Logia Hijos de Hiram
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Logia Hijos de Hiram: es la primera institución de este tipo establecida en el territorio de Las Tunas. Es fundada en 1911 por auspicio de la Muy Respetable Gran Logia de la Isla de Cuba. Se caracteriza por la realización de obras benéficas, la educación intramasónica y el coauspicio de actividades culturales y patrióticas en la localidad.
Fundación
Como parte del resurgimiento urbanístico de la ciudad de Las Tunas, una vez culminada la guerra por la independencia en 1898, se funda la logia Hijos de Hiram el 11 de julio de 1911, perteneciente a la Gran Logia de la Isla de Cuba. El 20 de mayo de 1912 se le otorga la Carta Patente que la acredita oficialmente. Muchos veteranos del Ejército Libertador se incorporaron a dicha logia, entre ellos el General Julián Santana; al Coronel Eduardo Vidal Fontaine; el teniente Filiberto Peiso Mayo entre otros.
Características e influencia social, cultural y educativa
Hasta los albores de 1913 los masones en Las Tunas se dedican principalmente a la realización de obras benéficas, limitados en su labor educativa por la carencia de un templo, por eso inician las gestiones para su construcción. En 1922 inauguran el local que ocupa en la actualidad (calle Francisco Vega esquina Nicolás Heredia). En la gestión constructiva se destacan los señores Manuel Miranda, Luís B. Ruiz, Emilio Jomarrón, entre otros. Este hecho fue trascendental para el desarrollo de la educación intramasónica y la ejercida en la esfera pública de la sociedad tunera.
En esta logia oficiaron los Venerables Maestros José Pérez Peral y Sergio de la Fe Chile. A ella pertenecían destacados intelectuales, profesionales y obreros de alta calificación de la sociedad tunera, personalidades de la vida pública como periodistas, médicos, farmacéuticos, maestros y abogados, entre ellos: Enrique Mouset Zayas, Ramón Villamar, Manuel Vázquez Lora, Pedro Álvarez, José García, Ramón Fernández, Víctor Suárez Chamizo, Antonio Mirabent Torrens, Manuel Miranda Álvarez, Natalio González Hurtado, Emilio González Hurtado, Eduardo Vidal Fontaine y Ángel Licea Rivero.
Como parte del legado educativo masónico y cultural influyeron en la identidad local y profesional. Cada 28 de enero estas logias realizaban una tenida blanca para conmemorar el natalicio del Apóstol José Martí y Día del Masón. En este día de 1931 la logia Hijos de Hiram entrega un busto de Martí a la Escuela Intermedia por conducto de la Junta de Educación, con el objetivo de que cada día se depositaran flores al insigne patriota y sirviera de ejemplo a la niñez que allí recibía la enseñanza. En esta institución se predican los principios filosóficos masónicos de libertad, igualdad y fraternidad además de amor, socorro y caridad; defendía la exaltación de los valores espirituales y morales de la sociedad. Motivado por el reconocimiento realizado por el Congreso Nacional de Historia (1942) a la masonería cubana, por su aporte a la nación cubana, el Ayuntamiento Municipal de Victoria de Las Tunas decide en 1947, colocar en su local una tarja que rinde homenaje a la masonería cubana. Este acontecimiento tuvo un impacto significativo en una parte de la población tunera. Se celebraban actos patrióticos, entre ellos las actividades por el Centenario de la Bandera y otros de carácter social y cultural como el de noviembre de 1950 con motivo a las Bodas de Oro de la Escuela Pública Cubana. En 1951 poseía 107 miembros activos y auspiciaba a la logia juvenil AJEF Soles de Hiram y a la femenina Hijas de la Acacia nº 44. Realizaba actividades de homenaje, veladas, conferencias, actos patrióticos, de recordación, disertaciones de diversos temas, donaciones benéficas, develamiento de tarjas y bustos. En esta logia funcionaba una escuela pública que, para 1951 ya prestaba servicios educacionales; el 16 de enero de 1954 se inaugura una biblioteca con el nombre de José Pérez Peral, fue el resultado de numerosas donaciones de libros que prestan servicio a sus miembros y a otras personas de la comunidad. Propugnaban, como parte del mensaje educativo intramasónico, la concepción del liberalismo económico condicionado por el espíritu de bienestar, el progreso intelectual y moral de la modernidad en cuanto al espíritu emprendedor, la autorrealización y el protagonismo individual y colectivo como claves del éxito. Sus salones fueron escenarios de charlas y conferencias acerca de temas históricos y culturales relacionadas con efemérides y homenajes a otras personalidades como José Antonio Saco, Carlos Manuel de Céspedes, José Martí, Antonio Maceo, Juan Gualberto Gómez y otras figuras de importancia nacional. Asimismo, masones del ámbito local destacados en la lucha por la independencia como Vicente García, Francisco Muñoz Rubalcaba, Francisco Varona, Modesto Fonseca y Julián Santana, este último tuvo la posibilidad de obtener el grado 32. La logia Hijos de Hiram, contribuyó a la dinamización de la vida sociocultural republicana a través de los actos patrióticos, conmemorativos, los homenajes a instituciones y figuras, las celebraciones, veladas, asambleas, conversatorios, conferencias, develamiento de tarjas y bustos, así como por la participación en otras actividades que favorecieron el progreso local. Así, influyen en la formación de una conducta moral y cívica fortalecedores del sentido de pertenencia y patriotismo de la población tunera. Después de 1959 la logia se adecua al nuevo contexto, sus miembros, aunque conservan la tradición masónica, se proyectan en actualizaciones cognoscitivas y un accionar más a tono con las exigencias de la contemporaneidad.
Fuentes
Galiano Martínez, Lisela Estela., Montero Quesada, José Guillermo. (2009). Las asociaciones en la ciudad Victoria de Las Tunas durante la República Neocolonial. Universidad de Las Tunas, Cuba. Medina Pérez, Milena y José Guillermo Montero Quesada. (2018). Influencia educativa de las logias masónicas a la sociedad tunera durante la República neocolonial. Opuntia Brava, Vol 2 (2), 85-96, 2018. ISSN: 2222-081X
