Las cadenas de la ilusión (libro)

Las cadenas de la ilusión
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Título originalLas cadenas de la ilusión
Autor(a)(es)(as)Erich Fromm
Editorial:Paidós

Las cadenas de la ilusión. Una fascinante autobiografía intelectual que explica la génesis del pensamiento de uno de los filósofos más importantes del siglo XX.

Resumen

La influencia que Marx y Freud ejercieron en la historia del pensamiento del siglo pasado es indiscutible. Erich Fromm, preocupado por la aparente contradicción entre la responsabilidad individual y la responsabilidad social, pronto mostró su interés en las enseñanzas de estos dos grandes pensadores cuyas interpretaciones del ser humano le convencieron plenamente. Sin embargo, Fromm no tardó en advertir la contraposición entre ambos sistemas y, a partir de ese momento, dedicó su obra a esclarecer estas contradicciones aparentes. Ello le indujo a revisar diversos supuestos de ambos autores y a elaborar una síntesis de ambas teorías en un proceso apasionante que constituye la base de esta autobiografía intelectual. Confrontando a Marx y a Freud, Fromm demuestra cómo la profunda comprensión de la obra de estos pensadores conduce a un cuerpo único de conocimientos cuya trascendencia está destinada a perdurar.

Algunas de las cosas que se aprende leyendo este libro

Premisas comunes a las teorías marxistas y freudianas del cual crecieron sus ideas:

1.De omnibus es dubitandum. Hay que dudar de todo.

2.Nihil humanum a mihi alienum puto. Creo que nada humano me es ajeno.

3.La verdad os hará libres.

•Marx quería liberar al hombre de las cadenas de la dependencia, de la enajenación, de la esclavitud a manos de la economía.

•El hombre vive de ilusiones porque esas ilusiones hacen llevadero el dolor de la vida real.

•Freud fue un reformador liberal; Marx, un revolucionario radical.

•Para Freud, la evolución es una bendición ambigua, y la sociedad daña tanto como beneficia. Para Marx, la historia es una marcha hacia la autorrealización del hombre.

•Para Marx la enajenación es la enfermedad fundamental del hombre.

•La necesidad de dinero es una necesidad real creada por la economía moderna, y la única necesidad que ésta crea. El exceso y la falta de moderación son su verdadera norma.

•Toda neurosis puede considerarse resultado de la enajenación; la neurosis se caracteriza por el hecho de que una pasión se vuelve dominante y escindida de la personalidad total, convirtiéndose así en el gobernante de la persona.

•Marx considera al hombre como producto de su sociedad, y por lo tanto encuentra la raíz de la patología en ciertas cualidades específicas de la organización social. Freud considera al hombre como principalmente formado por sus experiencias dentro del grupo familiar.

•Para Freud la persona sana es aquella que ha llegado al nivel genital y que se ha convertido en su propio amo, independiente del padre y de la madre, que confía en su propia razón y en su propia fuerza.

•La imagen marxista del hombre sano está arraigada en el concepto humanista del hombre independiente, activo y productivo.

•Para Marx, el comunismo es la abolición positiva de la propiedad privada, de la autoenajenación humana y, por tanto, la posesión auténtica de la naturaleza humana a través del hombre y para el hombre.

•Nuestra economía frontaría una crisis severa si la gente no invirtiese la mayor parte de sus ingresos consumiendo, en vez de ahorrando.

•Marx no era un «determinista» como a menudo se pretende.

•Las irracionalidades de cualquier sociedad dan como resultado la necesidad de que sus miembros repriman la percepción de muchas de sus propias sensaciones y experiencias.

•El cambio más revolucionario de nuestros tiempos reside en el hecho de que todos los pueblos del mundo han abierto los ojos y perciben su anhelo de una vida material decorosa, y en que el hombre ha descubierto los medios técnicos para satisfacer esta aspiración.

•La represión de la captación de los hechos viene inevitablemente acompañada de la aceptación de numerosas ficciones.

•Cuando una ideología se inculca desde la niñez en sociedades opuestas a la nuestra, lo llamamos «lavado de cerebro», y en sus formas menos extremas, «adoctrinamiento» y «propaganda»; en nuestra propia sociedad lo denominamos «educación» e «información».

•A mi entender el miedo más poderoso para la represión es el miedo al aislamiento y al ostracismo.

•Para el individuo, el rebaño es de una importancia tan vital que los puntos de vista, creencias y emociones de éste constituyen la realidad para él, en mayor medida que lo que sus sentimientos y su razón le digan.

•El individuo normal y corriente no se permite percibir aquellas ideas o emociones que sean incompatibles con las normas de su cultura y, por tanto, se ve forzado a reprimirlas.

•Lo que es válido para la psicología también lo es para sociología.

•El hombre moderno tiene un insaciable apetito de poseer y usar objetos nuevos, necesidad que él racionaliza como una expresión de su deseo de una vida mejor.

•En todas partes, la producción al máximo y el máximo consumo se han vuelto la meta que hay que conquistar. El criterio de progreso se busca en las estadísticas de consumo.

•Los objetos ya no están al servicio del perfeccionamiento del hombre, sino que el hombre se ha convertido en el esclavo de los objetos, como productor y como consumidor.

•La desobediencia se ha extinguido prácticamente en la sociedad de los hombres organización

•La capacidad de desobedecer es una virtud tan importante como la capacidad de obedecer.

•Existe la posibilidad de que la especie humana se destruya a sí misma y a toda la vida terrestre dentro de los próximos diez o quince años.

•Mientras yo experimente a mi prójimo como un ser fundamentalmente distinto a mí, mientras él siga siendo un extraño, yo seguiré siendo un extraño para mí mismo.

•Cuando me experimente en plenitud, entonces aceptaré que soy igual a cualquier otro ser humano. Me daré cuenta que sólo varían los conceptos, las costumbres, las superficies, y que la esencia humana es la misma.

•Creo que sólo excepcionalmente un hombre nace santo o criminal.

•Creo que uno de los errores más desastrosos de la vida social e individual consiste en dejarse atrapar por alternativas de pensamiento estereotipadas.

•Creo que el hombre debe liberarse de las ilusiones que lo esclavizan y lo paralizan, que debe adquirir conciencia de su realidad interior y exterior para poder crear un mundo que no necesite ilusiones. La libertad y la independencia no podrán lograrse hasta que se rompan las cadenas de la ilusión.

Una fascinante autobiografía intelectual que explica la génesis del pensamiento de uno de los filósofos más importantes del siglo XX. La influencia que Marx y Freud ejercieron en la historia del pensamiento del siglo pasado es indiscutible. Erich Fromm, preocupado por la aparente contradicción entre la responsabilidad individual y la responsabilidad social, pronto mostró su interés en las enseñanzas de estos dos grandes pensadores cuyas interpretaciones del ser humano le convencieron plenamente. Sin embargo, Fromm no tardó en advertir la contraposición entre ambos sistemas y, a partir de ese momento, dedicó su obra a esclarecer estas contradicciones aparentes. Ello le indujo a revisar diversos supuestos de ambos autores y a elaborar una síntesis de ambas teorías en un proceso apasionante que constituye la base de esta autobiografía intelectual. Confrontando a Marx y a Freud, Fromm demuestra cómo la profunda comprensión de la obra de estos pensadores conduce a un cuerpo único de conocimientos cuya trascendencia está destinada a perdurar.

Autor

Erich Fromm ( Frankfurt, 1900Suiza, 1980) . Empezó la carrera de derecho pero rápidamente se desplazó a la Universidad de Heidelberg para estudiar sociología y más tarde a Berlín para cursas estudios de psicoanálisis. En 1930 es invitado por Max Horkheimer para dirigir el departamento de Psicología del Instituto de Sociología de Frankfurt. Y en 1934, tras la escalada nazi, huye a Estados Unidos.

Fuente