Lidija Franklin

Lidija Kocers
Información sobre la plantilla
260px
Bailarína y coreógrafa Rusa.
NombreLidija Franklin
Nacimiento17 de mayo]] de 1917
Rusia
Fallecimiento5 de diciembre de 2019
NacionalidadRusa
OcupaciónBailarína y coreógrafa

Lidija Franklin . Bailarina, maestra de ballet y coreógrafa rusa

Síntesis biográfica

Lidija Kocers (1917-2019), conocida en Venezuela como Lidija Franklin (Vyshni Volochok, Rusia, 17 de mayo de 1917 - Caracas, 5 de diciembre de 2019)

Hija del letón Hugo Kocers y la rusa Ekatherina Stukolova, a la edad de 5 años se trasladó con su familia a Letonia. Inició sus estudios de ballet en la ciudad de Tukums en 1925, también comienza a recibir clases particulares de piano.

Comenzó sus estudios en su ciudad natal, Varsovia (Polonia), donde tuvo como maestros a Bronislava Nijinska y a Woizikovsky Leon. Tambien estudió ballet en la Escuela Oficial del Teatro de la Ópera Nacional de Riga, donde permaneció cinco años. Estando en Riga, decidió ampliar sus conocimientos de la danza e ingresó en la escuela de la maestra Beatriz Vigners, donde aprendió la llamada Danza Plástica o Artística.En esa escuela, y durante cinco años, recibió clases de estética, historia y psicología de la pedagogía, danzas nacionales de Letonia, danzas de carácter, danzas españolas con castañuelas, acrobacia, técnica y composición de danzas artísticas, entrenamiento clásico y rítmica. Luego se trasladó a Inglaterra en donde estudió con el gran maestro Kurt Joss, pilar fundamental de la nueva danza moderna alemana quien tenía su centro en Londres.

En el año 1962 se radica en Caracas y, desde ese momento, además de crear la compañía que lleva su nombre, se dedica a la formación de jóvenes artistas de la danza quienes a su vez hoy son maestros de nuevas generaciones. Ha recibido amplios reconocimientos por su trayectoria.

Vida artística

El vínculo inicial de la señora Franklin (cuyo nombre originario es Lidija Kocer) con Venezuela ocurrió en marzo de 1941 como integrante del elenco del Ballet Jooss, prestigiosa compañía fundada por Kurt Jooss, padre de la danza expresionista alemana, que realizaba una gira latinoamericana, que aunque en Caracas no tuvo los resultados de público deseados, le trajo la oportunidad de conocer a quien sería pronto su esposo, el diseñador venezolano Gustavo Franklin.

La bailarina, formada en la Escuela de Ballet del Teatro de la Ópera de Riga, Letonia, al recordar su desempeño dentro de esta legendaria agrupación, destacaba la necesidad establecida por Jooss de expresar emociones a través del movimiento: Sus bailarines teníamos que actuar sin hablar, decir a través del cuerpo, expresar pensamientos. El movimiento nunca se originaba de la belleza de la línea o del diseño coreográfico.

Lidija Franklin viajaría luego a Nueva York, donde participaría en los musicales de Broadway, al igual que en producciones cinematográficas y televisivas, y se convertiría en primera figura de la Agnes de Mille Dance Theatre, así como asistente de la notable coreógrafa estadounidense, con quien intervino en montajes que realizara para el American Ballet Theatre.

1957 marca el definitivo asentamiento de Lidija Franklin en Caracas donde funda la Escuela Ballet Arte, iniciando así su largo y fructífero magisterio. Su interés siempre fue el desarrollo de un centro de formación de servicio público dentro de una estricta concepción metodológica de la enseñanza de la danza académica, y con una visión artística distanciada de divismos y personalismos. Estos serían los postulados que orientarían sin desvíos su significativa carrera docente. Bailar –siempre ha asegurado la maestra– es la natural aspiración de todo estudiante de ballet. Para lograrla debe estudiar durante largos años y dominar una técnica que no admite debilidades. De los muchos movimientos a su alcance ninguno puede ser descuidado o efectuado defectuosamente. Y aún así, la belleza no vendrá sola.

La efectividad de la Escuela Ballet Arte se comprueba en las generaciones de bailarines egresados de ella que alcanzaron con éxito el desempeño profesional, tanto en Venezuela como en el exterior. Igualmente, en los cuadros docentes formados en sus filas que han preservado y divulgado los principios orientadores de su fundadora. Como ejemplo y para la memoria histórica quedan sus producciones artísticas ejemplificadas en el programa escénico didáctico Música y Danzas Antiguas y sus versiones de Pedro y el lobo, Baile de graduados, Las sílfides, el segundo acto de El lago de los cisnes y Giselle, así como de las Bodas de Swanilda (tercer acto de Coppelia) y la suite de El Cascanueces.

Discreta, serena, pero firme en sus convicciones sobre el arte del ballet y su ejercicio, Lidija Franklin ha exaltado siempre su ideal sobre esta disciplina. Ha dicho: La perfección técnica en sí no es suficiente. El bailarín no debe ser esclavo de ella, puesto que no es más que un medio para obtener un fin. Aún habrá de llenar las formas de drama, de poesía, de pasión por el movimiento. Solo cuando lo haya alcanzado merecerá el nombre de artista.

Escuelas de Ballet Fundadas por ella

La Escuela Ballet Arte, Ballet Arte Municipal y la Escuela Gustavo Franklin fueron espacios creados sin calculadas finalidades lucrativas por la visionaria maestra, orientados fundamentalmente al estudio disciplinado y metódico de la danza clásica.

Su asentamiento en Caracas, así como su largo y fructífero magisterio, fueron algo permanente y definitivo. La guió el interés por el desarrollo de un centro de formación de servicio público, dentro de una estricta concepción metodológica de la enseñanza de la danza académica, y con una visión artística distanciada de excesivos protagonismos. Estos fueron los postulados que determinarían sin desvíos su significativa aportación docente.

Bailar –aseguraba la maestra– es la natural aspiración de todo estudiante de ballet. Para lograrla debe estudiar durante largos años y dominar una técnica que no admite debilidades. De los muchos movimientos a su alcance ninguno puede ser descuidado o efectuado defectuosamente. Y aún así, la belleza no vendrá sola.

Coreografías

Entre sus creaciones coreográficas se cuentan las piezas:

De corte clásico

• Marcha

• Vals Romántico

• Sonate

Danzas de carácter

• Polka

• Tirolesa

• Danza Rusa

• Danza de los Ramitos

Obras infantiles

• Pedro y el Lobo

Danzas antiguas

• De la Partita en Si Menor

• Suite del siglo XVI

• Annello

• Air de Bourgogne

• La Doncella y el Unicornio

• Danza Campestre

• Danza de las Antorchas

• Danzas de Corte

Premios y Reconocimientos

1983: Orden Andrés Bello en su Segunda Clase, otorgada por el Presidente de la República Dr. Luis Herrera Campins.

1984: Premio Municipal de Danza, otorgado por el Consejo Municipal del Distrito Federal.

1986: Premio Consejo Nacional de la Cultura CONAC en Danza Clásica.

1997: Orden Andrés Bello en su primera clase, otorgado por el Presidente de la República Rafael Caldera.

1997: Premio Nacional de Danza.

Fuentes