Erich Fromm

Erich Fromm
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Uno de los principales renovadores de la teoría y práctica psicoanalítica a mediados del siglo XX.
NombreErich Fromm
Nacimiento23 de marzo de 1900
ciudad de Fráncfort del Meno, Bandera de Alemania Alemania
Fallecimiento18 de marzo de 1980
ciudad de Muralto, Bandera de Suiza Suiza
Obras destacadasEl miedo a la libertad 1941, El arte de amar 1956, El hombre para sí mismo.

Erich Fromm (Fráncfort del Meno, 23 de marzo de 1900 - Muralto, 18 de marzo de 1980) fue un destacado psicólogo social, psicoanalista y humanista alemán. Miembro del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad de Frankfurt, participó activamente en la primera fase de las investigaciones interdisciplinarias de la Escuela de Frankfurt, hasta que a fines de los años 1940 rompió con ellos debido a su heterodoxa interpretación de la teoría freudiana. Fue uno de los principales renovadores de la teoría y práctica psicoanalítica a mediados del siglo XX.

Síntesis biográfíca

Nació el 23 de marzo de 1900 en una familia de clase media alemana, de padre comerciante y colérico y madre depresiva, ambos judíos ortodoxos. En su adolescencia comenzó estudios de derecho, pero los abandonó en 1919 para estudiar sociología en la Universidad de Heidelberg, obteniendo su licenciatura en Sociología y Psicología en 1922.

Durante sus estudios conoció a la psicoanalista Frieda Fromm-Reichmann, judía ortodoxa como él, con quien se casó en 1926. Tras su matrimonio comenzó el estudio de la doctrina freudiana, y en 1929 comenzó su carrera como psicoanalista en Berlín, abandonando el judaísmo casi por entero y estudiando las teorías de Marx. En 1931 se divorció de Reichmann, con quien mantuvo una estrecha amistad de por vida.

Trayectoria

En 1930 fue invitado por Max Horkheimer a dirigir el Departamento de Psicología del recientemente creado Institut für Sozialforschung. El 25 de mayo de 1934, tras la toma del poder por el partido Nazi, emigró junto con otros miembros del instituto a los Estados Unidos. Las divergencias intelectuales con otros miembros del Institut, especialmente Herbert Marcuse y Theodor Adorno, llevaron a su desvinculación del mismo en 1939.

Durante los años 40 Fromm desarrolló una importante labor editorial, publicando varios libros luego considerados clásicos sobre las tendencias autoritarias de la sociedad contemporánea y desviándose marcadamente de la teoría original freudiana. En 1943 fue uno de los miembros fundadores de la filial neoyorquina de la Washington School of Psychiatry, tras lo cual colaboró con el William Alanson White Institute of Psychiatry, Psychoanalysis, and Psychology. En 1944 se casó en segundas nupcias con una inmigrante judeoalemana, Henny Gurland; hacia 1950 se mudaron a México, donde Gurland fallecería dos años más tarde. Fromm enseñó en la Universidad Nacional Autónoma de México, donde fundó la Sección Psicoanalítica de la escuela de medicina.

En 1953 volvió a contraer matrimonio. Desde mediados de la década estuvo fuertemente involucrado con los movimientos pacifistas norteamericanos, y fue un destacado oponente de la guerra de Vietnam. Se alejó de todo apoyo al socialismo de Estado, sobre todo del modelo totalitario soviético, y criticó la sociedad de consumo capitalista, esto y sus perspectivas sobre la libertad personal y el desarrollo de una cultura libre lo acercó notablemente a la línea anarquista, cuestión que se hace evidente al comparar las temáticas de sus libros con las de los autores clásicos del anarquismo. De sí mismo se decía partidario de un socialismo humanista y democrático.

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Entre 1957 y 1961 Fromm compaginó su actividad en la UNAM con una cátedra en la Michigan State University.

Muerte

En 1965 se retiró; tras unos años de viaje, en 1974 se instaló en Muralto, en Suiza. Murió en su hogar cinco días antes de su octogésimo cumpleaños. Falleció el 18 de marzo de 1980.

Su obra

Fromm afirma en su obra, que el hombre actual se caracteriza por su pasividad y se identifica con los valores del mercado porque el hombre se ha transformado a sí mismo en un bien de consumo y siente su vida como un capital que debe ser invertido provechosamente. El hombre se ha convertido en un consumidor eterno y el mundo para él no es más que un objeto para calmar su apetito.

Según el autor, en la sociedad actual el éxito y el fracaso se basa en el saber invertir la vida. El valor humano, se ha limitado a lo material, en el precio que pueda obtener por sus servicios y no en lo espiritual (cualidades de amor, ni su razón, ni su capacidad artística). La autoestima en el hombre depende de factores externos y de sentirse triunfador con respecto al juicio de los demás. De ahí que vive pendiente de los otros, y que su seguridad reside en la conformidad; en no apartarse del rebaño. El hombre debe estar de acuerdo con la sociedad, ir por el mismo camino y no apartarse de la opinión o de lo establecido por ésta.

La sociedad de consumo para funcionar bien necesita una clase de hombres que cooperen dócilmente en grupos numerosos que quieren consumir más y más, cuyos gustos estén estandarizados y que puedan ser fácilmente influidos y anticipados. Este tipo de sociedad necesita hombres que se sientan libres o independientes, que no estén sometidos a ninguna autoridad o principio o conciencia moral y que no obstante estén dispuestos a ser mandados, a hacer lo previsto, a encajar sin roces en la máquina social. Los hombres actuales son guiados sin fuerza, conducidos sin líderes, impulsados sin ninguna meta, salvo la de continuar en movimiento, de avanzar. Esta clase de hombre es el autómata, persona que se deja dirigir por otra.

El humano, debe trabajar para satisfacer sus deseos, los cuales son constantemente estimulados y dirigidos por la maquinaria económica. El sujeto automatizado se enfrenta a una situación peligrosa, ya que su razón se deteriora y decrece su inteligencia, adquiriendo la fuerza material más poderosa sin la sabiduría para emplearla.

El peligro que el autor ve en el futuro del humano es que éstos se conviertan en robots. Verdad es que los robots no se rebelan. Pero dada la naturaleza del humano, los robots no pueden vivir y mantenerse cuerdos. Entonces buscarán destruir el mundo y destruirse a sí mismos, pues ya no serán capaces de soportar el tedio de una vida falta de sentido y carente por completo de objetivos.

Para superar ese peligro el autor dice que se debe vencer la enajenación, debe vencer las actitudes pasivas y orientadas mercantilmente que ahora lo dominan y elegir en cambio una senda madura y productiva. Debe volver a adquirir el sentimiento de ser él mismo y retomar el valor de su vida interior.

Pensamiento

Dos libros son particularmente importantes para conocer el pensamiento del sabio alemán, el primero es El miedo a la libertad y el segundo es El corazón del hombre, en ellos se manifiesta inconforme con su pertenencia a una “escuela” nueva de psicoanálisis, para concluir diciendo que él propone una estructura filosófica de referencia diferente, la del Humanismo dialéctico.

Dice en el prefacio de El Corazón del hombre que El miedo a la libertad fue el fruto de su experiencia clínica y de la especulación teórica para comprender tanto a la libertad, como a la agresión y al instinto destructor. El pensador distingue entre la agresión al servicio de la vida, biofilia, y la necrofilia o agresión al servicio de la muerte.

En un libro previo, El arte de amar, Fromm analizó la capacidad de amar y por el contrario El corazón del hombre tiene como eje la enunciación y caracterización de dos síndromes, el de crecimiento (amor a la vida, a la independencia y la superación del narcisismo) y el de decadencia (amor a la muerte, a la simbiosis incestuosa y al narcisismo maligno).

Para Fromm que vivió en plena Guerra Fría, ésta es el reflejo del Síndrome de Decadencia, pues a pesar del enorme riesgo de muerte, prevalece el odio inspirado en un narcisismo maligno, suicida, se impone entre los gobierno de las superpotencias.

A Fromm le interesa la visión de Hobbes en el sentido de que el hombre es lobo del hombre, pero al mismo tiempo, destaca la inclinación humana al autosacrificio. Se pregunta respecto de esta condición dual si es el hombre lobo o cordero de sí mismo. En busca de una respuesta recurre al Nuevo Testamento para concluir finalmente que este libro refleja tanto una condición como la otra, luego concluye que el hombre es a la par lobo y cordero.

Sin embargo, no todos los hombres han desarrollado de la misma manera ambas condiciones, pues en la inmensa mayoría predomina el cordero, en tanto una minoría es dominada por la condición de lobo, pero esta minoría ha sabido exaltar la condición de lobo que existe en la inmensa mayoría, y cito:

“Pero si la mayor parte de los corderos ¿Por qué la vida del hombre es tan diferente de la del cordero? Su historia se escribió con sangre; es una historia de violencia constante, en la que la fuerza se usó casi invariablemente para doblegar su voluntad. ¿Exterminó Talaat Pachá por si solo millones de armenios? ¿Exterminó Hitler por si solo a millones de judíos? ¿Exterminó Stalin por si solo a millones de enemigos políticos? Esos hombres no estaban solos, contaban con miles de hombres que mataban por ellos y que lo hacían no solo voluntariamente, sino con placer.”

Concluye que

“El hombre ordinario con poder extraordinario es el principal peligro para la humanidad y no el malvado o el sádico” lo cual se puede concretar cuando se combinan en él las tres orientaciones que forman el Síndrome de decadencia y que “mueve al hombre a destruir por el gusto a la destrucción y a odiar por el gusto de odiar”.

En contraposición describe el Síndrome de crecimiento “el amor a la vida (en cuanto opuesto al amor a la muerte) el amor al hombre (opuesto al narcisismo) y el amor a la independencia (opuesto a la fijación simbiótico-incestuosa).

Desde luego que una mentalidad tan rica y creativa como la de Erich Fromm que vivió intensamente su tiempo, que abrazó a un marxismo alejado del totalitarismo imperante y que rechazó a un capitalismo feroz, que además fue un educador, un literato de gran atractivo pues sus libros son de fácil lectura y que combinaba tanto su experiencia clínica con su meditación filosófica, produjo un rico pensamiento dotado de muchas aristas expuestas a lo largo de más de veinte libros que es imposible encasillar en un capítulo como el de este artículo, sin embargo, el barrunto anterior es el centro que permanece reiterado tanto en sus libros previsores de la sociedad como en el juicio a los grandes personajes de nuestra historia.

Son de importancia trascendental sus estudios acerca de la relación que existe entre los sistemas políticos totalitarios y las religiones monoteístas. Según Fromm las religiones monoteístas educan a los individuos en la obediencia ciega a una autoridad superior, que pone las normas por encima de cualquier razón o discusión. Así el hombre queda reducido a un mero servidor de un Dios Todopoderoso. Esta mentalidad masoquista, adquirida desde la infancia, sería la base psicológica que ha hecho que muchos hombres sigan ciegamente a dictadores como Hitler. Es de destacar la similitud que tienen estas ideas de Fromm con las de otro gran pensador: Joseph Campbell. Poco antes de morir Fromm publicó un libro que supuso un paso adelante en su pensamiento: “Anatomía de la destructividad humana”. En este escrito planteó la idea de que el hombre se decanta en su vida entre dos fuerzas: la biofilia y la necrofilia. La primera es la fuerza que impulsa al ser humano a amar la vida y a crear. La segunda es el reverso tenebroso de esta fuerza. La necrofilia surge cuando el hombre se decanta por el egoísmo, y conlleva la soberbia, la codicia, la violencia, el ansia de destruir y el odio a la vida. Es de destacar el magnífico estudio que Fromm hizo, en este libro, de la personalidad de Hitler basándose en esta teoría de la biofilia-necrofilia.

Principales obras

Frases

Amor

  • Para la mayoría de la gente, el problema del amor consiste fundamentalmente en ser amado, y no en amar, no en la propia capacidad de amar.

Amar

  • Cuidado, responsabilidad, respeto y conocimiento son mutuamente interdependientes.

Respeto

  • La esperanza es paradójica. Tener esperanza significa estar listo en todo momento para lo que todavía no nace, pero sin llegar a desesperarse si el nacimiento no ocurre en el lapso de nuestra vida.

Esperanza

  • La paradoja del amor es, ser uno mismo, sin dejar de ser dos.

Amor

  • Vivir es nacer a cada instante.

Instante

  • El peligro del pasado era que los hombres fueran esclavos. Pero el peligro del futuro es que los hombres se conviertan en robots.

Peligro

  • El lema publicitario es distinto nos demuestra esa patética necesidad de diferencia, cuando, en realidad, casi no existe ninguna.

Realidad

  • En estrecha relación con el desarrollo de la capacidad de amar está la evolución del objeto amoroso. En los primeros meses y años de la vida, la relación más estrecha del niño es la que tiene con la madre.

Madre

  • Una actividad donde los problemas deben ser resueltos: con la razón, con la imaginación y con la conciencia. Una necesidad de realizar, de que lo que se hace tenga impacto, despierte interés y sea objeto de una respuesta de los demás. El principio de efectividad se hace presente por el amor y el trabajo productivo.

Ajedrez

  • Dar produce más felicidad que recibir, no porque sea una privación, sino porque en el acto de dar está la expresión de mi vitalidad.

Dar

  • El sexo sin amor sólo alivia el abismo que existe entre dos seres humanos de forma momentánea.

Fuentes

  • Psicomundo
  • Frasesypensamientos
  • Instituto Mexicano de Psicoanálisis, A.C. Institución fundada por Erich Fromm en la Ciudad de México.
  • Fromm en Portalpsicologia.org
  • The International Erich Fromm Society (inglés).
  • Fromm Biography and Theories (inglés).
  • Archivo Erich Fromm en el Archivo de Internet de Marxists.org (inglés).
  • Marx y su concepto de hombre" y "Psicoanálisis de la sociedad contemporánea" en formato.pdf. (español).
  • Centro Virtual de Pedagogía Humanista "Erich Fromm" Espacio en español dedicado a Erich Fromm, y que busca dirigir la aplicación de su pensamiento sociopsicoanalítico a la pedagogía