Los combates de Baby William

LOS COMBATES DE Baby William
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Título originalLOS COMBATES DE Baby William
Autor(a)(es)(as)Alberto Alvariño Atiénzar

Los combates de Baby William, un libro de Alberto Alvariño Atiénzar registra el testimonio apasionante de Guillermo Ginestá Almira, Baby William, ex boxeador profesional cubano. Por azares de la historia, el 28 de octubre de 1959, William recibe la misión de custodiar el aeropuerto de Camagüey y allí estaba junto al Cessna donde viajaría Camilo Cienfuegos. Antes de que este emprendiera el fatídico vuelo, William intercambió un saludo, el último, con el legendario Comandante guerrillero.

Sinopsis

Sangre, sangre, ¡sangre…! Cae sobre los espectadores más cercanos –algunos se tapan con periódicos– desde el cuadrilátero donde se baten el norteamericano Robert Murphy y el cubano Baby Williams durante la pelea estelar de este cartel tampeño del 13 de octubre de 1953. Jab, upper…, golpes, golpes, ¡golpes…! sobre sus anatomías.

Bob le ofreció dura resistencia al semicompleto Joe Maxim por la corona de la división, aunque perdió por puntos, y noqueó a Jake la Motta, extitular de la categoría hasta las 147 libras.

El antillano: corajudo, rápido, fajador de los que no piden ni dan cuartel sin ser gran pegador. En su digna hoja de servicios, tremenda pelea a diez asaltos (22-9-1952) frente al doble as Carmen Basilio, nombre de mujer y pegada bestial, superior pero por decisión dividida.

Las apuestas, por Murphy. La burla mastica a expertos y jugadores: el brazo alzado al final de los diez capítulos es el de la mayor isla del Caribe. En la revancha, el estadounidense cae por KO en el asalto sexto.

Se enterará mucho más de la interesante vida de este santiaguero-camagüeyano –nombre verdadero Guillermo Ginestá Almira– en el logrado testimonio Los combates de Baby William, escrito por Alberto Alvariño Atiénzar y publicado por la Casa Editorial Abril.

El autor no cae en el pecado abundoso de decir más que el entrevistado y tratar de mostrar super habilidades literarias: nos sienta frente al protagonista, a escuchar lo que ha vivido y sentido, sus opiniones sin negaciones dogmáticas ni rebuscamiento. Guillermo, fiel a su correcta formación familiar, honesto, valiente, trabajador, sin quitar refulgencia a sus lides atléticas, brilla realmente en su quehacer ciudadano conductor hacia el honor supremo: ser revolucionario.

La intervención directa del escritor es la indispensable: muestra con brevedad y hondura la época. Consigue, sin excesos de adjetivos –los hechos hablan– que admiremos a este compañero, el último hombre en dar la mano a Camilo Cienfuegos, poco antes de que el Comandante emprendiera su vuelo postrero. Ginestá Almira, Gloria del Deporte Cubano, posee tres sagrados principios: la patria, la familia y las ideas. Gracias por mostrárnoslo, Alvariño.

Indice

Prefacio / Testimonio de un peleador Capítulo I / Santiago de Cuba (1930-1940)

  • Santiaguero, catalán y camagüeyano
  • La pelea de un niño por la vida
  • La imprenta, el oficio de familia

Capítulo II / Camagüey, 1948

  • De Santiago a Camagüey, tras la “suerte”…
  • Llegué al ring empujado por la vida
  • Y de repente, el boxeo profesional…
  • Baby William pelea contra el sistema
  • Combate a diez rounds por 125 pesos
  • La demoledora carrera internacional…
  • Baby William vs Carmen Basilio
  • Siempre arriba, siempre en la pelea estelar

Capítulo III / Camagüey, 1954

  • Me explotaron hasta que dije “¡basta!”
  • El amor me sacó del ring y me salvó la vida
  • Quien abre los ojos no regresa al cuadrilátero
  • La pelea por la dignidad del hombre
  • El combate de la clandestinidad

Capítulo IV / Camagüey, 1958

  • Y llegó la huelga
  • En la locomotora de la Revolución
  • El último hombre que estrechó la mano de Camilo
  • Regresé al deporte, pero al boxeo jamás
  • Homenaje a Tony Ginestá

Fuente