Laura (Película)

Laura
Información sobre la plantilla
Intriga. Cine negro. Drama | Bandera de los Estados Unidos de América Estados Unidos
88 min
Estreno1944
GuiónJay Dratler, Samuel Hoffenstein, Betty Reinhardt (Novela: Vera Caspary)
DirectorOtto Preminger
Dirección de FotografíaJoseph LaShelle (B&W)
Productora20th Century Fox
PaisBandera de los Estados Unidos de América Estados Unidos

Laura (Filme). Preminger maneja la película con soltura y elegancia, refinamiento en la puesta en escena y tensión en la construcción del suspense. Un magnífico guión con ingeniosos diálogos y la espléndida fotografía del gran Joseph LaShelle (que consiguió su único Oscar con este título), dotan al relato de un tono enigmático que alcanza su máxima expresión con la aparición cuasi fantasmal de la bella Gene Tierney junto al cuadro que preside el salón en donde transcurre casi toda la acción.

Sinopsis

El detective Mark McPherson investiga el asesinato de Laura, a quien encuentran muerta en su apartamento en extrañas circunstancias. McPherson elabora un retrato mental de la joven muerta a partir de las declaraciones de sus allegados. El penetrante retrato de Laura que cuelga de la pared de su apartamento le ayuda en esta tarea. ¿Pero quién hubiera querido matar a una mujer de la que, aparentemente, se enamoraron todos los hombres que conoció? Para empeorar las cosas, McPherson también cae rendido ante su hechizo.

Reparto

Premios

  • 1944: Oscar: Mejor fotografía (Blanco & Negro). 5 nominaciones

Críticas

El misterio de Laura Hunt

El director vienés Otto Preminger firma aquí una maravillosa película en clave de thriller en el año 1944 (durante la segunda guerra mundial).

Dotada de un brillante y ágil sentido del ritmo narrativo, Preminger se vale de la voz en off del lenguaraz, despótico y esencialmente egoista periodista de artículos de sociedad y programas radiofónicos el inefable Waldo Lydecker (Clifton Webb) quien poco a poco y a través de las investigaciones llevadas a cabo por el autocomplaciente teniente de policía Mark MacPherson (Dana Andrews) describe con absoluto apasionamiento y sutileza lírico descriptiva sus experiencias vitales con la enigmática protagonista Laura (Gene Tierney) durante el largo fin de semana que supone el horizonte temporal de la película y en el que se desarrollan de manera vertiginosa los terribles y reveladores acontecimientos.

Preminger cincela sutiles trazos que describen con absoluta maestría narrrativa los poderosos personajes que llenan la trama.

MacPherson interroga a todos los sospechosos; desde el mencionado Waldo, pasando por un pusilánime playboy Shelby (Vincent Price), pretendiente de Laura y a su vez al amparo de la tía de ésta, Ann Treadwell (Judith Anderson) quien no duda en plantear a su sobrina la conveniencia de que la ceda el "privilegio" de usufructuar los servicios del apuesto playboy, ya que sólo a una persona mala como ella le conviene una persona tan mala y miserable como Shelby, un bala perdida y correveidiles de modelos de segunda.

Incluso la asistenta de hogar de Laura, Bessie es sospechosa de los oscuros acontecimientos de que somos testigos.

Una imagen para el recuerdo del cinéfilo; cuando MacPherson hace una especie de tercer grado a Laura bajo la potente luz cegadora de una lámapara proyectada sobre el bellísmo y delicado rostro de Laura.

Una escena fetiche; cuando MacPherson arroja el albornoz a un completamente desnudo Waldo mientras esboza una sonrisa burlona no se sabe bien por qué aunque se intuya el motivo.

Un retrato, un reloj de pared y miles de motivos más para no perderse esta historia intemporal y magistral de la sempiterna historia del cine.

El cuadro de Laura

Críticas como la de Sevadac le hacen a uno tonto. Si bien no quiero leer crítica alguna hasta haber terminado la mía por no caer en la maliciosa tentación de ser arrastrado en ideas y pensamientos ajenos, el atrayente y certero título pudo más que mi quebrantable posición. Dentro ya, veo como pasan bisturís, pinzas y tijeras diseccionando la película de manera ejemplar.

Poco queda que decir. Creo que ni Waldo Lydecker, ese personaje charlatán, entrometido y fatuo interpretado magistralmente por Clifton Webb podría añadir un pero más. Aún así voy a intentarlo:

“Laura” posee unas cuantas cualidades que convierten la película en un ejercicio de altura. Sobre todo a nivel interpretativo. El nombrado Webb, una Gene Tierney que usa la ausencia como fuerza; y un detective necrófilo y por tanto, bastante onírico, al que da vida Dana Andrews. Si bien Price consigue una gran interpretación queda un peldaño por debajo de este trío de ases.

Más que el guión, al que siendo francos le vi el plumero en determinados momentos (me imagino que el tiempo no juega en este aspecto a su favor), me fascina esa planificación de escenas que Preminger consigue. Como capta toda nuestra atención un sofá, un cuadro y un detective soñando. Como desde el principio las horas marcan el camino, como una bañera y dos hombres se muestran tan sugerentes sin que una pizca de sexualidad pase por nuestras cochinas mentes (y más conociendo la ambigüedad sexual de Lydecker) o una invitación a un güisqui barato donde nada es lo que parece (aunque sabemos que parece lo que no es).

“Laura” es un cuadro, y como tal, cualquier detalle expuesto en él tiene su razón de ser.

mítica y misteriosa Gene Terney

Por debajo de su apariencia de cine negro Laura es, básicamente, una historia de amor. Un amor celoso, obsesivo, que acaba (o más bien empieza) desembocando en un crimen. En este sentido “Laura” tiene algunos puntos en común con Vertigo, de Hitchcock: en los dos casos encontramos el mismo elemento de obsesión amorosa, la misma fascinación por una persona a la que se cree fatalmente desaparecida; y en ambos casos, también, la supuestamente fallecida vuelve a aparecer de súbito entre los vivos, dándole un nuevo giro al argumento.

Laura podría ser considerado, también, como un magnifico ejemplo del cine con el que nos obsequiaba Hollywood en su época dorada. Con todas sus virtudes, pero también con sus defectos. Entre las primeras se encuentra, a mi juicio, la fascinación y el glamour que desprende su protagonista, una Gene Tierney en la cumbre de su belleza (y que triste y trágica fue su vida, tal como se cuenta en el documental incluido en los extras del DVD). También habría que señalar elementos tales como la sobresaliente dirección artística, la espléndida fotografía, la mítica y evocadora banda sonora, etc.

Y llegados a este punto, me pregunto si una película como Laura tiene algún defecto que se pueda destacar. Pero antes de responder a esta cuestión habría que precisar que esos defectos -si es que los tiene- tendríamos que atribuirlos mayormente a ciertas características y hábitos a los cuales era proclive la industria de Hollywood en aquella época, más a la película en sí considerada como obra individual. Entre ellos podríamos hacer mención, quizá, a un cierto estatismo producido por el peso excesivo de los diálogos en detrimento de la parte visual y de la acción. Con todo, esta preponderancia de los diálogos podría ser considerada, también, como totalmente natural si nos atenemos al origen teatral del argumento en el que está basado el guión. Otro factor que a mi juicio también sería mejorable tiene que ver con cierta sutil artificiosidad que planea sobre toda la película, atribuible básicamente a que –como la mayoría de las películas que se hacían en Hollywood por esa época- fue rodada íntegramente (incluso los exteriores) en decorados de estudio. A pesar de estas leves objeciones, hay que reconocer que nos encontramos ante de una magnifica, además de mítica película. Una película cuyo elemento central es la irresistible fascinación suscitada por una mujer de misterioso encanto y belleza. Una criatura que conseguirá hechizar no solo a los personajes masculinos de la película, sino también al público de sucesivas generaciones.

Naturaleza muerta

De estructura narrativa ajustadísima, aunque con lagunas de guión típicas del género, y una realización perfecta en su sencillez, sobriedad y en su lechosa fotografía ganadora del oscar, Preminger se introdujo de lleno en los clichés de cine poliaco con ribetes negros -diálogos ácidos, usos sociales, veladas intenciones- para darles vuelta y media y presentarnos así un noir fantasmagórico en el que las bajas pasiones y los bajos instintos aparecen con sucesivos giros de perspectiva. Puntos de vista de diferentes personajes o de distintas realidades o irrealidades, según se mire; hilos que elípticamente se engastan en la trama, desembocando en un tenue travelling en el interior de una casa: ese movimiento, que lleva la cámara hasta una puerta que se abre y un personaje que entra, no se quiebra con el montaje, continúa siendo el mismo plano. La perspectiva obsesiva de Dana Andrews rastreando una casa vacía ocupa ya nuestra atención plenamente. La imagen no se corta. Quizás sea real lo que viene después; quizás no.

Es interesante ese doble prisma desde el que observar la cinta; bien como película de narrativa clásica, perfectamente engrasada, o como esa otra película que anda por detrás, agazapada luchando por aflorar contraponiéndolo lo aparente y lo real, lo expresado en una construcción clásica y lo susurrado en planos sutiles.

Todo ello, creo, perdura en la memoria del aficionado -aunque no tenga reciente la cinta- como una plasmación de la obsesión por un ideal -ya sea por parte de D. Andrews, V. Price, Clifton Webb o el propio espectador-, en forma de amor, posesión, lujuria o película de misterio, que ni muerto deja de ser irresistible. Aunque, quizás, precisamente por estar muerto nos atraiga con la vocación de extraña eternidad que tienen algunos cuadros o fotografías. Esos retratos que nos reclaman desde la ultratumba de la memoria, las invenciones o el subconsciente. Así nos reclama también esta película, ése es también su terreno, no sólo la investigación de un asesinato; y de esa forma la evoqué yo durante muchos años -antes de revisarla- sin recordar apenas nada de relojes de pared. Podría decir que fue eso precisamente lo que me impidió olvidar, pese a los años, aquel fin de semana en que murió Laura.

Fuentes

  • Artículo Laura. Disponible en: www.filmaffinity.com, visitado el 5 de febrero del 2013.
  • Artículo Laura. Disponible en: www.abandomoviez.net, visitado el 5 de febrero del 2013.
  • Artículo Laura. Disponible en: www.alohacriticon.com, visitado el 5 de febrero del 2013.