Lesión aislada del anillo pelviano

Lesión aislada del anillo pelviano
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Lesiones Aisladas del Anillo Pelviano. Son las lesiones que rompen en un solo nivel la continuidad del anillo pelviano. La fractura o la luxación no presentan desplazamiento y en el caso de que exista es mínimo, por lo que se mantiene siempre la estabilidad de la pelvis.

El anillo pelviano está conformado por el sacro (tres primeras vértebras) y los dos huesos ilíacos o coxales articulados entre sí a nivel de la sínfisis del pubis y las dos articulaciones sacroilíacas.

Frecuencia

Las lesiones aisladas del anillo pelviano son menos frecuentes que las lesiones mixtas o la ruptura del anillo pelviano, y algunas de ellas resultan muy raras o excepcionales.

Clasificación

Las distintas variedades de estas lesiones dependen del sitio donde se produzcan. Pueden ocurrir a nivel del arco anterior o del posterior del anillo pelviano. En el arco anterior las variedades son:

  • Subluxación de la sínfisis del pubis.
  • Fractura unilateral de las ramas del pubis.

En el arco posterior:

  • Fractura del ilíaco (de trazo vertical).
  • Subluxación de la articulación sacroilíaca.
  • Fracturas del ala del sacro.

Etiopatogenia

Mecanismo de producción

Estas lesiones pueden ser producidas por un golpe directo y por la compresión moderada del anillo pelviano en dirección anteroposterior o lateral. La fuerza traumática tiene como característica que cesa inmediatamente después de producida la lesión, la que presenta un desplazamiento mínimo a nivel del anillo. En los traumatismos directos la fractura coinciden con el lugar en que se aplica la fuerza. En la compresión, al actuar dos fuerzas en sentido contrario, se deforma el anillo produciéndose una fractura o una subluxación en un punto intermedio entre las dos fuerzas.

Trazo de fractura

Estas fracturas, en general, tienen un trazo vertical que puede ser a nivel del ala del sacro, a nivel del ilíaco desde la cresta hasta la escotadura ciática mayor, y a través de las dos ramas del pubis de una hemipelvis. Las subluxaciones ocurren a nivel de la sínfisis del pubis y de la articulación sacroilíaca.

Desplazamiento

Las fracturas no se desplazan o es mínimo el desplazamiento. Cuando ocurre este último, la sínfisis del pubis se separa 1 cm más de lo normal. A nivel de la articulación sacroilíaca, el ilíaco se desplaza ligeramente hacia atrás y hacia la línea media.

Manifestaciones clínicas

Es un paciente que ha recibido un golpe directo o una compresión moderada sobre la pelvis, y que refiere dolor a nivel del pubis, la región inguinal, la región glútea superior o el área sacroilíaca posterior, según el sitio de la fractura o de la subluxación.

Examen físico

Inspección

Durante la marcha el paciente puede sentir inestabilidad o inseguridad y claudicar por el dolor. La pelVis ósea tiene apariencia normal, aunque en la subluxación sacroilíaca puede observarse posteriormente la prominencia del borde posterior del ilíaco desplazado ligeramente. Pueden ser evidentes las lesiones de contusión o magulladuras de la piel. Existen inflamación moderada de la región vecina a la lesión y en la zona del impacto, y puede haber presencia de un hematoma.

Palpación

Hay sensibilidad dolorosa en el sitio del impacto y dolor exquisito a nivel del sitio de la fractura o la subluxación. La separación de la sínfisis apenas es perceptible. En la subluxación sacroilíaca, la espina ilíaca posterosuperior aparece más prominente y desplazada discretamente hacia la línea media. La maniobra manual con apoyo sobre las espinas ilíacas,anterosuperiores y las crestas ilíacas, haciendo compresiones y tratando de abrir y cerrar la pelvis, produce dolor a nivel de la lesión, pero la pelvis se mantiene estable. La elevación de los miembros inferiores y el apoyo sobre estos, pueden ser imposibles por el dolor; no existen acortamientos ni rotaciones anormales.

Investigaciones complementarias

Radiología

Se indica examen radiográfico simple de pelvis en vistas anteroposterior y oblicuas (izquierda y derecha), con las cuales se comprueba el sitio, el trazo y el desplazamiento de la fractura.

Diagnóstico

Diagnóstico positivo

El diagnóstico positivo se realiza por la historia traumática, así como por los exámenes físicos y radiográfico, mediante los cuales se comprueba la lesión única del anillo pelviano.

Diagnóstico diferencial

El diagnóstico diferencial es importante asegurarse de que las lesiones aisladas son únicas y no se combinan entre sí, porque de combinarse constituirían lesiones mixtas o rupturas. Deben descartarse las lesiones regionales asociadas y los politraumas.

Pronóstico

Las lesiones aisladas del anillo pelviano son de buen pronóstico, ya que curan completamente sin dejar secuelas, a excepción de la subluxación sacroilíaca, que en ocasiones presenta un gran desplazamiento que puede causar dolor persistente crónico e incapacidad funcional y laboral.

Tratamiento

El tratamiento de estas lesiones es generalemente conservador. La reducción no es necesaria, exceptuando el caso de la subluxación sacroilíaca.

Tratamiento conservador

El tratamiento consiste en: administración de analgésicos, y sedación, en la fase inicial; reposo en cama en posición cómoda, evitando el dolor y la acción mecánica sobre el punto de la lesión. El reposo puede ser en decúbito supino o lateral, durante 2 o 3 semanas. La inmovilización se garantiza con espica doble de yeso. En la subluxación sacroilíaca la reducción se logra por la maniobra de Watson-Jones, colocando al paciente en decúbito lateral del lado sano sobre un soporte pelviano, en la mesa ortopédica. Se aplica rotación interna forzada al miembro inferior del lado afectado, y mientras se efectúa manualmente una compresión sobre la parte posterior de la cresta del ilíaco, desplazándolo hacia delante. Se inmoviliza la articulación con vendaje de yeso durante dos o tres meses.

Tratamiento quirúrgico

Se realiza en la artritis postraumática de la articulación sacroilíaca, secuela de una subluxación, la cual puede requerir la artrodesis con injerto óseo.

Rehabilitación

Desde el inicio se prescriben ejercicios asitidos contra resistencia de los miembros no afectados, manteniendo en reposo el miembro de la hemipelvis afectada; a este tratamiento se le asocia también ejercicios isométricos:

  • Ejercicios activos y asistidos de cadera, rodilla y tobillo, durante la segunda y la tercera semanas.
  • Ejercicios asistidos contra resistencia a partir de la cuarta o la sexta semanas.
  • Al iniciar la marcha se utilizará bastón o muletas los primeros días, descargando parcialmente el apoyo corporal sobre la pelvis.

La rehabilitación es satisfactoria.

Complicaciones

Se pueden presentar lesiones regionales y politraumatismos asociados; artritis postraumática y subluxación crónica sacroilíaca.

Fuente

  • Dr. Álvarez Cambras, Rodrigo, y coautores principales.Traumatología Tomo I. Tratado de cirugía ortopédica y traumatológíca. Editorial Pueblo y Educación 1985.