y durar semanas o meses, mientras que la laringitis aguda generalmente aparece de repente y desaparece en unos pocos días a una semana. La laringitis que dura más de tres semanas se conoce como laringitis crónica. Este tipo de laringitis es generalmente causada por sustancias irritantes. La laringitis crónica puede causar tensión de las cuerdas vocales y lesiones o crecimientos en las cuerdas vocales (pólipos o nódulos). Estas lesiones pueden ser causadas por:

  • Irritantes inhalados, como los vapores químicos, alérgenos o humo.
  • Reflujo ácido, también llamado enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE)
  • Sinusitis crónica.
  • Consumo excesivo de alcohol.
  • Uso habitual excesivo de su voz (por ejemplo, con los cantantes o animadoras)
  • Fumar

Causas

La mayoría de los casos de laringitis son de carácter temporal y mejoran después de que la causa subyacente se cura o mejora. Las causas de la laringitis aguda incluyen:

  • Infecciones virales tales como aquellas que causan un resfriado.
  • Esfuerzo vocal, causada por gritos o el uso excesivo de la voz.
  • Virus como el sarampión o las paperas.
  • Infecciones bacterianas como la difteria, aunque esto es raro.

Síntomas

El principal síntoma de la laringitis es la ronquera. Otros síntomas pueden incluir una garganta seca o dolor de garganta, tos y dificultad para tragar (disfagia). Los síntomas más comunes de la laringitis son:

  • Ronquera.
  • Sentir un cosquilleo en la garganta.
  • Fiebre.
  • Tos (que puede ser de bronquitis o sinusitis)
  • Congestión.
  • Pérdida de la voz.

Los síntomas más graves pueden indicar que existe otro problema. Un niño que tiene dolor severo, babeo y dificultad para respirar puede tener epiglotitis, una condición seria que requiere atención de emergencia. Los adultos también pueden tener epiglotitis, pero es más común en los niños. Busque atención médica inmediata si su hijo:

  • Hace ruido al inhalar.
  • Tiene dificultad para tragar (disfagia)
  • Tiene dificultad para respirar (disnea)
  • Tiene una fiebre por encima de 39 ºC

Factores de riesgo

Los factores de riesgo para la laringitis incluyen:

  • Tener una infección respiratoria, como un resfriado, bronquitis o sinusitis.
  • Exposición a sustancias irritantes como el humo del cigarrillo, consumo excesivo de alcohol, el ácido del estómago, o químicos en el trabajo.
  • Uso excesivo de la voz, por hablar demasiado, hablar demasiado alto, gritando o cantando.

Tratamiento

El tratamiento generalmente consiste en reposo y la hidratación adecuada, aunque algunos casos requieren medicación. En casos más graves, puede ser necesaria la cirugía. La recuperación por lo general depende de la causa y la gravedad de su condición. La mayoría de los casos son a corto plazo y pueden ser tratados en casa, sin embargo, los síntomas prolongados – como los que duran más de tres semanas – puede ser indicativo de un problema más grave y requiere atención médica. El signo más común de laringitis es la ronquera. Los cambios en la voz pueden variar con el grado de infección o irritación, que van desde un malestar a la pérdida casi total de su voz. Si tiene ronquera crónica, su médico puede querer escuchar su voz para examinar las cuerdas vocales, y lo puede dirigir a un especialista en oído, nariz y garganta. Estas técnicas se utilizan a veces para ayudar a diagnosticar la laringitis:

  • Laringoscopia. Su médico puede examinar visualmente sus cuerdas vocales en un procedimiento llamado laringoscopia, mediante el uso de una luz y un espejo pequeño para mirar en la parte posterior de la garganta, un aparato llamado laringoscopio. El médico puede utilizar laringoscopia por fibra óptica. Ésta consiste en insertar un tubo delgado y flexible (endoscopio) con una cámara diminuta y una luz por la nariz o la boca y en la parte posterior de la garganta. Luego, el médico puede observar el movimiento de las cuerdas vocales mientras habla.
  • Biopsia. Si su médico observa un área sospechosa, puede hacer una biopsia, tomar una muestra de tejido para examinarla bajo el microscopio.

Remedios caseros y naturales

Algunos remedios pueden ayudar a aliviar los síntomas, como inhalaciones a base de hojas de salvia o eucalipto. Otra posibilidad muy recomendable es el empleo de alimentos como la miel, el limón, el jengibre o la piña. Envolver el cuello con una toalla húmeda, con agua tibia, aliviará los síntomas. Lo mismo sucederá haciendo gárgaras con agua tibia con sal. Para acelerar el proceso de recuperación de la voz puede ser útil hacer infusiones con piel de mandarina o beber una mezcla de jugo de limón, clara de huevo y azúcar.

Prevención

  • No fume y evite el humo de los demás fumadores. Se seca la garganta y el humo irrita las cuerdas vocales.
  • Beba mucha agua. Los líquidos ayudan a mantener el moco en la garganta húmedo y fácil de limpiar.
  • Evite limpiar su garganta. Esto hace más daño que bien, ya que provoca una vibración anormal de las cuerdas vocales y puede aumentar la inflamación. La limpieza de la garganta también induce a la garganta a secretar más moco y a sentirse más irritada.
  • Evite las infecciones respiratorias superiores. Asegúrese de recibir la vacuna anual contra la gripe si su médico se lo recomienda. Lávese las manos frecuentemente y evite el contacto con personas que tengan infecciones respiratorias como los resfriados.

Fuentes